lujo

Antes que hotelera, Marisa C. de Azcárate ha sido siempre -y es- una magnífica, detallista y elegante anfitriona. Unas cualidades, que sigue impregnando en cada uno de sus proyectos hoteleros. Tras varias décadas ejerciendo de consejera y vicepresidenta de la empresa familiar Grupo Cuñado (un holding empresarial de 21 empresas), en 2016 decide precisamente aprovechar su gusto por recibir, para fundar el grupo Kaizen Hoteles, con dos establecimientos singulares y que se ubican en el rango más alto del lujo andaluz.

Madrileña de nacimiento y jerezana de adopción, De Azcárate da sus primeros pasos como empresaria hotelera con La Malvasía, un exclusivo hotel de 4 estrellas ubicado en la aldea de El Rocío. Poco más tarde abre Casa Palacio Maria Luisa, el primer cinco estrellas Gran Lujo de Jerez. Y solo hace unos meses, siguió sus aperturas, esta vez en Sevilla, con el Hotel Don Ramón Casa Palacio Sevilla, un 5 estrellas Gran Lujo ubicado en una espectacular casa-palacio rehabilitada con todo tipo de detalles y el máximo cuidado. 

Y es que Kaizen Hoteles, el grupo hotelero que dirige Marisa C. de Azcárate, apuesta por destinos turísticos de gran belleza y con singularidad. Su target, el turista de lujo que aprecia también la historia, las raíces, el patrimonio, la artesanía, los detalles, el talento local, el arte, pero también la inclusión de la tecnología más avanzada, y el servicio personalizado. Rasgos que definen cada uno de los establecimientos de esta pequeña cadena hotelera dirigida por De Azcárate.

Marisa, procede de un sector empresarial que nada tiene que ver con la hotelería ¿Por qué decidió dar este cambio radical? ¿Qué le motivó a hacerlo?

MA. Tras dejar la empresa familiar después de décadas trabajando en el sector industrial, los primeros seis meses fueron de ocio, sin compromisos profesionales. Todo el mundo me decía que aprovechara para descansar, para ir al gimnasio o aprender a cocinar… Realmente durante esos meses reconfirmé que no hacer nada era muy aburrido y no iba conmigo.

Precisamente durante este proceso de decidir a qué quería dedicar mi tiempo en el futuro, tomé la decisión de mudarme a Jerez con mi marido – él trabaja en Jerez, pero vivía en El Puerto de Santa María– y comencé a buscar casa. Así fue como me topé con el Casino Jerezano, toda una joya arquitectónica que me enamoró desde el primer momento y me dejó prendada. Aunque era un edificio mucho más grande de lo que yo buscaba como hogar, conocer este espacio abrió la puerta a una nueva posibilidad: dedicarme a algo de lo que he disfrutado toda mi vida, recibir en casa. Siempre he tenido un sentido de la hospitalidad muy arraigado, entre los míos tengo fama de buena anfitriona porque me vuelve loca abrir las puertas de mi casa a amigos y familiares, por eso mismo, toparme con el Casino Jerezano fue el primer paso para dar vida a Casa Palacio María Luisa. Este también fue el germen de Kaizen Hoteles.

Aunque no tenía experiencia empresarial en el mundo de la hotelería, lo cierto es que poseo una gran experiencia en dirección y gestión de empresas. La empresa de la que venía contaba con excelentes herramientas y sistemas de gestión de empresas, de control financiero y de costos… y naturalmente, decidí implantarlos en mi nuevo proyecto. Además, siempre he sido una viajera incansable. Por suerte, tanto por motivos laborales como personales, he tenido la oportunidad de viajar por todo el mundo y de conocer infinidad de hoteles, tanto buenos como malos. Algunos me han encantado y sorprendido por el cuidado al detalle con el que han creado una experiencia inolvidable, y otros me han decepcionado por estandarizar procesos y detalles que siempre he considerado que marcan la diferencia. Por todo esto, tengo una visión muy amplia y desarrollada, sobre todo como usuaria; domino lo que nuestro cliente objetivo quiere y lo aplico a cada uno de los hoteles de Kaizen.

