Cocinas robotizadas

El auge del delivery y de las dark kitchens, en un polo, y la escasez y precariedad en la contratación de personal en otro, han puesto a la robotización de operaciones en el escaparate de la innovación.

Si los robots campan ya por las salas de algunos restaurantes, ahora son las cocinas donde aparecen genios de la tecnología de procesos, trufada con la inteligencia artificial, para darnos casos como los de Flippy, uno de los ingenios (3.000 dólares/mes de alquiler) fabricados por Miso Robotics, en EEUU, que ya hace freír nachos y tortillas en Chipotle o alitas de pollo en White Castle, mientras que Picnic Works ha diseñado un brazo que es capaz de poner los toppings en las pizzas que hornea Domino´s en Berlín o Spyce, que monta ensaladas en los locales de Sweetgreen.

Platos OMG by Remy Robotics
Platos OMG by Remy Robotics

Pero no hay que ir tan lejos para encontrar estos ayudantes de los chefs en los restaurantes. En Barcelona existe y opera con éxito (más de 70.000 platos pedidos) una dark kitchen, creada por Remy Robotics, que es capaz de elaborar recetas de platos similares a los que se servirían en cualquier casual restaurant de la ciudad. Solo que, en esta ocasión, a base de exquisita precisión, cálculos algorítimicos y fina gestión, se logran platos preparados, con la marca OMG, qué plataformas como Glovo, se encargan de llevar a los hogares.

Para Yegor Traiman, fundador de la startup Remy Robotics, nuestro proyecto es muy simple: servimos comidas que están “diseñadas por humanos, pero cocinadas por robots”.

Spyce, el robot que monta ensaladas
Spyce, el robot que monta ensaladas