Estrella Michelin

Alberto Molinero es uno de los chefs y empresarios hosteleros más reconocidos de Burgos. A sus 45 años, acaba de conseguir su primera estrella Michelin con su proyecto más personal, ERRE de Roca. Abierto hace poco más de un año, en este moderno local de Miranda de Ebro, Molinero volvió a ponerse tras los fogones y a “sentirse cocinero”.  Y lo hizo, sin dejar de lado sus otros establecimientos del grupo: La Roca, Viva y Mercado by La Roca (que ha replicado en Pozuelo y Bohadilla del Monte) y un obrador Cocina Central que elabora platos y preparaciones de quinta gama, una sección de catering para eventos y en breve un nuevo local. 

Ahora bien, ni todo el éxito cosechado con estos restaurantes, que no es poco, se puede equiparar con la satisfacción de haber entrado en la Guía Roja con una estrella. Un sueño hecho realidad. Como lo fueron antes otros, como el quedar finalista de la segunda edición del Concurso Cocinero del Año, otro de los hitos en su carrera.

Alberto, ¿sueño cumplido con la primera estrella Michelin? 

AM. Sueño cumplido, al final todos los que nos dedicamos al mundo de la cocina y realmente disfrutamos de este oficio, alguna vez soñamos con tener una estrella y bueno, yo creo que es el reconocimiento más importante para un cocinero. Personalmente, estoy muy satisfecho.

Cuando se alcanza la cima, se suele pensar ¿y ahora qué? ¿Y ahora qué metas te marcas? 

AM. Alcanzar la cima es mucho decir. Esto es un sueño cumplido y estoy muy satisfecho porque esto es un reconocimiento muy importante para un cocinero, pero a nivel de ERRE, ahora mismo, lo que nos planteamos es hacer fuerte esta estrella y hacer un proyecto aún más firme. Y, por otro lado, el resto de restaurantes de la firma necesitan su impulso diario y su mimo. ¿Lo siguiente? Seguir avanzando, pero afianzando.

De hecho, tu trayectoria está plagada de grandes triunfos profesionales. Fuiste finalista de la segunda edición del Concurso Cocinero del Año y ganaste el primer premio al Mejor Aperitivo ¿Cómo recuerdas aquella experiencia? ¿Recuerdas por qué te presentaste?

AM. Sí, ese concurso lo recuerdo con muchísimo cariño. De joven me apunté a muchos concursos. Al final, a los que nos gusta este mundo, el tema de los concursos también nos llama la atención. Es una forma de medirse con otros compañeros, de seguir aprendiendo y de coger experiencia. Para mí ese premio fue un antes y un después en mi carrera. Gané la semifinal, y en Barcelona el premio al Mejor Aperitivo. Aquello fue como un clic en mi carrera. A partir de ese momento ya la gente me conoció más allá de mi pueblo, en Burgos, en Castilla y León. Tuvo mucho impacto y a partir de ahí mi carrera cambió profesionalmente. Yo seguí mejorando, intentando aprender siempre… Pero fue como un reconocimiento personal que me impulsó a hacer lo que hago ahora. Fue como una motivación extra y por eso, le estoy muy agradecido a ese concurso.

Volvamos al presente. Los de la Guía Roja han destacado de ti y tu restaurante que es de esos lugares “donde se disfruta a espuertas y… ¡A los que no se les puede poner un pero!”. Sin embargo, seguro que uno mismo puede hacer algo de autocrítica. Si tuvieras que ponerle un ‘pero’, ¿habría alguno?

AM. Me alegro mucho de que no pusieran ningún “pero”. Pero, evidentemente, a todos los sitios y cosas se les pueden sacar “peros” y nosotros no somos menos jajajaja. Nosotros tenemos nuestro estilo y forma de hacer las cosas. Creo que estamos bien afinados, pero siempre hay cosas mejorables, sobre todo en el mundo de la cocina, que no paramos de aprender. Aunque todos los días hagamos un poco las mismas cosas, los platos siempre están en constante evolución y, al final, te das cuenta de que todo es mejorable. Que está muy bien, pero siempre puede estar mejor. 

¿Qué piensas que más ha fascinado a los de la guía roja? 

