Opinión
Roselyn Oliva

El término gastronomía nace de la unión de dos palabras griegas: gastros (estómago) y nomos (conocimiento). En un sentido estricto, su objeto es el arte culinario, la relación entre preparar, servir y consumir comida.

Hay muchos datos interesantes sobre la gastronomía que podrían sorprenderte. Por ejemplo, ¿sabías que el plato más consumido en el mundo es el arroz?; o que el queso más caro del mundo se llama Pule y ¡se elabora en Serbia a partir de la leche de burra!

Hay platos que son considerados verdaderas obras de arte culinarias, como el sushi omakase, que es un menú degustación de sushi que puede costar cientos de dólares. Muchos platos tienen historias fascinantes detrás de ellos, como la pizza, que se originó en Nápoles en el siglo XVIII y se popularizó en todo el mundo gracias a los inmigrantes italianos.

Además, la gastronomía es la mejor forma de conectar a las personas y de promover la paz y la comprensión entre las culturas; en 2019 se celebró el primer Día Internacional de la Comida Típica, que tiene como objetivo promover la diversidad cultural y la importancia de la gastronomía como patrimonio cultural de la humanidad.

La gastronomía es un tema fascinante, lleno de historias interesantes y significativas.

Algunos platos requieren una gran cantidad de tiempo y esfuerzo para preparar, como el cordero asado a la leña de Marruecos, que puede tardar hasta 12 horas en cocinarse; la gastronomía tiene un impacto en la salud mental y emocional de las personas, siendo una forma de expresión creativa y una fuente de placer y bienestar.

La gastronomía es un sector clave en la economía mundial y tiene un impacto significativo en la creación de empleo, el comercio y el turismo. Muchos países dependen de la exportación de alimentos y bebidas para generar ingresos y fomentar fuentes de trabajo; también es una fuente de innovación y emprendimiento, ya que cada día son más los chefs y empresarios que van creando negocios exitosos a partir de sus habilidades culinarias y su creatividad; atrayendo a visitantes de todo el mundo y promoviendo la diversidad cultural y la identidad local, dándole a una ciudad la membrecía de capital gastronómica.

Hablar de gastronomía, ¡no es hablar de cualquier cosa!