¿Qué es lo más difícil con lo que se ha topado en el sector hotelero?

MA. Si soy franca, la búsqueda de personal. Para nosotros, el cliente es nuestro epicentro, nuestra razón de ser, nos esforzamos incansablemente por superar sus expectativas y esto, requiere no sólo profesionales formados, sino profesionales que cuenten con una vocación clara de servir. No es un trabajo al uso, es un modo de vida que necesita una aptitud y actitud bárbara.
En Kaizen, no tenemos dificultad para atraer (y retener) el talento, todo lo contrario, ofrecemos buenas prestaciones, invertimos en formación, potenciamos el salario emocional… pero en ocasiones, encontrar personal cualificado y dispuesto me ha sido una misión imposible.

Hotel Casa Palacio María Luisa, Kaizen Hoteles
Hotel Casa Palacio María Luisa, Kaizen Hoteles

Abrió sus primeros establecimientos en 2016, y poco después, llega la gran crisis de la pandemia ¿Cómo se supera algo así cuando el proyecto era tan joven como lo era el suyo?

MA. Cuando estalló la pandemia, tan sólo habíamos abierto La Malvasía (nuestro hotel en el Rocío, Huelva), nos pescó construyendo nuestros otros dos proyectos: Hotel Casa Palacio María Luisa (Jerez) y Hotel Casa Palacio Don Ramón (Sevilla). La construcción de estos dos no paró, así que yo, personalmente, no tuve la sensación de parón como tal.
Básicamente, intentamos sacar lo mejor de lo peor, nos esforzamos para dar a conocer nuestro proyecto, escuchar, generar conversación e interés, crear lazos, puentes y preferencia entre nuestros clientes, nuestros empleados y colaboradores. Hicimos todo lo que se nos ocurría para aprovechar al máximo el tiempo de espera. Pero sí, fue duro para todos.

Siete años después de iniciar este nuevo “viaje”, abre Casa Palacio Don Ramón, un hotel 5 estrellas Gran Lujo ubicado en pleno corazón de Sevilla. ¿Cómo se siente con esta tercera apertura?

MA. La apertura de Casa Palacio Don Ramón es un hito clave para Kaizen Hoteles ya que es una reafirmación de nuestro compromiso por rediseñar y reinventar el turismo de lujo en Andalucía. Junto a Casa Palacio María Luisa y La Malvasia, este hotel viene a completar el triángulo del lujo que estamos construyendo en esta comunidad autónoma que nos apasiona.

Además, como cada uno de nuestros proyectos, Casa Palacio Don Ramón ha conseguido reflejar la riqueza cultural, arquitectónica e histórica de una de las ciudades con más historia de España, todo ello de una manera personal y genuina, haciendo un recorrido por los últimos siglos de su historia, pero desde un punto de vista actual y contemporáneo. Para Kaizen Hoteles en general, pero especialmente para mí a nivel particular, uno de los retos que afrontamos con más ilusión y entusiasmo es ser capaces de hacer que cada uno de nuestros hoteles sea un destino en sí mismo, que refleje el alma y la personalidad de la ciudad en la que se ubica, y creo que con Casa Palacio Don Ramón hemos vuelto a lograrlo.

Soy muy exigente y me involucró de manera personal de una forma muy activa en todo el proceso de creación de cada hotel, atendiendo personalmente a cada detalle y cada decisión. Precisamente por ese grado de exigencia aún veo algunos aspectos que considero que podrían ser aún más excelentes, pero creo que hemos conseguido crear un producto único y con un alto valor diferencial en un mercado en el que no existía nada igual. En Europa y en EEUU, considero que los cinco estrellas se han ido estandarizando cada vez más, por eso mismo creo que un hotel tan único llama la atención.

¿Ha introducido alguna novedad en este establecimiento o sigue una línea continuista respecto a Casa Palacio María Luisa y La Malvasia?