AM. Creo que nuestro estilo de cocina basado mucho en la temporalidad del producto y el sabor, que es por lo que apostamos. Yo diría que hoy en día no somos una cocina muy sofisticada, porque no contamos historias, solo contamos el plato e intentamos que sea algo sencillo con el fin de potenciar el sabor. A veces, por querer diferenciarte, se tiende a abusar de ingredientes y complementos, técnicas… Nosotros somos lo contrario. Mi filosofía en esto es que menos es más.

¿Cuáles son las claves que hace único a tu establecimiento y a tu cocina?

AM. Las claves del establecimiento… Es un restaurante pequeño, con 6 mesas abiertas totalmente a la cocina porque la sala se integra en la cocina y viceversa. Lo que queremos es que el cliente se sienta bien atendido, como en casa… y transmitimos mucho la esencia de la cocina. Sobre la cocina, nos centramos en el producto principal, el sabor y la temporalidad.

Ahora, con este reconocimiento, ¿cambiará algo en ERRE de Roca?

AM. Es un impulso para seguir avanzando, trabajando y mejorando. Para nosotros ha sido muy importante porque nos posiciona en el mapa. Nos da más visibilidad, pero tenemos que seguir para adelante y seguir mejorando. Tenemos que seguir afianzando esta estrella que nos han dado.

Para uno mismo siempre es complicado autodefinirse, pero si tuvieras que hacerlo, ¿cómo definirías a Alberto Molinero chef, y su cocina?

AM. Como cocinero, tengo 45 años, mis referentes han sido Santi Santa María, Joan Roca… vengo un poco de la cocina clásica. Me gusta mucho la cocina francesa, esos valores del producto, la tradición y sus bases, aunque ahora yo presente los platos actualizados e incluso un poco vanguardistas visualmente. Pero la esencia del plato es la cocina tradicional. Yo me considero un cocinero de los de siempre, de escuela y luego formado en diferentes cocinas… Aunque he trabajado en todo tipo de cocinas, yo me considero un cocinero de a pie, que se ha hecho a sí mismo, aprendiendo de los cocineros que me han llamado la atención.

¿Qué fue lo que te hizo ser cocinero? 

AM. Siempre he querido ser cocinero. No tengo referentes en mi familia, pero en mi casa siempre se le ha dado mucha importancia a la comida. Mi madre cocinaba muy bien y desde que era pequeñito siempre me ha gustado. Lo primero, porque me gustaba comer -creo que es un buen comiendo- y a partir de ahí, me empieza a llamar la atención, empiezo a cocinar con mi madre… Pero el restaurante como tal no lo he conocido hasta después de la escuela. Y la verdad es que nunca he querido dedicarme a otra cosa. 

De tu formación, de tu paso por otros locales, ¿quién marcó tu forma de cocinar, quién te inspiró más?

AM. La cocina francesa. He estado trabajando en Francia, y ha sido siempre un referente. Joan Roca, Santi Santamaria… La cocina catalana también ha sido fundamental en mi formación. Pasé casi 5 años en Cataluña -Celler de Can Roca y Santi Santamaría- y ellos han sido mis referentes. Y creo que la influencia catalana la tengo aún en mi restaurante… Trabajo mucho el mar y montaña, tan típico de la cocina catalana y está presente en muchos de mis platos. En los menús siempre hay un mar y montaña. 

En Erre de Roca has tocado el cielo. Pero solo es la punta de lanza de un gran grupo de restauración, el Grupo Roca, con otros tres restaurantes en Miranda, uno en Condado de Treviño y dos en Madrid, además de un obrador y un servicio de catering, y que está a punto de inaugurar un nuevo establecimiento en Vitoria-Gasteiz. ¿Cómo se logra gestionar todo sin dejar de estar al frente de tu proyecto más personal?

