El primer restaurante Rocacho está situado en la calle Padre Damián, de Madrid, y en su día ya fue proyectado por el estudio Cuarto Interior. Recientemente, acaban de finalizar el trabajo del nuevo local, en la Plaza Marqués de Salamanca, con toda la esencia del asador moderno que también desprende su hermano mayor.
El estudio se ha inspirado en su filosofía para diseñar el segundo local de este aclamado restaurante especializado en cocina a la brasa. Y para ello se ha basado en el uso de materiales naturales como la piedra y la madera, que conviven con las tonalidades de la tierra, el vino y el fuego.
A efectos de materiales, se han utilizado revestimientos cerámicos brillantes combinados con paredes pintadas con arcilla, mobiliario mayormente diseñado y fabricado a medida en mármol y madera, así como tapizados oscuros de suaves tejidos. En palabras de José Manuel Fernández, director ejecutivo del estudio de interiorismo, "nuestro foco ha sido recrear un ambiente de asador elegante, sofisticado y moderno".
Un espacio interior y tres terrazas para el nuevo Rocacho
Para el proyecto de interiorismo del segundo restaurante Rocacho se ha aprovechado la amplia planta arquitectónica del local, con el objetivo de crear diferentes ambientes. Así pues, su gastronomía tradicional sin artificios la puede degustar el comensal en su espacio interior, acogedor y elegante. Pero también puede elegir entre sus tres terrazas, dos abiertas y una cerrada.
Con este planteamiento, se puede comer de manera más formal, cómodamente sentado, o bien con la idea de picotear en una atmósfera más desenfadada, en la barra equipada con sillas altas. En este sentido, “hemos buscado que todos los clientes encuentren su sitio y se sientan muy cómodos en el nuevo Rocacho. Tanto los que buscan degustar un aperitivo de manera informal, como los amantes de las largas sobremesas”, explica Germán Álvarez, director creativo de Cuarto Interior.
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