MA. Siguiendo la línea de otros proyectos del grupo: Casa Palacio Don Ramón es un hotel de cinco estrellas gran lujo situado en una ubicación céntrica y perfecta para alojarse en Sevilla. Además, ocupa uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, la que fue la sede de la cámara agraria de Sevilla. En este sentido, este nuevo proyecto comparte los valores diferenciales de Kaizen Hoteles, como su apuesta por la excelencia en destinos turísticos más allá de los circuitos convencionales, el fomento de la riqueza del entorno en el que se ubican sus hoteles, la recuperación y el mantenimiento de las tradicionales casas andaluzas y de edificios históricos o la involucración de artistas y artesanos locales en su interiorismo.
Pese a todos estos valores y atributos en común, como cada proyecto de Kaizen Hoteles, Casa Palacio Don Ramón tiene su propia alma y personalidad, es un reflejo fiel de los últimos siglos de historia de Sevilla que captura también aspectos de una Sevilla contemporánea del SXXI.

Sus establecimientos se caracterizan por el cuidado máximo por los detalles. De hecho, aseguran que “busca la innovación en su modelo de negocio estudiando las tendencias del sector y adaptándolas a destinos menos habituales”. ¿Cómo se traduce eso en el día a día? ¿Qué innovaciones y tendencias del sector tienen sus establecimientos?

MA. Contamos con los sistemas informáticos más avanzados del mercado, que nos permiten ofrecer un servicio controlado y rápido en la atención al cliente. Pero lo que no se ve es casi lo más importante de los hoteles Kaizen. Dentro de sus paredes, suelos y techos se encuentra la tecnología más puntera del siglo XXI. Aislamientos térmicos y acústicos, sistemas antihumedades, climatización súper silenciosa, aerotermia y geotermia, circuitos cerrados de agua, aromatización, cristales climalit de varias capas, un potentísimo wifi que asegure la máxima conexión a los clientes… Todo esto hace que, nada más entrar, los cinco sentidos transmitan una sensación de absoluto confort y de una paz muy evidente. Además, esto nos permite ser sostenibles y tener un bajo consumo.

Usted que tanto ha viajado, ¿cuáles han sido sus fuentes de inspiración para sus hoteles?

MA. Lugares, culturas, experiencias… cualquier detalle que me haya impresionado por una razón u otra siempre se queda sistemáticamente atrapado en mi memoria, no falla. Y es que, en un panorama en el que parece que todo está inventado, todavía me acuerdo como si fuera ayer del osito de peluche del Hotel Hilton de Shanghai -la única torre que había en Shanghai en 1992, perece mentira-, o de la atención al detalle que aprecié en todo momento cuando visité el Hotel Ngorongoro de Kenia, o la experiencia mágica que viví durante mi estancia en la Villa des Oranges de Marrakech…Y es que, no sólo han sido mis viajes, a mí me inspiran un mundo detalles de maravillosos anfitriones que me han recibido en sus hogares, anfitriones que considero que tienen un don para crear algo memorable que huye de lo mediocre y desapercibido.

Hotel Don Ramón, Kaizen Hoteles
Hotel Don Ramón, Kaizen Hoteles

Hablemos de la oferta gastronómica. ¿Qué papel cumple en sus hoteles? ¿Cuentan todos ellos con restaurantes? ¿Restaurantes independientes?

MA. La oferta gastronómica de nuestros restaurantes acompaña y eleva la calidad del hotel donde se aloje. La gastronomía es una parte integral del viaje de un huésped y puede marcar la diferencia entre una estancia satisfactoria y una experiencia verdaderamente memorable.
Al ofrecer una propuesta gastronómica armoniosa y envolvente, todos nuestros hoteles pueden brindar a los huéspedes una experiencia completa y enriquecedora, además, nuestros restaurantes no solo aportan comodidad y conveniencia para los huéspedes, sino que también agregan exclusividad y sofisticación a la experiencia.

