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¿Se puede hacer alta cocina con especies marinas poco comerciales? ¿Los restaurantes gastronómicos  pueden llevar a cabo una cocina sostenible y respetuosa con el mar Mediterráneo? Las respuestas a éstas y a otras preguntas sobre los frutos del mar, la sostenibilidad, la cocina marinera, la pesca y los productos de las Terres de l’Ebre las obtendremos este próximo marzo en las jornadas profesionales, gastronómicas y científicas GastroMar L’Ampolla. Del 12 al 14 de marzo, L’Ampolla (Tarragona) albergará la tercera edición de este evento organizado por el Ayuntamiento de l’Ampolla, Repicat Sc y la Fundació Alícia. Unas jornadas que “combinan perfectamente los conceptos de ‘cocina y ciencia’ con el Mediterráneo como principal hilo conductor”, en palabras de Lluís Bofill, de Repicat.  

Esta tercera edición, además, será una de las más “estrelladas”, pues se contará con los showcookings y demostraciones culinarias de los chefs Joan Roca, Jeroni Castell, Paco Pérez, Joel Castanyé, Nicolás de la Vega, Francesc Beltri, Joseba Cruz, Joan Capilla, Xavier Pellicer, Carlota Claver, y Silvia Anglada. Todos ellos y ellas depositarán sobre el escenario del GastroMar L’Ampolla toda la pasión que sienten por los productos que nos regala el mar -y la tierra-, la misma pasión que trasladan a suculentas elaboraciones culinarias en sus restaurantes El Celler de Can Roca***, Les Moles*, Miramar** i Enoteca**, La Boscana*, Slow and Low*, Le Clandestin, L’Algadir del Delta, Xavier Pellicer, La Gormanda y Es Tast de Na Silvia. Y todos, incluido el pastelero Oriol Rovira, que pondrá la guinda dulce del evento, demostrarán que se puede elaborar alta cocina con especies de mar poco conocidas, y poco comerciales. Especies marinas y vegetales que con técnica son elevadas a la categoría de platos de lujo.  

Ensalzar las especies marinas menos comerciales

“En esta edición -cuenta para Caternewsdigital Lluís Bofill- hemos incluido más contenido que demuestra cómo ser más sostenibles. Queremos poner en valor y ensalzar esas especies marinas -pescados, algas, etc.- menos conocidas y que, por tanto, su uso en la restauración nos hace ser más sostenibles. Especies, además, que demuestra la riqueza del mar Mediterrráneo, una riqueza que se puede perfectamente trasladar a las cocinas profesionales”. 

De hecho, GastroMar L’Ampolla pretende enseñar cómo las cocineras y cocineros trabajan en directo con los productos que la parte académica y científica defiende y promociona, por sus particularidades y posibilidades culinarias y gastronómicas mientras se debate sobre el presente y futuro de todo. 

Así, mientras que de un escenario de GastroMar saldrán aromas a ingredientes del mar cocinados, en el otro escenario se debatirán las particularidades de cada especie marina, así como otros temas vinculados al mar Mediterráneo, desde un punto de vista y análisis más científico y académico. Para ello, pasarán por GastroMar, Iris Triola, Carmina Ontiveros y Anna Bozano de la Asociación Catalana de Mujeres del Mar, para explicar su punto de vista como pescadora, armadora y cocinera y bióloga del mar, respectivamente. También la divulgadora Eli Bonfill, oceanógrafa de plancton.cat y la armadora Cristina Caparrós. Científicos del IRTA La Ràpita i Monells hablarán de gastronomía circular; mientras que el proyecto de valorización de especies del mar poco conocidas llegará de la mano de la Cátedra Océanos y Salud Humana de la Universitat de Girona. La parte más científica y divulgativa también vendrá de la mano de Joan Alginet del colectivo GALP Terres del Ebre/Mar de l’Ebre (Grupo de Acción Local Pesquero), y de Toni Massanés y el equipo de la Fundación Alícia, quienes ofrecerán una conferencia titulada “Alícia, 20 años haciendo investigación para que todos comamos mejor”. 

“GastroMar son unas jornadas que pretenden reunir en tres días gastronomía, biología, cultura y tradición culinaria, antropología, pesca sostenible, mujeres y hombres del mar, chefs de todos los perfiles cocinando en directo e interactuando con científicos y expertos”, añade Bofill. 

