Restauración

Fue el chef que durante más años conservó una estrella Michelin. El impulsor de los menús degustación, de los carros de postres y de los carros de quesos. Y fue quien trajo a nuestros fogones las influencias de la “nouvelle cuisine”. Jean Louis Neichel (Estrasburgo, 1948) fue todo un revolucionario, mucho antes de los Adrià, los Daviz Muñoz y otros. 

Pero sobre todo, a Neichel se le conoce por ser el chef que inició la gran revolución de El Bulli, transformándolo de un simple chiringuito de playa a un restaurante gastronómico. Formado en las mejores cocinas de Francia, Suiza, Bélgica y Alemania, aterrizó en Roses en 1975 de la mano del Dr. Schilling. Un año después, consiguió la primera estrella Michelin, que conservó hasta que se marchó a abrir su propio restaurante. Desde 1981 y hasta enero de 2015, y junto a su mujer Evelyn Fuertes, continuó revolucionando la cocina catalana en su establecimiento homónimo, ubicado en el barrio de Pedralbes (Barcelona). Neichel siempre tuvo estrella Michelin, y durante 19 años, dos.

Una trayectoria que ha recibido quizás menos reconocimiento de los que se merece. Por ello, discípulos y amigos suyos han montado para este 2 de septiembre una cena homenaje en su honor. Un menú que el propio Neichel ha diseñado, y que, seguramente, ayudará a ejecutar. Porque, aunque retirado de la primera escena, no pasa ni un solo día sin leer, investigar y crear nuevas fórmulas culinarias. Muchas de ellas, sigue poniéndolas en práctica en casa, con amigos o en eventos como el que se celebrará en el Hotel Alga 4*, de Calella de Palafrugell

¿Qué significa para ti esta cena tributo que te ofrecerán en Calella?

JLN. Siempre es bonito que reconozcan lo que has hecho a lo largo de tu carrera. Yo nunca he buscado los reconocimientos, ni el protagonismo. Al contrario. He buscado siempre alejarme de los focos y la discreción. Pero se agradecen los tributos. Aunque más que recibirlos, lo que me gusta es colaborar, y no recibir. Ya me han hecho algún otro, como el homenaje que recibí en La Boqueria. Precisamente, en ese homenaje aproveché para entregar mi colección de figuras de cocinero que tenía, porque ya no sabía dónde ponerla. Es que tenía más de 1.500 figuritas. Ya sabes, vas coleccionando y llega un momento que no sabes qué hacer con tantas cosas. Yo soy así. Un coleccionista empedernido. También colecciono libros de cocina antiguos, e incluso conservo las primeras revistas en las que se escribió sobre mí, cuando estaba en El Bulli, que firmaban Luis Bettonica, Carmen Casas y Néstor Luján. 

Precisamente, ahora que El Bulli se ha convertido en museo, muchos son los que han conocido tu etapa en el afamado restaurante. ¿Qué recuerdos guardas de aquella época?

J.L.N. Bueno, yo solo estuve al principio y solo cinco años, pero creo que fue una de las etapas más interesantes. Porque fue cuando el Dr. Schilling no sabía qué hacer con aquel chiringuito de playa. Fue cuando me propuso que me hiciera cargo yo y que hiciera algo interesante. Recuerdo que me propuso hacer sólo cocina a la brasa, porque ya de por sí el sitio era atractivo. Pero yo sugerí hacer algo más gastronómico. 

Fue una etapa divertida. Me acuerdo cuando en el centro del local había una pista de baile, porque los clientes acababan allí tomando copas y bailando. De hecho, muchos llegaban en bañador. Pero enseguida fuimos cambiando todo eso. Y acabamos haciendo un restaurante gastronómico. Y en un solo año conseguimos la primera estrella Michelin. 

Si tuvieras que quedarte con solo una cosa de aquella época ¿qué sería?

JLN. Me quedaría con el hecho que el Dr.Schilling confió al 100% de mi y me dejó hacer lo que quería. Todo lo que proponía le estaba bien. Y cada año quería más y más. Estuve muy bien allí, pero llegó un momento en el que no era compatible con tener una familia, niños… Me fui de El Bulli simplemente porque no era el sitio ideal para tener una familia. Así que, cuando decidí que tenía que salir, mi amigo Miquel Espinet me animó a ir a Barcelona, ya que no era mi primera opción, en aquella época. él me impulsó a ir a Barcelona. 

Pero siempre guardaré muy buen recuerdo de El Bulli. Al principio sufrimos mucho, porque no teníamos ni teléfono, los accesos eran horribles -incluso los arreglamos nosotros para ayudar a los clientes a llegar mejor-. Fue un reto muy grande atraer a los clientes gourmets a un sitio tan difícil de llegar. 

Y en Barcelona, todo fue más fácil…

JLN. Efectivamente, pero incluso llegando a ser monótono, porque sabíamos que llenábamos cada día. Trabajábamos muy bien, pero no era tan divertido como en El Bulli, porque allí todo era un reto. 

¿Y cuál crees que fue el secreto del éxito del Restaurant Neichel de Pedralbes?

JLN . La verdad es que llegamos sin conocer a nadie, sin miedo a la competencia, pero haciendo cosas que nadie más hacía. Yo no era mejor que el resto, simplemente era diferente. Tampoco éramos ni los más caros ni los más baratos… Pero empecé a trabajar los productos de aquí de una forma que nadie había hecho antes. A la gente le encantaban nuestros carros de postres, o los carros de quesos, los de licores, los de puros. Antes, ¡nadie los tenía! Nuestro servicio era diferente. Teníamos 45 comensales y en cocina éramos más de 12 personas trabajando. Yo siempre apostaba por vajillas únicas, algunas diseñadas por mí. Y todo lo hacía sin afán de nada. Simplemente porque me gustaba ser diferente, ofrecer algo único. 

En Pedralbes cocinaste desde 1981 hasta 2015. ¿Qué etapa recuerdas con más ilusión?

JLN. Me cuesta elegir. Los primeros 15 años creo que fueron los mejores, porque éramos “únicos” y, como decía antes, llenábamos a diario. Sin dar propinas a los taxistas o a los recepcionistas de hotel, como se solía hacer… 

Fuiste pionero y único. Ya ahora, ¿qué opinas del tipo de oferta gastronómica de nuestros restaurantes de hoy día?

