gastronomía

Enric Almiñana llega a Abba Hoteles en el año 2001, apenas dos años después de la creación de la cadena que él mismo define como "nacional, de capital español y enfocada básicamente al segmento urbano y a hoteles de negocio y convenciones con un alto componente de gastronomía". Los actuales 27 establecimientos se concentran en España y Europa, aunque desde el 2021 la cadena tiene dos hoteles en Chile y un proyecto en México para 2024.

El actual Director de Compras y Sostenibilidad, Licenciado en ADE por EADA Barcelona y MIP Master International Purchasing por la Universidad IQS Executive, quién trabajó anteriormente en Hesperia Hoteles y Meliá Hoteles, presentó en 2018 el proyecto SostenABBAbilidad que, tras un pequeño retroceso por la pandemia, desde finales de 2021 "se retomó con muchas ganas y ahora crece a toda marcha".

Hablando de la pandemia. Ya hace tres años que la vivimos, con una afectación muy grave hacia el sector hotelero. ¿Podemos decir que Abba Hoteles ya ha alcanzado las cifras previas a ésta?

EA. Afortunadamente sí podemos decir que hemos vuelto a niveles del 2019 el pasado 2022, teniendo en cuenta que el primer trimestre de ese año todavía estábamos muy marcados por la pandemia. Las buenas cifras se mantienen este año 2023 y las perspectivas positivas también, a pesar de los cantos de recesión, la inflación que hemos vivido y la subida de los tipos de interés. Abba Hoteles cerró el año 2022 con una cifra de negocio de 59 millones de euros, superior a los 55 millones del 2019.

 

En el ámbito de compras también hemos recuperado los mismos niveles, pero la inflación nos ha dado muchos dolores de cabeza, ya que estuvimos muchos meses en un mercado volátil de precios y abastecimiento. Por el momento, la inflación ahora está ralentizada, pero apenas ha dado marcha atrás.

Abba Hoteles es una cadena creada en el 2019, de capital español y enfocada al segmento urbano y a hoteles de negocio.
Abba Hoteles es una cadena creada en el 1999, de capital español y enfocada al segmento urbano y a hoteles de negocio.

Como responsable de Compras de Abba Hoteles, ¿cuáles son las principales funciones que lleva a cabo su división?

EA. El Área de Compras lleva toda la política de aprovisionamiento a través de los acuerdos comerciales y estándares de producto marcados en las categorías de Compra de Capex y Opex. También lleva el desarrollo de proyectos de nuevos establecimientos y reformas junto con las áreas de arquitectura, ingeniería e interiorismo.

 

Asimismo, dirigimos el Área de Sostenibilidad, ya que hay muchas vinculaciones entre ambas áreas, especialmente en la gestión del aprovisionamiento sostenible, gestión compra y eficiencia energética y gestión de residuos vinculados con el aprovisionamiento. El Área de Responsabilidad Social Corporativa es la más diferencial y en ella también hemos puesto muchísima ilusión y motivación.

¿Qué requisitos deben cumplir sus proveedores? ¿Trabajan con las marcas de siempre o prefieren apostar por nuevas o un mix de ambas?

EA. Nuestros proveedores cumplen los requisitos solicitados en los diferentes criterios de homologación en base a nuestros estándares de calidad, producto y sostenibilidad. Solemos apostar por relaciones de largo plazo y con muchos proveedores tenemos acuerdos comerciales cruzados de compra-venta-compra, aunque obviamente el mercado sigue su evolución, aparecen nuevos proveedores, nuevos productos y nuevas tendencias. El mercado es dinámico.

Con 27 hoteles en su haber, algunos internacionales, ¿optan por proveedores locales en todos los casos?

EA. No, trabajamos con criterios híbridos respecto a las diferentes categorías de compra. Tenemos una importante base de acuerdos corporativos que nos permiten estandarizar calidades, productos y procesos en toda la cadena, pero también nuestro plan de sostenibilidad apuesta por una cuota de productos y proveedores de proximidad que hoy es del obligado mínimo del 10%, pero que va creciendo paulatinamente. El producto local de proximidad da valor a la zona geográfica y enriquece la gastronomía de cada hotel. No es un criterio de ventajas y desventajas, porque en el buen equilibrio está el mejor resultado.

