Opinión
Jorge C. Juárez Ayuso – Consultor

Esta pregunta es muy difícil y complicada de contestar, si tuviera una varita mágica como la del Mago Merlín, lo haría. Poder predecir con certeza, el futuro de qué método de pago se impondrá en las transacciones que se realizan en la restauración y en la hostelería, es una quimera. Hay varios factores que están en juego, las preferencias del consumidor a la hora de realizar el pago, la generación a la que pertenece el que paga, la tecnología disponible en cada momento y la situación económica.

 

No podemos obviar, que es evidente que en los últimos años hay una tendencia hacia el uso de métodos de pago sin efectivo, como las tarjetas de crédito, las aplicaciones de pago móvil y otros sistemas electrónicos de pago. Las nuevas generaciones, en una gran mayoría no usan el efectivo, no es que no lo tengan, es que no lo usan. Esta tendencia se ha trasladado a una gran parte de la población por los efectos de la terrible pandemia de COVID-19, que ha optado por evitar el uso de efectivo debido a sus preocupaciones por la propagación del virus.

 

La tendencia más factible para el futuro es el crecimiento de la opción del pago a crédito, ya que los pagos sin efectivo ofrecen una serie de ventajas tanto para los clientes, como para los negocios de hostelería. Por ejemplo, la rapidez, la comodidad y la seguridad. Sin embargo, hay sectores de la sociedad que seguirán prefiriendo el uso de efectivo por muchas razones, como la privacidad de sus compras o la necesidad de controlar sus gastos generales.

 

¿Llegara el fin del papel moneda, tal como lo conocemos? Creo que pasarán años en la situación actual en la que nos encontramos, pero se prevé que para el final de la década actual o poco más, los bancos centrales gubernamentales se posicionarán como paladines y caballeros salvadores en favor de los ciudadanos e intentarán implantar sus monedas digitales. ¿Realidad o ficción? Puede que sea una cuestión del controlar más a los ciudadanos o de seguridad como dicen los bancos, yo no puedo dar la respuesta. Aunque creo que desde mi punto de vista les costará llegar a esta situación, y personalmente creo que el efectivo siempre tendría que existir, como un método de pago privado y libre de cada ciudadano.

No obstante, tenemos el ejemplo de Suecia en 2018, donde la imposibilidad de pagar en efectivo en muchos sitios comportó un gran problema para muchos ciudadanos, sobre todo para la gente mayor. Nuestros mayores suelen estar acostumbrados a abonar sus compras en efectivo y, en muchas ocasiones, no disponen de tarjetas o nuevas tecnologías para efectuar pagos. Además, hay que tener en cuenta la afirmación que realizó en el parlamento sueco el economista Mats Dileu: “si la desaparición del efectivo ocurre demasiado rápido, puede ser difícil mantener la infraestructura de pagos”. Un país que adopte como medio de pago principal el electrónico, sin tener a toda la sociedad preparada, puede ser algo muy peligroso para la misma sociedad. 

 

Si llegara el irremediable el fin del dinero con billetes y monedas, tal como lo conocemos actualmente. Esto supondrá a los propietarios de los restaurantes otro reto adicional, al mismo tiempo que un aviso importante. Cuando antes se adapten a los nuevos sistemas de pago innovadores, mejor estarán preparados para el mundo digital del futuro. Y por qué no los nuevos medios de pago podrán atraer nuevos clientes, debido a las facilidades de uso que ofrecen.

 

Según varios estudios la hostelería lidera el auge de los pagos digitales. Por lo tanto, no solo será importante ofrecer métodos de pago digitales, sino saber elegir cuáles de ellos serán los más esenciales para su clientela. Según estos estudios, los métodos de pago digital que sigue liderando son las tarjetas de crédito tradicional y pago desde el móvil, aunque se están abriendo camino nuevas soluciones como el Bizum, Stripe u otras plataformas alternativas de pago, o por qué no, también las criptomonedas.

 

En resumen, es probable que los métodos de pago sin efectivo continúen ganando terreno en las ventas en hostelería, pero posiblemente el uso de efectivo siga siendo una opción importante para una parte importante de los consumidores. Personalmente, creo que es la libertad personal de cada uno de usar el método de pago más conveniente en cada momento, valorar y saber lo que podemos gastar cada uno en su economía particular. Y como bien dice el refrán popular español: "quien no guarda cuando tiene, no come cuando quiere".