J.L.N. Pues que todos quieren ser iguales. Hoy día, las redes sociales, internet… pone al alcance de todos lo que se hace en todo el mundo y creo que eso hace que entre ellos se copien. Todo se parece un poco. Los que buscan la estrella Michelin, se fijan qué hacen los otros estrellados, para hacer lo mismo que ellos. Realmente, la línea es la misma. Pero eso no quiere decir que no me gusten. Todos lo hacen muy bien.

Pero los tiempos han cambiado una barbaridad… 

JLN. ¡Claro! Antes éramos en la ciudad cinco o seis muy buenos, ahora, más de 30. Financieramente también era diferente. La gente no iba tanto a restaurantes de lujo. Son restaurantes más pequeños, con menos personal, y menos gastos. También tienen más máquinas y tecnología que les facilita el trabajo. Antes, no sabíamos nada de robots de cocina o de hornos de convección. Y sobre los productos, igual. Antes si querías trufa, tenías que ir a Olot a hablar con el productor directamente. O si querías erizos, hablabas con el único pescador que te los podría pescar. 

Otra de las novedades que impusiste en tu época fueron los menús degustación, que ahora tiene tantos seguidores como detractores. ¿Sigues apostando por ellos?

J.L.N. Sí, me encantan, aunque por mi edad ya no puedo excederme y prefiero probar tres o cuatro platos. Además, lo que ahora veo es que son menús degustación, en muchos casos, muy exagerados, con 25, 30 incluso 40 platos. Eso es terrible, porque necesitas tres o cuatro horas para comer, y son demasiadas para un comensal sentado. 

Llevas ya casi una década retirado ¿Echas de menos estar en activo?

J.L.N. Claro, pero cada día hago algo relacionado con la cocina. Leo, escribo, plasmo ideas, recetas… No sé para quién, pero lo hago cada día. Siempre estoy dando vueltas a los ingredientes, las técnicas, las recetas que más me gustan… Además, siempre que puedo cocino para mis amigos, para encuentros con la familia… Incluso voy a Perpiñán a comprar, al mismo sitio que iba en los años 70, y traigo ingredientes para cocinar. Siguen siendo muy famosos mis chucruts en mi círculo de amigos… Cualquier ocasión es buena para cocinar. 

De hecho, tu recetario es larguísimo… ¿Con qué tres platos te quedarías?

J.L.N. Con un sencillo huevo poché con trufa, que hace 20 años era toda una novedad. Con la liebre royal, que me encanta cocinar y comer. Con la Lubina Mario, que creé con motivo del nacimiento de mi hijo Mario, y que nunca pude quitar la carta porque mis clientes no me dejaron. Y si me permites una cuarta, con la becada. Porque he cocinado miles de becadas en mi vida. 

¿Y con qué producto te quedarías? Un ingrediente fetiche de tu cocina. 

J.L.N. La cebolla. No puede faltar nunca. La cebolla mejora todos los platos. Pero también el tomillo, el romero. Nunca llegué a comprarlos, porque mi mujer y yo lo recolectábamos salvajes. Pero fueron y son mis ingredientes fetiche.  

Y para acabar, un consejo para los jóvenes que empiezan en esto, del maestro de maestros. 

J.L.N. A los jóvenes les diría que no copien demasiado, que hagan su cocina, la que sientan como suya. En la cocina hay que ser diferentes, únicos, porque nadie hace kilómetros para comer lo mismo que pueden comer en su ciudad. 

Pere Malagelada (Figueres, 1976)  es de aquellos chefs forjados en cocinas de prestigio y bajo la batuta de referentes de la cocina, que han preferido estar fuera del foco de atención, pero al frente de exitosos fogones. Su pasión por la cocina llegó de imprevisto, tras coquetear laboralmente con la pastelería cuando era casi un niño. A los 16 entró en la Escuela de Hostelería de Vilamalla, actualmente Escuela de Figueres, y allí empezó todo. 

Siempre marcado por la Tramuntana de Girona y por el producto y la cocina de la tierra, Malagelada también conoció de primera mano otras cocinas, especialmente la vasca, la francesa y la andorrana. Precisamente, en el pequeño país de los Pirineos es donde encontró su lugar: la gestión como chef corporativo de hoteles. Lo hizo, con solo 24 años, para la Cadena Accor, y por ocho años.  

Más de dos décadas después, sigue dirigiendo cocinas de hoteles, pero esta vez, para la firma Novara Hotels, mucho más pequeña, pero con gran arraigo en Girona. No en vano, la familia fundadora, los Nicolazzi, son hosteleros de larga tradición y han conseguido mantener con vida establecimientos históricos como el hotel Peninsular de Girona, fundado en 1853 por Pietro Nicolazzi, y considerado el primer hotel abierto en la ciudad. En 1960, la familia adquiere el hotel Alga, en Calella de Palafrugell, convertido hoy en el cuartel general de Malagelada. Desde allí gestiona las cocinas del Peninsular, la del Cafè Savoy de Girona, la del Mercantil, en Girona, y las del propio Hotel Alga 4*, con el restaurante El Càntir como su estandarte. 

Pere, entre tu paso por Andorra y tu llegada a Calella y a Girona, de la mano de Novara Hoteles, ¿qué pasó?

P.M. Estuve como jefe de cocina del Hotel Melià Golf Vichy Catalan, en Caldes de Malavella, cuya cocina coordinaba Dani García. Fue un tiempo de impás, ya que él llevaba la gestión, pero desde la distancia y yo todo lo demás. El día a día de una cocina de un establecimiento tan grande acaba marcando. Estuve desde 2006 a 2012. En ese momento el hotel no aguantó la crisis. Pero tras salir de allí, y tomarme un tiempo, en 2015 entré en el Hotel Alga y en el Peninsular. Buscaban a alguien de mi perfil: que sí, pudiera ofrecer una muy buena cocina, pero sobre todo, supiera gestionar bien las cocinas de varios hoteles. 