Entrando en materia de sostenibilidad, y como máximo responsable de la cadena en este ámbito, ¿con qué objetivo crearon en 2018 su marca propia SostenABBAbilidad?

EA. Porque decidimos que era el momento de sumarse a la tendencia general de negocios y modelos más sostenibles en todos los ámbitos posibles de la empresa y sus relaciones internas y externas. Un proyecto ilusionante donde todos somos muy partícipes y donde desarrollamos muchas acciones motivantes de manera continua. El proyecto ha calado profundamente en nuestro ADN y en nuestras personas y no hay conversación de negocio que no tenga un filtro y componente sostenible.

Enric Almiñana presentó en 2018 el proyecto SostenABBAbilidad y actualmente "crece a toda marcha", comenta.
Enric Almiñana presentó en 2018 el proyecto SostenABBAbilidad y actualmente "crece a toda marcha", comenta.

¿Qué puntos fuertes del ámbito sostenible ya implementados destaca en sus hoteles?

EA. Nuestro proyecto tiene cuatro ejes de trabajo: Aprovisionamiento Sostenible, Medio Ambiente, Gestión de Residuos y People Sociedad. En estos 4 ejes tenemos todo el desarrollo de nuestro plan con todo tipo de acciones vinculantes y visibles para nuestros clientes. A los ojos de éste, todos los servicios que reciben deben tener una gestión sostenible detrás de manera directa o indirecta. El proyecto sostenible es infinito porque siempre hay nuevas acciones, nuevas decisiones, nuevas tendencias y muchos aprendizajes que nos permiten una mejora continua.

¿Qué valoración hace de la sostenibilidad por parte del huésped?

EA. Estamos en la fase de comunicación hacia el cliente, presentando nuestros planes y las acciones que realizamos, a través de todos nuestros medios de comunicación, como página web, redes sociales, y canal de marketing dinámico. Algunas de ellas son visibles como, por ejemplo, la marca SostenABBAbilidad en nuestros amenities, impresos, servilletas, etc. Todos tratados con filtro sostenible, productos de proximidad, productos ecológicos o productos de comercio justo, pero también explicamos nuestro plan no tan visible, como la eficiencia energética e hídrica, la gestión de residuos general y las acciones de Responsabilidad Social con entidades, organismos y fundaciones. Para nosotros es clave que el cliente perciba y pueda valorar el trabajo que realizamos en sostenibilidad y para ello disponemos de las memorias de acción sostenible a disposición de nuestros clientes y nuestros stakeholders en general.

Entre las marcas propias de Abba, destaca la gastronómica Abba Mia. ¿Qué nos puede explicar de ella?

EA. Abba Hoteles siempre ha dado mucho valor a la gastronomía con restaurantes temáticos en nuestra mayoría de hoteles, siempre bajo el paraguas de la marca Abba Mia. En este paraguas tenemos restaurantes gastrobar, como el 37th, el 33rd o terrazas con especiales vistas, como los The Roof en Gijón, Sevilla, San Sebastián. Tenemos hoteles ideales para eventos especiales, tanto de empresa como particulares, y estamos especializados en celebraciones. Tenemos una restauración cuidada y vanguardista que no olvida las raíces de la provincia o región que representa y que está muy bien valorada.

El equipo humano de restauración de Abba Hoteles firmó un documento de anexión voluntaria hotel por hotel que los vincula con Ecofoddies.
El equipo humano de restauración de Abba Hoteles firmó un documento de anexión voluntaria hotel por hotel que los vincula con Ecofoddies.

¿Qué parámetros tienen en común las compras vinculadas a todos los restaurantes de la cadena?

EA. En común tienen la oferta de servicio generalizada a través de nuestros estándares de calidades, productos y servicios con nuestros habituales proveedores de la cadena, pero siempre en sintonía con la compra local de proximidad y de productos de la provincia y región que dan a nuestra gastronomía un carácter común, pero con un servicio diferenciado en cada uno de nuestros establecimientos y ciudades.

Ligando sostenibilidad y gastronomía, ¿qué representa el certificado Ecofoddies del que presume la cadena?