GastroMar, que se celebra este año en el Hotel Flamingo de l’Ampolla, se podrá seguir en directo vía streaming por el canal de youtube GastroEvents y por TV en el Canal Terres de l’Ebre. En todo caso, son jornadas abiertas a todos los públicos, y más especialmente a los estudiantes y profesionales de la cocina, que podrán intervenir e interactuar con los chefs y conferenciantes. 

GastroMar, pionero y referente en la cocina marinera

GastroMar es un acontecimiento referente y pionero en este género y perfil de actos. Nacidas ahora hace tres años, las jornadas gastronómicas fueron merecedoras del premio “Catalonia Hub Seafood 2022”, en la última edición de la feria internacional Seafood Expo Global & Seafood Processing Global. 

 

Sus objetivos principales es fomentar el uso y consumo de los productos marineros, especialmente los del Delta de l’Ebre, promocionar el pescado de lonja y de bajo coste, y debatir con científicos, biólogos y especialistas sobre estos productos, y temas como la alimentación responsable, la cocina de aprovechamiento, sostenible, saludable y familiar. Así como dar visibilidad y potenciar la cocina en directo y demostraciones por parte de chefs, cocineras y cocineros de todas partes, de elaboraciones de platos y recetas tradicionales recuperadas, modernas y vanguardistas, utilizando estos productos. De hecho, en estas jornadas gastronómicas se tratan temas relacionados con la cocina marinera y la cocina a bordo, pero también de la sostenibilidad del mar, y del valor que tienen especies de pescado de lonja menos conocidas por el consumidor, y poco habituales a las cartas de los restaurantes. 

Plato cocinado en GastroMar 2022.
Plato cocinado en GastroMar 2022.

En el verano de 2022, se convirtió en la noticia del momento en Barcelona. Toni Romero (Suculent) iba a devolverle la vida el mítico local de la Bodega 1900 de Albert Adrià, y reconvertirlo en Romería. La apertura se esperaba para el otoño del pasado año, con el apoyo del menor de los Adrià y Pace Gastro. Sin embargo, desde entonces el proyecto sigue “en la nevera” a la espera de ser resucitado. Así lo ha anunciado el propio chef a Caternewsdigital. El chef, que prefiere no ahondar en el tema, insiste que este nuevo año no augura grandes movimientos, más allá de las novedades que pueda ofrecer a sus comensales en las mesas de su restaurante del Raval.

 

En Suculent, Toni Romero sigue su camino en solitario, pero con buena ruta. Formado bajo la estela de elBulli, Romero también trabajó en I+D del restaurante Arzak, realizó un stage en Akelarre, y pasó por el tres estrellas valenciano Maison Pic. Una base culinaria con los más grandes, donde aprendió técnica, y su pasión por la cocina, la que demuestra en su establecimiento, donde ofrece sabores definidos y potentes, con un protagonismo de fondos de sabor puro y específicos de cada producto. Para este 2023 solo busca mejorar, mejorar y mejorar.

El chef Toni Romero en su restaurante (foto de Suculent)
El chef Toni Romero en su restaurante (foto de Suculent)

Mejorar, mejorar, mejorar

Con el proyecto de Romería “en la nevera”, para este 2023, ¿qué novedades tienes preparadas en Suculent?

TR. Estoy tratando de mejorar el confort en el local y en la cocina, a la vez que tratar de mejorar nuestra dinámica y experiencia en general hacia el cliente. Nuestra oferta sigue en el mismo rumbo: nos gustan los platos con sabor y que se identifiquen los sabores. Por ello, este año nos enfocaremos en seguir mejorando y puliendo detalles, y quizás ahora lo podemos hacer un poco más rápido. Y sobre Romería, solo puedo decir que el proyecto está “retrasado”.