Lo tuyo siempre han sido, por tanto, las cocinas de hoteles… 

P.M. Sí, pero la verdad es que son muy diferentes. En el caso de Novara Hotels, cada establecimiento es absolutamente independiente. Cada uno tiene una personalidad propia, una cocina muy definida y diferente, pero nunca hay que perder la esencia de uno como chef…  Sería más fácil unificarlo todo, que en todos los locales se ofreciera más o menos lo mismo, pero no es el objetivo de la familia Nicolazzi. Nos adaptamos mucho a cada ubicación, y por tanto, a cada tipo de cliente, porque es lo que nos piden. Ahora, por ejemplo, también estamos notando que el cliente está cambiando, que no gasta tan alegremente como antes, por lo que adecuamos las cartas. Además, también tenemos que adaptarnos a los productos del mercado. Porque algunos productos se han vuelto del todo inaccesibles, y ninguno de nuestros comensales pagarían lo que valen ahora. 

¿Os está pasando mucho este tema del encarecimiento del producto?

P.M. Es una cuestión también de oferta y demanda. Por ejemplo, aquí en Calella desde siempre hemos celebrado la Garoinada, pero este año, los hosteleros nos hemos puesto de acuerdo para no celebrarla, porque no hay producto, no hay erizos de calidad para todos y preferimos hacer un año de parón, para poder salvar la especie y volver a tener erizos en otras temporadas. Como este ejemplo, está pasando en otros ingredientes de proximidad: nos hemos pasado y como no frenemos en el consumo, no habrá algunos ingredientes para nadie. 

En tu formación, ¿quién consideras que te marcó más a la hora de gestar al Pere Malagelada actual? 

P.M. Los chefs con los que trabajé creo que me marcaron más o menos por igual. Evidentemente, siempre quedan cosas buenas y no tan buenas… Pero me costaría elegir solo a uno.  

¿Qué cualidades debe tener un buen chef ejecutivo de hoteles? 

P.M. Ser buen cocinero. Pero es imprescindible saber rodearte de un buen equipo. Y, para mí, sin duda, lo más importante es ser muy buen gestor.

Además del Hotel Alga 4*, también gestionas la oferta gastronómica del hotel Peninsular, otro establecimiento con historia de Girona, con el restaurante Savoy. Cada ubicación, marca la oferta, pero ¿qué hay de la cocina de Pere Malagelada en cada uno de ellos?

P.M. En todos lo que intento marcar mucho es una cocina arraigada a nuestro territorio, porque, de hecho, esa cocina es la base que aprendí y que siempre me ha gustado desarrollar. Además, cada restaurante tiene vida propia y pasan cosas… Por ejemplo, ahora, el día 2 de septiembre celebramos una cena tributo a Jean Louis Neichel en el Hotel Alga, un evento que nos hace mucha emoción celebrar. Neichel es una figura de nuestra gastronomía, un avanzado a su tiempo y se merece este tipo de eventos. Y esperamos hacer más de este tipo, para dinamizar el hotel y el restaurante.

Este 2023, el verano de la plena recuperación, ¿en qué ha evolucionado el cliente?

P.M. Es un año de apertura total después de la pandemia, y lo hemos notado mucho. Vemos que el cliente al que le gusta comer bien, y se lo puede permitir cada día, es mucho más exigente.

En la actualidad, ¿qué es lo que más dolores de cabeza te da en tu día a día laboral como chef ejecutivo/corporativo?

P.M. La gestión del personal, sin duda. 

Las cocinas fantasma en Alemania y el mercado de restauración colectiva están en shock, como consecuencia de la aparición en el mercado de Cloud Eatery. Hablamos de una dark kitchen creada por dos ex profesionales de la hostelería: Remo Gianfrancesco, proveedor de empresas de catering como Compass y Mathias Schneider, creador de una cadena de candy food, los cuales han aportado a los mercados de los sectores citados, dos importantes novedades.

Partiendo de un cocina central, alojada en el centro de Frankfurt, el Westend (barrio de oficinas), se elaboran una serie de platos con recetas propias, hasta seis, con nombres tan atractivos como Vegan PIrates, Nonna Filomena, NokoNoko… para servir a commuters que desean consumirlos en el propio local. Dispone de sala convenientemente decorada, a quien comulga con el take away o el delivery. En este caso aprovechando la oferta de agregadores tales como Ubereats, Doordash, Lieferando o Eaturia.

Por el momento, a la cocina de Frankfurt, se han añadido las abiertas en Berlín, Colonia y Munich, siempre buscando el cliente de B&I, Business & Industry, que así se dice en la jerga profesional, al cliente que debe visitar los comedores de empresa o sus alternativas. Los precios por plato varían entre los 7 y 17 euros, cada uno.

Compartir su know-how con restaurantes que deseen incrementar su notoriedad de marca y ventas, cediendo mediante licencia, fichas técnicas de los platos más singulares de cada restaurante que pasarán a ser elaborados en sus cocinas. De momento ya cuenta con trece adhesiones.

The Fastest Food Plaza

Y es que, el negocio cuenta, apenas, con 18 meses operando puesto que el 10 de marzo del 2022 abrían en Westend bajo la marca “The Fastest Food Plaza”. Esto no ha sido óbice para que un gurú del foodservice y en especial de la restauración colectiva en Europa, Jürgen Thamm, se haya fijado en Cloud Eatery y haya decidido invertir en el concepto e incorporarse al staff.

Cloud Eatery revoluciona el segmento B&I en Alemania
Foto: fuente Cloud Eatery

Thamm, que ha trabajado en los últimos años en distintos puestos de alta dirección de Compass Group en Alemania y dirigiendo la división de Europa Continental, comenzó a dejar el grupo en 2019, para terminar creando su propia empresa de consultoría estratégica e invertir en negocios de futuro.

Es el caso de suiza SBI de digitalización o la propia Cloud Eatery a la que ha vaticinado muy buenas perspectivas de desarrollo al señalar: “Esa es la belleza del concepto: puede reaccionar rápidamente a las tendencias culinarias y agregar fácilmente otra marca a la oferta en cualquier momento”.

 

 

Hablar de Mari Carmen Vélez es hablar de una de las reinas de la gastronomía valenciana. Nacida en el seno de una familia de pescadores y pescateros valencianos, se empapó de la cultura marinera desde niña. Diferenciaba especies de pescado como quien sabe distinguir los caramelos de fresa o de menta. Porque mientras otros jugaban, ella ayudaba a sus padres en su puesto del mercado de Elda (Alicante, Comunidad Valenciana).

