Cocina de Fusión

Recién celebrada la edición 2023 de Internorga, en Hamburgo, quizá la feria más profesional de la hostelería en Europa, si bien demasiado trufada de empresas alemanas, el importante International Foodservice Forum que se celebra en su seno, ha querido reconocer la labor que, en los últimos 25 años, ha desempeñado un self-made-chef como Duc Ngo, también llamado el Rey de Kantstrasse, templo gastronómico-zonal de Berlín que compite con el de Mitte y donde este ciudadano vietnamita de origen chino, que llega a Spandau, en 1979, como refugiado político, con cinco años, labrando su brillante carrera en el mundo de la restauración asiática, sin menoscabo de trabajar en McDonald´s o en Sachiko, mientras estudia en la Universidad de Berlín; iniciándose como chef propietario con su restaurante Kuchi en la Kantstrasse, en 1999, sin un no parar hasta nuestros días, donde está a punto de abrir un restaurante gastronómico que superará, dentro de su portfolio de 17 unidades ( la mayoría en Berlín) al Moriki que tiene situado en las torres del Deutsche Bank en Frankfurt, en sociedad con Micky Rosen y Alex Urseau, o al 893 (más de 100 euros de ticket medio) ubicado, como no, en la Kantstrasse, en un viejo local de Schlecker, cuya fachada nada tiene que ver con su interior y que completa una oferta gastronómica que va, de lo cotidiano a lo lujoso, generando ingresos consolidados de 65 millones de euros en 2022.

 

Al Duc Ngo se le ha premiado por ser la quinta esencia del coraje (se prodiga en los concursos de TV alemana y es líder en Instagram) que produce pingües recompensas, pese a algún disgusto como el de Shiro i Shiro (2005-2008) puesto que se le agradece que haya introducido el ramen, el miso, el dashi o los fermentados en una amorfa culinaria asiática como la que se venía ofreciendo en Berlín, hasta que en 2007, aparece en la escena de esta capital europea.

 

El Jurado, que le ha otorgado el premio más importante que se otorga a una empresa de restauración en Alemania (junto al dado a Burgerme) ha querido reconocer, no sólo su oferta gastronómica (japo-china-viet), sino también, su inserción étnico-cultural en la sociedad alemana y su capacidad de escalar conceptos con proyección a la sociedad digital, donde una esmerada oferta de merchandising, le está produciendo también importantes ingresos.

Su nueva propuesta gastronómica contiene una clara influencia francesa en muchos de sus ingredientes y elaboraciones y cuenta, al mismo tiempo, con la estética y técnicas de cocinado de la cocina nórdica y japonesa. Se trata de un proyecto muy personal que evoca las experiencias recogidas y vividas a lo largo de una dilatada trayectoria.

 

El chef, que comenzó su carrera hace ya diez años, arranca esta aventura empresarial tras su paso por algunos de los mejores restaurantes en España, Estados Unidos o Dinamarca y una estancia en Japón que le llevó a conocer cómo se elaboran y producen algunos de los ingredientes indispensables de la cocina nipona. Tras estas estancias en distintas cocinas también realiza un curso en la Escuela Le Cordon Bleu, completando su formación con trabajos en D´Stage y Kabuki y el danés, Geranium, en Ibiza, en el restaurante Can Domo, siendo esta su primera dirección gastronómica y marcando, todo ello sin duda, su estilo culinario.

 

Concebido como una experiencia sensorial, el restaurante ofrece un menú de degustación bajo el nombre de Primeros Andares compuesto por once pases y una versión paralela creada para vegetarianos. Este menú irá cambiando cada temporada, incorporando así novedades acordes con la estación del año en que este se ofrezca. En todos los menús se seguirán los pasos del menú Kaiseki. Se trata de un menú de temporada con un producto principal y cuya línea conductora es el cerdo. Este producto está presente en la gran mayoría de los pases del menú, desde el pase del Futamono hasta el pase Ko no mono. Se utilizan así las diferentes partes del cerdo en todos estos pases. El nombre del menú Primeros Andares hace referencia a la expresión “Del cerdo, hasta los andares”.

 

Este menú permite conocer, además, las distintas etapas de la carrera profesional del chef en la cocina. De esta forma, Primeros Bocados (Sakizuke Hassun) supone un homenaje a la cocina francesa y uso de salsas francesas y a sus comienzos en la Escuela Le Cordon Bleu. Después se pasa a la cocina japonesa que también ha marcado la trayectoria profesional de Luis Caballero, de esa forma cada plato tiene y busca una base de sabor y armonía típica de la gastronomía nipona. Los principales son referencia a su estancia en Geranium, Ibiza y por último en el restaurante Jerónimo. Los postres son una unión de técnicas francesas con elementos y estilo japonés.