EA. Dentro de nuestro programa de sostenibilidad y certificación con los sellos de Ecostar, Biosphere o Green Key pensamos que era importante darle una identidad propia a la certificación de nuestra gastronomía y entramos en contacto con Ecofoddies  que nos ayudó a concentrar nuestro perfil de compra y servicio en tres puntos básicos: el Medio Ambiente, la Salud Humana y el Bienestar Animal. Analizamos las exigencias de cumplimiento de la certificación y apostamos por conseguir el modelo Basic, cumpliendo cada uno de los puntos solicitados y marcando un reto de mejora continua que incluye un compromiso de nuestro equipo humano de restauración que firmó un documento de anexión voluntaria hotel por hotel con el contrato que nos vincula con Ecofoddies.

La digitalización es fundamental en un departamento de compras hoteleras. En este sentido, ¿qué propone el proyecto de transformación digital?

EA. En el Área de Compras apostamos por la tecnología como clave de la optimización del proceso de compras y aprovisionamiento. En este sentido nos rodeamos de herramientas digitales, como el Portal de Compras de Abba Hoteles para la gestión del Supplier Relationship Management y negociación electrónica, la herramienta GBN NETWORK para los procesos de homologación de proveedores, y el Marketplace Abbazon Quantum Spairal desarrollado para todos los pedidos electrónicos en formato P2P, por tanto, conectando los sistemas de ERP de Cliente y Proveedor. Este último proyecto se desarrolló desde el año 2018 y hemos superado las 60 mil transacciones electrónicas. Cerramos el círculo con la intranet de compras corporativas para la comunicación de acuerdos comerciales, precios vigentes, estándares de producto y noticias en general de Área de Compras y Sostenibilidad.

Los actuales 27 establecimientos de Abba Hoteles se concentran en España y Europa.
Los actuales 27 establecimientos de Abba Hoteles se concentran en España y Europa.

¿Hacia dónde van las tendencias y necesidades futuras de una central de compras para su óptimo desarrollo de trabajo?

EA. Nosotros creamos la central de compras de Abba Hoteles en el nacimiento de la cadena para la gestión común de sinergias y economía de escala, pero rápidamente nos asociamos a la central de compras Quantum  precisamente para que el nivel de sinergias y economía de escala fuera superior en capacidad de negociación y oferta de productos y servicios.

La tendencia nos ha llevado a un alto nivel de digitalización en los procesos, pero también a ser más ágiles en cambiar tendencias, como la especialización de producto o la propia sostenibilidad. No tenemos ninguna duda en que la gestión colaborativa es la que da verdaderos éxitos y nuestro viaje con Quantum está lleno de satisfacciones en muchos ámbitos del negocio de compras. Totalmente recomendable.

Y hablando de futuro, Abba tiene proyectos a medio plazo de nuevos hoteles. ¿Qué nos puede contar al respecto?

EA. Lo que tenemos publicado y oficial es el desarrollo de nuevos proyectos de las marcas Abba Suites y Abba Apartments en ciudades como Gijón y Bilbao, pero también en Playa del Carmen (México). No obstante, el departamento de Desarrollo de Negocio está siempre en contacto con nuevos posibles proyectos de hoteles, no solo en España sino en otros países, y nuestras redes sociales irán dando buenas noticias al respecto de manera constante.

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Rodrigo de la Calle ha conseguido elevar los vegetales a la máxima expresión, creando la llamada “Revolución verde”, elaborando su menú más radical a base de frutas, verduras y hongos, utilizando la proteína animal como mero componente sazonador. Su restaurante, El Invernadero, de Madrid, tiene estrella Michelin y también cuenta con local en Barcelona, y en China. Con él conversamos sobre el pasado, presente y hacia donde tiende la gastronomía.

¿Cómo decidiste centrarte en la cocina vegetal y ser tu sello de identidad?

R. El proceso de especializarme ha sido largo. Mi pasión por el tema vegetal me viene desde niño, precisamente porque mi padre fue agricultor durante muchos años y yo me crie en una huerta. De hecho, me acuerdo de cuando tenía 8 años y mi padre me preguntó qué quería de regalo de cumpleaños, le pedí un trozo de la huerta para tener yo mi propia, y lo primero que planté fueron tomates en aquellas vacaciones en el año 82.

