cocinas

Con una estrella Michelin, Juan Guillamón está al frente del restaurante AlmaMater, en Murcia. Ahora evoluciona a Almo para, precisamente, dar un paso al frente, y ofrecer mayor visibilidad a este local. Sobre sus retos, su reciente ponencia en Madrid Fusión y el trabajo diario de un chef, nos explica todo en esta entrevista.

AlmaMater, de una estrella Michelin, pasa ahora a ser Almo, ¿Por qué habéis cambiado el nombre? ¿Hay alguna razón específica?

Simplemente es una evolución del nombre. No cambia nada a nivel de propuesta, ni de equipo, ni de ubicación. No conlleva ningún cambio especial, sino todos los cambios que vamos haciendo poco a poco, o evoluciones que vamos haciendo en nuestro restaurante. No nos vamos a quedar estancados. Almo es la evolución de AlmaMater, que en latín significa "madre que alimenta", y "almo" es una palabra que tiene su significado poético en la RAE, que es "alimentador", "vivificador", así que prácticamente el significado es el mismo. Además, es más corto, es un nombre que tiene más fuerza, y pensamos que tiene más futuro y recorrido. Y además, hemos aprovechado para ponerle debajo mi nombre: "Almo de Juan Guillamón".

¿Qué podemos encontrar en Almo? ¿Cómo defines la cocina que elaboras allí?

En Almo tenemos una propuesta, desde que empezamos, que se divide en carta y menú degustación. Estamos ubicados en Murcia -yo soy murciano, aunque he estado viviendo fuera-, y en esta propuesta intentamos utilizar bastante la despensa regional, actualizar algunas recetas tradicionales de nuestra tierra, utilizamos cocina mediterránea, que también es un poco lo que nos representa en un aspecto más global, y cocina española.

Productos también de la zona, pero no nos cerramos a incorporar nuevas técnicas, más vanguardistas y que dan saltos de calidad a nuestros platos, ni a productos de fuera, ni a elaboraciones o recetas de otras cocinas, como la francesa, o elementos de cocina asiática, italiana o latinoamericana que puedan encajar, en un momento dado, aportando matices interesantes a nuestra propuesta. No tenemos ningún complejo en utilizarlos.

También tenemos un pequeño huerto. Ahora están saliendo habas y tenemos muchas cosas interesantes y a las que les queremos dar más relevancia presentándolas o elaborándolas de otra manera, incorporándolas tanto a la carta como a nuestro menú degustación.

Hablando de la cocina murciana… es más desconocida que otras cocinas mediterráneas… ¿Qué encontramos en ella? ¿Cuáles son sus ingredientes estrella?

Durante muchos años se ha dicho que Murcia es la gran desconocida. Yo soy murciano, he viajado mucho, me he relacionado con gente de otros sitios y realmente te das cuenta -cada vez menos- de que es desconocida, pero cuando la conoces siempre sorprende para bien.

Es muy rica, muy variada, porque tenemos una gran huerta, súper diversa y con productos muy interesantes en cada temporada. Hablábamos de las habas y los guisantes, de col murciana, fruta de hueso, pepino, pimiento… Tenemos muchas cosas, una calabaza espectacular que vale tanto para platos dulces como para platos salados. En producto cárnico también tenemos cosas interesantes, una gallina murciana que estamos recuperando ahora y que nos vale mucho para guisos, muy sabrosa, tenemos cordero segureño, que es una Identificación Geográfica Protegida, que también da mucho juego y se puede encontrar de diferentes maneras en bares y restaurantes de la región, y que nosotros utilizamos bastante, combinándolo con técnicas de otros sitios.

Tenemos el cabrito murciano-granadino, que es la raza autóctona de la zona y que es espectacular, la paletilla es un clásico en los restaurantes clásicos de Murcia, un básico. El producto de mar, con la costa que tenemos, el Mar Menor y el Mar Mediterráneo, marisco, pescado, una almadraba que yo creo que es de las más antiguas y la única que perdura del Mediterráneo, que es la Almadraba de La Azohía.

