Hotel

No sólo prepara el mejor café de España, también es el mejor en la comanda, en la cata de café, incluso en la elaboración de una bebida creativa a base de café. El joven Rufus Blad demostró ser el mejor y más completo barista del país al alzarse como el ganador del 1r Campeonato Barista Nacional Pro, celebrado en el pasado Fórum Coffee Festival. Un concurso que se presenta como el más global, y sobre todo, el más competitivo, puesto que sus participantes son algunos de los mejores baristas del país. Rufus consiguió, por pocos puntos respecto al segundo, hacerse con un premio que se suma a otros, como el de Campeón de AeroPress, confirmando la calidad del barista. 

De origen sueco, lleva solo seis años en España, y poco más trabajando en el sector del café. De hecho, su formación nada tiene que ver con esta bebida estimulante. Bailarín profesional, se adentra en los aromas cafeteros hace una década de la mano de un amigo, que le invitó a tomar un café de Etiopía. Desde aquel día, el café se ha convertido en su pasión, su vida y profesión. 

Autodidacta y observador, en 2014 empezó a trabajar en una cafetería specialty en Estocolmo (COFFICE). Un año más tarde, le contrató Johan & Nyström, tostador líder de café de especialidad de Suecia. Trabajó durante dos años en su Concept Store. Ya en España, en 2017, entró en Cafés Oquendo como barista, formador y control de calidad. Ahí trabajó durante 5 años, hasta este 2023, que le fichó el Banco Santander para ser uno de los baristas del Work Café Santander de Oviedo.

Rufus, fue un Campeonato Nacional Barista Pro muy competitivo ¿Te lo podías imaginar que ganarías al resto de 13 participantes?

RB. Fue muy competitivo. Todos eran muy buenos. Pero yo me vi muy bien y potente en cata, y eso que es la disciplina que realmente no es mi fuerte. Pero entrené muchísimo, muchas horas, para este Campeonato. Yo creo que al final, he ganado porque el jurado vio que domino todo en general, el manejo de la maquinaria, los molinillos, la explicación… Ha sido la confirmación de un gran reto personal. Era un de autosuperación. Yo no soy barista por profesión, sino por vocación. Y realmente, me encanta estar en el escenario de los campeonatos. Para mí no es una cuestión de demostrar que soy el mejor. Es que, disfruto mucho en el escenario. 

Bueno, de hecho, eso sí que es “defecto profesional”, ¿no es así?

RB. Sí, cierto. Yo antes era bailarín de ballet clásico. Entré en el mundo del café de casualidad. Un amigo me llevó a tomar un café de especialidad y allí empezó todo. Antes no sabía nada del mundo del café. Yo era el típico que tomaba el café con mucha azúcar, con leche… Pero cuando probé aquel café me encantó y empecé a estudiar y a probar por mi cuenta. Y empecé como un hobby. Pero noparé de estudiar y pasé así de ser un barista home a un barista pro. 

¿Cuál fue tu primera experiencia profesional con el mundo del café?

RB. Trabajé en una cafetería de Estocolmo, Coffice. Allí ya aprendí mucho. Pero un año más tarde entré en Johan & Nystöm. También, en aquella época ya empecé a presentarme a concursos. Y en 2017, quedé tercero en el Campeonato Barista 2017.

Y cuando llegas a España sigues con los Campeonatos. 

RB. Sí. El año pasado gané el Campeonato Nacional de Aeropress. Para mí fue un gran reconocimiento. Porque al ser extranjero, ganar este tipo de concursos es muy importante, ya que siempre es más difícil al venir de fuera. Por eso, fue muy importante para mí ese reconocimiento por parte de la profesión. 

Y todo esto, siendo autodidacta… 

RB. Así es. Pero también he aprendido en los sitios donde he estado. Por ejemplo, aquí en España, he trabajado durante cinco años en Cafés Oquendo. Allí aprendí muchísimo. Me ayudaron mucho. Y ahora, me salió una oportunidad para trabajar en el Work Café Santader. Llevo solo unos meses, pero cada día se aprende algo.  

Sin desmerecer, pero ¿es curioso que un barista Campeón de España esté en "una cafetería de un banco"? 

