Centro de Producción

Poco podía suponer Gonzalo Calvo que su decisión de comulgar con la hostelería tras abandonar sus negocios inmobiliarios, le llevaría a pilotar en nuestros días al Grupo Saona, que tiene previsto cerrar el año 2022 superando los 53 millones de euros de ventas. Un 73% más que en 2021, casi duplicando los de 2020 y superando en más de un 55% los de 2019, además de superar una plantilla del millar de personas.

Lejos quedan ya su primer local en la valenciana Gran Vía del Turia en 2013 o su entrada en un centro comercial (Bonaire 2017) cuando ya operaba con 10 locales; su llegada a Madrid (2018) o el acuerdo con Miura Partners para garantizar su expansión sin agobios financieros, sin menoscabo de aventurarse con el counter service en Quick Saona.

Es así como ha podido, en el último año, inaugurar 14 establecimientos en distintas capitales españolas, hasta un total de 50 restaurantes, con la ambición de llegar al 2025 con un centenar, que le permita facturar otros tantos millones de euros.

"Estamos trabajando en una sólida estrategia de posicionamiento de marca a nivel nacional para poder llevar nuestro “Amor por el Mediterráneo” a cada rincón de España. Llevamos un último año creciendo en volumen, pero también potenciando aspectos como la digitalización de procesos, el refuerzo de la estructura interna (con promociones internas y captación de talento externo) y nuevos proyectos de responsabilidad social corporativa, meta que respalda un modelo de negocio socialmente responsable y respetuoso con el medio ambiente, con las personas y con el desarrollo sostenible", señalaba Eduardo Céspedes, CEO de Grupo Saona, a los medios profesionales, y que también ha manifestado que, “la compañía ha decidido franquiciar por primera vez a través de acuerdos con grupos de restauración especializados que se encargarán de su expansión por regiones”.

La integración vertical no es ajena al Grupo Saona. Primero, desde Sa Cuina, un centro de producción que le permite abastecer sus locales y garantizar homogeneidad en parte de las más de 6.000 comidas día que está sirviendo en ellos y que le ha servido también a Gonzalo Calvo para lanzar LaSSal, una línea de arroces para venta a terceros en el segmento “ready to meals”.

En materia de inversión en proyectos sociales y de sostenibilidad, cabe destacar que Grupo Saona, en lo que se refiere a la primera ambición, su colaboración con calzados Timpers, donde las zapatillas, usadas por sus empleados, son diseñadas por invidentes; que si visitan sus locales podrán ordenar desde cartas en Braille. Iniciativas que forman parte del proyecto “Saona por la inclusión”; alineadas con otras como la de emplear a personas con capacidades especiales. Otros proyectos destacables en esta materia son el Plan Familia y el Plan Aflora.

La empresa es muy sensible a los temas de igualdad de género, de forma que persigue mantener el 100% entre sus empleados, y ha manifestado su compromiso por desarrollar planes de sostenibilidad y de RSC.

En lo que se refiere a sostenibilidad, Grupo Saona firmó su adhesión al Pacto Mundial de Naciones Unidas, que implica la adopción de medidas en apoyo a los ODS y en su seno un plan global de reciclaje y de reducción de desperdicios, en todos sus locales; mientras que, en materia de preservación del medio ambiente y la biodiversidad colabora en un proyecto para conservar la Tortuga Boba y en una iniciativa para recuperar las praderas de alga posidonia en el Mediterráneo, donde converge con la creación artística de Ana Docavo; cuyas realizaciones se muestran en algunos de sus restaurantes y oficinas centrales.