 

Yo siempre adoré a mi padre y esa pasión que tenía por el campo la veía como algo en que quería parecerme. Es lo que tiene vivir en un pueblo y alimentarte de una huerta, que al final valoras lo que es. Tu madre va a hacer una ensalada y te manda a la huerta a por tomates y lechugas. Son cosas que eran muy normales en mi infancia y cuando nos fuimos del pueblo a vivir a la ciudad no entendía por qué ir a la tienda a por los tomates y las lechugas.

Cuando ya empecé a trabajar en cocina, siempre me pareció interesante trabajar con vegetales, aunque también cocinaba con carne y pescado, no era tan "talibán" como ahora, tan radical.

¿En esto se basa el concepto que creaste Gastrobotánica? ¿Qué quiere decir y cuándo nació? 

R. Sí, el punto de inflexión tiene que ver con mi proyecto Gastrobotánica, en el año 2000, cuando empecé a trabajar en El Huerto del Cura en Elche, de Elche, y conozco al botánico Santiago Orts y creamos este concepto. Él me decía que un informe de la FAO establecía que durante el siglo pasado se había perdido más del 70% de las especies vegetales en la Península Ibérica.

 

Eso me marcó mucho. Las variedades que tenían un alto coste de producción o un bajo rendimiento de producción, y realmente mayor sabor y valor gastronómico, se fueron perdiendo y se introdujeron las famosas casas de semillas, que te hacen los tomates resistentes a plagas, a enfermedades, berenjenas, lechugas de colores…

 

Se ha buscado vegetales o verduras que sean perfectas, y estas casas de semillas en principio se olvidaron del sabor y solo querían plantas con rendimiento. Entonces cada vez me interesé más por los agricultores que tienen semillas ancestrales, porque la gente, sobre el 2010, empezó a quejarse de que los tomates no sabían a tomate. Empezamos por rescatar tomates con sabor y luego pasamos a otro tipo de verduras y, como te digo, rastreando por toda la península a esos agricultores.

 

Es decir, el objetivo era recuperar las especies vegetales que estaban en peligro de extinción o en desuso. No solamente verduras convencionales, sino que también empezamos con cítricos. En España, en el siglo pasado había más de 2.500 variedades de cítricos y todas se fueron perdiendo.

 

Y ahora hago al revés que la mayoría de restaurantes del planeta. Todo el mundo tiene un 80 o 90% de platos con proteína animal y un 10% de platos vegetales, y yo al revés.

 

En mis menús, tengo pescado y carne por una mera decisión empresarial, para poder captar al público "omnívoro", sobre todo en un país como España, donde el pescado y la carne son tan importantes en la dieta. Yo no soy vegetariano ni nada por el estilo. En el año 2012 hice mi primer menú degustación sin ningún plato de pescado o carne, y decidí llamarlo "revolución verde", aunque la primera revolución verde tiene que ver precisamente con lo que hicieron las casas de semillas, empezando a manipular genéticamente.

Rodrigo de la Calle, chef de El Invernadero, en Madrid, y Virens, en Barcelona
Rodrigo de la Calle, chef de El Invernadero, en Madrid, y Virens, en Barcelona
Te adelantaste al concepto de sostenibilidad tan importante en la restauración actual

R. Fui pionero en tener una huerta en mi restaurante, en trabajar con agricultores, y pionero en hablar de cocina de proximidad, de respeto por el planeta, de sostenibilidad y recuerdo en un Madrid Fusión todos me miraban todos como si estuviese loco. Y ahora son sostenibles hasta las gasolineras.

 

Yo siempre digo que lo que hago es alta cocina verde, que es cocina basada en producto vegetal, inclusiva, donde la proteína animal actúa como algo secundario o como aderezo en los platos, y con ese sentido de llevar una dieta muchísimo más equilibrada y respetuosa con el planeta. Así de sencillo.

¿Cómo ha evolucionado tu cocina desde aquellos 2000?

R. Ahora no necesitamos completar un menú, una carta, una degustación con platos de carne, más allá de la cuestión empresarial, porque el consumidor ha entendido, poco a poco, que se puede salir a un restaurante a comer sin probar pescado o carne sin necesidad de ser vegetariano, que es el gran prejuicio que tenemos todos.