También salazones, que son muy típicas de Murcia y todo el Levante e incluso en Italia, pero creo que aquí vamos un poquito por encima, porque hemos conseguido tratarlas como lo que son. Antiguamente se utilizaba como método de conservación meramente, y no se pensaba en el concepto como método de cocción. Al final, cuando haces una salazón estás curando, cocinando, y nosotros aquí, desde hace ya años, utilizamos esto para dar diferentes puntos de curación y obtener diferentes resultados, más tiernos, más potentes, o lo que convenga a la receta.

Particularmente en Almo, estamos incorporándolos a las recetas como potenciadores del sabor, con "bottargas", salazones, sales vegetales… y nos parece interesante ir jugando con cosas, actualizarnos, pero sin perder la esencia del producto y del disfrute en el paladar, que es lo que buscamos en el comensal. Parece muy evidente, pero a veces te encuentras con que no siempre se cumple.

Has estado mostrando estos productos en Madrid Fusión, ¿en qué ha consistido tu participación? ¿por qué crees que debes estar en este tipo de eventos?

Es súper importante. Estoy muy agradecido y orgulloso de haber estado allí representando a la Región de Murcia. Este año hemos hecho doblete con nuestro restaurante, porque hemos estado en el Auditorio Kursaal, en San Sebastián Gastronómica, en su 25 aniversario, y luego Madrid Fusión es el congreso que más repercusión tiene a nivel mundial, donde van todos los grandes cocineros, presentan sus novedades, sus avances, sus nuevas propuestas.

Creo que es muy importante que la región vaya para allá, presente cosas interesantes, nuevas propuestas, y que se vea también un avance en la gastronomía dentro de nuestra tierra.

Empezaste tu experiencia en las cocinas del Museo de Historia Natural de Londres. ¿Cómo fue esta experiencia?

Yo estaba estudiando ADE, aquí en Murcia, un poco por inercia, pero no me sentía a gusto con lo que estaba haciendo. Estaba bastante desmotivado, era joven, no tenía la capacidad de pararme y reflexionar… Me faltaba madurez, hasta que un día me paré, lo pensé y me dije: "si a ti lo que te gusta es la cocina, dedícate a la cocina".

Como estaba a mitad de curso y ya tenía un poco la sensación de que había perdido el tiempo, entre comillas, que luego al final nunca lo pierdes, porque todo lo que vas haciendo te sirve como experiencia, en 2006 me fui a Londres, reforcé el tema del inglés, aunque ya tenía una base, y probé suerte en la hostelería, algo que nunca había hecho anteriormente.

Estuve haciendo diferentes entrevistas de trabajo, alguna prueba que otra, y un domingo que fui a ver el Museo de Historia Natural, fui con la carpeta con mi currículum, que en esos momentos estaba casi vacío, mis datos personales y poco más, algún trabajo que había hecho fuera del sector. Y me dijeron que empezaba al día siguiente, como "kitchen porter", que es un trabajo de apoyo, de ayudante de cocina.

Vi que era un trabajo duro, muy sacrificado, que también era físicamente exigente, porque eran bastantes horas y no paraba de arriba a abajo. Eran espacios grandes, y no es lo mismo trabajar en un restaurante pequeño que en el Museo de Historia Natural. Teníamos tres o cuatro puntos de cocina, nos teníamos que ir moviendo, fregar platos, fregar ollas… Tenía un compañero que me enseñaba, entre comillas mi mentor, me quemaba porque no tenía las manos acostumbradas ni curtidas.

Aprendí que era duro, pero algo hubo que me sedujo. Empecé a trabajar en la cocina, cortando, pelando verduras, echando una mano. Me gustó la experiencia porque había una ecuatoriana, una señora de Noruega, un señor de Argelia, otro brasileño, otro de Ghana, un español… A Londres va mucha gente a buscarse la vida, y me pareció muy atractivo. Me ofrecieron quedarme, pero pensé que para seguir progresando en el mundo de la hostelería y de la cocina necesitaba un poco de formación reglada, así que me volví a Murcia, estudié, iba trabajando los fines de semana y ya después empecé a trabajar en diferentes sitios.