¿Se plantea la posibilidad de “fichar” a algún chef reconocido o con estrella o prefiere que el protagonismo se lo lleve el hotel y no su cocina?

MA. Nunca digas nunca. Cualquier posibilidad se puede plantear, pero ahora, en mi presente, no lo concibo. Quien sabe en un futuro.

Hablando de futuro… ¿Nuevas aperturas a la vista? ¿Buscarán nuevas ubicaciones? ¿Se plantean salir de Andalucía?

MA. Los planes más inmediatos de Kaizen son las ampliaciones Hotel Casa Palacio María Luisa (Jerez) y Hotel Casa Palacio Don Ramón (Sevilla) -la ampliación del Hotel La Malvasía (Huelva) ya está terminada-. Estas ampliaciones son dos proyectos preciosos y también de gran envergadura.
A más largo plazo, tenemos planes de crecimiento y expansión, siempre estamos alerta de nuevas oportunidades, pero con los pies en la tierra, valorando meticulosamente todo, ya que no tenemos necesidad de crecimientos forzados. Andalucía siempre ha sido una casa para nosotros, no hay nada que nos pueda gustar más, aunque Madrid, cada vez, nos llama más… quien sabe.

Con siete establecimientos a su cargo, el chef sevillano, es, hoy por hoy, uno de los pupilos “bullibianos” más aventajados. Rafa Zafra (Sevilla, 1981), “jefe” y chef de Estimar Barcelona y Estimar Madrid, vive en un constante proceso de expansión. Además de sus dos restaurantes propios, conduce con éxito otros proyectos: Madre Mía, con el hostelero alicantino Carlos Bosch, dentro de Ocean Drive Madrid, hotel de OD Hotels; Amar, ubicado en el lujoso El Palace de Barcelona, y gestionado junto Ricardo Acquista; Mareantes, su “cervecería” sevillana ubicada en el hotel boutique Tayko; Casa Jondal, su chiringuito de lujo de Ibiza; y Per feina, su especial homenaje a la comida de polígono, ubicado en el 22@ barcelonés.

 

A su galería de reconocimientos, se acaba de añadir el premio Rockie a la mejor apertura del año en Barcelona, según la guía Macarfi. Un premio que viene a respaldar su apuesta por la “casualización” del lujo que Rafa Zafra quiso abanderar cuando, en abril de 2022, abriera Amar Barcelona, en el 5 estrellas gran lujo más antiguo de la ciudad.

 

Ahora, entre gestión, cocina, compra de materia prima, agradecimiento a premios y otros, el chef tiene la mente inmersa en sus dos próximos proyectos, un “Estimar Atlántico” en Portugal y un “Estimar carne” en Madrid.

Rafa, solo mencionar todos los establecimientos que en la actualidad diriges, gestionas o regentas, casi nos da vértigo ¿Por dónde empezamos? 

R. Podemos empezar por lo más inminente, que va a ver la luz antes del verano del 2023. Dos proyectos con los que ando muy emocionado, porque voy a intentar llevar el espíritu de Estimar, lo que algunos llaman “el lenguaje Zafra”, hasta un lugar muy bonito de Portugal, a Comporta. Una de las zonas más auténticas y salvajes, donde los ricos juegan a ser pobres, pero donde realmente la naturaleza aflora por todas partes. Y lo voy a llevar a un hotel que va a ser 100% sostenible, con gallinas propias, huerto, pozo de agua, Realmente creo que será el hotel más sostenible de Europa, el By Acqua. El nombre del restaurante todavía está por decidir, pero sí sé que allí llevaremos cocina pura, y, por primera vez, ofreceremos el 90% de productos del Atlántico, con un invitado de honor, el Mediterráneo. Será todo un reto.

 

Y, por otro lado, un “Estimar carne”. Queremos hacer con la chuleta, lo que hicimos con el marisco, e introducir un lenguaje que hasta ahora no está escrito. Tendremos la mejor carne, pero también la mejor charcutería, los mejores foies, caza, aves… No va a ser una steak house, será algo muy diferente. Y queremos abrirlo junto a Estimar Madrid, de la mano de Alberto Pacheco y el sumiller Juanma Galán.