¿Qué balance haces del 2022?
TR. En general, hago un balance positivo. Hemos cambiado el horario abriendo de lunes a viernes, estamos más asentados, hemos hecho pequeñas reformas en el local, y esperamos poder seguir mejorando, o al menos esa es nuestra filosofía.
¿Qué opinas de “la reinvención” y el camino que han optado algunos de los que cerraron recientemente, como por ejemplo, los locales de elBarri?
TR. La pandemia ha actuado como una baraja de cartas para algunos restauradores. Cada uno ha elegido su mejor forma de afrontar la situación según sus posibilidades y su forma de ver la pandemia. Ha sido muy duro, pero hay que quedarse con lo positivo: han surgido nuevos modelos de negocio, o en mi caso particularmente he aprendido a gestionar mejor el restaurante con menos mesas que antes.
Toni Romero en la puerta de Suculent (foto de Suculent)
Toni Romero en la puerta de Suculent (foto de Suculent)

Madrid versus Barcelona

La restauración en Barcelona ha cambiado mucho en los últimos años, y hay quienes miran a Madrid con envidia ¿Eres uno de ellos o eres de los que cree que Barcelona todavía lidera el sector?
TR. Aunque Barcelona no está en su mejor momento, es una ciudad que tiene grandísimos restaurantes donde disfrutar comiendo bien. La alta gastronomía en Barcelona está a un nivel altísimo, pese a que económicamente haya menos volumen de negocio. Personalmente, tampoco busco trabajar en un local que esté todo el día abierto y llenando con gran volumen. Aunque es atractivo económicamente, como puede ser el caso de algunos restaurantes de Madrid. Pero me gusta el alma y el trato más personal en un restaurante con menos volumen y con el equipo estable.
¿Te gustaría dar el salto a Madrid o a otra ciudad?
TR. Por un lado me gustaría, aunque por otro, es un reto que me da respeto, y ahora mismo si lo hiciera sería sin abandonar la casa madre, el Suculent.
En tus inicios fuiste de los chefs que prueba suerte en los concursos de cocina ¿Qué opinas de ellos?
TR. Fue una bonita época, donde aprendí a autoexigirme. Cuando estás estudiando, los concursos son muy motivadores. Pero ahora mismo prefiero enfocarme en el restaurante y dar lo mejor en él.

Torni Romero en 9 preguntas

¿Un maestro?

TR. De la escuela, Nacho Porcar. De restaurante, Oriol Castro y Eduard Xatruch.
¿Un referente gastronómico?
TR. Ferran y Albert Adrià.
¿Un restaurante que hayas descubierto últimamente y que te haya fascinado?
TR. Harada (en Kyoto) y Culler de Pau.
¿Un clásico imprescindible?
TR. ¿Sólo uno? Me quedo con Casa Marcial.
¿Un ingrediente fetiche?
TR. Muchos… La temporalidad nos brinda ir cambiando de ingredientes preferidos. Guisante del Maresme, trufa negra, colmenillas, erizo de mar, gamba roja, etc.
¿Un ingrediente que nunca incorporarías a tus propuestas culinarias?
TR. Es difícil, porque me gusta todo, aunque quizás no usaría fermentados poco frecuentes, que no estoy acostumbrado a comer, o texturas muy babosas, como la del Natto (soja fermentada).
¿Un vino que te haya cautivado?
TR. Mestres Clos Damiana 2007; Domaine Arlaud, Chambolle Musigny 2012; Viña Tondonia 1982.
¿Un comensal para el que te haya “emocionado” cocinar?
TR. Ferran Adrià y Joan Roca.
¿Un sueño de futuro profesional?
TR. Aportar mi granito de arena a la gastronomía de Barcelona, y hacer disfrutar siempre a nuestros clientes.
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Sergio Bastard es un chef inquieto, perfeccionista, enamorado de su trabajo, y un “apasionado” del producto y de la sostenibilidad. En Santander regenta uno de los mejores restaurantes cántabros (y españoles), la Casona del Judío, merecedor de una estrella Michelin (que este año ha renovado) y de una estrella verde (que ha logrado este 2022).

Catalán de nacimiento (Barcelona, 1974), vallisoletano de crianza, pero “cantábrico” y “atlántico” de corazón, Bastard es uno de los chefs con más proyección del país.

Forjado en la escuela de cocina de Luis Irizar al tiempo que estudiaba la licenciatura de Derecho, Bastard es inquieto y con mucha sensibilidad por nuestro medio ambiente. Dos cualidades que le han llevado a convertir su establecimiento en uno de los más sostenibles (su objetivo es que sea en breve 100% sostenible).

En el tiempo que no cocina, ni crea platos, no gestiona compras o personal, Sergio Bastard desarrolla nuevos proyectos, como el huerto de halófilas –plantas del litoral– que utiliza a posteriori en sus elaboraciones culinarias.

En paralelo, reforma los espacios del restaurante para ubicar placas solares y de cargadores para vehículos eléctricos, o avanza en el empleo de ozono en lugar de jabones tradicionales. El compromiso verde se plasma incluso en la sala, donde lucen por su ausencia los manteles de las mesas.