AM. La estrella es un gran premio y para mí, es como cerrar un círculo. Un poco como cuando fui finalista del concurso Cocinero del Año, Cocinero Revelación… Y durante 10 años me he dedicado a hacer los restaurantes La Roca, y cuando empecé -ahora van a ser ya 8 restaurantes cuando abramos en Vitoria-. Pero cuando empecé con el primer local, La Roca de Miranda, un local pequeñito, de 50 m2, yo no sabía a dónde iba a llegar… Simplemente, fueron sucediendo las cosas y en eso es clave el equipo del que me he rodeado. Hemos ido construyendo esta familia que somos ahora de gente y proyectos y la verdad es que estoy súper contento.  Después llegó el obrador, el tema de bodas… todo un poco pasito a pasito, hasta llegar a ERRE. Con este proyecto decidí montar mi restaurante, para mí, para hacer mi cocina… e intento estar en ERRE el mayor tiempo posible, porque me gusta ver a la gente y la gente viene a verme… ERRE es muy importante, pero todo lo demás también. Al final, intento dividirme, pero, todo esto es posible gracias al equipo que me rodea. 

Finalmente, un sueño de futuro.

AM. La estrella lo ha sido sí… La verdad es que nunca lo había imaginado… Sigo soñando pero no sé con qué en concreto, porque ahora mismo solo quiero afianzar lo que tengo y seguir ahí, como hemos hecho siempre, sin prisa pero sin pausa y haciendo las cosas lo mejor posible.

 

Este 22 de noviembre se está celebrando la ronda eliminatoria del Concurso Cocinero del Año 2024 en el Centro de Cualificación Turística de Murcia. Dentro de este certamen se han celebrado dos masterclass, protagonizadas por cocineros con estrella Michelin, con varias recetas para dar a conocer de qué forma usar algunos de los ingredientes más destacados de la cocina del país.

Recetas con tomate

La primera de ellas, patrocinada por Cirio, de Juver, ha estado dirigida por Juan Guillamon, chef del restaurante AlmaMater, de Murcia,  titulada “El tomate como punto de partida para la creación en alta gastronomía”. En ella Guillamón, que es también miembro del jurado de la actual edición del concurso, ha presentado tres platos diferentes que luego han podido degustar los asistentes. Además, lo ha hecho en base a tres formatos diferentes del producto.

Todo esto sucede mientras los concursantes del Cocinero del Año 2024 preparaban su apuesta culinaria en las cocinas del Centro de Cualificación Turística de Murcia.

 

El postre más dulce

La segunda masterclass: "Postres creativos con Nocilla", patrocinada por Nocilla-Cola Cao, ha reunido a dos ganadores de este concurso en otras ediciones, Raúl Resino, del Restaurante Raúl Resino (1* Michelin) en Benicarló (Castellón) y Cocinero del Año 2016, y presidente del jurado de este año, y Joaquín Baeza Rufete del Restaurante Baeza & Rufete (1* Michelin) en Playa San Juan (Alicante) y Cocinero del Año 2014, y también miembro del jurado de esta edición.

Joaquín Baeza ha elaborado una receta inspirada en los postres que le daba a su hija cuando era pequeña. "Cuando abrimos el restaurante, mi hija era muy pequeña y le daba a probar los postres que elaborábamos, ella era como una especie de jurado. Al final, el preferido era el del domingo con un donut de nocilla y cacahuetes por encima, y de ahí he sacado esta idea".

Baeza ha machacado los cacahuetes con la base de curry, "así todo se fusiona y tiene un toque asiático y dulce, pasamos el buñuelo por la nocilla blanca y el cacahuete, y luego en el restaurante lo gelificamos".

Por su parte, Raúl Resino ha añadido en su postre crema inglesa tradicional volcada sobre nocilla, en un mosaico de cítricos de naranja y chocolate, con zumo de naranja natural reducido.

Durante la tarde de hoy tendrá lugar la exposición de los menús y la entrega de premios a aquellos cocineros que pasarán a la ronda final que se celebrará el 21 de marzo en Barcelona, durante el certamen Alimentaria & hostelco 2024.

Sobran las palabras para presentar a este chef madrileño, Premio Nacional de Gastronomía 2013. Mario Sandoval (Madrid, 1977) es tercera generación de cocineros, y junto a sus hermanos lidera el establecimiento familiar, el restaurante Coque, un templo de la cocina que, a lo largo de sus 40 años de trayectoria, ha visto cómo se transformaba de humilde casa de comidas, a un majestuoso y prestigioso restaurante de 1.100 m², con dos estrellas Michelin, una estrella Verde y 3 Soles Repsol. Además, los hermanos Sandoval también han erigido todo un grupo de alta gastronomía, con diferentes proyectos como los espacios para banquetes y eventos El Jaral de la Mira, y La Romanee, o los restaurantes Coquetto o el más nuevo de todos, , ubicado en el JW Marriot Hotel Madrid.

