Gran Meliá, marca de lujo de Meliá Hotels International, celebra la inauguración de su más reciente proyecto en Barcelona: Torre Melina, a Gran Meliá Hotel. Con esta apertura estratégica, la empresa hotelera promete dar una nueva perspectiva al sector del lujo y la hotelería de la ciudad de Barcelona desde un oasis urbano en la zona alta de la Diagonal.
Apenas un año después de anunciar la incorporación de este emblemático establecimiento (antiguo Hotel Rey Juan Carlos) a la selección de propiedades Gran Meliá, la cadena hotelera abre las puertas del único establecimiento en su categoría en Barcelona. Ubicado junto al Palau de Congressos de Catalunya, el nuevo Torre Melina toma su nombre en honor a la antigua masía del siglo XII en cuyos terrenos se encuentra enclavado el hotel. En esta nueva etapa, aspira a convertirse en un complejo hotelero y de congresos puntero, también en cuanto a ocio urbano.
“La apertura de Torre Melina Gran Meliá tiene una relevancia extraordinaria para el turismo MICE y de lujo en Barcelona. La ciudad no solo recupera así un hotel emblemático para el turismo de negocios, anexo a las instalaciones que suponen el gran proyecto de reuniones de Europa, sino que da la bienvenida a un producto totalmente renovado y convertido en un destino en sí por la excepcional oferta interna de servicios de gran calidad e interés tanto para los que se alojan como para los propios ciudadanos de Barcelona”, según Ramon Vidal Castro, Director General del complejo hotelero.
Erre de Urrechu Barcelona en Meliá
Dentro del hotel, uno de los espacios que más llama la atención es el restaurante Erre Barcelona de la cadena Erre & Urrechu, liderado por Íñigo Urrechu. Ofrece su destreza artesanal y la experiencia en una alta cocina a la brasa.
Situado en el vestíbulo del hotel, este asador presta una atención meticulosa a la selección de ingredientes, destacando las verduras ecológicas de temporada, pescados salvajes y las carnes nacionales e internacionales más destacadas. Además, los comensales podrán deleitarse con una extensa carta que ofrecerá más de 200 vinos.
“Erre es materia prima, es pasión, es fuego, es profesionalidad, es cariño… pero sobre todas las cosas, es la casa de nuestros amigos. Es vuestra casa, donde nos reunimos, compartimos, celebramos y vivimos. Erre Barcelona es para vivirlo con y para vosotros”, explica Íñigo Urrechu junto a Ramón Vidal, director general del hotel.
Según el chef, en declaraciones a Caternews, en la carta veremos algunos clásicos de su propia gastronomía como el mar y montaña en la ensalada de bogavante. Las carnes y la brasa son protagonistas y le dan importancia a su maduración y cortes.
Pensado tanto para el público local como internacional, en este apartado destaca el Ragout de ciervo o el Entrecot de cebón de Angus, recetas clásicas del cocinero que se preparan en brasas de madera de encina.
En los pescados sobresalen platos como el arroz Meloso con carabinero con intenso sabor a mar o el Txangurro a la Donostiarra, en su cáscara y con su aroma y sabor más auténtico. También tienen un lugar de honor las verduras, elaboradas sobre madera de naranjo como el puerro asado con trufa y mantequilla tostada, o los corazones de alcachofa a la brasa con cecina.
Presentan el plato con tres cuchillos diferentes, en el corte, según el tipo de carne, dando opción y elección al comensal. “Me gustan maduraciones cortas, de 28 días a 2 meses máximo, antes de madurar lo importante es saber qué queremos conseguir porque cada raza tiene su punto de equilibrio”, nos comenta Íñigo Urrechu.
El chef tiene varios restaurantes repartidos por la geografía: “cada restaurante es propio si no haría franquicias, y no es para nada el objetivo. No es lo mismo la oferta de Marbella que lo que hacemos en Barcelona, requieres de otros platos diferentes, en todas las comunidades se cocina muy bien, necesitábamos dar una identidad propia y hay platos de aquí que no están en otros restaurantes ERRE”.
El hotel y su renovación
El edificio que alberga Torre Melina Gran Meliá, inaugurado en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, no solo presenció momentos icónicos, sino que también se convirtió en el epicentro de la determinación y el liderazgo de la ciudad. Su renovación no solo supone la apertura de un hotel; es el resurgir de un legado, un recordatorio tangible de la grandeza de esa ciudad cosmopolita y vibrante que inspiró a viajeros, escritores y grandes artistas.
En el nuevo Torre Melina Gran Meliá, la marca de lujo de Meliá Hotels International ha querido plasmar los rasgos más distintivos de su filosofía, asentada en la apuesta por los placeres sencillos, la conexión con la tierra, el respeto por las cosas bien hechas y la elegancia en cada detalle. Trazos que se perciben en cada rincón y en cada uno de los servicios que ofrece el establecimiento.
Torre Melina Gran Meliá se presenta como un resort urbano de desconexión y calma, pero también, de ocio, gastronomía y lujo. Para ello, cuenta con 391 habitaciones y suites, 18 salas para eventos interiores y exteriores, un Rooftop privado con vistas 360º, varias piscinas, servicios de bienestar de alta gama, los exclusivos jardines modernistas de Torre Melina —25.000 m2 donde los huéspedes pueden sumergirse en un entorno natural exclusivo—, y una oferta gastronómica de vanguardia, con Erre de Urrechu como restaurante de cabecera, una propuesta más refrescante con Beso Pedralbes, así como la mejor mixología en Chroma de la mano de Erik Lorincz.
Habitaciones y suites exclusivas completamente renovadas, uno de los mayores atractivos que redefinen la experiencia Torre Melina Gran Meliá
Las nuevas suites representan una de las propuestas más destacadas después de la renovación del hotel, gracias a la visión estratégica en el segmento de lujo por parte de MHI, en sintonía con el sello Gran Meliá.
El establecimiento cuenta con 391 habitaciones y suites, divididas en 14 tipos, desde las habitaciones entry level Deluxe, hasta la exclusiva The Royal Penthouse Suite RedLevel, un auténtico refugio de 300 m2 de confort y privacidad, ubicado en lo más alto del hotel y distribuido en 3 plantas con salón independiente y rooftop propio.
Y en la 14º planta, para los huéspedes más exigentes, la Presidential One Bedroom Suite RedLevel, con increíbles vistas a Barcelona y un equipamiento superior. Su decoración de vanguardia fluye por los 116 m2 de estancia distribuida en un salón independiente, cocina, baño con bañera y baño de cortesía.
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