Pero a pesar de todo, Mari Carmen quiso estudiar en la Universidad. Eligió Derecho, pero la carrera era incompatible con ayudar en el negocio familiar. Así que optó por esto último, pero de forma más profesional. Poco a poco, de vender pescado empezó a interesarse por el mundo de la cocina y a aprender de manera autodidacta los entresijos de la profesión.

Mucho ha llovido desde entonces pero cuando mira atrás, la maestra de los fogones y capitana del restaurante La Sirena, en Petrer, no puede más que sentir emoción y orgullo. Ser mujer y chef, sigue siendo tarea de valientes.

De hecho, su labor en la cocina le han valido numerosos premios, como el Mérito Turístico, en el año 2000; el premio Prestige Gourmet, en 2003; el premio al mejor jefe de cocina en la primera edición de los premios de gastronomía de la Academia Valenciana de Gastronomía, en 2005; el premio de la Diputación de Alicante a la Empresa Familiar, en 2007; el premio Plato 2013 al mejor cocinero,  y el premio Plato 2017 como mejor restaurante por la APEHA. Además, ha recibido un Sol en la Guía Repsol y mención en la Guía Michelin.

Pero el mejor premio es seguir al frente de La Sirena Restaurant, La Barra de la Sirena, La Sirena Càtering y Quinta Lacy, Y Lo Nuestro, en Fuerteventura. 

¿Cuál es el mejor “menú” para conseguir el éxito en la cocina? 

M. V. Supongo que trabajo, formación, perseverancia y una visión clara y honesta de lo que haces, por qué lo haces y para quién lo haces.

Llevas prácticamente toda la vida en los fogones. ¿Cómo ha evolucionado la Mari Carmen chef? 

M.V. Ha sido una evolución ligada al aprendizaje y a la adaptación de nuevas técnicas pero sin grandes estridencias. Pretendo que mis platos reflejen una coherencia con mis raíces, con el entorno. Pero mantengo una entidad propia utilizando aquellos ingredientes que me permiten reflejar la armonía de sabores y contrastes que he imaginado al pensarlos.

A veces son el resultado de una pequeña actualización del recetario tradicional. Otras son combinaciones más atrevidas. Pero siempre intento que sean consecuentes con mis gustos personales y lo que se puede ofrecer en un restaurante como La Sirena con el equipo y los medios de que disponemos.

¿En qué momento gastronómico estás ahora? ¿Qué buscas con tu cocina?

M. V. Estoy en un momento de reflexión y con varios proyectos por definir. Satisfecha con lo logrado hasta ahora y valorando mis expectativas… Creo que no busco nada en concreto. Tal vez, transmitir serenidad y emoción a partes iguales. En cualquier caso, lo que no busco es deslumbrar ni descolocar al comensal.

Creo que la cocina es para disfrutarla con todos los sentidos tanto por parte de quien la ejecuta como por quien la degusta.

Considerada como una de las “Reinas de la gastronomía del País Valencià”, ¿Ha sido un camino más difícil de lo esperado llegar hasta aquí?

M.V. Bueno, es un elogio que no sé si merezco pero que sí agradezco de todo corazón.  La cocina en particular y todos los campos relacionados con la gastronomía, parece que no son demasiado fáciles para las mujeres. Muchas tenemos mochilas cargadas de responsabilidades con la familia, los hijos, la pareja y algunas con sus propios negocios. Compatibilizar los horarios, manejar el estrés, fijar un rumbo apropiado, perseguir tus sueños y conseguir el apoyo de tu equipo y allegados puede ser extenuante e incluso puede hacerte cejar en el empeño en un momento dado. Sé de muchas que han preferido “mantenerse en la sombra”; de muchas que han reorganizado sus prioridades; y de muchas otras que, simplemente, han dejado de luchar.

En mi caso he tenido la suerte de contar con mis hermanos y mi marido, que me han apoyado en las decisiones estratégicas y hemos compartido esfuerzos y satisfacciones. También agradezco a todo nuestro equipo por su implicación y por querer seguir creciendo a nuestro lado. Ha habido algunas dificultades y alguna que otra discrepancia, pero los retos están para superarlos y saber que tienes personas muy válidas contigo hace que el camino parezca menos difícil y las metas más asequibles…

La Sirena Restaurant, La Barra de la Sirena, La Sirena Càtering y Quinta Lacy. Y Lo Nuestro, en Fuerteventura. ¿La diversificación es el camino de la viabilidad económica para un chef gastronómico?

M.V. De todas las fórmulas conocidas de restauración parece que la de “restaurante gastronómico” es la más costosa y con peores cuentas de resultados pero no siempre es así. Hay muchos parámetros a tener en cuenta: la oferta gastronómica en sí y su ejecución, la localización, la facilidad o no de formar buenos equipos, el nivel de endeudamiento, las cargas económicas, etc. De todo ello depende la viabilidad económica de un determinado proyecto y, tal vez por eso, muchos chefs optan por la diversificación para asegurar la continuidad de “la casa madre” y de su marca. Además les permite liberarse en cierto modo de la obligación de estar presentes en sus negocios en todo momento.

En nuestro caso ha sido más una evolución y crecimiento sostenible. La Sirena es nuestra “casa madre”. La Barra de La Sirena nace con intención de ofrecer un ambiente más informal y pequeños bocados. La Sirena Catering para atender las demandas de nuestros clientes de La Sirena. Y Quinta Lacy es un precioso salón de eventos que completa nuestra oferta familiar gastronómica y de servicios hasta ahora.

Lo Nuestro, en Fuerteventura, es un proyecto personal junto a mi socio Rigoberto y que esperamos tenga también un largo recorrido.

Por cierto, cuéntanos más sobre esta “aventura” canaria… ¿Cómo surgió?

M.V. Todo ocurrió durante la Pandemia. El impacto económico y emocional fué brutal para todos. Estábamos conmocionados (como todo el mundo) y ese descarnado y obligatorio paréntesis nos obligó a todos a replantearnos muchas cosas.

El cierre de la hostelería nos pilló en Fuerteventura. Tenemos una casa aquí desde hace varios años y solíamos venir de vacaciones con la familia. Conocimos a Rigoberto y surgió la idea de abrir un restaurante de paellas y cocina creativa. El lugar es encantador y el clima de Canarias lo hacía aún más apetecible así que le fuimos dando forma y optamos por lanzarnos a una nueva aventura.

