Si queremos reducir el despilfarro o desperdicio alimentario, debemos conocer nuestra situación de partida y eso sólo lo conseguiremos si llevamos a cabo una auditoría de despilfarro.
Siguiendo unos sencillos pasos se puede determinar la cantidad de alimentos que no son aprovechados, las causas por las que se producen y en qué momentos tienen lugar, así como las posibles medidas a implantar para mejorar la eficiencia en la gestión del establecimiento.
Qué debemos identificar:
- Cuáles son los puntos donde se derrochan los alimentos. Podremos identificar si efectuamos compras excesivas, si limpiamos y acondicionamos bastante bien la comida para la conservación, si la conservamos adecuadamente, si la cocinamos eficientemente, si hay disfunciones de comunicación entre la sala y la cocina y si los clientes reciben demasiada comida.
- Cuáles son los productos que más se derrochan y en qué etapa del proceso se producen las pérdidas.
- Quiénes son las personas que pueden incidir más para evitar el despilfarro. Este dato se debe conocer para detectar el nivel de habilidades y conocimientos para aprovechar la comida.
- Los espacios y los procesos donde se pueden producir pérdidas de alimentos
- El motivo de esa generación de desperdicio (embalaje defectuoso o roto, descongelación involuntaria, conservación a temperatura elevada, producto caducado, elaboración quemada, comida preparada no servida, restos del cliente…).
Qué ventajas tiene hacer una auto-auditoría para el desperdicio alimentario:
- Permite crear una línea de base a partir de la cual se puede medir el progreso en el tiempo.
- Se identifican los puntos críticos por los que se produce el desperdicio de alimentos, permitiendo incidir sobre ellos.
- Se identifican los alimentos que se podrían reutilizar, redistribuir o reciclar.
- Aumentar la sensibilización e implicación del personal laboral sobre la importancia de reduir el desperdicio de alimentós.
Mejorar la gestión del negocio:
- Ahorro económico.
- Mejor aprovechamiento de las zonas de almacenamiento al no ser utilizadas por alimentos que finalmente no serán consumidos.
- Contribuir al cuidado del medio ambiente y a la sostenibilidad de la cadena alimentaria.
- Cómo medir el desperdicio alimentario: Se debe realizar durante mínimo una semana y que sea una semana representativa de la actividad habitual del establecimiento.
Para poder identificar de manera eficiente el desperdicio alimentario generado, así como las causas y los procesos de relacionados con esa generación se debe disponer de varios contenedores, tantos como categorías establecidas a analizar. Diariamente o tres cada servicio se deberá pesar cada contenedor y si es posible identificar qué desperdicios son los generados y el motivo.
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