 

Esta nueva aventura de Sandoval llega al centro de la capital madrileña con la idea de reivindicar la materia prima, y con una mirada puesta en la excelencia, como ya es habitual en el chef. En QÚ el comensal podrá, además, viajar a otros países gracias a la internacionalización de la cocina española, de la mano de la cadena Marriot.

 

Y como es también habitual en la cocina de Mario Sandoval, en QÚ se presta especial atención a la sostenibilidad. No en vano, se propone una oferta culinaria con raíces madrileñas, elaborada con la mejor materia prima de su propio Laboratorio de Agricultura Abierta (AgroLab) en Jaral de la Mira, donde los hermanos Sandoval lideran un proyecto que persigue un triple objetivo: el apoyo social, las investigaciones agroecológicas y las aportaciones culinarias.

Mario, acabas de emprender, junto a tus hermanos, un nuevo proyecto, QÚ, y de nuevo en un hotel, en el JW Marriott Hotel Madrid, ¿Te sientes más a gusto en las cocinas de los hoteles?

MS. Todo proyecto es un reto en sí mismo. Dar un servicio memorable, que el comensal salga satisfecho y con ganas de volver es mi objetivo. No hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión, sea en Coque, en Coquetto o en QÚ. Lo que más me motiva para involucrarme en esta aventura hotelera es hacer llegar a más personas nuestra rica gastronomía para internacionalizar todos los paladares, y que la propuesta culinaria de los establecimientos bajo el sello Q se conviertan en un idioma común alrededor del mundo.

Mario Sandoval en el nuevo restaurante QÚ
Mario Sandoval en el nuevo restaurante QÚ

¿Qué ventajas hay para un chef de alta cocina trabajar bajo el paraguas de un gran hotel y qué desventajas?

MS. Considerar todos los detalles, por nimios que sean, y formar al equipo para un servicio impecable de 24 horas, desde un cliente que desde su habitación y de madrugada pide una hamburguesa de toro bravo, a los desayunos con sus panes y bollería recién horneada, por ejemplo, sin olvidar, una cena privada en la terraza de una de las suites.

No hablo de desventajas, hablo de desafíos, sobre todo al no haber desarrollado antes este tipo de labor, pero como contamos con los mejores productos y equipo humano bajo el paraguas de JW Marriott, prestigiosa cadena hotelera, no me cabe la menor duda de que el comensal lo va a recibir con agrado e interés.

¿Qué encontrará el comensal de Mario Sandoval en QÚ?

MS. En QÚ el comensal encontrará una propuesta muy honesta, muy natural y creativa, elaborada al momento, consistente en resaltar y respetar la excelente materia prima de la que disponemos. Productos de temporada, de productores locales que preservan su calidad, frescura y sostenibilidad.

Menciona tres motivos por los que ir a QÚ.

MS. Por sorprendente. Es un viaje por el recetario español a través de la vanguardia.
Por su sólido compromiso con la sostenibilidad, que la materia prima sea inmejorable. Y eso se consigue respetando sus temporadas de cultivo, semillas y razas autóctonas que garantizan el sabor y esencia, lo que se ve inmediatamente reflejado en el plato.
Por honesta. Es una inmersión profunda en los productos, un hondo análisis de cada ingrediente hasta extractar toda su complejidad y ofrecerla con una nueva perspectiva en cada bocado.

Pese a llevar vuestro sello, al frente a la operación de la cocina de todo el JW Marriott Hotel Madrid, está Íñigo Rodríguez ¿Cómo es tu colaboración con él? ¿Qué le dejas hacer por libre y qué controlas al milímetro?

MS. Cuando conocí a Íñigo tuvimos muy buena química desde el primer momento. Tenemos los mismos valores e ilusión por la cocina. Hablamos un mismo lenguaje culinario con distintos puntos de vista que se enriquecen mutuamente.

