Sant Cugat

En 2020, en plena pandemia, algunos “valientes” restauradores no frenaron sus proyectos de nuevos negocios. Fue el caso de los impulsores del Bar Mono en Barcelona. Y es que, llevaban meses -y años- (desde 2018) cocinando a fuego lento su sueño: abrir un restaurante de cocina saludable, sana, pero también moderna y para todos los paladares.

 

Así, tras meses de reformas de un local idealmente ubicado junto a la Plaça del Pi, en el corazón de la Ciudad Condal (Pl. Sant Josep Oriol 4), el Bar Mono abrió sus puertas en julio de 2020, adaptándose a todas las medidas y restricciones anticovid. Pero fue ya en 2021, y con la nueva normalidad, cuando el restaurante renació y se convirtió en el local de moda.

 

Su propuesta era infalible: 365 días de cocina ininterrumpida, propuestas gastronómicas donde brilla una perfecta fusión de cocina mediterránea con toques multiculturales; y una decoración moderna, cálida y con estilo, que invita, sobre todo, a compartir buenos momentos.

 

Desde su apertura, y hasta este otoño de 2022, el chef Francesc Fernández, dirigió los fogones, y aportó su experiencia mezclando sabiamente bases de cocina mediterránea con algunos toques de aquí y de allí (de oriente, especialmente). El Bar Mono se popularizó entre el público local, por sus deliciosos arroces, y por otros platos como el Tomahawk de vaca vieja madurada, Café de París y Demi-Glace, o sus divertidas y refrescantes propuestas de street food. Pero también se convirtió en imprescindible para un turista que regresaba a Barcelona y que buscaba un local céntrico para saborear unas buenas patatas bravas, unas croquetas de buey deliciosas, una tortilla abierta de setas de temporada, botifarra del perol y ajos tiernos, o unos huevos estrellados o cabreados con jamón ibérico o con gulas.

Y ahora, en Sant Cugat 

Tras el éxito del Bar Mono en Barcelona, este abril de 2022 los tres impulsores del proyecto, encabezados por el empresario Haykel Vidal, han abierto en Sant Cugat un nuevo Bar Mona, esta vez mucho más amplio (en Barcelona es para 100 comensales, en Sant cugat, para 250).

Nuevamente, la ubicación ha sido muy acertada. Así, y gracias a la amistad que mantienen con su anterior propietario, se han hecho con un local mítico del municipio, el Mesón de Sant Cugat (Pl. d’Octavià, 6), un bar muy frecuentado por personalidades sancugatenses, “un lugar mágico y emblemático”, en palabras de Vidal.

 

De hecho, tal y como remarca Haykel Vidal, “hemos querido hacerle un homenaje al antiguo local”, por eso, no han querido borrar todas sus huellas, manteniendo la estructura del local y conservando algunos elementos decorativos, como un cartel luminoso y algunas fotos que siempre recordarán al popular bar de Sant Cugat.

 

El nuevo Bar Mono, sin embargo, respira modernidad y nuevos aires, con decoración de Daniel Poch y arquitectura de Salvador Llobet. La idea del nuevo Bar Mono es convertirlo en un establecimiento para que los comensales “compartan” tapas, platillos, ensaladas, street food, brasas y arroces. “Algo primordial para nosotros es que la carta sea amplia, que un día puedas picar algo y otro darte un homenaje”, cuenta Haykel Vidal.

 

Entre los platos que más destacan está el arroz de secreto ibérico y trompetas de la muerte, que ya se considera uno de sus platos estrella, tras triunfar durante mucho tiempo en su local hermano de Barcelona. Sin embargo, según asegura Vidal, “hay muchos platos nuevos en cartera, esperando buenos momentos para probarlos con nuestros clientes”. Platos que se diseñan en equipo, tanto con los chefs, como con los socios fundadores y otros trabajadores (entre los dos restaurantes suman unos 75 profesionales).

 

Así se selecciona también la gran variedad de vinos expresamente escogidos para complementar sus platos, tanto de proximidad como de bodegas nacionales e internacionales. Y, a destacar, la buena oferta de cócteles clásicos y exclusivos, como mojitos, Moscow Mules, Bloody Marys o Micheladas. No en vano, Haykel Vidal es un empresario con larga trayectoria profesional en el sector del ocio nocturno, por lo que la selección de bebidas es algo que cuida al detalle.

Del ocio nocturno a la gastronomía 

Para Haykel Vidal su paso a la restauración y al mundo de la gastronomía le ha venido de forma muy natural, ya que como gerente de locales barceloneses de ocio nocturno de gran éxito, como el conocido y popular Gatsby, dar el paso a la hostelería era algo lógico. “En Cocobongo o Gatsby juntamos las cenas y las copas, y fue así como me enganché a la restauración. Es mágica, me sedució, y descubrí muy pronto que era algo que me encanta”, asegura el empresario.

 

Ahora, su mirada está puesta en la playa. A medio plazo, quieren seguir creciendo y lo harán en zona costera, no en vano, “hacemos muy buenos arroces”, subraya Haykel Vidal, y abrir en la playa sería algo lógico y natural.

 

Este 2022, pese a la inflación, “ha sido un muy buen año, sobre todo en verano”, añade Vidal, aunque augura que en breve la restauración, en general, “tendrá que subir precios, porque los suministros, alquileres, impuestos y materias primas son una losa cada vez más grande.

 

Tenemos que tener liquidez para poder pagar más a nuestro personal, a nuestros profesionales, o corremos el riesgo de que emigren a otros sectores, con mejores horarios y condiciones en general”, añade Vidal. De hecho, el empresario espera que haya más apoyo institucional: “espero también, tarde o temprano, que llegue un giro en lo que se refiere al apoyo institucional. Somos -los hosteleros de Barcelona- de los que tienen envidia a otras ciudades como Madrid o Sevilla… ciudades donde dan muchas más facilidades en todo: terrazas, impuestos, etc… Si queremos recuperar el centro de Barcelona, empecemos por apoyar sus negocios, y, por ejemplo, no tardar 20 meses en dar una licencia de obras, ni prohibir terrazas donde se pueden poner perfectamente”.

 

Pero el 2023 lo ve con optimismo: “lo encaramos con ilusión, con ganas de mejorar, crear, aprender y seguir creciendo como equipo de profesionales”.