 

Cada uno de los platos del menú es explicado al cliente desde el primer momento. De esta forma, asegura Caballero, “Intentamos acercarnos al máximo al comensal para que sea la cocina la que explique el arte de la gastronomía. Y a nivel conceptual, nos inspiramos en las tabernas izakaya de Japón, donde el cocinero cocina al lado de sus comensales y habla constantemente con ellos, y seguimos los pasos de un menú kaiseki”.

 

Al entender la gastronomía como un arte y la cocina como una obra de arte en directo, todos los clientes disfrutan del servicio al mismo tiempo, al igual que el pase en una función de teatro o un recital de canto. Cada uno de los pases del menú se entienden como un acto de una obra.

 

A partir de ahí, también, y como algo que define toda la propuesta gastronómica, es la íntima relación con el Jazz. Los platos se sirven al ritmo de la música, resaltando cada uno de los servicios. De esta manera, el curso del servicio tiene una alta relación con el ritmo de la música que suena mientras se cocina.

 

Basado en una decoración nórdica, el cliente encontrará al entrar un espacio diáfano presidido por una gran barra de mármol dispuesta para atender a 8 personas en cada servicio. Tras degustar el menú, se pasará a una mesa independiente para tomar los cafés, infusiones y los postres. Todo el espacio cuenta con elementos como la madera, mármol y latón, ofreciendo así una estética moderna y muy funcional, pero a la vez cálida para todo el que lo visite. Muchos de los materiales son reciclados y a los que se ha dado una segunda vida, algo clave en la filosofía vital del chef y su concepto del espacio y la sostenibilidad.

Zuma fue cofundada por Rainer Becker y Arjun Waney en 2002. Zuma London, el primer restaurante en abrir, sigue siendo el eje de la marca y la base de la apertura con éxito de otras localizaciones en todo el mundo, incluidas Hong Kong (2007), Dubai (2008), Estambul (2008), Miami (2010), Bangkok (2011), Abu Dhabi (2014), Nueva York (2015), Roma (2016), Las Vegas (2017) y Boston (2019). Tanto Zuma Londres como Hong Kong entraron en la lista de los 100 mejores restaurantes del mundo de S. Pellegrino, seleccionado por un panel internacional de más de 800 críticos, chefs y hosteleros.

 

El concepto culinario característico de Zuma incluye una cocina principal, un mostrador de sushi y una parrilla robata que ofrece cocina japonesa moderna y sofisticada. Después de casi un año revolucionando el sector gastronómico de la capital, ZUMA Madrid estrena un nuevo menú Omakase, Taste of Zuma, con el que sumerge al público madrileño en la gastronomía japonesa. Un viaje por las tres cocinas diferentes detrás del concepto Izakaya contemporáneo de Zuma.

La Main Kitchen, donde se preparan las tempuras, ensaladas y repostería del restaurante. 

La Robata Grill, una parrilla japonesa muy especial que funciona, en este caso, con carbón bichotán y que, tal y como explica el chef ejecutivo del restaurante, Javier Blanco “este tipo de grill con diferentes alturas permite controlar muy bien la temperatura de la carne y los reposos, por lo que se cocina más lentamente y permite que se vayan redondeando los sabores gracias al ahumado producido por el goteo de la grasa de los alimentos sobre el carbón”.

 

El Sushi Bar, tercer gran protagonista, es donde se trabaja una gran variedad de pescados, siendo muchos de ellos nacionales, ya que como indica Javier “España cuenta con una despensa increíble”.

 

Este menú, con un precio por comensal de 60 euros, está diseñado por el chef ejecutivo, que compone una pequeña píldora de la experiencia del restaurante.

Los jubilados de Benidorm esperan con interés la llegada de Puttshack a la turística ciudad, con el fin de jugar al minigolf en el interior de modernos locales, donde además de comer y beber se compite con la ayuda de nuevas tecnologías, como por ejemplo la Trackball, que controla las puntuaciones obtenidas por los jugadores en Chicago o Atlanta o en cuatro ciudades de Gran Bretaña donde ya opera. 

 

Creado por los fundadores de Topgolf, estos seis locales, donde se ofrece además de comida tex-mex otra de fusión basada principalmente en la oriental, serán nueve más en 2023, como consecuencia del apoyo financiero de BlackRock, que ha apostado fuerte por el concepto, al aportar 150 millones de euros para su expansión. 

 

Con tal decisión, se confirma que apuesta por el ocio y la gastronomía a través de los restaurantes temáticos que incluyen minigolf con empresas que controlan la gestión de activos a nivel mundial, por importe de más de 10.000 millones de dólares y con apenas 35 años de existencia, participando en conglomerados empresariales como Coca Cola, Pepsico, McDonald´s o Uber en foodservice o Fox News, CBS o Disney en comunicación, por no mencionar en España a Atresmedia o Prisa.