Te has forjado en diversas cocinas y con importantes profesionales: El Portal del Echaurren en La Rioja, Arzak en San Sebastián y Calima en Marbella. ¿Qué has aprendido de todos ellos? ¿Quién te ha influido más?

Es un conjunto de todo. Me han influido todos. Pablo González, en la Cabaña Buenavista, aquí en Murcia… un dos estrellas, hice las prácticas de la escuela allí, y en una etapa posterior estuve trabajando de jefe de partida. Pablo me ayudó mucho, porque me abrió puertas de otras cocinas, la de Flanigan por ejemplo, que está en Puerto Portals (Mallorca), un restaurante con muchos comensales, pero de muy buen producto y clientela exigente, y ahí se aprende un ritmo de trabajo muy fuerte.

En El Portal de Echaurren combinamos dos conceptos, el más tradicional y el más gastronómico, actual. Con Francis Paniego aprendí muchísimo, es un "crack". Arzak es cuna y escuela de muchos grandes cocineros, la ciudad de San Sebastián es de mis favoritas, e hice muy buenas migas con muchos compañeros que estaban en una situación parecida a la mía. Luego estuve con Dani García en Calima, que tenía dos estrellas, y ahí también aprendí, porque ya tenía un poco más de responsabilidad y trabajaba con gente que, por ejemplo, venía de El Bulli u otros lugares y compartía experiencias.

Dani también es un "crack", cocina fenomenal y tiene una gran exigencia en los platos, los sabores, las texturas… Así vas cogiendo ese nivel que luego quieres mostrar. Después volví a la Cabaña, y ya después la etapa de la Formula 1.

Como dices, has trabajado también para la escudería Ferrari de Fórmula 1 seis temporadas y recorriendo el mundo. ¿Qué aprendiste de todo ello, qué tendencias internacionales te influenciaron?

Cuando empecé, me fui a Londres porque yo creo muchos de los que somos cocineros somos muy viajeros. Nos gusta probar cosas, y yo tenía esa alma viajera. Estuve moviéndome por España, en restaurantes gastronómicos, que son totalmente diferentes a lo que vendría después. Me surgió la oportunidad y, un poco por cambiar de aires, lo cogí como una experiencia vital.

Y la marca Ferrari es conocida en todo el mundo. El chef ejecutivo me decía: "puedes trabajar en restaurantes de muchas estrellas Michelin, pero no los van a conocer en todo el mundo, pero la marca Ferrari la conocen en todo el mundo". A lo mejor no esperaba estar seis años, dos o tres temporadas, pero me gustó y vi que, como cocinero, te daba otras herramientas que no había tenido en otros sitios. Me complementó muy bien la formación y la experiencia previas que llevaba, porque al cocinar en diferentes sitios y tener que buscarte la vida…

Parte del género lo llevábamos, el aceite de oliva, el arroz, la pasta, la harina… Pero el producto fresco lo teníamos que conseguir allá donde fuéramos. Brasil, Malasia, Canadá… Íbamos al mercado y probábamos diferentes productos, le das de comer a comensales que son de otras latitudes que no tienen nada que ver.

A los restaurantes gastronómicos viene gente de todo el mundo, pero aquello era una oportunidad para dar de comer a paladares súper diversos, y herramientas para desenvolverte en situaciones límite, a veces sin tiempo, con una logística que no podía ser la mejor del mundo. Eso hace que te espabiles mucho y cuando llega "jugar en casa", te montas tu restaurante y tienes mucha más rapidez para reaccionar.

Estuviste como jurado en la ronda eliminatoria del Concurso Cocinero del Año 2024, cuya final se celebra en marzo. ¿Cómo viste el nivel de los participantes? ¿Por qué crees que son importantes estos concursos como plataforma?