Casi al mismo tiempo surgió otra oportunidad en Rhiad para La Sirena que estuvimos valorando pero que al final declinamos. La distancia y otros factores suponían un hándicap para el desarrollo del proyecto.

¿Qué balance haces del primer año de Lo Nuestro?

M.V. En general es positivo. Los clientes repiten y nos recomiendan. Así que parece que no vamos por mal camino… He estado muy ocupada estos meses en Lo Nuestro pero La Sirena y todo lo demás está en muy buenas manos. Voy y vengo de acá para allá y los días pasan demasiado rápido pero estamos contentos e ilusionados.

Además de todo esto, formas parte de Mujeres en Gastronomía, desde donde dais visibilidad a los muros que las mujeres os encontráis en el mundo de la cocina. ¿Tú te has encontrado con muchos en tu camino?

M.V. Pues la verdad es que no. Quizá porque al ser propietaria de tu negocio tienes más libertad de hacer lo que crees más conveniente. O quizá sea por mi carácter inconformista y guerrero. Me he centrado en aprender y mejorar en mi trabajo y, a lo mejor, he derribado algún muro sin darme cuenta.

¿Qué crees que deberíamos hacer para dar la vuelta, para llegar a la equidad? En tu página de FB/IG de La Sirena, ni una foto tuya, aunque sigas siendo tú “la líder” del equipo ¿No habría que empezar por enseñaros más para conseguir esa igualdad?

M.V. Cierto, ni una foto mía. ¿Descuido? ¿Modestia?. En el “Grupo La Sirena” somos una familia empresarial donde cada uno aporta valor sin importar cuán grande o pequeño sea para el resto. Es una suma de valores puesto en común. Nunca he reclamado protagonismo. Liderar es un gran compromiso y requiere de talento y voluntad. Lo único que he hecho durante todos estos años ha sido demostrar mi compromiso. Supongo que, de algún modo, les haya podido servir de inspiración y ha hecho que permanezcamos unidos. Igual es que no soy muy fotogénica.

Un sueño de futuro.

M.V. Dos: que impere la sensatez, la cordura y la inteligencia en nuestro mundo con igualdad de oportunidades para todos y publicar varios libros de cocina que llevo pensando desde hace tiempo.

Es indudable que el poder de la televisión sigue siendo mucho. Por eso, aparecer en un espacio televisivo como Top Chef y en la Escuela Online de Master Chef puede ser el trampolín definitivo. Pero Teresa Gutiérrez, chef y propietaria del restaurante Azafrán, llevaba ya una exitosa andadura a sus espaldas.

En 2019 quedó finalista del concurso Cocinero Revelación, en Madrid Fusión. Ese mismo año recibió el Premio Nacional de Gastronomía JRE a la Mejor Trayectoria Nacional en Cocina, en San Sebastián. Ha sido ponente en el prestigioso congreso Worlds of Flavor en Napa (California), que forma parte de The Culinary Institute of America. En mayo de 2020 fue nombrada embajadora de la DOP Azafrán de La Mancha. Y además, es miembro de la junta de Mujeres en Gastronomía.

Pero, curiosamente, esta exitosa trayectoria podía haber sido otra muy diferente. Y es que, Teresa empezó sus estudios en Odontología. Pero su vocación por los fogones era demasiado fuerte. Se formó en la Escuela de Hostelería de Valencia y en la Escuela de Hostelería de Avignon. Pasó por varios stages y acabó abriendo su propio restaurante. Allí, Teresa propone una cocina de raíces manchegas ligeramente adaptadas a la actualidad, respetando por encima de todo los productos autóctonos como las setas, el cordero manchego, los quesos de oveja de la Mancha y las carnes de caza menor. Además, está formada en dietética y nutrición, por lo que le da especial importancia a la unión entre gastronomía y una dieta equilibrada.

Teresa, quién te iba a decir cuando estudiabas odontología que acabarías siendo una de las mujeres más influyentes de nuestra cocina ¿Qué balance haces de todo esto que te ha sucedido desde que un buen día decides virar tu futuro?

M. G. Sí, yo no dejo de mirar atrás y dar gracias de tantas cosas buenas que me han sucedido. Cuando dejé la odontología para dedicarme a la cocina, tenía muy claro qué era lo que realmente quería, pero tenía miedo de que al final no saliera bien. Si quieres luchar por tus sueños, tienes que trabajar duro y no desanimarte, porque nada es un camino de rosas, y tener muy claro a dónde quieres dirigirte, ¡y en eso estoy!

Antes de abrir tu propio restaurante, pasaste por varias cocinas de España, como Albacar (Valencia), La Sucursal (Valencia), El Faro del Puerto (El Puerto de Santa María), Riff (Valencia). ¿Cuál de ellas te marcó más y por qué?

M. G. Todas, cada una a su manera. Tuve muchísima suerte con cada equipo, y a todos los recuerdo con cariño. Pero sin duda, Fernando Córdoba y toda la familia de El Faro me marcaron mucho por su forma de trabajar y de llevar el negocio. Me ayudaron muchísimo y aún me ayudan cuando lo necesito, y les estaré siempre agradecida.

¿Te sentiste en aquella época menos que ellos o que por ser mujer te trataban diferente?

M. G. En mi caso, nunca he vivido esa situación.

Seguramente, lo que sí te ha marcado e influido ha sido fue ganar Top Chef en 2014. ¿Crees que tu ascenso se debe sobre todo a este gran impulso que da todavía hoy un medio como la TV?

M. G. Siempre digo que Top Chef fue un antes y un después para Azafrán. Es cierto que a nivel personal tenía algunos reconocimientos e incluso antes ya estaba en la escuela de MasterChef, pero la gente que no formaba parte del mundo de la gastronomía (que es la que te da de comer) empezó a tener curiosidad por el restaurante una vez lo escucharon en la tele. Y por suerte, la mayoría de los clientes que nos conocieron en ese tiempo, nunca han dejado de venir.

¿Qué es lo mejor y qué es lo peor de aquella experiencia TV?

M. G. Lo mejor, toda la gente que conocí, y no solo de mi edición. Lo peor…uff los nervios tan horribles que pasé, no quiero ni acordarme.

De hecho, formas parte de la Escuela Online de Master Chef como profesora ¿Qué aprendes de esta experiencia?