En 2021, conseguiste la primera estrella Michelin, y este año la guía te concede la estrella verde. ¿Qué significa para ti?

S. La verdad es que es emocionante porque se valora la sostenibilidad que nosotros llevamos a todo, desde el producto hasta la energía que usamos en el restaurante. Nos alegra que se ponga el foco en este aspecto, porque al final sabemos que es algo que se va a imponer, y la guía Michelin aquí demuestra que es una pionera.

 

Conseguir esta estrella verde ha sido fantástico, porque es un premio al esfuerzo que llevamos invirtiendo desde hace tanto tiempo. Y así seguiremos, con o sin premios, porque esa es la línea que queremos seguir. Trabajar con producto 100% local y contribuir a la economía circular.

De hecho, uno de los proyectos más llamativos que llevan a cabo en esa línea es su huerto de halófilas, plantado en su restaurante, ubicado a 200 metros del mar.

S.  Sí, es un proyecto muy bonito, con el que hemos recuperado hasta 10 variedades de plantas marinas que viven con agua del mar y con agua dulce. Nos hemos centrado en las plantas del litoral cántabro, las que puedes encontrar en cualquier paseo de rocas y la idea es poder ampliar las variedades hasta 25. Las he elegido siguiendo el consejo de biólogos y también por pura curiosidad, probando variedades que en teoría no podían derivar en algo rico sobre el plato. Por ejemplo, el aonori, una maraña verde en crudo que, después de deshidratar y tostar, convertimos en un sabroso crujiente.

LA CASONA DEL JUDIO

Es un ejemplo más de su apuesta por la sostenibilidad, pero ¿qué más hace en esa línea?

S.  Llevamos trabajando esta línea de sostenibilidad desde hace años. Además de contribuir a la economía circular, como decíamos, intentamos comprar prácticamente todos los ingredientes en nuestro entorno, y queremos en el próximo año que el 100% del producto sea local: potenciamos el reciclaje; compensamos las emisiones de CO₂; hemos instalado placas solares; también pondremos puntos de recarga para vehículos eléctricos… No hay prisa, pero el mensaje es ese: convertir la Casona del Judío en un restaurante 100% sostenible.

 

Otra línea de trabajo es el reaprovechamiento alimentario. Lo hacemos con el suero del queso, y con la salmuera de las anchoas.

¿Podrías llevar este concepto de sostenibilidad a otro punto de la geografía, por ejemplo, a una gran Barcelona? 

S. Por supuesto, al 100%. Sería cuestión de adaptarnos al entorno. De hecho, eso es lo que más me caracteriza: soy un chef que me mimetizo, que me adapto al entorno y que hago la cocina que el territorio me permite hacer.

Creatividad, sensibilidad, territorio ¿qué pesa más en tu cocina?

S. La honestidad. Lo que hago en cada plato es respetar el producto y potenciar su sabor. Hacer que todo tenga sentido. Así es como lograrás conectar mejor con el comensal. No hago trampantojos, hago una cocina reconocible. Simplemente, me dedico a ensalzar lo que nos da la naturaleza.

Cómo chef, ¿cómo te defines?

S. Como un disfrutón. La cocina es una pasión. Amo lo que hago, y me gusta compartir con el cliente lo que percibo yo en cada plato. Por eso, para mí también es importante salir a la sala y conectar con mi comensal. Así puedo transmitir más.

¿Y cómo se lleva toda esta parte más pasional con la de llevar, gestionar, tu propio establecimiento?

S. No es tan complicado, porque al final trabajas sabiendo que esto es un negocio y que hay que saber sustentarlo. Cuando llevas tu propio negocio te das cuenta lo importante que es la gestión, pero si lo haces como yo, que la llevo al día, que sé lo que se compra, lo que se cocina, lo que se hace a cada momento, y que sé cómo está mi equipo, acaba siendo fácil.

 

También cabe decir que la pandemia me ayudó mucho en este aspecto. Me ayudó a aprender a tomar decisiones, y a saber que a veces tomas buenas decisiones, y a veces malas. Pero que incluso cuando te equivocas, puedes aprender de ello.

LA CASONA DEL JUDIO 2

De hecho, una de las partes de esa gestión tiene que ver con la puesta en marcha de la parte de eventos de La Casona del Judío, ¿no es así?

