Si hay un chef de cocina hoy, que se pueda considerar business-man por antonomasia, y que ha sabido leer y releer su trayectoria profesional desde los 17 años, ese es Dani García. Con experiencias plurales de grandes éxitos y amargas situaciones (El cierre de Manzanilla en Nueva York es un ejemplo), las decisiones tomadas por este emprendedor hostelero, en los últimos años, son signo de madurez y reflexión, no exentas del inherente riesgo empresarial, de quien busca poseer una “gran compañía de F&B”, tal como el mismo reitera en sus habituales declaraciones, similar a la de los Nobu, Robuchon, Ducasse…
Así, y dejando las estrellas Michelin, lleguen o no lleguen, a un lado, desde septiembre del 2020, el Grupo Dani García se haya comprometido en mantener y hacer crecer su red de restaurantes (más de 25) multimarca, multi concepto y multi espacio que, en 2021, le acercaba a los 30 millones de euros de facturación, que pueden ser 45 en el 2022 y que puede aún crecer mucho más en 2023 si se realizan los proyectos propios y ajenos (grupos hoteleros), en los que es protagonista y que llevarán a marcas como Smoked Room, Lobito de Mar, Bibo, Alelí, Kemuri, Leña…a ciudades como París, Doha, Dubai, Amsterdam, Miami, Budapest o NY (aquí hay que recordar su famoso twitter, el 27 de febrero de 2014, donde aludía a la necesidad de representar a la cocina española…de forma directa, honesta y sin ‘americanizar’ a raíz del cierre de Manzanilla y su retorno reciente con Casa Dani y El Pollo Verde), Budapest…sin olvidarse de Madrid o Marbella.
Pero, haciendo una versión libre de la evangélica frase “no dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha”, de aquellas experiencias vividas más allá de los altos fogones, de su colaboración con McDonald´s (que inicia en 2015) o de su observación de que, con la pandemia, el “homing” iba a reducir tráfico en los restaurantes, en septiembre de 2020 crea, ajeno al Grupo Dani García, una nueva empresa con el nombre de “La Gran Familia Mediterranea”.
Su objetivo es llevar sus creaciones, viejas y nuevas, a los hogares, por medio del delivery y plataformas como la de Just Eat primero (Bergareche, reconoce, le ayudó bastante) o Glovo, suministrado desde unas primeras 25 dark kitchens, situadas en las principales capitales españolas, que en breve tiempo, le hará hacerse con casi 200.000 pedidos de incondicionales, de una oferta on-line llena de guiños (desde la 13 Rue de Percebe de Ibáñez a los influencers como Paula Ordovás o con youtubers o streamers como El Rubius, Vegetta777 ,Willyrex, Illo Juan, DjMaRiio y más recientemente ElXocas bajo el techo de The Gaming Family) en una carta propia (con apasionantes titulares tales como Tita Brava, Miss Asia, Sr. Brasas) o ajena, como la que ofrece, en cooperación con Aloha Poké.
Iniciativa que, de inmediato, se pone en el punto de mira de gestores de recursos como los Arrola o Arbeloa de KFund o de foodtech como Lift Asset Management que a través de Digital Kitchens, una socimi especializada en “cloud kitchen”, habilitará una buena cantidad de millones de euros para llegar a servir desde 150 cocinas, reduciendo las preocupaciones de Dani García, en cuestiones financieras o inmobiliarias, tal como está sucediendo en la internacionalización de sus proyectos como, por ejemplo, en EEUU, donde la C3 de Sam Nazariam (SBE Entertainment Group) le facilita el apoyo logístico-financiero.
Y para que el pulso de ambas manos sea firme, ante los retos reseñados, si en los restaurantes de marca, Dani García viene contando con el apoyo de los hermanos Gutiérrez, para lo que se desarrolla en el mundo virtual, nada mejor que una exGoogle como Sandra Manresa, para ser CEO de La Gran Familia Mediterránea, que ya atesora premios como el The Best Digital Restaurant Virtual” de 2022.