M. G. Esto empezó en 2013, una experiencia muy bonita. Grabar videos didácticos no es fácil, ya que no solo tienes que dar una clase cocinando sino también ir contándolo a la vez a las cámaras de forma que quede todo clarísimo y sin titubeos. Aprendes a estar más seguro de ti.

Hablemos ahora de Azafrán, de tu proyecto, tu restaurante abierto en 2008. Un restaurante “de mujeres”. Te lo habrán preguntado mil veces, pero, recuérdanos ¿ha sido circunstancial o forzado este predominio femenino?

M. G. Circunstancial. Siempre lo cuento, ya que mucha gente no lo cree. Buscaba el mejor equipo, y el mejor equipo para mí son ahora Dolo, Bianca, Rosa y Ana, sin duda.

Trabajando solo con mujeres, seguro que nos puedes decir en qué os distinguís de los hombres en la cocina.

M. G. No sabría decirlo. Yo no sabría distinguir la mano de un hombre o de una mujer en la cocina. Para mí, lo bonito para un cocinero es que sepan distinguir si ese plato es tuyo o no, independientemente de si eres hombre o mujer.

Pero, tristemente, la realidad es que aún hoy, las mujeres parecéis estar a la sombra de ellos. Una prueba: en 2019, menos del 10% de los restaurantes con estrella Michelin tienen a una mujer al frente. ¿Qué opinas?

M. G. Es un tema complicado. Tampoco sé datos sobre qué porcentaje de restaurantes tienen una mujer al frente (quizá son tan pocos que el porcentaje del 10% de la Michelín es muy grande) Los horarios en hostelería no son los mejores para compatibilizar con la familia, y cuando hay niños…Normalmente es la mujer la que cede, eso es la realidad (unas veces por obligación, otras por decisión propia, quién sabe).

Precisamente, desde Mujeres en Gastronomía trabajáis para dar voz a vuestro trabajo, pero ¿qué sigue faltando para que haya más mujeres en lo más alto?

M. G. No lo sé. Sea lo que sea…también es importante que nosotras nos lo creamos.

Volviendo a tu trayectoria, en 2019, Premio Nacional de Gastronomía JRE. El mismo año, fuiste ponente en Worlds of Flavor en Napa (California). Y en mayo de 2020 te nombran Embajadora de la DOP Azafrán de La Mancha. ¿Cómo se llevan tantas distinciones?

M. G. Son cosas que van pasando, y te van llegando, no sabes por qué. En alguna ocasión que me he visto en mitad de un lugar muy importante, me visualizo aquí en mi restaurante en mitad de La Mancha, y les pregunto “pero y ¿por qué a mí?” Me siento privilegiada.

Preguntar por un ingrediente fetiche, por tanto, no tiene sentido, pero si además del azafrán te pidiéramos otro… ¿sería?

M. G. El queso. Lo utilizo muchísimo en mi cocina. Para salsas, postres, helados, panes…me encanta cocinar con queso.

¿Cómo ha evolucionado tu cocina en estos últimos años?

M. G. Siempre he tenido claro el concepto de mi cocina, sabores tradicionales. No sabría decir cómo ha evolucionado, tendría que preguntar a mis clientes.

¿Es agradecido hacer alta cocina en un pequeño municipio como Villarrobledo? ¿Te verías en otra ubicación?

M. G. El 80% de nuestra clientela es de fuera (Madrid, Barcelona, Valencia…). La clientela local es siempre la más complicada, pero tenemos mucha suerte y también nos valoran.  ¿En otra ubicación? Azafrán es La Mancha y es Villarrobledo, y aunque no lo veo en otro lugar, ¿quién sabe qué puede pasar?

¿Se puede decir que tus sueños se han cumplido, con creces?

M. G. Todavía me quedan muchos por cumplir, ¡muchísimos! Pero estoy feliz con mi camino en esta vida, claro que sí.

El gasto promedio en establecimientos de restauración ha experimentado un incremento significativo del 6,9% este junio, respecto al mismo mes del pasado año, según Delectatech.

Como conclusión, se establece que los comensales han desembolsado una media de 25,08€, en comparación con los 23,40€. En esta línea, durante este el mes de junio el ticket medio de los establecimientos en España ha crecido un 1 % por encima de la inflación: si bien la inflación ha sido del 5,9% (INE), el incremento del ticket medio para este periodo se ha situado en 6,9%.

Buenas perspectivas para verano

Teniendo los datos de junio, los meses de julio y agosto se espera que tanto la ocupación como el gasto promedio continúen aumentando, como suele ocurrir en los meses de verano. Según datos del pasado año, el ticket medio en agosto fue un 5% mayor que en junio, mientras que la actividad en restaurantes creció un 2,8%.

Por esto, el estudio de Delectatech prevé que la facturación en restaurantes siga aumentando. Durante el 2023 hay una tendencia a la moderación en los precios de la cesta de los hogares, pero el aumento de las olas de calor será un factor decisivo en la elección de los tipos de locales que el comensal visitará, los horarios de consumo y la elección en la carta.

También el crecimiento del sector turismo será un factor relevante para la restauración durante el verano.

Bares, mayor aumento de gasto

En datos del mes de junio de 2023, los bares y bares de copas han experimentado el mayor aumento en el gasto por comensal, con un 7,4%. Los establecimientos con un ticket medio de 20-50€ por comensal han experimentado el mayor aumento en la ocupación, con un significativo 3,4% respecto al mismo mes del año anterior.

Los más caros, con un ticket medio superior a 50€, y los más económicos, con un ticket medio inferior a 20€, también han registrado un aumento en la ocupación, aunque en menor medida, con un 1,3% y 1,7%, respectivamente.

Las islas copan mayores ocupaciones en hostelería

Las Comunidades Autónomas con mayor ocupación en junio de 2023 han sido Canarias e Islas Baleares, con una media de ocupación en establecimientos por encima del 35%. Les siguen, con cierta distancia, Cataluña y la Comunidad de Madrid.

La restauración incrementará el ticket medio y la ocupación en agosto

Si se compara con junio del año anterior, las zonas con un mayor crecimiento de ocupación han sido las Baleares (+4,2%) y el norte de España, con Navarra (+3,2%), País Vasco (+3,0%) y Cantabria (+3,0%) a la cabeza, superando el incremento medio de España, que ha sido del 2,5%.