Los hermanos Sandoval
Los hermanos Sandoval

Este mes de mayo has recibido el Premio ACYRE Madrid 2023 al mejor cocinero por la Asociación de Cocineros y Reposteros ACYRE Madrid. ¿Qué suponen para Mario Sandoval los premios?

MS. Todos y cada uno de los premios que recibo, lo hago con mucho orgullo y respeto. En el caso del premio de ACYRE, mucho más, porque quienes me lo otorgaron fueron compañeros, colegas y amigos de la profesión, entre tanto talento que tenemos en Madrid. Pero con todos los galardones me siento humildemente agradecido.

En toda tu carrera, ¿qué distinción es la que más orgullo y felicidad te ha dado?

MS. Lo que más satisfacción me produce es haber posicionado el restaurante que abrieron mis abuelos como uno de referencia del país. Lo que más felicidad me produce es cuando mis hijos se ponen sus chaquetillas y me piden que cocinemos juntos, la cuarta generación de la familia viene pisando fuerte.

De hecho, de premiado, también llevas años como jurado. ¿Recomendarías a los jóvenes que empiezan ahora a presentarse a concursos? ¿Por qué? ¿Qué aportan? ¿Qué te han aportado a ti a lo largo de tu trayectoria?

MS. Por supuesto que sí. Ahora las nuevas generaciones disponen de más conocimientos y más herramientas, pero con una nueva visión del mundo, más globalizado, que les acerca y da una nueva visión más actual.

Comedor del restaurante QÚ
Comedor del restaurante QÚ

Una trayectoria que recoge sus frutos, no solo en premios -como decíamos antes- también en proyectos. De todos los que lideres o de los que colideras, ¿con cuál te quedas? ¿Cuál es tu “niña bonita”?

MS. Como orgulloso padre que soy de cuatro hijos, se me hace muy difícil escoger, por no decir casi imposible, pero si tuviera que escoger uno, diría Coque. En él descubrí mi vocación y aprendí el oficio, en él hemos crecido mis hermanos y yo siendo el legado que queremos dejar a nuestros hijos.

Aseguras que lo de la sostenibilidad en la cocina lo traes “de serie”, porque ya lo practicaban tus abuelos, de los que tanto aprendiste. Pero, ¿cómo ves tú ahora la nueva corriente de sostenibilidad en la alta gastronomía? ¿Es posible un restaurante de dos o tres estrellas ser sostenible?

MS. De vital importancia. De hecho, tenemos en Coque una Estrella Verde Michelín por la Sostenibilidad y un Sol Sostenible de la Guía Repsol. Los restaurantes galardonados deben dar ejemplo con la práctica diaria a todos los niveles, de modo que no hablaría de la posibilidad de ser sostenibles, sino del deber de serlo.

Pero cuando uno establece su restaurante en un gran hotel, ¿cómo se logra llevar a cabo sus objetivos de sostenibilidad?

MS. La llevamos en nuestro ADN y aplicamos desde el origen implementándola en toda la cadena hasta el plato del comensal. Es la materia prima, pero también trabajar con eficiencia, la energía y también el aprovechamiento del 100% del producto.

¿Qué es lo que más valora Mario Sandoval cuando va a otro restaurante?

MS. Primordialmente, que la experiencia sea un disfrute, un buen servicio de cocina y sala, un equipo agradable, atento y prudente. Que la materia prima sea la protagonista indiscutible y si la muestran de una forma inédita, ¡miel sobre hojuelas!

Hablemos de futuro, ¿cómo te ves en 20 años?

MS. Me veo trabajando, experimentando y disfrutando de la gastronomía, cocinando en familia y también dando apoyo y consejo a la 4ª generación.

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Fran López es de esos cocineros de estirpe, de los que llevan en la sangre el oficio y la profesión. Nacido en L’Aldea (Tarragona) en 1983, Fran representa la cuarta generación de restauradores, hoy, al frente de Villa Retiro Group, junto a su hermano Joaquim.

 

Criado entre fogones, no solo ha cultivado desde la cuna la pasión por la cocina, también la ha fomentado formándose y trabajando en grandes templos culinarios. Con tan solo 16 años, inició sus estudios en la Escuela de Cocina Hofmann de Barcelona, y a los 19 ya estaba en París, formándose y trabajando con Alain Ducasse en el Plaza Athénée.

