Familia La Ancha es uno de los referentes de la restauración madrileña y también barcelonesa. Con Nino Redruello al frente hoy, en 1919 Benigno Redruello abrió las puertas de la primera taberna de la familia, La Estrecha, en Madrid. Casi una década después, su sobrino Santiago lo bautizó como La Ancha.
Nino y Santi Redruello, junto con Ekatiz Almandoz, pertenecen a la nueva generación de esta familia de hosteleros dedicada desde hace más de 100 años a dar de comer al público madrileño. El grupo cuenta en Madrid con dos sedes de La Ancha, con Las Tortillas de Gabino, Fismuler que también tiene sede en Barcelona, La Taberna de La Ancha, Armando en Madrid y Barcelona, Molino de Pez en Barcelona, The Omar e Hijos de Tomás en el Hotel Thompson Madrid y Club Financiero en Madrid.
Hacemos balance del año finalizado. ¿Se han cumplido los objetivos marcados?
A nivel de objetivos numéricos, hemos superado las metas anuales, y lo hemos hecho con seguridad. Nos encontramos en un momento de impasse, un periodo de estabilidad previo al crecimiento previsto para 2025. Es un año de consolidación para la familia empresarial.
En términos generales, sí hemos cumplido los objetivos, aunque siempre existe margen de mejora, especialmente en la estructura de personal y los equipos. Nos encontramos en constante evolución, porque así es este proceso, y quizás no hemos logrado madurar a los equipos tanto como nos gustaría, ya que atravesamos un momento más delicado que en etapas anteriores.
A pesar de esto, en líneas generales, hemos logrado una evolución positiva en la empresa: hemos consolidado la estabilidad, incrementado la capacidad operativa y fortalecido el equipo de cocina de producción, un área clave para nuestro crecimiento. Además, se han optimizado muchas de las gestiones internas durante este año, y hemos trabajado en iniciativas que impulsan ideas de gran alcance.
¿De qué manera afrontáis 2025?
El 2025 será, una vez más, un año emocionante y lleno de retos. Tras haber alcanzado esta etapa de estabilidad, nos encontramos en un momento en el que nos sentimos con más capacidad y confianza para afrontar nuevos proyectos.
Viviremos experiencias inéditas, como expandirnos fuera de España, abrir en un aeropuerto y adentrarnos en nuevos modelos de hostelería que hasta ahora no habíamos explorado.
Nos enfrentamos a 2025 con desafíos desconocidos y con la incertidumbre de no saber cómo resultarán. Pero ese mismo factor lo hace emocionante e ilusionante. Nos llena de energía y motivación porque, en este momento, cada año es impredecible.
¿Qué retos os fijáis para 2025 (facturación, expansión, novedades)?
No nos ponemos una exigencia numérica concreta. Nos enfocamos principalmente en elEBITDA como porcentaje respecto a la facturación, ya que es lo que realmente refleja si estamos gestionando bien. Por supuesto, la facturación siempre está presente, pero lo más importante para nosotros es avanzar por un camino saludable, centrado en las personas.
Nuestro objetivo es construir una familia estable y en crecimiento, en la que el mensaje de unión y compromiso vaya calando cada vez más. Queremos que todo el equipo entienda que no se trata de imponer metas con presión, sino de encontrar la motivación para afrontar grandes retos día a día, esforzándonos por mejorar desde uno mismo.
Este crecimiento saludable va de la mano con proyectos ilusionantes: apertura en la Terminal 4, expansión a Lisboa, y desarrollo de un negocio escalable de comida rápida. Además, uno de los proyectos más especiales para nosotros es la fundación, que representa probablemente la iniciativa más bonita y significativa de la familia.
Este año traerá nuevas aperturas y, con ellas, nuevas oportunidades para seguir avanzando.
¿Este año habrá nueva/s apertura?
Queremos seguir creando experiencias especiales en Madrid, nuestra ciudad, donde disfrutamos enormemente al ofrecer, a través de la hostelería, momentos y espacios únicos. Espacios donde suceden cosas diferentes, con una personalidad propia y con una propuesta que apuesta por una hostelería auténtica, peculiar y distintiva.
Nuestro objetivo es transmitir los valores de nuestra familia, devolver a la ciudad todo lo que hemos recibido durante años, después de una etapa marcada por ese "tabernismo" más tradicional. En este momento tan especial que vivimos como familia, como ciudad y parte de la hostelería madrileña, queremos seguir proponiendo proyectos bonitos, sinceros y llenos de romanticismo, apostando por compartir y regalar experiencias que realmente importen.