Trattoria

Riccardo y Vittorio Figurato son hermanos y son de Nápoles, aunque desde 2017 son un poco más “de aquí”, no en vano, en ese año abrieron su primer local en Madrid, donde han conseguido en tiempo récord ubicar su flamante negocio de pizzas como la número 1 de España y como la 2º Mejor Pizza de Europa según el 50 Top Pizza.

  

El éxito -de popularidad, clientela y prestigio- les llevó incluso a crecer y a abrir un segundo restaurante en 2019. En la Trattoria Popolare, además de poder degustar la mejor pizza napolitana, también se puede disfrutar de buena pasta fresca “fatta a mano”, en un local más amplio donde el comensal se siente, literalmente, como en Italia.  

Pero el negocio siguió creciendo y creciendo, esta vez con el delivery y take away que abrieron en 2012. Con Fratelli en Casa los hermanos Figurato consiguen vender más de 6.000 pizzas al mes. Y todas ellas cocinadas con pasión y con ingredientes 100% italianos, como el AOVE Guglielmi Biológico, la harina Petra semi-integral 100% de trigo italiano molido a la piedra, o la mozzarella de búfala DOP de Caserta.  

El secreto del éxito… Quizás también tenga algo que ver que ambos proceden del mundo del marketing y que además de elaborar buenas pizzas, las saben vender bien. 

En 2017 abristeis vuestro primer local en Madrid ¿Por qué aquí y no otra ciudad?

VF. Llegamos a Madrid en 2014. Mi hermano Riccardo un poco antes para hacer un master en International Business y luego yo, para un trabajo en Marketing. Llegamos aquí porque nos gustaba la ciudad y decidí reunirme con mi hermano Riccardo y vivir juntos en Madrid. Después de 3 años viviendo aquí, vimos que había la posibilidad de emprender y de dar alas a nuestra mayor pasión: la cocina y concretamente a las pizzas. Había pocas pizzerías y al mismo tiempo, en Europa, se estaba desarollando el mundo de la pizza napolitana. Todo ello nos dio pie a pensar en que era el mejor momento para hacer algo nuestro.

En tiempo récord habéis conseguido destacar y además, ganar el premio de la Mejor Pizza de España y el 2º de Europa. ¿Cuál es el secreto del éxito?
VF. Dos cosas: un producto excelente y una marca cercana y familiar. Por un lado, apostamos por un producto de muy alta calidad, invertimos muchas horas a la semana para el desarollo del mismo, para buscar siempre algo mejor. Somos curiosos e inquietos… Y por otro lado, trabajamos una marca fundada en la tradición y en la familia. Una marca que crea conexión con los clientes y que proporciona una experiencia. También hay que decir que abrimos, por suerte, en el barrio italiano de la capital y, poco a poco, nos hicimos con ellos y el boca a boca fue fundamental.
En 2021 y a raíz de la pandemia, empezasteis con el servicio a domicilio. Decís que vendéis unas 6.000 pizzas al mes… ¿Trabajáis en una cocina central, o en el mismo restaurante? ¿Cómo se logra controlar la calidad con tanto volumen?

VF. Cuando empezó la pandemia, vimos muy claro que había que apostar por la venta desde el entorno digital y por el servicio a domicilio. Fuimos entre los pocos en dar este servicio desde el día 1 de la pandemia y lógicamente nos hicimos con una gran parte del mercado. Al principio, decidimos hacer delivery a través de nuestros locales, ya que estaban cerrados al público. En cuanto terminó la pandemia, nos dimos cuenta que las ventas de las pizzas delivery había subido muchísimo y no podemos elaborarlas dentro de los locales. Es por eso que decidimos abrir en una dark kitchen compartida, para ser rápidos en abrir y en bajar los costes iniciales. Actualmente, vendemos alrededor de 6.000 pizzas en delivery al mes. Controlamos la calidad a través de muchas formación a nuestros colaboradores y con la ayuda de nuestros chefs, que se mueven entre locales para asegurarse de que la calidad sea siempre alta. El mundo del delivery conlleva una distancia entre nosotros y el cliente (cosa que no existe en los locales físicos) y es por esto, tenemos que cuidar hasta el más mínimo detalle.

