En Rabbit’s Bar el comensal va a degustar una carta en formato tapas protagonizada por producto fresco. Toda ha sido concebida por el chef y propietario, Jordi Cunill, apoyado en sus jefes de cocina. Porque, además de este nuevo local, ya tiene otro muy conocido: El Café de París, todo un clásico, y para este nuevo buscaba un concepto más casual.
Ubicado en la zona alta de Barcelona, su servicio es de los de toda la vida, aunque en un ambiente informal. Y para ello Cunill recurrió al estudio de interiorismo de Pilar Líbano. Esta transformó un local oscuro y de techos bajos, es un espacio dinámico, luminoso y atractivo desde la calle.
La distribución y la dinámica del Rabbit’s Bar gira en torno a una barra central que conecta con la cocina abierta. Unos taburetes la complementan, también en las pequeñas barras situadas con vistas a la calle, y el resto del interior se distribuye en varias mesas con sillas o una gran bancada. El confort está garantizado para degustar las propuestas de la carta, como el fricandó, el solomillo de vaca, las croquetas bomba o el jamón cortado a mano.
Estilo vintage para el ambiente informal del Rabbit’s Bar
Prácticamente, todo el mobiliario ha sido diseñado por Pilar Líbano Studio. Desde la barra de fachada en mármol blanco hasta los taburetes con estructura robusta forrados en piel antigua. También las mesas lacadas en rojo y perfiladas en hierro con los cantos achatados, así como la bancada vintage. Y a nivel cromático, los tonos granatosos predominan en honor al otro local de los propietarios.
La reforma del Rabbit’s Bar ha implicado la creación de una nueva fachada totalmente acristalada con la idea de conectar visualmente la calle con el interior. También para aportar mucha luminosidad. Y el ambiente informal del que presume tiene tintes vintage. Se evidencia en las piezas de mobiliario y también las lámparas elegidas.
La madera juega un papel fundamental en el interiorismo del Rabbit’s Bar. En el suelo se combina con unos hidráulicos para delimitar el perímetro de la barra central. Y en los revestimientos, los fresados acaparan todas las miradas. Tanto los de color rojizo del frontal de la barra como los del resto del local, en tono natural.
Como corresponde a un local público, el techo es fonoabsorvente y se ha diseñado rehundido para integrarse en la decoración, con un artesonado del mismo tono que las paredes, un estuco a la cal. Y uno de los recursos que Pilar Líbano Studio ha elegido son los espejos en paredes y pilares. Estos amplían visualmente el espacio y, a la vez, trasladan la iluminación a todo el local.
Volver a la noticia