RB. Es que son establecimientos donde ofrecemos café de especiallidad. Somos la cara visible del banco. Por ahora, hay 26 delegaciones de Work Café Santander en toda España. Y la idea es servir el mejor café posible. Somos como “los anfitriones” de las oficinas. De hecho, la cadena está fichando a algunos de los mejores baristas del país para ofrecer el mejor café. Son espacios que son cafeterías de especialidad, pero también, espacios de coworking y, además, ofrecen los servicios bancarios. 

¿Nunca te has planteado abrir tu propia cafetería?

RB. Quizás sí, en un futuro, pero no ahora. En España no es fácil emprender sin tener detrás una buena financiación. 

¿Y cómo sería?

RB. Sin duda una cafetería de especialidad, donde el cliente pudiera venir a catar diferentes tipos de cafés.

Al ser de fuera, puedes comparar ¿Cómo ves tú el sector de las cafeterías de especialidad, y de las cafeterías en general, en España?

RB. En los años que llevo aquí he visto que el sector está creciendo muy rápido, sobre todo, en las ciudades grandes. 

¿Tomamos buen café en España?

RB. Sí, yo creo que sí. Si sabes dónde ir, se puede tomar mejor café en España que en otros países del Norte de Europa. Cuando llegué aquí, vine con la idea de que no era así. Que solo se tomaban buen café en los países del Norte. Pero no es así. Aquí hay mucho nivel, pero también muy bajo. En España, el café que se sirve en hostelería o es muy malo, o muy bueno. En el Norte de Europa esto no pasa tanto, porque hay más tradición y más formación, y por lo general hay buen café en todos los sitios. Pero aquí es curioso, porque puedes encontrarte los dos extremos. Además, en España estamos más atrasados en el café de filtro. En los países nórdicos ya es muy común ir a una cafeterías y que te ofrezcan café de filtro. Aquí únicamente se ofrece café espresso y es muy complicado que te ofrezcan otro método de elaboración del café. Pero esto va a ir cambiando. En el Work Café Santander ya ofrecemos café de filtro también. Y también hay algunas cafeterías de especialidad que empiezan a ofrecerlo, pero es muy minoritario. 

Y, el café que se ofrece en los restaurantes, ¿qué opinas de él?

RB. Prefiero no opinar de este tema. Con esto lo digo todo.

¿Qué crees que debería hacer la hostelería española para mejorar este aspecto?

RB. Dar más importancia a la formación. Debemos darle la importancia que tiene el hacer y ofrecer un buen café en un restaurante. Y solo con formación se consigue. Cuando seamos conscientes de los granos de café que se necesitan para una taza. De cómo han sido cultivados y recolectados esos granos… De los años de trabajo de productores, caficultores, tostadores… Si la gente fuera consciente de todo esto, seguramente se valoraría más el café. En España creo que se toma mucho café, pero no hay cultura del café. 

¿Crees que los restaurantes deberían ofrecer carta de cafés?

RB. Creo que sería muy complicado hacerlo. Sería mucho mejor que se concentraran en hacer bien su café. Es mejor ofrecer una buen taza de origen, un buen blend de café, que ofrecer muchos en carta.

Y para acabar, ¿qué café toma el Campeón Barista Pro?

RB. Depende del momento. Me gusta mucho un solo, corto, un buen espresso, o también un filtro. Y a veces, un flat white, que es el de doble carga con leche. 

¿Y el próximo reto?

RB. Aprender a tostar café y quedar Campeón del Mundo de Aeropress. 

No todos los palillos orientales son iguales. Algunas de las mejores marcas de restauración asiática apuestan por ese plus de diferenciación que marcan unos utensilios tan propios como los palillos. Cristina Papiol lo sabe bien. La CEO de Pinopack, y responsable de la marca Xopstics, conoce a la perfección el sector y sus necesidades. No en vano, su empresa es líder en la fabricación y distribución de fundas de papel y palillos chinos. 

Pinopack, ubicada en Sant Adrià del Besós (Barcelona), cuenta con una larga trayectoria como productores de fundas de papel. Son más de 10 años como fabricantes de sobres de papel personalizados para marcas de moda, retail y restauración. Y también, fue la primera empresa española en distribuir fundas para los palillos orientales. Abrieron mercado y lo lideraron, puesto que su única competencia provenía -y proviene en la actualidad- de los importadores chinos. 

Con la entrada hace dos años en la compañía de Cristina (cuarta generación), la empresa ha dado un giro de 180 grados. Un viraje hacia mucha más calidad, hacia la diferenciación y hacia la sostenibilidad. Unas innovaciones que han llevado a hacerse con el mercado de las grandes cadenas de cocina oriental, que buscan ese plus que ofrece Pinopack. 