S. Sí, la parte de eventos y catering, que la lleva más mi mujer, nos ayuda mucho. Es una inyección económica que nos permite seguir creciendo como restaurante gastronómico. Al final, no hay que olvidar que estoy en Santander, y que el día a día cuesta. En verano sabes que vas a llenar siempre, pero el resto del año hay que buscar también otras vías económicas.

Una de las facetas de tu trabajo también es la de los concursos. De hecho, llegaste a la final del Cocinero del Año en dos ocasiones. ¿Qué recuerdo tienes de esa experiencia?

S. Guardo un bonito recuerdo. Lo cierto es que yo nunca he cocinado para un concurso, por eso creo que al final, el jurado no podía premiar un plato que no estaba “confeccionando” para el concurso. Y creo que mi cocina sacada de contexto no se entiende. Pero són experiencias muy bonitas que te ayudan a evolucionar. Además, siempre digo que es mejor “perder” y coger carrerilla.

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Este mes de noviembre será inolvidable para Fran Agudo. Un mes en el que ha sido coronado como el Mejor Cocinero 2022, en el Gastronòmic Fòrum Barcelona, y en el que ha conseguido la primera estrella Michelin para el restaurante cuyos fogones regenta, Mont Bar (Barcelona).

 

Nacido en Jaén, aunque criado en Lloret de Mar, este joven cocinero afinado bajo la batuta de los Adrià (Tickets) y los Roca, es uno de los chefs de moda. Lleva una década al frente de la cocina del Mont Bar, y algo menos, dirigiendo también Mediamanga, el hermano menor del establecimiento estrellado. Unos años de duro trabajo, de altibajos provocados por la pandemia, y de triunfos y recompensas a un trabajo depurado, técnico y que profesa amor por el producto y por la sofisticación reconocible. Es hora de recoger y saborear los frutos de años de esfuerzo.

Este noviembre será inolvidable con dos grandes reconocimientos a tu trabajo ¿Cómo se digiere todo esto en tan poco tiempo?

F. Con mucha calma y mucha ilusión ya que son dos premios que no nos esperábamos y nos da mucha motivación para seguir trabajando y para mejorar. Además, todo a final de año y casi de seguido. Seguimos todavía en una nube.

Pero, ¿cuál crees que es el secreto del éxito?

F. Creo que el éxito es, en realidad, sentirte realizado, ya que muchas veces, puedes estar trabajando duro y haciéndolo todo para obtener una distinción, merecerlo y no conseguirlo. En definitiva, hacer lo que te gusta y sentirte a gusto contigo mismo y si además te lo reconocen, pues mucho mejor.

Evidentemente, trabajar bajo el paraguas de los Adrià y de los Roca debe marcar. Pero si tuvieras que elegir un “maestro”, el que realmente ha marcado profesionalmente a Fran Agudo, ¿quién sería y por qué?

F. Te diría dos: mi padre, que fue el espejo en el que me he mirado como cocinero; y Albert Adrià, que fue el que me hizo ver un camino diferente, por el cual vivir como cocinero.

Pichon, calabacín y patata
Pichon, calabacín y patata

¿Qué va a suponer la estrella a partir de ahora? ¿Eres de los que piensan que a veces “puede pesar más que aligerar” el día a día?

F. De momento nos está suponiendo un aumento de las reservas hasta final de año. Por otro lado, no debe condicionarnos, ni agobiarnos. Hay que seguir trabajando como hasta ahora y seguir en la línea que estamos llevando. Es evidente que es un peso más en los hombros, pero también trae muchas más cosas: aumento de clientes, reconocimiento, demanda de puesto de trabajos, acercamientos de nuevos proveedores, etc.

¿Qué crees que les ha engatusado de tu cocina, qué les ha conquistado?

F. Creo que el trabajo de Mont Bar durante casi 10 años hace que se hayan dado los ingredientes para ello y que una vez estuve asentado en la cocina, he podido desarrollar una línea más centrada en los snacks, tratando de ser lo más fiables posibles en todos los platos de la carta y tener los menores fallos posibles.

La tecnología culinaria (maquinaria, ingredientes nuevos…), ¿cuánto ayuda a tu proceso de creación?

F. Es esencial, un producto nuevo o el uso de una maquinaria nueva, hace que te plantees nuevos platos y, además, en el caso de la maquinaria, hace que puedas desarrollar algo que antes no nos era posible.