El nivel lo vi muy bien. Compartí el jurado con gente de mucho nivel nacional también, como Raúl Resino, Joaquín Baeza, Julia Pérez Lozano. Y luego, los concursantes también. En los platos se notaba que había mucho trabajo detrás, que estaban muy bien preparados. Creo que cada vez hay más nivel nacional, es evidente. Los jóvenes cocineros están muy bien formados, aman la profesión, tienen mucha exigencia en sus propuestas.

Lógicamente, son jóvenes, todos vamos creciendo y evolucionando, pero me gustó mucho la experiencia y se vio el nivel que hay en la cocina joven y emergente de nuestro país, que hay un "nivelazo". Luego, a nivel de repercusión, es un concurso súper importante a nivel nacional, y ya solo participar, ser semifinalista o finalista implica que la persona que ha estado allí tiene un gran nivel y un gran futuro por delante.

¿Cómo ves el sector de la hostelería en España? ¿Qué retos tiene por delante?

Hubo un "boom", porque la cocina española se ha situado, desde hace años ya, y sobre todo desde Ferran Adrià en El Bulli -aunque ya teníamos a Arzak y otros cocineros de mucho nivel-, en una posición en el podio de la cocina mundial, que es donde estamos. Hubo mucho interés por dedicarse a la cocina, sobre todo, quizás menos a la sala en un primer momento, programas de cocina que dan mucha visibilidad y atraen a jóvenes cocineros o a gente que quiere dedicarse a la cocina.

Ese "boom" estuvo y se mantuvo. Hay mucha más gente ahora que quiere dedicarse a la cocina que hace veinte años, eso es evidente. También se le dio un empujón a la sala, a la que todavía le falta un poquito de atractivo. Se ha profesionalizado mucho el sector, la gente está más formada, tanto en cocina como en sala. A nivel de profesión estamos fenomenal, con gente que quiere triunfar, crecer, que tiene mucho apetito y hambre de seguir evolucionando, formarse bien, trabajar en buenos sitios y hacer cosas interesantes.

Pero no hay que perder la esencia de que este es un trabajo sacrificado, como otros. Cuando llegas a un restaurante y ves un plato que lleva tres o cuatro elementos, uno es un caldo que necesita no sé cuantos ingredientes y no sé cuantas horas para hacerlo, y otras elaboraciones, una cocción larga, una preparación de deshuesar, de cuadrar, enmarcar, emplatar, combinar un elemento con otro… Al final, eso necesita su trabajo y su dedicación, y sus horas de trabajo.

Eso no hay que perderlo de vista nunca, y es una profesión sacrificada. En la vieja hostelería se echaban muchas horas, yo he trabajado en sitios de 60 horas semanales. Ahora eso es impensable. En mi restaurante, por supuesto, no se hace. Sitios donde tenías un día libre a la semana, o un día y medio por ahí… Había la conciencia esa de que hay que sacrificarse, pero al final el trabajador necesita tener vida social, vida personal, poder desconectar.

En Almo, cerramos dos días seguidos, que son domingo y lunes, para que la gente desconecte, y yo el primero. Tengo que conciliar mi vida con la de mi familia. Y luego también tenemos dos noches libres.

A nivel empresarial, cuadrar las horas es un reto para nosotros como cabezas del proyecto, que además va a repercutir en el tiquet medio que tenga que pagar el comensal para disfrutar de nuestras propuestas. Esto es así, es una cuestión de números.

En Madrid, Barcelona, tiene mucha competencia y muchas propuestas, pero también un poder adquisitivo mucho mayor que en ciudades como, por ejemplo, Murcia, y tienes mucha población, turismo, gente que viene de fuera, etc. Entonces te lo puedes permitir. En nuestro caso, tenemos que ir con pies de plomo. No podemos pegar un palo a los clientes ni subirnos a la parra con los precios, y el reto es ese: queremos dar buenas condiciones, pero el trabajo hay que sacarlo. Esto no es abrir una lata y ponerla encima del plato, y si quieres hacer eso no vas a tener una estrella Michelin, o los reconocimientos que sean, y el cliente va a pagar lo que tenga que pagar.