Cualquiera que haga un repaso puede pensar que Rafa Zafra es un cocinero con “hambre”, con ambición empresarial… 

R. Para nada. Los proyectos van surgiendo, de forma muy natural, por amigos, por conocidos… Me proponen, lo veo, y tiramos para adelante. Por ejemplo, Casa Jondal Ibiza surgió porque en una entrevista comenté que me encantaría cocinar con los pies en la arena. Y en unos días me llamó un cliente que tenía un amigo que quería abrir un restaurante en Ibiza. Realmente, así han surgido todos los proyectos, de forma natural. Yo no tengo la necesidad de crecer, pero crezco porque tengo un personal que me pide crecer. Y por responsabilidad, y porque se lo debo a ellos, abro nuevos restaurantes, para que ellos puedan crecer conmigo y no vuelen. Así, de esta manera, les devuelvo todo el cariño y la dedicación que ellos me dan. 

“No suelo repetir socios, porque son compañeros de viaje que nos permiten crecer en diferentes sitios y con diferentes equipos” 

Efectivamente, puede ser una buena fórmula para retener el talento.

R. La fórmula es muy bonita. Por eso, no suelo repetir socios, porque son compañeros de viaje que nos permiten crecer en diferentes sitios y con diferentes equipos. Es una estructura que nos funciona muy bien. Desde Barcelona llevamos más la batuta, la central de compras. Pero desde Estimar (Barcelona) solo gestionamos al 100% los dos Estimar (Madrid y Barcelona), y el resto con estructuras propias, junto a los socios con los que abrimos. Somos como una gran familia, con una buena estructura.

Entre todos tus proyectos, nos llama la atención Per Feina (22@. C/Ciudad de Granada, 130, Barcelona), un local con un menú de 18 euros que abre de lunes a viernes para el almuerzo y desayuno. Nada que ver con “el lujo” de tus otros proyectos.

R. Per Feina nace desde la ilusión. Porque en mi carrera todo ha ido girando alrededor del lujo, pero entendiendo el lujo como lo que hace feliz a la gente, y el lujo porque buscamos y seleccionamos un producto de lujo, único. Pero, sí, me había olvidado de la cocina más popular, más cercana.

 

Per feina también quiere hacer referencia a la cocina de elBulli, donde comíamos el equipo antes de empezar a trabajar, un sitio donde parábamos y disfrutábamos de un buen plato de comida.

 

Pero este afán de llegar a otro público también rinde un homenaje a mis padres, a mi infancia. Porque cuando era un niño y me castigaban sin ir al colegio, acompañaba a mi padre a trabajar con su furgoneta. Y para mí era todo un premio, porque sabía que al mediodía, pararíamos a comer en un restaurante de polígono donde podía elegir entre tres primeros y tres segundos. En mi casa comía de vicio, porque mi madre era una cocinera fantástica, pero comer allí era como un premio. Per feina también es un homenaje a esa parte de mi vida. Y es un regalo para los que trabajan en el 22@, para que puedan desconectar de sus trabajos, de sus pantallas, y comer de lujo. Elegir entre 12 primeros y 12 segundos.

Este año 2022 para ti ha sido, de hecho, el año del regreso a tu infancia, porque con Mareantes también has vuelto a tu tierra. ¿Qué ha supuesto regresar a Sevilla?

R. Te diría que yo me fui de Sevilla, pero Sevilla nunca se fue de mí. De hecho, Estimar es un restaurante que podría estar perfectamente en el centro de Sevilla. Tiene espíritu sevillano. Pero sí, Mareantes es un proyecto que surge por la necesidad de volver a estar cerca de mis padres, a los que llevaba años casi sin ver. Ha sido una excusa para volver a verlos. Y estoy muy feliz, porque me he quitado como una espinita que tenía. Pero vaya, en realidad tengo todos los restaurantes ubicados en lugares que me aportan.

