Tortilla

Findus Food Services acerca a los profesionales de la hostelería la base para tortilla de patata y cebolla. La preferida por los españoles, según ha revelado recientemente el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en un estudio que pone fin a un dilema que ha dividido tradicionalmente a la opinión pública española: con o sin cebolla.

Un hecho que también refrenda Findus Food Services con sus datos de volumen de ventas: de 1.500 toneladas de base de tortilla de patata que se venden al año, 1.200 toneladas son de base de tortilla de patata con cebolla.

El producto estrella de bares y restaurantes

Se trata de uno de sus productos estrella en restaurantes y bares españoles, que ahora además pueden ofrecer a sus clientes la que es su tipo de tortilla preferida: con cebolla y poco hecha.

La compañía aporta soluciones culinarias que se adaptan a todos los gustos, por ello, tiene la  base de tortilla de patata también con cebolla para el canal Horeca.

Está compuesta de la mezcla de patatas de corte casero (fino e irregular), y cebolla pochada elaborada a fuego lento en aceite de girasol; una base de alta calidad que supone un ingrediente clave ideal para realizar esta receta con el auténtico sabor de las mejores tortillas caseras. Y con menor inversión en tiempo y dedicación.

Findus Food Services y la innovación para el hostelero

La compañía apuesta por una permanente innovación para ofrecer las mejores soluciones culinarias adaptadas a cada una de las necesidades que puedan tener los consumidores actuales y potenciales.

“La base de tortilla de patatas cubre tres aspectos fundamentales para los chefs y los responsables hosteleros: la facilidad de elaboración, el ahorro de tiempo y la posibilidad de combatir el desperdicio alimentario”, afirma Aldo Saretti, Brand Manager de Findus Food Services España.

Hablamos de un producto práctico y versátil que facilita al máximo el trabajo en la hostelería, donde muchos establecimientos elaboran diariamente grandes cantidades de tortilla de patatas al ser uno de los productos más populares de la gastronomía española.

Paseando por el eixample barcelonés, entre restaurantes de diseño, asiáticos y hamburguesas gourmet, la propuesta de Los Tortíllez es completamente diferente. Te encuentras con un local de los 80, por su decoración y una carta de clásicos del tapeo y de cocina familiar tradicional protagonizada por un producto: la tortilla. 

 

Hay una decena de especialidades diferentes de ella, elaborada al momento y con un punto de cocción al gusto del cliente. Son individuales de 12 cm, hechas al momento, con patatas y huevos camperos de Galicia, y diversidad de ingredientes locales. Algunos ejemplos son la Abuela Tortíllez (clásica tortilla de patatas con o sin cebolla); la Cayetana, con trufa, jamón ibérico, cebolla caramelizada y queso de cabra; o la Carmiña, con lacón con grelos, la de curry tailandés, por citar solo algunas. 

 

“El hecho de que estemos especializados en tortillas es por una necesidad personal nuestra. Veíamos que se había perdido bastante en Barcelona lo que es el bar de toda la vida, donde se comían tapas ricas, y, era muy difícil encontrar una buena tortilla de patatas, mientras que cuándo viajas por el resto de España es muy fácil”, explica su propietaria Vicky Martínez. 

 

Como nacieron antes de la pandemia, la creación de la carta y de cada una de las tortillas fue una supervivencia pura y dura, “queríamos aportar aquellos platos que se comen con patata habitualmente, y pensamos por qué no meterlos dentro. Eso fue al principio. A partir de ahí introducimos otros sabores diferentes… Hay algunas tortillas que tenemos siempre en carta y luego vamos sacando las que son de edición limitada, como la que sacamos en Navidad de "carn d’olla", o de temporada como la "trinxat" que hacemos con col”. Y se quedan fijas en la carta las que más triunfan y gustan al público. 

 

No solo tortillas, pues, aunque son el eje principal, en este local también hay platillos y tapas presentadas bajo el paraguas de ‘otras maravillas’: pimientos del padrón, escabeche, ensaladilla rusa, la esqueixada de bacalao, el meloso de ternera con salsa oporto… también sacado del recetario familiar de toda la vida. 

Espíritu ochentero

La decoración del restaurante es como viajar al pasado, a los 80, por ello destaca dentro del barrio en el que se ubica. Muebles de formica en la cocina, aparadores de madera caoba, gres en el suelo… “Ese el espíritu que hemos querido traer a esta casa de comidas de toda la vida. No queríamos que pareciese decorado, sino que fuese todo auténtico”, explica el chef y copropietario, Liad Finkelstein. 

 

Esta decoración encaja con la comida que sirven. “Es lo que hemos buscado, que todo siga una misma filosofía e historia”, puntualiza Vicky. “Yo me siento muy identificada con los ochenta porque es mi época y además el local era de un matrimonio gallego que habían estado aquí 33 años trabajando… Hemos limpiado, reformado, lo hemos tocado casi todo, pero no lo parece…”. Además nos encontramos con muchas piezas originales de la época, mesas, espejos, azulejos de las paredes… 

 

Como anécdota, Vicky narra que tuvieron que pasar una especie de cásting con el matrimonio de propietarios para ver quién se iba a quedar en su local, “porque era casi como un hijo para ellos y les apetecía poder venir y que se respetara a su clientela que les aprecia tras tantos años, y querían tener esa continuidad. Ellos hacían comida gallega, nosotros hemos introducido las tortillas, pero tenemos platos con recetas que nos han pasado ellos, que eran súper apreciados y que hemos mantenido, incluso con los proveedores”. 

Capeando años complicados: los retos para 2023

Los Tortillez es el segundo local de sus propietarios, tras Tapazia, ubicado en Gràcia. De momento concentran todas las energías aquí para poder volver a retomar el proyecto de Tapazia este año. Su propietaria destaca que, si pueden permitirse tener toda la producción en Los Tortíllez y llevarla al Tapazia, “entonces multiplicamos. La previsión es abrir de nuevo el local de Gràcia en marzo-abril”. 

 

A destacar que en ambos locales trabajan con personas en riesgo de exclusión social -camareros y parte de la cocina-, y eso también implica que necesitan más tiempo para acomodarse en los sitios, con mayor aprendizaje. “Para que todo funcione aquí y pueda funcionar allí, necesitábamos ir poco a poco. Aprovechamos también el invierno, que en el barrio de Gràcia es más flojo, y más adelante veremos qué hacemos, pero siempre con el concepto de las tortillas, que, de hecho, nació en Tapazia”.  

 

En cuanto a la subida de precios que afecta a todos, su propietaria Vicky Martínez, responde que no llevan tanto tiempo para poder valorar costes. “La pandemia no nos permitió más que estar y ya está. Darnos a conocer. Hemos dedicado todas las subvenciones que se daban para digitalizarnos e invertir en publicidad porque creíamos en nuestro producto, la gente estaba súper contenta. Si bien dejamos en stand by el otro local para concentrarnos en este”.  

Tendencia Horeca, la vuelta a los orígenes

No sólo lo dicen ellos. Los gurús de las tendencias en restauración auguran una vuelta a los orígenes. Y es lo que practican en Los Tortíllez con fuerza y éxito. “Creo que Barcelona hace un tiempo que no tiene esta parte. Dentro de nuestra muy poca experiencia y del poco tiempo que llevamos aquí, sí que recibimos estos inputs de los clientes. Aquí se puede comer súper rico, pero es cierto que también en la ciudad hay todo tipo de cocinas y grandes restaurantes”.