La vida ha subido, el poder adquisitivo de la gente, en consecuencia, ha bajado, aún con la subida del salario mínimo. Al final, suben los gastos de la empresa, así que hay que subir el tique medio, y es una situación difícil, pero estaría bien que hubiera bonificaciones para las empresas, ayudas en un momento dado. No estaría mal más colaboración por parte de la Administración.

 

Claus Pedersen acaba de tomar las riendas a nivel mundial de las líneas de productos y las cuentas de resultados de Convotherm. De esta manera, trabajará codo a codo con el equipo de Welbilt para seguir expandiendo el negocio a nivel internacional.

Pedersen sucede así a Jean Paul Roudier, que ha llevado a cabo las funciones de director general interino durante los últimos 8 meses.

Con más de 25 años de experiencia en el mundo del equipamiento hostelero, y después de su paso por Hobart (ITW) y Cornelius (Marmon Foodservice Technologies), Claus aporta un conocimiento tecnológico e industrial tan extenso como su historial en ventas y marketing. Todo ello sin dejar de lado su más reciente papel como gerente general de la División de Agua de Cornelius.

Andrea Cocchi, CEO de EMEA y APAC de Ali Group, expresa su entusiasmo al dar la bienvenida a Pedersen al equipo de Welbilt: "Claus es un gran profesional, con experiencia en grandes organizaciones, pero también en ambientes emprendedores. Estamos emocionados de sumarlo a la familia Welbilt y le deseamos todo el éxito en su nueva travesía".

Welbilt, la solución para las cocinas actuales

Como líder mundial en la fabricación y suministro de equipamiento para cátering profesional, Welbilt satisface las necesidades de las cocinas más ajetreadas, a través de una amplia gama de reconocidas marcas, que van desde los hornos Convotherm y Merrychef, freídoras Frymaster, planchas Garland, máquinas de hielo Crystal Tips, lavavajillas WMAXX y abatidores de temperatura Delfield.

Estas marcas de productos están respaldadas por tres marcas de servicio: KitchenCare, su marca de posventa y servicio; FitKitchen, su marca de sistemas de cocina totalmente integrados; y KitchenConnect, su marca de plataforma digital basada en la nube. Con sede en la región de Tampa Bay en Florida y con instalaciones de fabricación en las Américas, Europa y Asia, Welbilt vende a través de una red global de más de 5,000 distribuidores, concesionarios, grupos de compra y representantes de fabricantes en más de 100 países.

 

Durante los últimos años, una serie de profesionales como Mario Robles o Beatriz Romanos, e instituciones como el Lab del BCC, han ido anunciando que, más temprano que tarde, la robotización entraría “a saco “en las cocinas de los restaurantes. La utopía se ha hecho realidad. Veamos en qué consiste la marca GoodBytz.

Partiendo de las experiencias de las dark kitchen, con motivo de la pandemia, tres emprendedores de Hamburgo crearon una, en el verano del 2022. Tal experiencia les servirá para desarrollar una cocina-robot, basada en IA, que bajo la marca GoodBytz, está siendo de la atención y el interés de la hostelería alemana. Sus platos fueron revalidados por los clientes de la plataforma Lieferando.

El prototipo definitivo fue presentado en la Internorga de Hamburgo en marzo del pasado año y ya venía avalada por la presencia, en el accionariado de GoodBytz, de un fondo como Oyster Bar y una conocida cadena alemana de restaurantes: Block House.

Cómo es el robot-cocina de GoodBytz

El prototipo de robot-cocina tiene apenas 13m2 de superficie y posee ocho módulos cuyo destino y función son: el almacenaje de materias primas e ingredientes; sistemas de cocción; vajillas (bols); envasado y servicio, más otros de limpieza y toma de agua y electricidad. Manejados por dos brazos robotizados, es capaz de elaborar entre 150 y 200 platos por hora y hasta 3.000 en un día.