Cristina, ¿qué les hace diferentes en Pinopack? 

CP.- Realmente, somos los únicos que ofrecemos este tipo de producto con calidad. Tenemos un gran conocimiento del sector, porque hemos trabajado desde hace décadas en él. Pero además, trabajamos constantemente para introducir innovaciones. Por ejemplo, fuimos los primeros en introducir un uñero en las fundas, también en usar papel reciclado y ahora estamos apostando fuertemente por la sostenibilidad. Siempre hemos apostado por proveedores con certificados de sostenibilidad. Buscamos métodos de elaboración con menor impacto medioambiental. Pero siempre ofreciendo calidades superiores. Incluso elaboramos fundas a manos para restaurantes de lujo, como Robata, en Barcelona. Tenemos la experiencia de más de 100 años trabajando el detalle y eso creo que es lo que nos diferencia. 

Es chocante hablar de sostenibilidad en un producto de un solo uso, como los palillos de comida oriental. ¿No es así?

CP.- Puede parecerlo. De hecho, desde que hay una gran conciencia por la sostenibilidad, y también por la pandemia, bajamos las ventas. Pero por contra, el auge del delivery nos mantuvo a flote. Pero hablamos de sostenibilidad porque, dentro de lo que podemos, hacemos todo lo que es posible para serlo. Yo siempre hablo de que “we go circular”. Siempre vamos a intentar ser mejores. Y vamos a seguir trabajando para ser aún más sostenibles.  

La cuarta generación tenemos las ideas muy claras para esta etapa de crecimiento: o somos sostenibles o no somos. Integramos la sostenibilidad y la economía circular en nuestra estrategia corporativa y también en nuestra visión, con el objetivo de minimizar el impacto medioambiental de nuestros productos y nuestras actividades. 

De hecho, su empresa no se dedicaba solo a este mercado tan específico ¿Por qué eligen este nicho de mercado? 

CP.- Lanzamos la primera funda para palillos orientales en 2007. Nuestro primer cliente fue el restaurante japonés Kin Sushi, que llamó a nuestra puerta pidiéndonos una funda personalizada para su restaurante de Barcelona. En ese momento, nuestras máquinas no podían fabricar este tipo de sobre, pero vimos el potencial de mercado y aceptamos el reto. A día de hoy, seguimos apostando por esta nueva línea de negocio bajo la marca Xopstics y continuamos innovando para ofrecer valor a nuestros clientes, que va más allá del suministro de palillos.

¿Cuáles son sus productos estrella y por qué?

CP.-Fabricamos fundas y comercializamos también los palillos que importamos. Ofrecemos tanto el pack completo como por separado. Además, también tenemos el servicio de stock para nuestros clientes de Barcelona. Les vendemos grandes cantidades que nosotros se lo guardamos en el almacén y que vamos suministrando a medida que van necesitando. 

Hace dos años que entró en la compañía y su entrada ha coincidido con grandes cambios. 

CP.- Sí, porque cuando entré quise que Pinopak ofreciera más valor añadido. Ofrecer servicio y valor, más allá del producto. ¿Y qué hay más allá del producto? Pues estamos trabajando fuertemente en tres líneas de innovación: en el diseño, la sostenibilidad y la experiencia del usuario. 

En diseño, ofrecemos a nuestros clientes todo el pack de branding, y elaboramos ediciones limitadas diseñadas por artistas reconocidos. 

En sostenibilidad estamos trabajando intensamente para ver cómo podemos reciclar los palillos. Darles una segunda vida. En este aspecto tenemos ya varios proyectos en marcha. Uno de ellos implica la recogida de los palillos usados, que estamos haciendo con restaurantes del Grupo Tragaluz. Los llevamos a la Fundació Nou Xamfrà para que los conviertan en madera para encendido ecológico. Seguimos haciendo pruebas, para su validación. Pero es algo que nos impulsa a hacer más acciones como ésta. Estamos demostrando que se pueden hacer cosas y que estamos preocupados y ocupados en ello. Además de este proyecto, también colaboramos con artesanos que reutilizan los palillos en sus otras. 