¿Te imaginabas así, hace 10 años? 

F. De ninguna manera, cuando empecé con 23 años en el Tickets justo empezaba mi carrera y ni de lejos me imaginaba que estaría como estoy ahora. 

Mont Bar 64
Mont Bar 64

Eres chef gracias a…

F. Gracias a que en mi familia, casi todo el mundo se dedicaba a la hostelería. Decir que quería ser cocinero no fue raro para ellos, de hecho, fue mi padre el que me ayudó a conseguir mi primer trabajo.

¿Cuál es tu ingrediente favorito? ¿Y tu plato fetiche? ¿Tu cocina internacional preferida? ¿Tu restaurante favorito (que no sea Mont Bar)?

F. Mi ingrediente favorito es el vinagre de Jerez; la cocina china es mi cocina internacional preferida y mi restaurante actualmente, Ultramarinos Marín.

¿Cuál ha sido el momento más “amargo” que has vivido como chef y cuál el más “dulce”?

F. El más amargo, sin duda, fue ver durante los meses de pandemia el Tickets cerrado y el más dulce ha sido poder recoger una estrella Michelin.

No olvidamos tampoco hablar de Mediamanga ¿cómo logras combinar los dos conceptos?

F. Gracias a que tengo un equipo muy comprometido que me ayuda en el día a día a que todo sea más fácil. Tenemos un responsable de cocina en Mediamanga que se ocupa del trabajo diario. Además de contar con mi jefa de cocina, Antonia, que me ayuda a llevar también los dos.

Será ahora ¿más fácil o más difícil llevarlo todo adelante?

F. Hay que seguir trabajando como hasta ahora y seguir buscando la manera de mejorar. Nunca es fácil llevar dos locales y no bajar el nivel, pero estamos trabajando duro para que así sea. 

El futuro. Siempre nos gusta preguntar por él… ¿Cómo te imaginas en 10 años? ¿Quizás gestionando tu propio restaurante, en solitario? ¿O prefieres ir de la mano de un socio, como en Mont Bar?

F. Pues seguramente estaré más calvo que ahora y con más preocupaciones (jaja) y sobre todo esperando que los míos estén bien de salud, que es lo importante. El proyecto Mont Bar, y todo lo que venga, es un gran proyecto al que no le pongo fecha y en el cual me siento muy a gusto y como en familia.
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Con siete establecimientos a su cargo, el chef sevillano, es, hoy por hoy, uno de los pupilos “bullibianos” más aventajados. Rafa Zafra (Sevilla, 1981), “jefe” y chef de Estimar Barcelona y Estimar Madrid, vive en un constante proceso de expansión. Además de sus dos restaurantes propios, conduce con éxito otros proyectos: Madre Mía, con el hostelero alicantino Carlos Bosch, dentro de Ocean Drive Madrid, hotel de OD Hotels; Amar, ubicado en el lujoso El Palace de Barcelona, y gestionado junto Ricardo Acquista; Mareantes, su “cervecería” sevillana ubicada en el hotel boutique Tayko; Casa Jondal, su chiringuito de lujo de Ibiza; y Per feina, su especial homenaje a la comida de polígono, ubicado en el 22@ barcelonés.

 

A su galería de reconocimientos, se acaba de añadir el premio Rockie a la mejor apertura del año en Barcelona, según la guía Macarfi. Un premio que viene a respaldar su apuesta por la “casualización” del lujo que Rafa Zafra quiso abanderar cuando, en abril de 2022, abriera Amar Barcelona, en el 5 estrellas gran lujo más antiguo de la ciudad.

 

Ahora, entre gestión, cocina, compra de materia prima, agradecimiento a premios y otros, el chef tiene la mente inmersa en sus dos próximos proyectos, un “Estimar Atlántico” en Portugal y un “Estimar carne” en Madrid.

Rafa, solo mencionar todos los establecimientos que en la actualidad diriges, gestionas o regentas, casi nos da vértigo ¿Por dónde empezamos? 