 

De vuelta a España, y junto con su hermano Joaquim, abren en 2006 el Hotel Villa Retiro y dentro del hotel, el restaurante homónimo, en donde un jovencísimo Fran López se convierte en el cuarto chef más joven (tenía 25 años) en obtener su primera estrella Michelin. Era el año 2009, y desde entonces se mantiene entre los estrellados.

 

Años más tarde, en 2013, se enfrasca en la gestión y dirección del Celler Cooperativo de Pinell de Brai, conocido por todos como la Catedral del Vi. Pero ahí no queda eso. Su constante renovación en la cocina, y el éxito de su propuesta gastronómica, la traspasa a su servicio de eventos y de catering. Negocios que agrupan bajo el paraguas de Villa Retiro Group.

 

Ya en 2016, Fran sale de les Terres de l’Ebre, para “poner” un pedacito de su cocina arraigada a la tierra y al mar, en la ciudad condal. Con Xerta Restaurant (Hotel Ohla Eixample) vuelve a conseguir una estrella Michelin, que mantiene desde entonces. Una intensa trayectoria que sabe explicar y compartir en su otra vertiente profesional, la de profesor y director de La Escuela de Hostelería Villa Retiro.

Detalle de un plato de Fran López. Foto by Claudio Lanau
Detalle de un plato de Fran López. Foto by Claudio Lanau
Fran, cuarta generación de hosteleros y convertido en un referente de la cocina de autor en Tarragona, así como empresario de éxito,al frente de Villa Retiro Grup junto a tu hermano Joaquín. ¿Cuál es la fórmula del éxito?
FL. Trabajo, perseverancia y no perder nunca la ilusión y las ganas de avanzar.

En la actualidad, entre tu hermano y tú gestionáis el Hotel Restaurante Villa Retiro, Xerta Restaurant, Masia Pla dels Catalans, Escuela Villa Retiro, Modernista Celler i Catedral del Vi, Xerta Tapas Bar, Xerta Catering… ¿Veremos más ramas de este frondoso árbol empresarial y gastronómico este 2023?

FL. Este año sí. Seguiremos avanzando con los proyectos existentes. Y como gran novedad, hemos estrenado Castell Tallat, un espacio para eventos y banquetes en Cabra del Camp, la provincia de Tarragona. Es un lugar muy especial, rodeado de naturaleza y con modernas instalaciones, un lugar mágico para celebrar una experiencia única con una propuesta gastronómica hecha a medida.
Formador, chef, gestor, empresario… ¿Dónde te encuentras más a gusto, frente a los fogones, impartiendo clases, dirigiendo un catering de 200 personas, asesorando restaurantes…?
FL. Mi modo natural es en la cocina, allí es donde me siento más cómodo, sin duda alguna. Lo demás es complementario.
Como chef, ¿quién dirías que te ha marcado más profesionalmente?

FL. Mariano Gonzalvo, que hoy cocina en Lo Paller de Coc. Es uno de los cocineros que me ha marcado desde mis inicios. Fue mi profesor en la Escuela de Hostelería Hofmann y me marcó mucho.

Aunque ya nos parezca que pasó hace mucho, hace un año seguíamos arrastrando restricciones por la pandemia, una crisis que afectó especialmente a la hostelería. ¿Cuál fue lo peor vivido en aquella época y qué aprendisteis de la pandemia?
FL. Lo peor fue tener que tener el restaurante cerrado afrontando todos los pagos y sin poder hacer nada al respecto, porque la ley nos lo prohibía. Aprendí a gestionar un negocio con varias restricciones cambiantes, es decir con un cambio de realidad continuo.
Y tras la pandemia, la crisis de suministros, el alza de los precios. ¿Cómo lo habéis vivido en el Grupo Villa Retiro? ¿Qué negocio ha sido el más afectado?
FL. Nos hemos adaptado en cada momento a la situación que ha venido. Todos los negocios en general han sufrido aunque, sin duda, el peor momento lo vivimos durante el covid.
Fran López, en Villa Retiro.
Fran López, en Villa Retiro.