Y el tercer punto, el de la experiencia del usuario es muy novedoso. Junto con TeamLabs estamos diseñando fundas de palillos en las que se incorporen experiencias para el usuario. Por ejemplo, que lleven mensajes para participar en sorteos, que lleven códigos pin para que el usuario tenga una experiencia online, etc. Esto funcionará muchísimo en el delivery y es del todo una novedad.

Comentaba que sus principales clientes ahora mismo son cadenas asiáticas, pero con estas innovaciones, ¿darán el salto hacia otros modelos de negocio?

CP.- Efectivamente, ahora nuestros principales clientes son cadenas y grupos de restauración asiática, pero nuestro objetivo es llegar a todos los restaurantes que ofrecen comida asiática, independientemente de su tamaño. Por eso, hemos diseñado las colecciones de palillos Xopstics, con fundas prêt-à-porter inspiradas en la cultura y la gastronomía, que se pueden comprar a partir de 1.000 uds.

¿Cuáles son las fundas más demandadas por su cliente y las más exitosas? 

CP.-  Nuestros clientes valoran muy positivamente que seamos un proveedor local. Pero además, las propiedades sostenibles de nuestros productos y materias primas, especialmente los papeles de origen reciclado que han tenido una fuerte demanda en los últimos años. 

Los proyectos de upcycling también han tenido una respuesta muy positiva por parte de nuestros clientes de restauración asiática.

¿Qué tendencias son las que marcan ahora este sector y qué innovaciones veremos en breve y a largo plazo?

P.- En materia de sostenibilidad, las tendencias de packaging en el sector Horeca vendrán marcadas por nuevos biomateriales y otros materiales sostenibles. También por cambios normativos que implicarán una mayor responsabilidad de los fabricantes de envases de un solo uso en la gestión de los residuos. Además, se favorecerá la penetración de los productos reutilizables, como ha sucedido en otros países como Alemania.

Por otra parte, el packaging seguirá adquiriendo relevancia, especialmente en el canal Delivery. Y lo hará no solo para reforzar la imagen de marca, sino como elemento de comunicación e interacción con los usuarios y para mejorar la experiencia en casa.

Borja Marrero es el primer chef canario en conseguir la Estrella Verde Michelin. Lo ha conseguido gracias a su apuesta por la cocina circular, sustentada por el uso de producto de Km 0 y por prácticas que cuidan el medioambiente. Una propuesta sostenible, creativa y que mima los productos de la tierra. 

Tras años de periplos gastronómicos, que le llevaron incluso a ser chef privado en Estados Unidos y México, desde septiembre, Marrero despliega su saber hacer en el nuevo restaurante MuXgo, en el Santa Catalina Royal Hideaway Hotel (Las Palmas de Gran Canaria). En este nuevo espacio, el chef ofrece una carta elaborada con productos típicos de la zona de Tejeda como el millo. Una propuesta en la que cada uno de los platos presenta un fuerte vínculo con la isla.

Su oferta culinaria en MuXgo se articula en cuatro menús. “Lo más profundo de Tejeda”, con elaboraciones como corteza de pino canario; o royal de oveja con picada de almendra y hojas verdes; y tartar de oveja dulce y agua dulce de heno-heno. Le sigue “Los orígenes”, la versión más corta del primero, con propuestas como la sopa tibia de caña de barranco. Continúa con “Solo tunera, solo territorio”, elaborado exclusivamente con tunera, y un “Menú ejecutivo”. Todo ello, presentado en una vajilla realizada por Mira Cerámica de la mano de Borja Marrero, a partir de las cenizas del gran incendio de las cumbres de Gran Canaria en 2019, la arena de los saltos de agua de Tejeda y la lana de las ovejas del chef. Nuevamente, una declaración de intenciones de este chef de la nueva hornada de cocina sostenible. 

Naces en Canarias. Estudias en Barcelona. Viajas por Estados Unidos y México, donde trabajas como asesor y chef privado. Vuelves a tu isla y abres tu propio restaurante, que tienes que cerrar en 2022. Y ahora, al frente de MuXgo. ¿En qué momento de tu periplo profesional surge el Borja Marrero “cocinero sostenible”? 

Todo comenzó hace 7 años, con el objetivo claro de cocinar nuestro entorno (Tejeda) y desarrollar nuevos productos sostenibles para nuestro restaurante. 

De hecho, nos gustaría saber por qué entras en el mundo de la gastronomía y de la cocina. ¿Precedentes familiares, por casualidad…?