R. Podemos empezar por lo más inminente, que va a ver la luz antes del verano del 2023. Dos proyectos con los que ando muy emocionado, porque voy a intentar llevar el espíritu de Estimar, lo que algunos llaman “el lenguaje Zafra”, hasta un lugar muy bonito de Portugal, a Comporta. Una de las zonas más auténticas y salvajes, donde los ricos juegan a ser pobres, pero donde realmente la naturaleza aflora por todas partes. Y lo voy a llevar a un hotel que va a ser 100% sostenible, con gallinas propias, huerto, pozo de agua, Realmente creo que será el hotel más sostenible de Europa, el By Acqua. El nombre del restaurante todavía está por decidir, pero sí sé que allí llevaremos cocina pura, y, por primera vez, ofreceremos el 90% de productos del Atlántico, con un invitado de honor, el Mediterráneo. Será todo un reto.

 

Y, por otro lado, un “Estimar carne”. Queremos hacer con la chuleta, lo que hicimos con el marisco, e introducir un lenguaje que hasta ahora no está escrito. Tendremos la mejor carne, pero también la mejor charcutería, los mejores foies, caza, aves… No va a ser una steak house, será algo muy diferente. Y queremos abrirlo junto a Estimar Madrid, de la mano de Alberto Pacheco y el sumiller Juanma Galán.

Cualquiera que haga un repaso puede pensar que Rafa Zafra es un cocinero con “hambre”, con ambición empresarial… 

R. Para nada. Los proyectos van surgiendo, de forma muy natural, por amigos, por conocidos… Me proponen, lo veo, y tiramos para adelante. Por ejemplo, Casa Jondal Ibiza surgió porque en una entrevista comenté que me encantaría cocinar con los pies en la arena. Y en unos días me llamó un cliente que tenía un amigo que quería abrir un restaurante en Ibiza. Realmente, así han surgido todos los proyectos, de forma natural. Yo no tengo la necesidad de crecer, pero crezco porque tengo un personal que me pide crecer. Y por responsabilidad, y porque se lo debo a ellos, abro nuevos restaurantes, para que ellos puedan crecer conmigo y no vuelen. Así, de esta manera, les devuelvo todo el cariño y la dedicación que ellos me dan. 

“No suelo repetir socios, porque son compañeros de viaje que nos permiten crecer en diferentes sitios y con diferentes equipos” 

Efectivamente, puede ser una buena fórmula para retener el talento.

R. La fórmula es muy bonita. Por eso, no suelo repetir socios, porque son compañeros de viaje que nos permiten crecer en diferentes sitios y con diferentes equipos. Es una estructura que nos funciona muy bien. Desde Barcelona llevamos más la batuta, la central de compras. Pero desde Estimar (Barcelona) solo gestionamos al 100% los dos Estimar (Madrid y Barcelona), y el resto con estructuras propias, junto a los socios con los que abrimos. Somos como una gran familia, con una buena estructura.

Entre todos tus proyectos, nos llama la atención Per Feina (22@. C/Ciudad de Granada, 130, Barcelona), un local con un menú de 18 euros que abre de lunes a viernes para el almuerzo y desayuno. Nada que ver con “el lujo” de tus otros proyectos.

R. Per Feina nace desde la ilusión. Porque en mi carrera todo ha ido girando alrededor del lujo, pero entendiendo el lujo como lo que hace feliz a la gente, y el lujo porque buscamos y seleccionamos un producto de lujo, único. Pero, sí, me había olvidado de la cocina más popular, más cercana.

 

Per feina también quiere hacer referencia a la cocina de elBulli, donde comíamos el equipo antes de empezar a trabajar, un sitio donde parábamos y disfrutábamos de un buen plato de comida.

 

Pero este afán de llegar a otro público también rinde un homenaje a mis padres, a mi infancia. Porque cuando era un niño y me castigaban sin ir al colegio, acompañaba a mi padre a trabajar con su furgoneta. Y para mí era todo un premio, porque sabía que al mediodía, pararíamos a comer en un restaurante de polígono donde podía elegir entre tres primeros y tres segundos. En mi casa comía de vicio, porque mi madre era una cocinera fantástica, pero comer allí era como un premio. Per feina también es un homenaje a esa parte de mi vida. Y es un regalo para los que trabajan en el 22@, para que puedan desconectar de sus trabajos, de sus pantallas, y comer de lujo. Elegir entre 12 primeros y 12 segundos.

Este año 2022 para ti ha sido, de hecho, el año del regreso a tu infancia, porque con Mareantes también has vuelto a tu tierra. ¿Qué ha supuesto regresar a Sevilla?

