Concesiones públicas

A mediados de diciembre pasado, se han adjudicado las concesiones de nueve de los once espacios que albergarán la oferta gastronómica en el balcón del Puerto Olímpico. El nuevo venue funcionará ya en el verano del 2024, antes de la celebración de la Copa América de Vela.

Las quince propuestas presentadas a concurso han sido valoradas por un jurado formado, entre otros, por representantes municipales, BSM, el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona, el Gremio de Restauración de Barcelona y la Fundación Alícia.

La selección resultante dotará el balcón gastronómico del Puerto Olímpico de una oferta culinaria diversa y complementaria entre sí, puesto que se exigía una oferta culinaria para todos los perfiles de público, basada en la calidad, la diversidad y el compromiso con la alimentación sostenible y saludable.

Las adjudicaciones han sido las siguientes:

 

De un análisis de los elegidos, pocos pueden demostrar sus aptitudes actuales en materia de alimentación saludable y sostenible, por lo que es de esperar qué en las memorias presentadas, dichos atributos estén contenidos y adquieran evidente presencia en los proyectos a realizar y disfrutar por los visitantes.

El pasado 8 de enero cerraron los restaurantes que finalizaban sus concesiones y el personal tiene garantizada la continuidad, independientemente de las nuevas empresas adjudicatarias (algunas de las cuales ya operaban con anterioridad en dicho recinto), y podrá acceder a los servicios de orientación profesional de Barcelona Activa y a un plan formativo completo en diferentes ámbitos de la hostelería y la restauración.

Durante el primer trimestre del 2023 se adjudicarán los dos espacios de restauración restantes y también se abrirá el concurso para definir las tres tiendas gourmet que completarán la oferta

La construcción del balcón gastronómico empezará a finales de enero del 2023, y se invertirán en él 15,9 millones de euros. El proyecto, donde los matices de sostenibilidad son escasos, o por el momento poco visibles en los pliegos de ejecución, pues se limitan a temas de jardinería e iluminación, forma parte del intento que desde el 2020 impulsa Barcelona de Servicios Municipales (BSM) para cambiar la imagen y uso de dicha zona y que se basa en tres grandes pilares: el sector náutico, la economía azul y la restauración.

En cuanto a esta última, opiniones procedentes de la profesión, como las emitidas desde el Gremi de Restauració de Barcelona, no acaban de aprobar ni la orientación del proyecto ni los criterios de selección, puesto que por ejemplo se tachan cánones y alquileres de “abusivos y desproporcionados” lo que probablemente repercutirá en los precios de los servicios, lo que, a su vez, limitará el acceso a ellos por parte de la ciudadanía con limitada renta disponible.

A tales declaraciones respondió BSM, la empresa municipal responsable del Port Olímpic, que los precios de los que se hablan “están un 19% por debajo de los que rigen en la zona del paseo de Joan de Borbó”.