Desde pequeño siempre me gustó. Mi padre era cocinero y tenía una gran empresa de catering. Siempre lo viví en casa y siempre lo tuve dentro de mí. 

Sigamos ojeando tu trayectoria. ¿Cómo recuerdas aquella época como chef privado? ¿Qué era lo mejor y lo peor?

La recuerdo con especial cariño. Lo mejor, el trato de la gente importante. En México me admiraban mucho. Lo peor, la tensión para no fallar a las altas expectativas que ponían en mí.

¿Por qué quisiste volver?

Volví por temas personales, un fallecimiento. Para apoyar a la familia.  Y ya, luego, decidí quedarme y comenzar de nuevo.

Eres considerado como uno de los grandes exponentes de la cocina de proximidad canaria. ¿Crees que en las islas se peca demasiado de las cocinas foráneas/internacionales? 

No. En las islas hay dos tipos de cocina: la del negocio y la del arraigo y la tradición. Y esta última es la más se mueve y nos identifica.

¿Quién y qué te inspira para volver a una cocina de km 0?

Fueron las ganas de volver a Tejeda, a mi pueblo, y generar un negocio identitario aprovechando las fincas familiares. 

Ahora, bajo el paraguas de un gran hotel. ¿Es fácil llevar a cabo tu propio proyecto de cocina sostenible en un establecimiento como éste?

Sí, es fácil, porque somos independientes dentro del hotel. Nuestro concepto es radical y va en una sola dirección. Lo único más farragoso es el esfuerzo de ir cada día a las fincas. 

Tú que has trabajado solo, como chef privado, en tu propio restaurante, para grandes cadenas y para hoteles ¿En qué modelo de negocio te encuentras más a gusto?

Sin duda, en la restauración independiente, que es la que estoy haciendo. Es lo que me sale del alma.

En MuXgo propones una cocina de proximidad, y sostenible… ¿Qué medidas de sostenibilidad aplicas, además del uso de productos de tu entorno?

Reciclaje, aprovechamiento de las mermas, uso de productos en desuso: cerrar el círculo para tener el mínimo excedente. Aprovechamiento de aguas, telas, manteles sostenibles y reciclables…

Economía y cocina de círculo cerrado ¿Es más fácil practicarlo en una isla que en una gran ciudad?

En una isla es más sencillo apostar por la cocina sostenible por las distancias menores. Pero es más complejo a la vez porque los productos son más limitados. 

Entre los muchos ingredientes que utilizas, llama la atención la corteza de pino canario. ¿Cuándo descubres este producto y cómo lo usas en tu cocina?

Lo descubro de pequeño, caminando por el pinar. El olor me transmitía algo especial. Lo probé, lo exploré, y me dijeron en el pueblo que era comestible. En noviembre vamos a ofrecer un menú de 8 platos elaborados sólo con cortezas de los árboles de nuestra isla y con texturas muy diferentes y sorprendentes.

Defínete como chef, define tu cocina y qué es para ti la cocina sostenible. 

La definición como chef es ”Identidad, cultura y territorio”. Mi cocina está arraigada a un lugar y a unas personas, con la que trato de transmitir experiencias y memorias mías.

¿Cómo te ves en el futuro, en unos años?

Siguiendo desarrollando nuestra cocina, muy radicalizada en la caldera de Tejeda. Y consiguiendo grandes cosas con mi equipo.

Pedro Montolio lleva más de dos décadas como chef ejecutivo al frente de las cocinas del Hotel Barcelona Princess 4*. Antes pasó por grandes “escuelas”, como la de Carles Gaig y la de Santi Santamaría (El Racó de Can Fabes). También se forjó en el Hotel Alimara, en el restaurante del Teatre Grec, el restaurante Frank, el Hotel Ritz, El Noticiero Universal y el Manairó, de Jordi Herrera. En todos ellos, el chef fue captando lo mejor de cada una de las casas, aunque confiesa sentirse fiel a la filosofía y a la cocina de Santi Santamaría

Pedro Montolio, ya con una larga trayectoria, recuerda sus experiencias como concursante de varios certámenes de cocina. Pero especial recuerdo guarda de su paso por el concurso Cocinero del Año, organizado por este medio, Caterdata, donde saboreó la final. Quedó en segundo lugar, tras el ahora televisivo Jordi Cruz.

