El creciente interés social y la preocupación por la conservación del medio ambiente y la implementación de prácticas responsables en la actividad económica también protagonizan la gastronomía. En esta línea, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Guía Repsol establecen las tendencias en gastronomía responsable.
Todo ello se ha abordado durante la jornada “Hábitos y tendencias en la gastronomía responsable”. Allí los cocineros Sol Sostenible #AlimentosdEspaña, una iniciativa que promociona y apoya el Ministerio, han explicado qué prácticas llevan a cabo a diario en sus restaurantes para afrontar retos como el desperdicio cero, la gestión de residuos, la reducción de la huella de carbono, el uso de productos de cercanía o la eficiencia energética, entre otros.
Esta sensibilidad creciente queda reflejada en un informe realizado por Guía Repsol, basado en las interacciones y búsquedas online en España. Y que acredita que el interés por la alimentación y la gastronomía sostenibles es ya una realidad, sobre todo entre los consumidores más jóvenes.
El evento contó con la presencia de Ana Rodríguez Castaño, secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, y José Miguel Herrero Velasco, director general de Alimentación, ambos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y con María Ritter, directora de Guía Repsol.
Principales tendencias en gastronomía responsable
Los consumidores están cada vez más interesados en prácticas sostenibles en la gastronomía, tales como productos locales, economía circular, reducción de desperdicios e impacto ambiental.
El 60% de los españoles interesados en consumo y gastronomía responsable tiene menos de 35 años y el 57% son mujeres. Se trata de una generación más concienciada, muy activa en internet y que será, a corto y medio plazo, el target de comensal que invierte en gastronomía responsable.
Los consumidores buscan en internet autenticidad y transparencia en las prácticas que afirman impactar positivamente en la comunidad y el medio ambiente.
Los consumidores reclaman que la oferta sostenible y de proximidad esté acreditada, ya sea a través de certificaciones y/o de prescriptores fiables. Se detecta una oportunidad de mejora para aportar confianza a un consumidor interesado en prácticas responsables.
Un segmento significativo expresa desconfianza sobre la autenticidad de las prácticas sostenibles y duda si el coste adicional por un producto eco o de proximidad realmente tiene un impacto sostenible o está justificado.
El interés en este punto está más que demostrado. El 39,3% de los usuarios rastreados en este estudio busca prácticas sostenibles enfocadas a minimizar el desperdicio de alimentos.
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