Teniendo esto en cuenta, el ticket medio más elevado en junio de 2023 se ha registrado en Baleares, superando los 30€ por comensal. A continuación, se encuentran País Vasco (24,83€), Cataluña (24,61€), Asturias (24,47€) y Comunidad de Madrid (24,27€).

Los tickets medios más bajos en restauración han tenido lugar en Aragón (20,87€), Castilla – La Mancha (21,72€) y Castilla y León (21,73€).

En las zonas más caras, se ha mantenido el ticket medio, mientras que, en las zonas más económicas, el incremento de costes parece haber impactado más en el consumidor.

 

Qingtian es un pequeño pueblecito de la provincia china de Zheijiang, y también, es el lugar donde nació Baoli Li Bao (1971). De allí llegó a España con solo 10 años y muy poco después ya adoptó el nombre de María (porque era mucho más fácil pronunciar para la portera donde vivía). A los 17 ya ayudaba a sus padres en los restaurantes familiares, y a los 24 revolucionó el concepto de comedor chino liderando el rompedor China Crown. En la actualidad, María Li Bao, fundadora y directora del Grupo China Crown es “la gran jefa de la cocina china”.

Sin perder nunca la sencillez que sus padres le inculcaron, pero con temple y determinación, María Li Bao lidera una veintena de restaurantes. Pero no solo eso, es una de las restauradoras más influyentes del país, responsable de convertir el Grupo China Crown en uno de los mejores referentes de la gastronomía china en España.

La estrategia en la que se basa María Li Bao a la hora de crear sus proyectos gastronómicos pasa por proyectar las tradiciones de la gastronomía asiática, combinándolo con la vanguardia más modernista del mundo de la restauración, en espacios únicos que transportan al comensal a diferentes regiones chinas.

Así lo aplica en los seis conceptos que ha impulsado: China Crown, Tottori, Shanghai Mama, Le Petit Dim Sum, Lelong Asian Club y Bao Li, que mantienen la esencia del cuidado, mimo y respeto por la técnica que avala el éxito del grupo. Todos ellos, dirigidos por esta empresaria, pero siempre acompañada por su hermano Felipe Bao, como chef ejecutivo del grupo.

Ambos ya proyectan nuevas aperturas, no en vano, esperan cerrar el 2023 con cinco nuevos establecimientos.

¿Qué queda en María Li Bao, la empresaria, de aquella niña de 10 años, Baoli, que decidió llamarse María para que su portera no olvidara su nombre?

Sigo siendo la misma persona luchadora y con la ambición de seguir aprendiendo. Mis padres nos enseñaron a ser humildes y a aprender cada día, hay que ser una esponja.

Con 17 años ya te pusiste al frente del negocio familiar “de manera puntual”, pero a los 24 ya montaste tu primer restaurante. Ahora que miras atrás, ¿crees que perdiste algo de juventud?

Jamás he pensado nada similar porque me he dedicado a lo que más me apasiona. Eso es un regalo para mí. Además, es lo que me ha permitido formarme para poder llegar a conseguir mis metas.

Pero también estuviste una temporada en China, y dirigiendo desde la distancia ¿cuánto de diferente es la hostelería española a la china?

No veo ninguna diferencia. Es el trabajo del día a día, no hay otra forma de trabajar y conseguir éxito.

¿Cuál es la fórmula para haber llegado hasta aquí, hasta ser una gran empresaria de la hostelería?

No hay ninguna fórmula secreta. Hay mucho trabajo y perseverancia, además de, como he dicho antes, pasión por mi trabajo. Siempre hay un punto de suerte, pero también es muy importante contar con un buen equipo que te ayude a llevar adelante las ideas y que arrime el hombro en los momentos en los que necesitamos trabajar duro.

Pero además, mujer. ¿Cuál es la clave de tu éxito en un sector donde pocas mujeres, aunque trabajen bien y mucho, gozan de reconocimiento? ¿Por qué crees que en España la figura de la mujer en la cocina y en la hostelería sigue siendo menos visible que la de los hombres?

Soy muy constante y persigo las cosas que quiero conseguir. El triunfo de una empresa no es solo tuyo, también de la gente que trabaja contigo, a la que tienes que saber mandar, dirigir, liderar. Y en eso soy muy buena.

Has creado desde cero seis conceptos gastronómicos diferentes con los que sumergir al comensal en la cultura asiática: China Crown, Tottori, Le Petit Dim Sum, Shanghai Mama, Bao Li y Lelong Asian Club. ¿Cuál es tu “niña bonita”?

No puedo decantarme por ninguno. Cada uno de los restaurantes aporta algo distinto al Grupo China Crown y a la gastronomía de España. Son conceptos diferentes, cada restaurante cuenta con su propia personalidad, pero en todos queremos darle al cliente una experiencia inolvidable.

El cliente nacional ¿siempre ha sabido valorar como se merece la cocina china? ¿Cómo crees que ha evolucionado este comensal español?

La cocina asiática cada vez está más extendida en España. Ya no solamente piden comida española para las celebraciones. Sin ir más lejos, hemos servido catering de China Crown en algunas bodas.

¿Qué debería pasar para dejar atrás las etiquetas y los tópicos de los restaurantes de comida china españoles?

Cada vez los españoles demandan más comida tradicional, no se ciñen a los platos que estaban acostumbrados. Poco a poco van conociendo más la cultura y la gastronomía.

Para este ejercicio, anunciasteis nuevas aperturas. ¿Cómo van los planes?

Por el momento todo sigue su curso, podemos estar contentos de decir esto. El último trimestre del mes va a ser muy importante para nosotros con las cuatro aperturas previstas en Madrid y una en Alicante.

Con el fin de abandonar el plástico y ser cada vez más sostenibles, Areas, especialista en restauración en el mundo de los viajes, ha lanzado en el ‘Travel Channel’, tazas comestibles y biodegradables creadas por la startup búlgara Cupffee.

Es una clara alternativa sostenible a los ya tradicionales vasos de plástico y papel. Estos vasos comestibles están realizados con galleta de productos naturales, bajos en calorías y disponibles en dos formatos (110 ml y 220 ml).

Es de destacar que se trata de un producto pionero en España que sustituye así a los vasos de plástico de café porque cuenta con gran resistencia térmica y a la humedad.

Areas For Change Challenge

La implementación del producto está englobado dentro del proyecto ‘Areas For Change Challenge’, desarrollado en colaboración con Eatable Adventures, una de las principales aceleradoras mundiales de Foodtech.

