dos manos

La restauración, aunque todavía arrastra algunos de los problemas que supuso la pandemia, renace. Lo vemos en el aumento de consumidores que los eligen y en los diversos locales que se abren en toda España. Dos manos es uno de ellos.

Hablamos de un pita & Tapas bar recién abierto en Gracia, Barcelona, inspirados en la atmósfera de la bulliciosa y moderna Tel Aviv, en Israel. Aquí los clásicos del recetario israelí se ejecutan con el lema "bueno, bonito y barato". Hay propuestas variadas con carne, vegetarianas y veganas.

Dos Manos es la historia de dos socios israelís, Ofer Kabilo, experto culinario y empresario, y Eyal Arbiv, formado en la escuela de hostelería Hofmann, y chef con amplia experiencia en el sector de la hostelería. Ambos están instalados en Barcelona, y traen la cultura culinaria y el ambiente de su país para ofrecer una carta desenfadada en su justa medida, rica y, sin duda, saludable para un nuevo formato, una nueva alternativa de comida o de cena.

Aquí se come a dos manos. De ahí el nombre, porque es la única forma de comer. Sea para mojar pan, para agarrar una buena y rellenita pita o para ir picando. Las manos van y vienen, para compartir, en el centro de la mesa.

Dos manos, el restaurante israelí del que todo el mundo
Del Rio Bani foto – interior_DosManos

Hablamos de un finger food del bueno, con una carta en la que las verduras, las legumbres y las especies son las reinas, los protagonistas indiscutibles para traer al plato todos los sabores de Oriente Medio y dar vidilla al paladar. Probarás las recetas de la casa y empezarás a viajar mediante aromas y sabores lejanos que suenan igual de bien que saben y que nos transportan al frenesí de las ciudades israelíes.

“Lo enfocamos pensando en la comida callejera, que en principio está hecha para comer de pie, e introducirla en un restaurante”, nos explica su propietario, Eyal Arbiv.

Por ello optan por ser lo más auténticos posible en sus recetas, lo más fieles a su memoria gastronómica. Entre los platillos a compartir, de primero están el tahini servido con pita caliente y salsa picante; la berenjena asada con queso labneh, tahini, miel de dátil y summac; o las hojas de parra rellenas de arroz, tzatiji, limón y hierbas.

Cubrir un nicho de mercado que faltaba

No hay demasiados restaurantes de cocina israelí en la ciudad. Pueden contarse con los dedos de una mano. Por esto en Dos Manos degustaremos sabores bien distintos. “Intentamos introducir sabores que han desaparecido de las cocinas y volver a la cocina de las "mamás". Usar productos que la gente no conoce ya tanto, cosas que conocemos desde niños, y de repente volvemos a la infancia. Muchos de los platos recuerdan a la infancia, al barrio, de Israel y también de aquí. Por ejemplo, la miel de dátil, la miel de granada, la miel de algarroba, la alcaravea, que es una especia que ahora se usa para hacer licores como la ratafía, autóctonos de aquí, pero nosotros la conocemos de otras recetas, como las albóndigas”, avanza Arbiv.

Dos manos, el restaurante israelí del que todo el mundo
Foto: Guillermo Pérez

Ello junto a otros tipos de especias que usan en este tipo de cocina, como el amba, “que para mí fue muy difícil encontrar aquí, pero tras investigar un poco descubrí que podía encontrar uno de sus ingredientes más importantes en una tienda de especias de Barcelona, y así podemos ver las conexiones que existen entre nuestras cocinas, productos a los que aquí no se les da tanta importancia como en Israel”.

Por tanto, la idea de sus propietarios fue crear un restaurante con comida que les tocase el corazón, “nos concentramos mucho en este aspecto. Yo he trabajado en restaurantes de alto nivel, pero siempre tenemos el gusto de comer y cocinar este tipo de comida, y presentarla tal como sabemos. Encontramos el lugar apropiado, con una cocina abierta que permite además una relación inmediata con los clientes, y no estar "escondidos" en la cocina”, responde su propietario.

Dos manos, el restaurante israelí del que todo el mundo
Foto: Guillermo Pérez

Está claro que como tendencias culinarias en los restaurantes hay una vuelta a la tradición. Así lo ve el dueño de Dos Manos: “Hoy hay mucho más respeto a la cocina tradicional. Volver atrás, investigar platos de hace muchos años e introducirlos de nuevo en esta época. La gente quiere probar cosas nuevas y aquí tenemos sabores a los que los consumidores no están tan acostumbrados”.

Ganas de crecer

Dos manos tiene proyectos de expansión. “Sí, este es nuestro "baby", yo vivo en Gracia y siempre me ha gustado este barrio, pero en el futuro tenemos pensado extendernos y salir fuera de Barcelona. Nos han visitado de otras partes de España y nos han propuesto abrir locales, pero de momento queremos ir poco a poco”.