“Hay que enamorar al cliente, y lo hacemos a través de nuestra marca"

¿Cuál es el truco para que vuestras pizzas gusten, y tanto? ¿Hay algo más allá de lo culinario?
VF. Como comentaba antes, primero hay que hacer un producto excelente y segundo hay que crear una relación con nuestros clientes. Hay que enamorarle y lo hacemos a través de nuestra marca y de todas las acciones de marketing que llevamos a cabo a diario. Venimos del mundo del marketing y sabemos lo útil y necesario que es para una marca. Intentamos que el cliente se enamore no solo de nuestro producto, sino también de lo que hay alrededor. Nuestra cultura del sur Italia, nuestras tradiciones, la historia de dos hermanos, de su equipo y de su pasión por la cocina. Solamente así nos diferenciamos verdaderamente de la competencia.
¿Qué papel cumplís cada uno de vosotros en la empresa? Uno tiene un papel más de cocinero, de jefe de compras, de cabeza pensante…
VF. Nos estructuramos desde el principio como una empresa. Mi hermano Riccardo es el jefe de producto y el CEO. Es la persona que se encarga de desarrollar los productos, junto con nuestro equipo y chefs. De hacer investigación y desarrollo y de proporcionar siempre algo nuevo y de calidad. Se encarga también de mantener la relación con los proveedores y de llevar la finanza de la empresa. Yo, al revés, me encargo de desarrollar la marca, el desarrollo de negocio y sobre todo gestionar la parte de recursos humanos, pauta fundamental en una empresa hecha de personas.
¿Seguís apostando por 100% ingredientes italianos o hacéis algún guiño al producto local?
VF. Somos fundamentalmente embajadores del made in Italy. Intentamos hacernos con lo mejor de nuestro país, importando los mejores productos directamente desde Italia. Sin embargo, estamos muy contentos con lo que nos ha dado España y los españoles y decimos hacer un guiño a esta bonita tierra con una pizza, que también ha ganado un premio prestigioso, Diavola de Léon. Un homenaje al chorizo, uno de los productos estrella español, que nos acompaña casi desde el principio de Fratelli Figurato.
La innovación siempre está presente, ¿Pero cómo lo lográis en un plato tan tradicional como la pizza?
VF. Primero de todo, nos basamos en el recuerdo. El recuerdo de la pizza hecha en casa con nuestros padres. El recuerdo de ir a cenar en las pizzerías de Caserta y Nápoles, un sábado por la noche. Aquellos olores, sabores y colores. Nos enfocamos en llevar todos esos recuerdos a la pizza y cada plato que proponemos. Sin embargo, queremos hacerlo mejor y es por eso que siempre miramos a la innovación como algo que pueda mejorar lo tradicional más que cambiarlo. Viajamos mucho a Europa y específicamente a Italia para aprender lo mejor y traerlo hasta nuestra casa, aquí en Madrid.
¿Cuál es vuestra pizza favorita? ¿Cuál es aquella que tenéis en mente y aún no habéis puesto en carta?
VF. Mi pizza favorita es la Diavola o la Salsiccia e Friarielli. La de Riccardo es sin duda la Margherita (la reina) o la Marinara. Tenemos muchas pizzas en la cabeza, y saldrán en el nuevo menú. Para nosotros es como un juego, nos lo pasamos genial, probando productos y creando recetas. Todo lo que tenemos en mente, lo ponemos en carta y nos enamoramos. Ahora llega la primavera, con sus productos, sus vegetales y tenemos muchas ideas que saldrán dentro de poco.
Planes de expansión, de más locales, de nuevos conceptos, de nuevas ubicaciones…
VF. No somos un grupo grande y no pensamos nunca en una expansión enorme. Decidimos abrir un nuevo restaurante simplemente cuando tenemos una nueva idea que contar. No abriríamos nunca locales idénticos por el simple hecho de abrir. Pero sí, hay proyectos. De hecho, estamos actualmente trabajando en un nuevo concepto que no podemos revelar aún y que esperamos poder lanzar lo antes posible.
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