Mejor sumiller españa

El mejor sumiller de España 2023 ya tiene nombre propio. Se trata de Alejandro Rodríguez, del restaurante Coque quien se ha alzado con el preciado galardón del prestigioso Campeonato de Sumilleres de España Tierra de Sabor, cuya final se ha celebrado hoy en la trigésimo sexta edición del Salón Gourmets.

 

Junto a él, el cordobés Manuel Fernández y el catalán Toni Albiol (Enoteca Divins) se han subido al podio con una plata y un bronce, respectivamente, convirtiéndose en la terna de los que más saben de vinos en España.

 

El Campeonato de España de Sumilleres es el certamen más prestigioso del sector por cuyo trofeo luchan los sumilleres año tras año. Tal y como ha reconocido Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, “este certamen es la mejor representación de la buena salud de la industria vinícola española, cada vez mejor, gracias al trabajo de todos los implicados en este sector, desde viticultores a bodegueros, enólogos, medios de comunicación, consumidores y, por supuesto, los sumilleres”, a los que considera “unos aliados para poner en valor el medio rural, promocionar la gastronomía española y descubrir nuevos valores”. “Hacéis un traje a medida para el cliente y gracias a vosotros convertís a los pequeños en grandes y a los grandes en gigantes, dando proyección a nuestros vinos tanto dentro como fuera de nuestras fronteras”, ha manifestado el vicepresidente.

 

Alejandro Rodríguez es sumiller del restaurante Coque (dos estrellas Michelín), pero antes de recalar en la casa de los hermanos Sandoval estuvo al frente de la bodega en otros restaurantes de primer nivel como Santceloni, La Terraza del Casino, de Paco Roncero, y Ramón Freixa. Más de 14 años dedicados a este oficio que ha convertido en su modo de vida y en su pasión, ya que como él reconoce ya no concibe su vida sin el vino (y tampoco sin su mujer, a quien le agradece su generosidad por dejarle estudiar y formarse. “Para ser un buen sumiller es necesario estar en constante formación -ya que este mundo, como todo, evoluciona rápido-, no conformarse, seguir avanzando y tener los pies en el suelo”, afirma el flamante Mejor Sumiller de España 2023.

 

Con su bagaje y su recién estrenado título no podíamos perder la oportunidad de que desvelara a Caternews sus vinos fetiche, esos con los que nunca falla y, aunque políticamente correcto, “el vino depende del momento y de la comida con la que lo vayas a maridar”, finalmente conseguimos arrancarle la confesión “si tuviera que decantarme por un par, elegiría los vinos de Jerez y los de Montilla Moriles”.

Una larga carrera hasta la final

Para participar en esta competición nacional, los concursantes han sido seleccionados por las organizaciones provinciales y regionales tras superar un arduo proceso de pruebas y exámenes celebrados durante los meses previos.

 

El trío ganador se ha impuesto ante 45 rivales (solo el 31% de ellos eran mujeres) que se han batido en un complejo y competido duelo disputado en dos clasificatorias en las que tenían que demostrar sus conocimientos teóricos y prácticos sobre el mundo de la sumillería, la viticultura y la enología.

 

En la semifinal, celebrada ayer, los concursantes debían superar un examen tipo test sobre el profuso universo del vino, en el que debían responder a cuestiones como describir todas las zonas vitícolas de Nueva Zelanda o los cruces de más de diez variedades, según relata Julio Torres, director del Comité Técnico de la Unión de Asociaciones Española de Sumilleres.

 

Los diez participantes que obtuvieron mejor calificación pasaban a la final celebrada hoy en la que debían enfrentarse a distintas pruebas como una cata a ciegas, la identificación de destilados, licores y bebidas, decantación, servicio en sala y detección de errores entre decenas de referencias procedentes de denominaciones de origen de todo el mundo. 

 

El campeonato no ha sido fácil, no solo por el elevado nivel de los concursantes y la dificultad de las pruebas, sino también porque los participantes debían medir sus conocimientos y saber estar ante un prestigioso jurado compuesto, entre otros, por los presidentes de las asociaciones provinciales y regionales de sumilleres, quienes no valoraban solo los conocimientos técnicos, también la puesta en escena, el estilo y la desenvoltura en sala de los concursantes.