El sistema permite conectividad con todo tipo de software para control de stocks, escandallos, fichas técnicas y confección, y personalización de recetas. Se calcula que puede llegar a ahorrar un 80% de los costes de mano de obra. Sus creadores han insistido, reiteradamente, que GoodBytz es un asistente-complemento de cocina y no atenta contra el empleo profesional.

El otro partner es financiero y bien conocido: Oyster Bay está detrás del éxito de marcas como Oatly y Air Up. Hay que destacar que GoodBytz está en el punto de mira del contract catering; como demuestra el interés de Sodexo en iniciar trámites, para ver si puede responder al interés de una docena de sus clientes, en cuanto a usar la cocina-robot para los servicios que le piden.

Con el apoyo de los partners citados, en octubre de 2022, Goodbytz logró 12 millones de euros en una ronda de financiación A, que le va a permitir construir un centenar de cocinas y disponer de su propio restaurante flag ship en Hamburgo, a inaugurar este 2024.

Además, está cerrando acuerdos de cooperación con proveedores marquistas de equipos como Palux o Winterhalter.

Las cocinas GoodBytz no se venderán. Los interesados en usarla la alquilarán y pagarán un variable, adicional, según el tipo y cuantía de planta que se elaboren en ellas.

He aquí un ejemplo más de como la cocina de los restaurantes, con la ayuda de la IA, logrará robotizarse. En España ya hay casos que, si no iguales, crecen en esa línea: como el de Remy Robotics, que trabaja en el segmento dark kitchen y que acaba de abrir local en Nueva York.

Llega el revolucionario Sistema Welbilt FitKitchen, de Welbilt, una solución para todo tipo de establecimientos hoteleros que rompe todos los moldes y moderniza la hostelería.

Es la  combinación ganadora de equipamientos para cualquier negocio del sector gracias a la inteligente combinación de tres de sus equipamientos culinarios estrella: el horno de cocción acelerada Merrychef conneX, el aclamado horno mixto Convotherm maxx pro y el nuevo abatidor de temperatura Delfield.

Es un sistema, inventado y desarrollado exclusivamente por Welbilt, que ofrece cantidad de ventajas en la cocina, como ordenar todo el trabajo, adaptándose a cualquier tipo de establecimiento y menú con la combinación más adecuada.

Los hornos mixtos Convotherm tienen la tecnología más avanzada y una óptima relación calidad/precio, los hornos ultrarrápidos Merrychef reducen el consumo de energía al mínimo para potenciar la sostenibilidad del negocio, y el abatidor de temperatura Delfield garantiza un enfriamiento de máxima calidad.

El Sistema Welbilt FitKitchen permite acelerar los procesos de la cocina con un solo clic

Abandonando por completo los convencionalismos de las cocinas horizontales tradicionales, el Sistema Welbilt FitKitchen se incorpora a la Industria 4.0 con el sistema de conectividad KitchenConnect, que proporciona información en tiempo real con el fin de mejorar el rendimiento de los equipos, reducir los tiempos de producción y los costes, y aumentar así los ingresos de cualquier establecimiento sin perder la calidad que lo caracteriza.

Las funciones del sistema Welbilt FitKitchen

Con esta solución, todos los profesionales de la hostelería podrán llevar a cabo los procesos de su cocina con un solo clic y elaborar sus recetas de la manera más rápida, eficaz y fiable. De manera que los resultados son homogéneos y estándares para entregar al cliente exactamente lo que busca y necesita.

Por ejemplo, para cocinar un pollo ahumado con pimientos, primero se deshuesa el pollo y se sazona, para luego proceder a ahumarlo con la función ConvoSmoke del Convotherm maxx pro durante 1 hora y cocerlo a baja temperatura (76 ºC) durante 3 horas.

Tras este primer paso, el abatidor de temperatura Delfield se encargará de conservarlo a la temperatura perfecta y, seguidamente, se introducirá el pimiento en el horno de cocción acelerada Merrychef conneX para cocerlo en un tiempo récord de 2 minutos y 50 segundos.

