Café San Telmo cumple 16 años con una aplaudida reapertura, que celebra con un nuevo interiorismo y una carta renovada para degustar en una de las esquinas más alabadas de la Avenida Diagonal. Este café-restaurante ha tomado prestado el nombre del barrio de Buenos Aires que se ha popularizado a lo largo de los años por sus característicos locales. El restaurante cerró durante la pandemia, con servicio de delivery, y ahora vuelve con más fuerza, siendo un lugar en el que desayunar, comer, cenar y tomar una copa.
Esta cafetería-restaurante, que fue una de las impulsoras del gintónic en Barcelona, tiene en sus platos un claro acento mediterráneo, basado en los productos frescos y de temporada, con predilección por el kilómetro cero. Para diseñar la nueva carta, Isidro Marqués, responsable del Grupo San Telmo, se ha puesto de nuevo el delantal para crear recetas que vuelven a los orígenes del lugar, “a base de tapas, platillos para compartir, con base mediterránea y mezcla internacional para probar otros sabores del mundo”.
Entre las tapas, las croquetas de pollo asado, los platos de stracciatella, calabaza asada, sus pilas garrapiñadas y aceite de limón, albóndigas de pescado y curri verde, o los tacos crujientes de tartar de atún. De postre, pie de maracuyá o tarta de queso.
Para Marqués, los platos de la nueva carta resumen la historia del San Telmo “con los que ya habíamos tenido y otros nuevos, no es un lugar gastronómicamente hablando de invención, es un restaurante en que sabes que vas a comer bien, de calidad, con buena ubicación y atención”.
“Cada vez es más complicado abrir un local en Barcelona”
Café San Telmo quería extender su superficie, “queríamos quedarnos una parte más del local de al lado y así tendríamos un café restaurante de más de 200 metros, para ello pedimos licencia al ayuntamiento y nos dijeron que nos la darían. En el último momento salió una moratoria donde ya no se daba ninguna licencia más en todo el barrio de l’eixample de la ciudad”, explica Isidro Marqués. Ellos creían que como se la habían concedido, ya podían llevarlo a cabo, pues estaban con todo el proyecto para hacer la licencia de obras, “y en una semana nos dijeron que no”.
El de Grupo San Telmo no es un caso aislado, cada vez hay más hosteleros que ven impedimentos a la hora de abrir un local en la ciudad. Según Marqués, cada vez es más complicado hacerlo en Barcelona, “no lo entendemos porque es progreso en la ciudad, y tras dos años de pandemia donde lo hemos pasado muy mal, nos parece injusto la moratoria de dos años en estos locales en determinadas zonas. Por esto el 80% de los locales del gótico están cerrados y un 60% en el eixample también; con esta moratoria no puedes ni abrir una galería de arte”. El empresario cree que el ocio es un tipo de economía de pequeña escala, circular, y tales trabas es ir en contra del progreso.
Grupo San Telmo: 5 restaurantes y 1 más
Actualmente, Grupo San Telmo lo forman cinco establecimientos independientes en Barcelona: Tantarantana (2001), Café San Telmo (2006), El Canalla (2011), Palosanto (2016) y Bistro Mató (2020). Con cada local, se busca crear un lugar con carácter y personalidad propios, en armonía con su entorno y con una oferta que se ajuste al lugar y su gente. “En el grupo no estamos pendientes de si hay o no estrella Michelin, sólo de que la comida sea de calidad, hay buen servicio, etc.”.
A estos 5 locales, el grupo sumará uno muy pronto. “Estamos en expansión y abriremos, en primavera de 2023, el sexto donde estaba El Café de la Academia, en el gótico”, según nos comenta Marqués. Se llamará igual y tendrá una carta parecida al del Bistrot Mató con cocina catalana renovada.
Hacia una economía circular
Para Marqués, el sector HORECA debe pasar sí o sí por la economía circular, “con más producto de proximidad, local y de km0, creo que debemos tener productos de aquí. Debemos proteger nuestra imagen, no es fácil, pero es básico poder invertir en economía circular”.