 

Hay quienes van a mi restaurante, eligen el menú de verduras, terminado con pescado o con carne y luego dicen que se arrepienten de haber pedido ese segundo. O el que se atreve a probar los menús no vegetarianos, omnívoros como he dicho, con proteína animal de aderezo en algunos platos, y termina el menú diciendo que no echan de menos para nada la carne.

Ahora tienes El Invernadero, en Madrid, y Virens, en Barcelona, ¿has visto alguna diferencia en la hostelería de las dos ciudades?

R. Independientemente de que los conceptos son distintos -El Invernadero es un restaurante puramente gastronómico donde no hay opción a otra cosa que no sea el menú degustación, y Virens es un restaurante más casual, donde también puedes comer a la carta y platos para compartir, sí noto que Madrid lleva desde mucho antes de la pandemia con una ebullición gastronómica y con una clientela voraz y deseosa de comer que no veo en Barcelona. 

 

En Madrid hay un montón de restaurantes, todo el mundo haba de ellos y están repletos de lunes a domingo. Hay un turismo muy gastronómico y se ha convertido en un centro de referencia y no es solamente una sensación mía, todos los chefs importantes de España en los últimos años están abriendo segundos restaurantes o terceros restaurantes en Madrid.

 

Más allá de un tema político, se juntaron todas las restricciones agresivas que hubo en Barcelona por la pandemia. Abrí en Barcelona porque en cualquier calle ves restaurantes plant-based o tiendas ecológicas, y eso en Madrid cuesta mucho, y vi que tenía un hueco donde no tendría que andar explicando tanto mi cocina.

Además, Barcelona sigue siendo una de las ciudades más visitadas de Europa, por encima de Madrid. Pero el turismo que tiene Barcelona no solamente es gastronómico, la gente busca la playa, la montaña, porque la provincia es tan rica y tan diversa, a diferencia de Madrid tiene de todo. Madrid es una ciudad y punto.

Pero en Barcelona no veo esa ebullición en las calles, esa pasión por la gastronomía, aunque siempre había sido el referente a nivel gastronómico. En Madrid, las grandes empresas inversoras de hostelería están viendo oportunidades, donde cierra un restaurante, a las dos semanas hay otro. Hace diez años en Madrid apenas había diez estrechas Michelin, ahora ya creo que estamos rozando las veinte.

Te vas de viaje a China donde tienes restaurante, ¿cómo lo defines, qué otros proyectos tienes allí?

R. El proyecto del restaurante Puerta 20 nació de un restaurante que estaba dentro de un estadio de fútbol y era un bar de tapas español. Las mesas de bar sin mantel terminaron convirtiéndose en restaurante gastronómico de alta cocina española, con camareros con traje y corbata y clientes pidiendo platos de cocina española más allá de la paella. Se abrió un segundo Puerta 20 un par de años después, en 2017, pero con la pandemia el restaurante que había en el estadio se cerró. El gobierno chino decidió tirar el estadio para remodelarlo y hacer uno nuevo y todos los negocios que estaban allí tuvimos que cerrar, pero conservamos el Puerta 20, en el exclusivo lago Romelake, la zona más cool de Beijing.

 

Ahora voy para abrir un nuevo restaurante, en este caso de cocina de autor, y en un hotel supercéntrico de Beijing, donde están las empresas chinas más potentes. Será un proyecto con mi cocina basada en vegetales, con algo de pescado y carne, y con aspiraciones de ir a por todas.

¿Cocinarás con productos locales? ¿Cuál es la riqueza de la cocina china? 

R. Estoy muy contento, porque hasta ahora no había hecho cocina tradicional en China, pero encontrar productos vegetales de calidad, aunque no lo parezca, es muy difícil, sobre todo por el tema climatológico. Vas a un mercado de Beijing y alucinamos con la cantidad de vegetales que tienen. Siempre debo ir a mercados ecológicos o donde sé que traen producto de muy lejos de Beijing, porque en la ciudad hay unos niveles de polución muy importantes.
¿Hacia dónde crees que va la gastronomía española?

R.  Las intenciones van hacia el producto local. Aunque veo que cada vez se incluyen más platos de verdura en los restaurantes, tristemente, en España, el nivel de fruta y verdura sigue cayendo año tras año. 

