Sandra Tarruella Interioristas

Alrevés es una de las últimas propuestas gastronómicas que ofrece la ciudad de Barcelona, aunque el local no es nuevo. Nos explicamos. El que era el antiguo restaurante Bimba’s, ubicado junto a la emblemática Avenida Diagonal, a la altura del barrio de Pedralbes, se presenta con nueva imagen de la mano de Jorge Gay de Montella, del Grupo Trapío. Los clientes de Alrevés ya pueden disfrutar de una oferta culinaria mediterránea a los fogones del chef Xavi Rue y asesorado por Josep María Masó, con servicio de comidas, cenas y copas en un local que también cuenta con terraza.

La intervención "busca darle la vuelta al espacio y volver a poner en el radar de la oferta gastronómica barcelonesa esta nueva versión del restaurante", explican desde el estudio de Sandra Tarruella Interioristas, autores del proyecto. Especialistas en interiorismo de locales de restauración, hace unos meses también presentábamos otro de sus proyectos realizado este 2023, el Restaurante Brutus, en Palma.

Una caja blanca protagoniza el comedor de Alrevés

El interior del local suma casi 280 metros cuadrados y se ha zonificado en dos ambientes distintos en torno a una gran gueridón, que es un mueble auxiliar para el servicio de los camareros. A partir de ahí, el planteamiento del proyecto de interiorismo se focaliza en convertir el comedor en una gran caja blanca que contrasta con el suelo de madera oscura y, a la vez, darle calidez y elegancia con el uso de materiales naturales de calidad.

Alrevés
Casi todo el mobiliario de Alrevés es de madera de roble e iroko y se combinan piezas de diferentes formas y acabados para crear una atmósfera dinámica pero armonizada. Foto: ©Salva López

Nada más entrar, hay un acogedor salón donde los clientes esperan el turno de mesa y que también se utiliza para tomar una copa o un cóctel después de cenar. Y sobre las cabezas de todos se presenta una retícula en el techo realizada con listones absorbentes que no solo aporta valor estético al comedor, sino que también contribuye al confort acústico de la sala de Alrevés.

A la hora de equipar el nuevo local se han revitalizado las mesas y la barra existentes dándoles una nueva imagen "jugando con el mobiliario, colocando mesas y sillas de distintas formas y colores para crear un espacio dinámico y original", explican desde el estudio de Sandra Tarruella. El objetivo es que cada comensal encuentre su sitio, incluyendo los grupos, teniendo en cuenta que se han diseñado mesas expresamente para ellos.

Muebles a medida diseñados por Sandra Tarruella

Todo el mobiliario de Alrevés es prácticamente de madera de roble e iroko, combinado con tapicerías neutras muy elegantes y funcionales. Incluso el estudio ha desarrollado el diseño de mobiliario a medida que funcionan como piezas escultóricas visiblemente contundentes, que aportan matices y originalidad al espacio. Una relevancia que también se lleva la iluminación del proyecto "categórica y focal, para ensalzar la atmósfera espacial", detallan desde el estudio.

 Alrevés
Para la terraza de Alrevés, el estudio de Sandra Tarruella Interioristas hizo una prolongación in&out con la idea de mantener la misma línea estilística. Foto: ©Salva López

Por su parte, la terraza del nuevo restaurante Alrevés, con unas dimensiones de 114 metros cuadrados, se concibe como una extensión del interior que fluye hacia afuera mediante el uso del mismo lenguaje y con la prolongación, incluso, del techo blanco. Además, se ha colonizado este espacio ajardinado con una serie de macetas de diferentes alturas y tamaños que se iluminan por la noche, creando un ambiente muy agradable.

El restaurante Alrevés se suma al extenso portfolio de proyectos de interiorismo del estudio catalán y en él implementan las últimas tendencias del diseño de los espacios de restauración. Entre estas destacan "una conciencia más sostenible en materiales y productos y el protagonismo de las terrazas", tal como la propia Sandra Tarruella explica en esta entrevista que le hicimos.

 

 

Brutus. El nombre no es casual. Hace referencia al brutalismo, movimiento arquitectónico de los años 50, tan latente en los diferentes espacios del nuevo restaurante diseñado por Sandra Tarruella Interioristas, debido al uso de hormigón y la estructura vista, además de texturas ásperas y tonos grises. Este fue el punto de partida del proyecto.

 

Se trata de un restaurante italiano que ofrece servicio de brunch, comidas y cenas y donde el cliente puede ver la preparación de los platos gracias a su cocina mayormente abierta y a las tres barras que tiene en el centro del local destinadas a bar, preparación y cocinado, dando como resultado un local dinámico y honesto.

El color primario en el brutalismo, el naranja, se ha utilizado en algunos elementos del local, como el horno de la pizza
El color primario en el brutalismo, el naranja, se ha utilizado en algunos elementos del local, como el horno de la pizza (©Salva Lopez)

La distribución del nuevo restaurante se plantea con una entrada a modo de salón para esperar el turno o para tomar un cóctel después de comer. Y luego está la zona principal con mesas redondas y cuadradas para grupos pequeños y parejas, incluyendo una acomodación con bancos para clientes más numerosos. Todo el mobiliario ha sido diseñado a medida por el estudio de interiorismo en madera de ipé y teca para aportar la calidez que contrasta con el frío material predominante.

 

El interior del local está conectado con la terraza de forma que ambos ambientes se integran como si fueran uno solo, teniendo en cuenta el agradable clima de la isla a lo largo del año. Macetas a diferentes alturas que por la noche se iluminan y el protagonismo del algarrobo como árbol autóctono crean una agradable ambientación exterior.

El restaurante Brutus cuenta con la terraza central del edificio y con la planta baja de uno de los bloques (©Salva López)
El restaurante Brutus cuenta con la terraza central del edificio y con la planta baja de uno de los bloques (©Salva López)

El proyecto Gomila y la familia Fluxà

El nuevo restaurante Brutus está ubicado en la Plaza Gomila, punto neurálgico de uno de los barrios más emblemáticos de Palma, El Terreno, que vivió su época gloriosa en los 80, como la zona de ocio nocturno más popular de la capital balear. Tras unos años de decadencia, el lugar se encuentra actualmente en pleno proceso de revitalización gracias al llamado proyecto Gomila.

 

Detrás de este plan urbanístico está la familia Fluxà, propietaria de la marca mallorquina de zapatos Camper, quien adquirió una serie de edificios y solares en el entorno de la plaza y pidió a los arquitectos GRAS  y MVRDV que desarrollaran un proyecto. Cada uno de los siete edificios ofrece un cromatismo y una identidad propia y el restaurante Brutus se halla en el de color blanco.

El proyecto Gomila abarca varios edificios de diferentes colores (©Salva López).
El proyecto Gomila abarca varios edificios de diferentes colores (©Salva López).