Opinión
Javier Rodríguez Benítez, consejos para resolver la escasez de personal

El 89% de los entrevistados en una encuesta considera que los restaurantes no ofrecen suficientes opciones de alimentación saludable.

No he compartido nunca que la restauración “per se” tenga que ser saludable, quién quiera ofrecer opciones de alimentación más saludable, pues perfecto y enhorabuena, pero no condenemos ni juzguemos negativamente a quién opte por otras opciones alimentarias.

 

Es, no obstante, una magnífica iniciativa que también los cocineros difundan este mensaje. Ellos tienen las credenciales para unir medio ambiente, con nutrición y con el placer de comer, pero repito, respetemos y sobre todo no desvaloremos a quién nos esté ofreciendo otras alternativas como se ha venido haciendo desde tiempos inmemoriales.

 

En la elaboración de los menús, donde el coste del producto tiene un peso importante, no podemos incorporar manteniendo los mismos precios de venta productos veganos y en algunos casos vegetarianos.

 

El coste de los mismos lo hace del todo imposible y si la alternativa es como últimamente va apareciendo en los menús, la reducción más que notable del tamaño de las raciones, apaga y vámonos. Parece que el que no se deja engañar es porque no quiere.

“Empecemos y exijamos por respetar en los precios de venta que no nos cobren incrementos de precios en productos que cada día más personas se ven obligadas por sus intolerancias a tener que consumir”.

Empecemos y exijamos por respetar en los precios de venta que no nos cobren incrementos de precios en productos que cada día más personas se ven obligadas por sus intolerancias a tener que consumir (productos sin gluten) como en muchísimos casos y empezando por grandes cadenas de restauración están haciendo cuando el cliente solicita que su burger o similar sea con pan sin gluten.

 

Continuemos con mejorar las comidas de nuestros hijos en los comedores escolares (asignatura pendiente, desde hace muchos años) y no en la gran mayoría de los casos por responsabilidad de las empresas de restauración colectiva, sino por el margen de beneficio que los centros escolares cargan en los precios de venta a los padres. Ya va siendo hora de que estos centros dediquen un porcentaje sensiblemente mayor para mejorar la calidad y composición de los menús escolares a las empresas que los elaboran (cuando no a sus propias empresas).

 

Me parecen fantásticas las opciones veganas y /o vegetarianas que se van desarrollando, pero no obliguemos a incorporarlas a menús cerrados, ni consideremos que la no inclusión de los mismos es falta de sensibilidad o de estar al día de las nuevas tendencias gastronómicas.

 

Acabo con un último comentario para una reflexión que al menos yo me hago muy a menudo:

 

Veganos: productos elaborados en una gran parte de los casos con una muy importante carga de soja. ¿Es esto saludable al estar presente en una gran mayoría de sus elaboraciones?

 

Vegetarianos: ¿es de mayor calidad y sabor un producto ecológico que uno bien cultivado y con un extraordinario sabor?

 

Javier Rodríguez Benítez