R. Te diría que yo me fui de Sevilla, pero Sevilla nunca se fue de mí. De hecho, Estimar es un restaurante que podría estar perfectamente en el centro de Sevilla. Tiene espíritu sevillano. Pero sí, Mareantes es un proyecto que surge por la necesidad de volver a estar cerca de mis padres, a los que llevaba años casi sin ver. Ha sido una excusa para volver a verlos. Y estoy muy feliz, porque me he quitado como una espinita que tenía. Pero vaya, en realidad tengo todos los restaurantes ubicados en lugares que me aportan.

“Los chefs nos aprovechamos de la buena ubicación de los hoteles” 

Es curioso que casi todos tus proyectos están en hoteles. ¿Te sientes cómodo en los hoteles?

R. Lo importante de los hoteles es que te facilitan la ubicación. Hoy día abrir en medio de la Gran Vía puede ser inaccesible para un chef, pero no si lo haces en un hotel de Gran Vía. En cierto modo, los cocineros nos aprovechamos de la buena ubicación de los hoteles.

¿Y el cliente es el mismo? ¿No sigue habiendo cierta barrera entre el comensal local y el restaurante de hotel?

R. No, al menos en nuestro tipo de restaurante. Algunos de los mejores restaurantes están ubicados en hoteles. Además, depende mucho de la fórmula del hotel.

En cualquier caso, tu cocina es de lujo, y normalmente el lujo también se encuentra en los hoteles ¿Por qué elegiste esta vía, la de la cocina “de lujo”?

R. Ha sido una evolución natural. Porque a veces uno quiere una cosa, pero el cliente al final te va dirigiendo. Los restaurantes pedían otro tipo de producto, pedían ir subiendo y subiendo el nivel. Y yo he tenido la suerte de poder encontrar ese producto de auténtico lujo para ofrecerlo a mis clientes. Además, siempre digo que también es lícito hacer feliz al rico. A veces ellos tienen acceso a esos productos, pero no lo saben tratar en casa. Por eso necesitan ir a un Estimar. Pero no olvidemos que es un restaurante súper casual de ambiente, pero con un producto de lujo.

 

Luego está Amar, que efectivamente es una fórmula más burguesa, porque nos hemos adaptado al contexto de este hotel de lujo que es el cinco estrellas más antiguo de Barcelona.

 

Pero volviendo al lujo… Quiero remarcar que también es muy relativo, porque para mí, algo tan sencillo como un erizo, me parece un auténtico lujo. O una caballa pescada en su mejor momento. Incluso un mejillón puede ser mágico. De hecho, en mi cocina siempre digo que es una cocina de tres o cuatro ingredientes, en donde nunca falta algo tan sencillo “y lujoso” como la sal y el AOVE. Porque el lujo es el producto. Por lo tanto, nosotros hacemos trajes a medida de cada cliente. Hay clientes que la felicidad la encontrarán con un traje de 90 € y otros con uno de 300 €.

“La Michelin no pone en valor nuestro modelo, no lo entiende. Y me sabe mal que no se valore el respeto al producto que profesamos” 

A los 26 años conseguiste dos estrellas y mantenerlas durante dos años. Sin embargo, la Michelin parece no “amar” al nuevo Rafa Zafra. ¿Crees que es una injusticia?

R. Todas las estrellas de este año han sido merecidisimas, incluso creo que faltan muchas estrellas. Nosotros estamos muy orgullosos de lo que hacemos, porque creo que también hay que llegar a otros públicos, con otras fórmulas. Pero creo que la Michelin no pone en valor nuestro modelo, no lo entiende. Y me sabe mal que no se valore el respeto al producto que profesamos. Evidentemente, las estrellas Michelin van muy bien, pero de verdad, nosotros estamos muy felices tal cual, con un equipo fiel, y con clientes que llenan a diario nuestros locales.

Y eso habla mucho de tu gestión y de tu modelo. Parece que la “crisis” de personal también evita a Rafa Zafra.

R. Sé que hay mucha crisis de personal, pero a mí nunca se me ocurriría abrir un restaurante sin tener un buen equipo detrás. Es la base. Y para tener equipos motivados hay que tener en cuenta que la gente trabaja o por salario o por ilusión. Cuando ofreces algo de las dos cosas, ayuda mucho. Es cierto que los sueldos no van al son del nivel de vida… Y sé que no soy el mejor empresario, pero sí que intento que mi personal esté contento y trabajen felices. Es la clave. 

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