Años 50

Descubrir el nuevo restaurante Banquet Barcelona es disfrutar de un delicioso viaje al pasado para recuperar las sensaciones de un local como los de antaño, concretamente, de los años 50. Y este mérito se debe al trabajo que ha realizado el estudio Carlos Martínez Interiors en un proyecto basado en el minimalismo de aquella época aprovechando la estructura arquitectónica actual tan bellamente imponente.

 

Ha influido mucho también la ubicación del local. Banquet Barcelona está en el emblemático barrio del Raval, uno de los más dinámicos y diversos de la ciudad, donde cada día pasean miles de turistas, precisamente, para deleitarse con la esencia popular que conservan sus calles estrechas y su ambiente bohemio. Sin duda, la mejor carta de presentación de este nuevo establecimiento que acaba de abrir sus puertas.

La acristalada fachada del Restaurante Banquet Barcelona permite visualizar su interior. ©Oriol Aleu)
La acristalada fachada del Restaurante Banquet Barcelona permite visualizar su interior. ©Oriol Aleu)

Nada más entrar, llama la atención la luminosa marquesina de cristal catedral a tres tonos que recibe al visitante y que se extiende a lo largo de la barra principal de mármol blanco país que recorre todo el lateral de la fachada con vistas a la Plaza de los Gatos, cuyas grandes cristaleras bañan de luz natural el interior del local. Junto a éstas y frente a la barra, se han situado diferentes mesas perfectamente alineadas.

 

Este es el salón principal del restaurante donde, además, se ha creado otra zona de mesas junto a la entrada, en la parte más interior, junto a la pared, recorridas por un banco tapizado en un llamativo color verde cuyo respaldo destaca por su sinuosa forma de ola, creando un agradable dinamismo visual.

La mini-barra contacta visualmente con el trabajo de la cocina que está abierta. ©Oriol Aleu)
La mini-barra contacta visualmente con el trabajo de la cocina que está abierta. ©Oriol Aleu)

En la distribución realizada por Carlos Martínez Interiors conviven diferentes ambientes para responder a las diversas experiencias que se busca ofrecer al comensal. Porque a continuación de la barra principal se sitúa una pequeña barra, la del chef, donde se puede comer con vistas a la cocina abierta. Esta zona se encuentra al final del local y junto a una pared retroiluminada presidida por una gran vinoteca.

 

La estudiada iluminación juega un papel clave en la ambientación del restaurante, creando un espacio cálido y agradable, muy en línea con la decoración tan sofisticada y elegante que se presenta. Y esta puesta en escena se magnifica gracias al reflejo en los espejos que visten el espacio, especialmente en la zona del sofá verde de formas orgánicas que va cobrando vida conforme se avanza por el salón.

El revestimiento de la pared destaca por su refinado estampado en tonos neutros. ©Oriol Aleu)
El revestimiento de la pared destaca por su refinado estampado en tonos neutros. ©Oriol Aleu)

En líneas generales, el interiorismo combina materiales como el roble tintado oscuro de los arrimaderos de las paredes, el mármol blanco país, el verde de los tapizados y la madera de roble de las mesas, dando como resultado una conseguida ambientación antigua, estilo que también se ha querido reflejar en los baños con los diferentes elementos elegidos.

 

En palabras del estudio Carlos Martínez Interiors, “el reto del proyecto ha sido fusionar dos conceptos que pueden parecer contrapuestos: el refinamiento de un Bistrot francés con el ambiente de una cocina barcelonesa”. Y aunque no se ve pero es de suma importancia, la acústica se ha cuidado también mucho para lograr la excelente experiencia de confort y tranquilidad que se vive en el restaurante.