En el medio plazo la compañía tiene el objetivo, además, de crecer en puntos de venta -tanto en horeca como en retail- y desarrollar nuevos productos y nichos de mercado, de cara a convertirse en una empresa de alimentación diversificada que siga ofreciendo productos naturales y saludables de primera calidad, manteniendo las más altas exigencias en seguridad alimentaria, bienestar animal, el máximo respeto al medio ambiente y la responsabilidad hacia empleados, proveedores y la sociedad en general. Con la entrada de CAPZA su nuevo socio, la compañía ha reforzado su estructura empresarial dimensionándola al crecimiento actual del negocio y las previsiones futuras.
Según Álvaro Jiménez Barbero, cofundador junto a sus hermanos de La Finca, “el año 2022 ha sido muy satisfactorio ya que nos ha permitido sentar las bases para convertirnos en la primera empresa del sector en compensar toda la huella de carbono generada, mientras seguimos apostando por defender de forma responsable el consumo de carne de calidad”.
En la historia de los Jiménez Barbero hay un elemento que se ha mantenido a lo largo de los años y las generaciones: el deseo de intentar hacer las cosas mejor, de no conformarse con los usos habituales y cuestionar las reglas. Su filosofía de trabajo “Comprometidos con la buena vida” se ha visto recompensado con el sello de Bienestar Animal de AENOR que certifica una producción ganadera acorde a los más altos estándares de salud y bienestar animal, lo que se traduce en garantía de calidad y seguridad alimentaria para el consumidor final. La Finca ha sido reconocida también con el sello IFS, uno de los más altos estándares internacionales que garantiza la máxima calidad y seguridad alimentaria.