España es un país cafetero, ya que consumimos una media de 3,0 kg de café por persona al año, es decir, unas 3,5 tazas de media al día. Según el blog de Cafés Mocay, de Grupo Pascual, en base a diversos datos y fuentes, el 65% de los españoles mayores de 15 años toman al menos 1 café al día.
Para saber la cantidad que podemos tomar al día de esta bebida, debemos saber los distintos tipos y su concentración en cafeína:
- Espresso (60 ml): 80 mg de cafeína.
- Taza de café de filtro (200 ml): 90 mg de cafeína.
- Café americano (354 ml): 154 mg de cafeína.
- Café instantáneo (236 ml): 57 mg de cafeína.
- Café en cápsulas: entre 55 mg y 65 mg de cafeína por cada café, pudiendo llegar casi a los 90 mg.
En general, las dosis máximas al día de cafeína de hasta 400 mg procedentes de todas las fuentes no presentan problemas de seguridad para la población adulta sana general.
Una ingesta de cafeína de esta cantidad (alrededor de 5,7 mg/kg pc al día) consumida a lo largo del día no presenta efectos perjudiciales para la salud de los adultos en la población general, excepto a diversos grupos de la población como son las embarazadas.
Y en cuanto a cuántos cafés se pueden tomar al día, va entre una y cuatro tazas. Pero todo depende de la concentración y de la condición de salud de la persona.
En el Horeca
Datos de la Asociación Española del Café determinan que en el canal Horeca, las ventas de café son de casi 60.000 toneladas y un crecimiento del 54,4%. Esta bebida llega a casi 228.000 establecimientos de hostelería y se sirven 19 millones de tazas al día. En toda Europa, España está a la cabeza con la cuota más alta de ventas de esta bebida en el sector Horeca. De cada 100 cafés que se sirven en la hostelería, 86 son (con cafeína) y 14 son descafeinados.
¿Qué conocemos como intensidad del café?
Según Mocay, la intensidad es la sensación conjunta del sabor y el aroma del café. El hecho de que este concepto relacione ambos sentidos, el gusto y el olfato, es lo que hace tan compleja la estandarización de la intensidad.
Pero todo esto depende también de la variedad de esta bebida, las condiciones en las que se cultiva, el tratamiento que se le dé al grano y también del proceso de tostado.
A todo ello también haremos referencia al tipo de tueste. El claro potencia la acidez y preserva el sabor original del grano, y el tostado oscuro resulta más amargo y aporta notas propias del cacao.
Lo que debe quedar claro es que la intensidad no equivale a calidad. Con tal bebida, igual que con cualquier otra cosa, la costumbre y el conocimiento suelen acrecentar el gusto por la complejidad; pero no quiere decir que un producto menos complejo no pueda ser de excelente calidad.