Se retira el pollo del abatidor de temperatura Delfield y se deja reposar a temperatura ambiente durante 2 minutos mientras se pela el pimiento, se tritura y se emplata finalmente junto al pollo.

El Sistema Welbilt FitKitchen permite acelerar los procesos de la cocina con un solo clic

De esta manera, el innovador Sistema Welbilt FitKitchen de Welbilt ayuda a cerrar el círculo de la organización culinaria para que operarios no cualificados puedan servir cualquier tipo de plato con resultados de alta calidad.

Tecnología y conectividad se dan de la mano para un mejor y total control de los stocks con la finalidad de prevenir su desperdicio y caducidad, además de ofrecer una mayor rotación de los clientes gracias a la combinación del servicio de mesa con el delivery.

Todo ello junto a una reducción en los costes que otorga al negocio la posibilidad de ampliar su oferta gastronómica y el número de sus establecimientos. El resultado es una solución ganadora para todos aquellos negocios que desean ofrecer una cocina ágil y tecnológicamente puntera.

Con el fin de explorar nuevas opciones en la cocina, Rational acaba de lanzar el kit de cocción al vacío y pasteurización para todos los equipos iCombi Pro. Con ello abre un abanico de nuevas opciones para una cocina creativa y diferente.

Este accesorio aumenta significativamente la vida útil, el aprovechamiento y la seguridad de los alimentos. Basta con conectar el nuevo kit a través de la interfaz USB para que aparezca un icono en la pantalla que guiará intuitivamente al usuario por las rutas de cocción al vacío y de pasteurización.

Y se puede elegir entre diferentes vías de cocción, permitiendo, por ejemplo, la producción diferida de alimentos en restaurantes y catering industrial, con opciones de estandarización sin tener que adquirir equipos adicionales específicos.

Nuevas dimensiones para la pasteurización

¿Qué se hace con los alimentos que no se han consumido al final del día? La pasteurización avanza y es un proceso realmente importante. Este sistema reducirá las bacterias y, por tanto, prolongará la vida útil de los alimentos. Y reduce así el desperdicio de alimentos.

Otra aplicación que destaca en este momento se dirige a hoteles. Concretamente, cuando un cliente pide un plato a última hora, pero ya no hay un cocinero en el lugar para garantizar que se cumplen todos los requisitos higiénicos. Aquí tendrá sentido pasteurizar la comida para que el camarero sólo tenga que regenerar el plato en iCombi Pro, cumpliendo con todos los requisitos de higiene y conservando el sabor.

¿Qué es la pasteurización?

Rational explica que se refiere al calentamiento suave de los alimentos. La temperatura es lo suficientemente alta como para matar en gran medida los gérmenes y microorganismos patógenos, y, al mismo tiempo, tan baja que el valor nutritivo y el sabor del alimento no se resienten.

Esta combinación hace de la pasteurización una opción muy atractiva: se ofrecen miles de opciones adicionales para una cocina creativa, ya que los productos sensibles, como los huevos crudos, pueden utilizarse ahora por fin sin riesgo.

También ayuda a ahorrar costes. Los productos que no se necesitan en ese momento pueden durar más, y, por otro, se pueden planificar mejor los procesos.

Diferencias con el proceso de vacío

A diferencia de la pasteurización, el proceso de vacío consiste en calentar un producto hasta alcanzar el punto de cocción perfecto. En este caso, la atención se centra en la perfección culinaria, siendo la temperatura exacta la clave para conservar los nutrientes y el sabor.

Los alimentos se preparan (sazonados, marinados o sellados), se envasan al vacío en una bolsa de plástico y, a continuación, se cocinan y se enfrían inmediatamente. Antes de servir, los alimentos se calientan en una bolsa de plástico, se extraen de la bolsa y se acaban de preparar, según el plato.

El kit de cocción al vacío y pasteurización de Rational supone un gran cambio en todo tipo de cocinas.