Opinión
Jordi Turmo

En el panorama actual, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad ineludible para todas las industrias, y el sector Horeca no es una excepción. En este 2024, se está evidenciando un cambio significativo en cómo se abordan las prácticas sostenibles dentro de la distribución a hostelería. No se trata solo de mejorar la imagen y la notoriedad del sector, sino de adoptar medidas que aseguren un futuro más responsable y ecológico.

Una de las tendencias más importantes es el uso de embalajes reutilizables. Este tipo de embalaje se integra perfectamente en la logística inversa, un sistema que ya maneja más del 60% de las entregas y ventas de bebidas y alimentos en la hostelería.

El enfoque en la economía circular es evidente con proyectos destinados a recolectar vidrio no retornable de licores, vinos y otros espirituosos. Esta iniciativa no solo reduce la generación de residuos, sino que promueve un reciclaje completo del vidrio utilizado en el sector hostelero.

Este tipo de medidas son esenciales para combatir el cambio climático, un desafío que la industria ha reconocido y está comenzando a enfrentar con seriedad.

Otra tendencia clave en 2024 es la mejora en la Distribución Urbana de Mercancías (D.U.M.). Las grandes ciudades enfrentan desafíos de tráfico complejos, y una distribución eficiente es vital para el funcionamiento del sector Horeca.

Colaborar con autoridades locales y nacionales para proporcionar datos y propuestas es crucial para desarrollar normativas que mejoren la eficiencia del reparto y dignifiquen la labor del repartidor. Con camiones que abastecen a múltiples establecimientos en zonas urbanas, recorriendo distancias cortas y operando casi como centros de distribución locales, es esencial legislar de manera que se optimicen estos procesos y se reconozca su importancia económica, representando el 7% del PIB nacional.

El compromiso con la sostenibilidad en el sector Horeca es evidente y cada vez más firme. Las tendencias actuales muestran un claro movimiento hacia prácticas más ecológicas y responsables. Este es un desafío que debemos abordar con determinación y colaboración, asegurando que nuestras acciones hoy construyan un mundo mejor para las generaciones futuras.

La sostenibilidad no es solo una opción, sino una necesidad urgente para garantizar la viabilidad y la ética de nuestras prácticas industriales y comerciales.