Fundación Ellen MacArthur

Es poco probable que las grandes empresas cumplan con los compromisos con plazos de usar solo envases de plástico reutilizables, reciclables o compostables para 2025 debido a los aumentos en los tipos de envases flexibles como bolsitas y films.  

 

El informe de la Fundación ha analizado el progreso de los signatarios del Compromiso Global de la Nueva Economía del Plástico que se lanzó en 2018 y que ahora cuenta con más de 80 grandes empresas, de entre las que destacan Danone, Unilever, Mars, PepsiCo, The Coca-Cola Company o L’Oreal. 

 

Su objetivo es crear una "nueva normalidad" para los envases de plástico mediante la eliminación de materiales de embalaje de un solo uso, el aumento de la cantidad de plásticos reutilizados o reciclados en nuevos productos y la innovación para garantizar que el 100% de los envases de plástico puedan reutilizarse, reciclarse o compostarse para 2025. 

 

Sin embargo, el informe de la EMF advierte que es poco probable que se cumplan los compromisos, en parte debido al mayor uso de envases flexibles y la falta de inversión en infraestructuras de recolección y reciclaje. Mientras que el 59% de las marcas firmantes han reducido su uso de plásticos vírgenes, el CEM registró un aumento general del 2,5% en plásticos, revirtiendo las caídas observadas en 2019 y 2020. 

 

La EMF señala que los gobiernos y las empresas deben invertir en medidas para lograr el 100% de reciclabilidad técnica para los envases de plástico rígido, que también se ve obstaculizada por una "infraestructura inadecuada de recolección y clasificación" a nivel mundial. 

 

Los plásticos flexibles como bolsitas y films también están causando problemas debido a la dificultad de reciclarlos a gran escala y es uno de los motivos por la que las empresas no alcanzarán sus objetivos para 2025. 

 

También se necesitan mayores esfuerzos en promover la reutilización de lo reciclable. En total, el 42% de los firmantes aún no han introducido ningún modelo de reutilización en sus estrategias de envasado, lo cual ya se había denunciado en un informe anterior, que data del 2020. 

  

Sí en cambio, ha mejorado el porcentaje que las empresas introducen de material reciclado en sus envases, aumentando del 4,8% en 2018 al 10% en 2021. Sin embargo, a pesar de este mayor logro, es probable que las empresas no puedan cumplir el objetivo fijado del 26% para 2025.  

El líder de la iniciativa The New Plastics Economy, Sander Defruyt, ha declarado, entre otras manifestaciones que: “Se necesitan planes creíbles y ambiciosos de las empresas para escalar la reutilización, para abordar el problema de los envases flexibles y para reducir la necesidad de envases de un solo uso”. 

Una nueva coalición se ha creado para garantizar que la voz de las empresas y las ONG se escuche tan unificada como la de los estados miembros de la ONU con vistas a lograr un tratado global que ponga fin a la contaminación plástica con incidencia en todas las partes del ciclo de vida del plástico; lo que conduciría a una disminución en la producción de plástico virgen, así como a mejoras en la gestión y el reciclaje de residuos. 

 

Las organizaciones que participan en la nueva coalición ven el tratado global como la "oportunidad más importante para acelerar el progreso" hacia una economía circular en la que el plástico nunca se convierta en residuo o contaminación, y el valor de los productos y materiales se mantenga en la economía. 

 

El proceso de negociación del tratado, que se espera que concluya a fines de 2024, determinará en gran medida la trayectoria de la crisis de contaminación plástica para las generaciones venideras.