La agricultura regenerativa representa un modelo de producción sostenible al que debe ir el sistema alimentario. Va más allá de los estándares del producto ecológico y actualmente está en plena definición. Ahora grandes chefs, como Xavier Pellicer y Mauro Colagreco basan su cocina en la agricultura biodinámica, ¿Qué es?
Se presenta como un tipo de agricultura holística que cumple los estándares de la agricultura ecológica y que basa su actividad en la vitalidad del ecosistema. Donde se contemplan todos los componentes vivos de un terreno en su conjunto, interrelacionados, equilibrando la disposición de nutrientes entre la producción agrícola, la cría de animales y el resto de los seres vivos que lo habitan, nutriendo al suelo de manera que se devuelva a la tierra más de lo que ella provee.
Sin embargo, el aspecto más diferencial con el resto de agriculturas es que en la biodinámica se trabaja con las energías vitales en la naturaleza, no solo con las necesidades materiales. Esto quiere decir que se tienen en cuenta los ritmos cósmicos y los movimientos de los astros durante todo el proceso de producción, los calendarios y la planificación de las tareas agrícolas se basan en los momentos, días y temporadas favorables y desfavorables para los diferentes productos.
Como cumple con los criterios de agricultura ecológica, está prohibido el uso de productos químicos y artificiales. Consideran que los pesticidas, los fertilizantes y los herbicidas perjudican la naturaleza, por lo que utilizan productos naturales innocuos para los ecosistemas, denominados preparados biodinámicos.
Cómo son los preparados de la agricultura biodinámica
Los preparados biodinámicos son productos elaborados por la combinación de materia vegetal y materia animal que requieren de un tiempo de “maduración” y que permiten a la naturaleza mejorar y sanar. Por ejemplo, preparados a partir de cuernos de vaca, manzanilla o diente de león, que son enterrados, llegado su época óptima, se sacan, se diluyen y se incorporan al suelo, al compost o directamente rociado en las plantas.
En cada vez más países
Para saber cuál es el origen de este tipo de agricultura, debemos remontarnos a principios del siglo XX, cuando el filósofo austríaco Rudolf Steiner estableció, en un ciclo de 8 conferencias, las bases de lo que aun hoy se sigue considerando agricultura biodinámica, la cual se practica actualmente en más de 50 países.
A raíz del impacto que supuso la propuesta de Steiner y la cantidad de fincas, productos y organizaciones que seguían los métodos biodinámicos, en 1928, se empezaron a desarrollar las primeras normativas de producción. En 1931, ya había 1.000 fincas en todo el mundo que seguían estos parámetros.
La aplicación de la certificación Demeter
En cuanto a la certificación que avala estas prácticas, recibe el nombre de Demeter, nombre que ya se utilizaba en 1928 en referencia a la diosa griega de la agricultura. Desde ese año fueron creándose numerosas asociaciones en todo el mundo, pero no fue hasta 1997 cuando se constituye la Federación Internacional, que representa al conjunto de asociaciones territoriales hasta el momento constituidas.
¿Qué garantías supone esta certificación?
Es una certificación que únicamente pueden tener aquellos agricultores y procesadores que, bajo contrato firmado, superan inspecciones para asegurar el cumplimiento de la normativa Demeter, tanto en la producción como en todo el proceso de elaboración hasta el envasado del producto.
Entre los requisitos básicos que se evalúan:
- El origen de la materia prima (semillas, piensos, insumos, aditivos…), pudiendo utilizar aquellos provenientes de granjas biodinámicas Demeter. En caso de no haber disponibilidad, tienen establecido un orden de prioridades en torno a la categoría ecológica.
- Los métodos de elaboración: existe un listado de métodos prohibidos, como la fumigación (excepto CO2 o N2), la identificación de vegetales mediante laser o el horneado en papel de aluminio.
- Los aditivos y coadyuvantes: con un listado de aprobados y restringidos según el tipo de producto que se elabora.
- El agua de proceso: definida como la que se utiliza en los procesos posteriores a la cosecha.
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