“Los chefs nos aprovechamos de la buena ubicación de los hoteles” 

Es curioso que casi todos tus proyectos están en hoteles. ¿Te sientes cómodo en los hoteles?

R. Lo importante de los hoteles es que te facilitan la ubicación. Hoy día abrir en medio de la Gran Vía puede ser inaccesible para un chef, pero no si lo haces en un hotel de Gran Vía. En cierto modo, los cocineros nos aprovechamos de la buena ubicación de los hoteles.

¿Y el cliente es el mismo? ¿No sigue habiendo cierta barrera entre el comensal local y el restaurante de hotel?

R. No, al menos en nuestro tipo de restaurante. Algunos de los mejores restaurantes están ubicados en hoteles. Además, depende mucho de la fórmula del hotel.

En cualquier caso, tu cocina es de lujo, y normalmente el lujo también se encuentra en los hoteles ¿Por qué elegiste esta vía, la de la cocina “de lujo”?

R. Ha sido una evolución natural. Porque a veces uno quiere una cosa, pero el cliente al final te va dirigiendo. Los restaurantes pedían otro tipo de producto, pedían ir subiendo y subiendo el nivel. Y yo he tenido la suerte de poder encontrar ese producto de auténtico lujo para ofrecerlo a mis clientes. Además, siempre digo que también es lícito hacer feliz al rico. A veces ellos tienen acceso a esos productos, pero no lo saben tratar en casa. Por eso necesitan ir a un Estimar. Pero no olvidemos que es un restaurante súper casual de ambiente, pero con un producto de lujo.

 

Luego está Amar, que efectivamente es una fórmula más burguesa, porque nos hemos adaptado al contexto de este hotel de lujo que es el cinco estrellas más antiguo de Barcelona.

 

Pero volviendo al lujo… Quiero remarcar que también es muy relativo, porque para mí, algo tan sencillo como un erizo, me parece un auténtico lujo. O una caballa pescada en su mejor momento. Incluso un mejillón puede ser mágico. De hecho, en mi cocina siempre digo que es una cocina de tres o cuatro ingredientes, en donde nunca falta algo tan sencillo “y lujoso” como la sal y el AOVE. Porque el lujo es el producto. Por lo tanto, nosotros hacemos trajes a medida de cada cliente. Hay clientes que la felicidad la encontrarán con un traje de 90 € y otros con uno de 300 €.

“La Michelin no pone en valor nuestro modelo, no lo entiende. Y me sabe mal que no se valore el respeto al producto que profesamos” 

A los 26 años conseguiste dos estrellas y mantenerlas durante dos años. Sin embargo, la Michelin parece no “amar” al nuevo Rafa Zafra. ¿Crees que es una injusticia?

R. Todas las estrellas de este año han sido merecidisimas, incluso creo que faltan muchas estrellas. Nosotros estamos muy orgullosos de lo que hacemos, porque creo que también hay que llegar a otros públicos, con otras fórmulas. Pero creo que la Michelin no pone en valor nuestro modelo, no lo entiende. Y me sabe mal que no se valore el respeto al producto que profesamos. Evidentemente, las estrellas Michelin van muy bien, pero de verdad, nosotros estamos muy felices tal cual, con un equipo fiel, y con clientes que llenan a diario nuestros locales.

Y eso habla mucho de tu gestión y de tu modelo. Parece que la “crisis” de personal también evita a Rafa Zafra.

R. Sé que hay mucha crisis de personal, pero a mí nunca se me ocurriría abrir un restaurante sin tener un buen equipo detrás. Es la base. Y para tener equipos motivados hay que tener en cuenta que la gente trabaja o por salario o por ilusión. Cuando ofreces algo de las dos cosas, ayuda mucho. Es cierto que los sueldos no van al son del nivel de vida… Y sé que no soy el mejor empresario, pero sí que intento que mi personal esté contento y trabajen felices. Es la clave. 

¡Error, el grupo no existe! ¡Comprueba la sintaxis! (ID: 9)