El gran problema del sector, el personal

¿Cómo auguras que será este 2023? A nivel de negocios de hostelería, pero también a nivel gastronómico.
FL. Creo que la gastronomía de nivel alto estará menos afectada por la crisis que la gastronomía de nivel medio-bajo. Pero sin lugar a dudas, este año el gran problema será el personal, encontrar equipo humano, más que la falta de trabajo.
Pero como formador en la Escuela Villa Retiro, están en contacto con futuros profesionales ¿Cómo ves a las nuevas generaciones?
FL. Creo que las nuevas generaciones tienen grandes oportunidades en nuestro sector, ya que ahora mismo hay una gran demanda de cocineros y personal de sala. Por ello, creo que a los jóvenes estudiantes de hostelería les resultará más fácil crecer profesionalmente. Dicho esto, también creo que la capacidad de sacrificio de las nuevas generaciones cada día es menor.
Hablando de futuro crecer profesionalmente, tú fuiste uno de los chefs más jóvenes en conseguir una estrella Michelin, que además has sabido conservar ¿La Michelin “te quiere”? ¿O cuál es la fórmula para mantenerse?
FL. La fórmula para mantenerse, como la fórmula del éxito que antes comentábamos, es la misma: trabajo, constancia y sensatez
¿Crees que la estrella Michelin os ha ayudado estos años o incluso os ha puesto más presión añadida?
FL. Creo que cuando nos dio la estrella Michelin la Guía nos puso en el mapa, ubicó Villa Retiro en el mapa gastronómico, y esto siempre es positivo.

Cocina gastronómica, producto y tradición

Dice la frase que “no hay dos sin tres” ¿Te gustaría una tercera estrella? ¿La buscas, la ansías?
FL. Nosotros trabajamos día a día para mejorar, para nuestros clientes y para nosotros mismos, sin pensar en más allá.
En una frase, ¿cómo te gusta definir tu cocina?

FL. Cocina gastronómica llevada desde la tradición y los productos de les Terres de l’Ebre.

Acaba la frase: “Mi cocina no sería la que es sin…

FL. Sin un territorio tan lleno de grandes productos y una educación gastronómica muy marcada.

Desde L’Aldea, a Barcelona, Ibiza… ¿Cuál es la “plaza” más difícil de torear?

FL. Cada zona tiene sus dificultades y no hay ninguna “plaza” fácil.

El cliente, el comensal, ¿también ha evolucionado estos años? ¿Cómo?
FL. El cliente tiene cada vez más oferta a su alcance, va a más sitios, con lo cual tiene más conocimiento gastronómico, por lo tanto, es más difícil sorprenderle.
Si pudieras elegir, en todos estos años como chef, ¿cuál es tu plato (creación) favorito?
FL. Son muchos los platos que me gustan. Es difícil escoger solo uno, pero por decir alguno, creo que me quedaría con un postre: “El Ficus”. Porque representa mucho a Villa Retiro y este árbol centenario dando cobijo a nuestro restaurante.
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Los productos de proximidad son los protagonistas de la carta del exclusivo Restaurante Quirat, del Hotel InterContinental Barcelona, abierto para huéspedes y visitantes que buscan saborear los mejores bocados de nuestro territorio de esta temporada. Productos que proceden de proveedores cercanos, que respetan los ciclos de la vida animal y vegetal y que representan una de las prioridades de la oferta culinaria del local barcelonés.

 

Los dos menús degustación propuestos -llamados 18K y 24K- han sido diseñados por el chef Víctor Torres, quien dirige la propuesta gastronómica de Quirat desde finales del 2021 y que cuenta en su haber el reconocimiento de ser el cocinero más joven de España en conseguir una estrella Michelin.

Entre los diferentes platos se pueden destacar propuestas como la tostada con mantequilla ahumada y guanciale hecho en casa, el fricandó, la ventresca de atún y castaña, la tartaleta de carabinero y caviar, el cep del Montseny con tripa de bacalao y su pilpil, o el arroz meloso con ortiguillas y plancton. Y de postres, un par de recomendaciones a base de panna cotta de caqui y limón en texturas o a base de caramelo y pretzel, entre otros.

 

En la actual carta del Restaurante Quirat, Víctor Torres despliega su profundo conocimiento de los productos y técnicas de cocción para deleitar al comensal con guisos tradicionales, más propios del clima frío, y de elaboraciones del corpus culinario catalán y nacional.