 

Además, ahora un ceviche se ha convertido en un plato de la cocina "tradicional" española, especialmente para cualquier persona joven que haya nacido en las últimas dos décadas. Seguimos con esta globalización y sin educar a la gente en la cocina regional española, que es tan rica -la andaluza, la catalana, la vasca, la gallega…-, y creo que eso no tendríamos que perderlo. La cocina nórdica nos ha pasado por encima y los referentes antes eran grandes cocineros con estrellas Michelin en restaurantes y ahora son personas que han ganado concursos de televisión o que son famosos en redes o líderes de opinión. Los iconos de la gastronomía española ya no son chefs auténticos.

¿Qué piensas sobre los cocineros mediáticos?

R. Yo he hecho ocho programas de televisión. Reconozco que al final es una manera de que la gente vaya a sus restaurantes. Ni Pepe Rodríguez, ni Jordi Cruz, ni Alberto Chicote, ni Ángel León… ninguno de los cocineros que han estado ahí lo han hecho por hacerse famosos o salir en revistas, lo han hecho por dar a conocer sus restaurantes, su cocina y, en el caso de la gente de Master Chef, que han mantenido durante tantos años su posicionamiento en televisión, al final es una manera de ganarse la vida.

 

Siguen teniendo sus restaurantes, se dedican a la gastronomía y es un apoyo a su negocio. Es exactamente igual de respetable, y a mí ahora mismo me dicen que Pepe Rodríguez deja Master Chef y me dan su puesto, sin dudarlo lo aceptaría, porque a nivel profesional seguro que no tendría que explicarle a la gente que es la cocina verde, al final, o te adaptas a los tiempos o mueres.

 

Antes, cuando querías aprender como cocinaba Martín Berasategui, te tenías que tirar seis meses en su cocina haciendo prácticas, ahora lo que tienes que hacer es seguirle en redes sociales y ver como cuenta sus recetas. Hay una manera distinta de comunicar las cosas.

Esto ha hecho cambiar la figura de los chefs, ¿crees que es más positivo? ¿Se conocen más?
R. Cuando yo empecé en la gastronomía, los cocineros eran personas que estaban escondidos en un rincón de la cocina y que nadie sabía quiénes eran. Todo el mundo conocía al Maitre, que era la cara visible, y ahora, el referente de cualquier restaurante es el chef. Cuando empecé en 1995, un cocinero era un "grasas", era un desertor del arado o del andamio. No había ese respeto por la profesión. Eso ha cambiado y es una de las cosas positivas. Al final es lo que te comentaba, que se está volviendo a la cocina tradicional bien hecha. Si te comes una pizza, que esté bien hecha. Hace unos años, comerse un arroz era como una misión imposible, y ahora en Madrid yo creo que hay mejores arrocerías que en Valencia, o en la misma Valencia ya se preguntan de dónde viene el grano, la leña con la que la haces, todo está cambiando y un plato como la paella se está convirtiendo en un plato gourmet, que es alucinante. Y en cada región de España hay algo distinto. En el País Vasco las fiestas de los pueblos son en función del producto que tienen. En un sitio es el pimiento de Gernika, en otro es la morcilla de Beasain, en otro es el queso de Ordizia… Esa cultura gastronómica que hay en el País Vasco es muy grande, y también pasa mucho en Cataluña, con el producto tan bueno que hay. Al final, lo importante es transmitir a los jóvenes lo bueno que hay en cada región, que no olviden el pasado y que sean conscientes de que el futuro nos está pasando a todos demasiado rápido.
Rodrigo de la Calle, chef de El Invernadero, en Madrid, y Virens, en Barcelona
Rodrigo de la Calle, chef de El Invernadero, en Madrid, y Virens, en Barcelona
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Locales, bares y restaurantes, eventos y clubes deportivos… nada se les escapa a Galera Group, que toca todos los palos de la restauración y que, a pesar de ello, todavía quiere nuevos retos. “Somos de los del culo inquieto, de los de las pulgas en el asiento, de los que estamos en constante búsqueda de nuevas formas de generar ocio para ti y para los tuyos”. Así se definen en el grupo, dedicado a la gestión hostelera de los restaurantes 4 Latas – Tapas y Platillos, 4 Makis – Cocina Japonesa, 4 Pokes – Healthy Food, Óxid La Tertulia – Arroz y Brasa; Óxid Torredembarra – Sabor Mediterràneo y Casa Balcells – Comida tradicional renovada.