Dónde están las primeras tazas comestibles

Los vasos de café Cupffee o tazas comestibles ya están en los establecimientos Deli&Cia, de los aeropuertos de Barcelona, Palma de Mallorca, Alicante e Ibiza. Además, el café que Areas servirá en estos vasos es orgánico, sostenible y respetuoso con el entorno.

No es casualidad que tal establecimiento haya sido el primero en adoptar estos vasos comestibles. Deli&Cia está comprometido con la sostenibilidad y la economía circular. Es de destacar que la construcción del local está hecha con materiales reciclados, y tienen una propuesta gastronómica saludable, con un packaging ecofriendly.

Como marca propia de Areas, Deli&Cia nace en el año 2013 con la apertura de su primer local en Palma de Mallorca, y ahora posee 28 locales en 7 países. La marca está presente en los principales aeropuertos españoles, donde se incluye Madrid Barajas, Barcelona, Palma de Mallorca, Ibiza y Alicante.

Blanca López, directora de Comunicación, RSC y Experiencia de Cliente en Areas, señala que "el proyecto ‘Areas for Change Challenge’ buscaba dar respuesta a los retos propios de la compañía para los próximos años y del sector de Food & Beverage y Travel Retail, con un enfoque en 3 categorías: sostenibilidad, gastronomía y digitalización”.

 

Gyro, shawarma o dönner son acepciones similares de los famosos bocadillos que privan en Grecia, Medio Oriente o en la Turquía otomana. Y que vuelven a triunfar en el segmento del street food occidental, como consecuencia de que empresas como German Dönner Kebab (GDK) han sabido aplicar la filosofía y principios operacionales de la restauración organizada, a una comida étnica popular que, en países como Alemania, donde se inició su demanda a principios de los años setenta, supone un mercado de 3.500 millones de euros y un consumo de 600Tm de carne cada día.

Recordemos que en España, a principios de la década del siglo XXI, dos reconocidas marcas tales como Instanbul Döner Kebab (ejemplar su cocina central en Casarrubios del Monte) y la canaria Abassid Dönner Kebab (después ADK, tras la compra por Eat Out) hicieron las delicias de los comensales españoles y de los turistas, con sus cartas de diferentes ofertas de kebabs.

El líder internacional de este concepto tiene su sede en Berlín, pero no opera en Alemania. Su fundador Farshad Abbaaszadeh, se ha ocupado de disponer de una ejemplar factoría que elabora, desde 1989, dönner de calidad (posee su propia receta con más de 20 aliños para las carnes) que encaja perfectamente en los QSR de cualquier país.

German Dönner Kebab quiere abrir donde nació
Fuente GDK

Como en Dubai, donde abrió, franquiciado, su primer local en 2013, lo cual motivó el interés de Athif Sarwar, con su empresa en Escocia, Hero Brands, que atesora también las marcas Island Poké y Choppaluna, de iniciar la expansión internacional, mediante un contrato de master franquicia para el Reino Unido, llegando a operar, en sus ciudades, con 120 de los 150 establecimientos que ya han sido abiertos, en siete paises de Europa y EEUU (recientemente la Sexta Avenida de NY dispone de un auténtico flag-ship de la marca, presente también en Brooklyn y en la texana Frisco) donde combina kioskos de 6m2 con restaurantes del alrededor de 50/60m2 de superficie.

Fuente GDK

Expansión

Sarwar, que desde 2017 ha pasado a poseer la mayoría del capital de GDK, quiere que la marca se extienda por más países y, además de los 33 locales abiertos en 2022, planea añadir a la red otros 30 para 2023. Por eso superará la timidez de Abbaaszadeh y se plantea entrar con sus locales en un maduro mercado como es el alemán, antes de que termine el año.

Buen final para un caso donde puede decirse que nadie es profeta en su tierra.

 

Restalia, la mayor multinacional española de restauración organizada, refuerza su equipo directivo con los mayores expertos del sector. La compañía está en una de las etapas más trascendentales de su historia y pronto cumplirá 25 años.

Por ello se prepara para un gran crecimiento dentro de un plan dirigido a impulsar su crecimiento, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, donde revisará el catálogo de sus cinco marcas actuales y tiene pensado incluir nuevos conceptos a lo largo de los dos próximos años.

La compañía tiene entre manos un importante plan estratégico, ‘Restalia 2030’, y por ello ha reunido a los directivos que marcaron la trayectoria de Restalia en sus 25 años de historia.

El equipo directivo de Restalia

Virginia Donado es consejera corporativa desde 2022 y ahora asume la dirección general. Carlos Pérez Tenorio, director general de Restalia durante 11 años en su primera etapa y actual presidente de Marcas de Restauración, se reincorpora como director de Estrategia e Innovación; mientras que Belén Martín liderará la plataforma logística y de compras de la compañía.

Además, la compañía está definiendo su órgano de gobierno para simplificarlo y adaptarlo a su nueva estructura.

Incremento del 12% en ventas en el primer semestre del año

Restalia continúa su línea de crecimiento. Ha cerrado el primer semestre del año con un incremento del 12% en ventas comparables, y más de 80 operaciones comerciales a nivel nacional e internacional.

Una de las marcas de la compañía, TGB, celebra este año su décimo aniversario, y ha abierto recientemente en Alicante, Ciudad Real, Madrid, Jaén o Albacete, entre otras. 100 Montaditos sigue incrementando su presencia en zonas como Cádiz, Jerez, Madrid, Las Palmas o Torrevieja, entre otras localizaciones. A nivel internacional, ha abierto en Portugal y Roma; en República Dominicana y una doble inauguración en Miami.

Las enseñas más jóvenes de Restalia, Panther y Pepe Taco, tampoco han dejado de crecer. Concretamente, Panther se estrenó en el país vecino a principios de año y ya prepara una próxima apertura en Madrid; por su parte, Pepe Taco, la cadena de comida mexicana “street food”, también abrirá en el centro de la capital.

Restalia Holding –100 Montaditos, Cervecería La Sureña, The Good Burger, Panther y Pepe Taco–, es una compañía española líder en restauración organizada que lleva 25 años innovando en la hostelería y el ocio, introduciendo en España conceptos nuevos que han triunfado y que otros han replicado en el mercado.