Restaurante Casa Balcells de Galera Group
Restaurante Casa Balcells de Galera Group

Siempre novedades

El sector lleva años complicados, según reconoce Jorge Piera, CEO de Galera Group, “Desde la pandemia y con las continuas exigencias de gobiernos y administraciones públicas, que complican el funcionamiento normal de la hostelería y de la restauración que teníamos pre-pandemia, encontrar la forma de generar una oferta con unos estándares y unas garantías mínimas se está volviendo complicado”.

Sin embargo, ahora se muestran contentos y tienen muchos retos por delante. Piera comenta que el recibimiento de sus clientes en este año ha sido de 10 y mucho mejor de lo que esperaban. “Hemos trabajado bien, y eso nos ha permitido ir introduciendo mejoras en nuestra oferta y en nuestra cadena de valor, que a su vez ha derivado en una mejor valoración de los clientes y en una fidelización que poco a poco nos ha ayudado a generar marcas potentes e incluso “Lovemarks” como en el caso de 4 Latas.

Y siguen las innovaciones, porque desde hace algunos meses, están incorporando en sus restaurantes nuevos sistemas de “Order and Pay” que están facilitando y mejorando notablemente la experiencia de los clientes. “Comenzamos con una prueba Beta en 4 pokes, y debido a que se plantea sobre todo como un modelo de Take Away o Delivery, esta forma de funcionar ha acortado los tiempos de espera, ha facilitado la labor de nuestros empleados y sistemas de ventas cruzadas de producto”.

Actualmente, disponen de ese sistema en todos los restaurantes 4 Latas de Barcelona y nos se encuentran continuamente en búsqueda activa de nuevas formas de trabajar y nuevos sistemas que se adecúen a la forma de vida actual, ajetreada y rápida de sus clientes.

Restaurante 4 Lata Granados de Galera Group
Restaurante 4 Lata Granados de Galera Group

Apertura de locales en otras zonas

Galera Group cuenta con locales en Barcelona, Tarragona, Torredembarra y Sant Cugat, pero se abren a nuevos lugares. “La expansión de nuestros locales a otras zonas es algo que nos hace run-run en la cabeza desde hace mucho tiempo y puede ser que este 2023 sea año de expansión y nuevos retos a nivel de negocio”.

Piera responde que con la marca 4 Latas, la apertura de nuevos locales en 2022 fue un éxito rotundo y han conseguido establecer nuevos locales en Barcelona y Torredembarra con una tasa de éxito que ha superado por completo sus expectativas. “Tenemos marcas potentes cuyas nuevas aperturas son muy bien recibidas, en ambas localizaciones, y esperamos que 2023 sea un año de nuevas aperturas”.

Restaurante Oxid en Torredembarra de Galera Group
Restaurante Oxid en Torredembarra de Galera Group

“Estamos en un continuo cambio tecnológico y social” 

Desde el grupo saben bien cómo introducir los distintos cambios que juegan las bases de la restauración. “Estamos optando cada vez más por la introducción de la tecnología a la cadena de valor, por la transformación digital y por la mejora de la experiencia de usuario”, comenta el CEO de La Galera. A día de hoy, en una época en la que todo avanza tan rápido, estamos en un continuo cambio tecnológico y social, “la restauración, como todos los sectores, debe tender a buscar esas vías de transformación que le permitan establecerse de alguna manera en el mundo digital para mejorar la vida y la experiencia de sus clientes. En este caso me refiero a nuevas vías de pago, mejoras en las vías de comunicación, nuevas formas de ser atendido e incluso de pedir y pagar las comandas”.

Jordi Piera va más allá y cree que hay cambios en el modelo de ocio. “El ocio nocturno ha derivado en gran parte hacia el ocio de tarde o hacia lo que se conoce culturalmente como Afterwork. Las personas cada vez tendemos a aprovechar más el día en nuestros planes y a optar menos por las salidas nocturnas. La sociedad busca una oferta completa que pueda alargarse durante todo el día y que ofrezca variedad de experiencias diferentes en un mismo local, prueba de ello es el tremendo éxito de 4 Latas en Barcelona”.