Ahora, Montolio es “maestro de maestros” y dirige con destreza la gastronomía de un establecimiento como el Princess, un cuatro exclusivo hotel de negocios en Barcelona, con 363 habitaciones y diversos salones.

Pedro, llevas varios años al frente de la cocina del Hotel Barcelona Princess. ¿Cómo ha evolucionado la oferta gastronómica en este tiempo?

P.M. Durante estos 20 años al frente de las cocinas del Hotel Barcelona Princess, la oferta gastronómica ha ido variando en función de muchos factores: tipología de clientes, modas gastronómicas (no me gustan), servicios más demandados, medios de los que disponemos, etc. pero siempre hemos intentado dar un paso más con cada cambio de carta. Fruto de esta evolución la dirección del hotel ha apostado este año por abrir un espacio nuevo como el restaurante Dagma, ubicado en la planta tercera del Hotel donde podemos plasmar y expresar todo nuestro talento.

En Dagma, ¿cómo trabajas junto con David Bourg? ¿Cómo os dividís el día a día?

P.M. Y soy el encargado de crear la oferta gastronómica, pero también hago partícipe a todo el personal. En el equipo hay muchas culturas diferentes que provienen de países con una cultura gastronómica muy rica, la cual aprovechamos en diferentes platos para dar ese toque diferenciador de otros restaurantes de la zona.

David es el encargado del día a día del restaurante junto con las personas que le acompañan durante el servicio. Se encarga de organizar tanto el género como al equipo y de realizar los servicios del restaurante. Los dos nos complementamos muy bien, yo soy más intuitivo y creativo y él es una persona muy organizada y previsora, lo que hace que seamos un gran tándem.

¿De qué estás más orgulloso en estos años en el Princess?

P.M. De lo que más orgulloso me siento durante estos años al frente de la cocina del Hotel, es del grupo humano y profesional que tenemos en cocina. Es un grupo muy proactivo y comprometido, sin ellos nada de lo que hacemos, sería posible y, hoy en día, es muy difícil conseguir esta cohesión. También estoy muy orgulloso de cómo está funcionando el restaurante Dagma, si bien aún no está funcionando a plena ocupación, los clientes que lo han probado, están muy contentos.

Además, del Dagma, gestionas también el resto de la oferta del hotel. ¿Cómo os organizáis?

P.M. Todas las cartas del Hotel las hago yo con la ayuda de mi equipo. Tenemos en cuenta varios factores a la hora de elaborarlas: los productos de temporada, locales y de proximidad, gustos de nuestros clientes, almacenamiento de elaboraciones, etc.

¿Qué novedades habéis introducido también en el servicio de habitaciones y en el resto de bares?

En el Hotel hay muchos puntos de venta. Intentamos que cada carta tenga su personalidad y sus diferencias, para satisfacer las necesidades de todos nuestros clientes. Para la organización de todos estos puntos de venta, se forma a todo el equipo para que conozca todas las cartas y la elaboración de sus platos, por lo que el personal rota en la mayoría de partidas.

El Hotel se encuentra ahora mismo en un proceso de remodelación total. La planta 3ª, donde se encuentra Dagma, ha sido el primer espacio que se ha reformado. Actualmente, se están reformando por diferentes fases las habitaciones, salones, zonas comunes y los diferentes espacios de restauración, por lo que las cartas de Room Service y la del Corner Bar, no se han cambiado aún. A medida que vayamos avanzando con la reforma, presentaremos una carta nueva con platos súper atractivos y divertidos.

¿Cuánto personal coordináis y cuál es la clave para hacerlo?

P.M. Ahora mismo el equipo está formado por 24 personas, entre cocina y friegaplatos. La gran mayoría llevamos mucho tiempo juntos lo cual permite que sea todo mucho más fácil a la hora de incorporar personal nuevo. Intentamos siempre tener un buen ambiente laboral, estar atentos a las necesidades de las personas que forman parte del equipo, delegar y darles el reconocimiento que merecen. Creo que estos puntos son clave para que haya un buen ambiente y podamos trabajar a gusto.

Pasaste previamente por reconocidos restaurantes como Gaig, El Racó de Can Fabes, el Hotel Alimara, el Teatre Grec, el Hotel Ritz y, entre otros, el Manairó de Jordi Herrera. ¿A quién consideras, sin embargo, “tu maestro” en los fogones?

P.M. No me gusta destacar a uno solo, pero si tengo que hacerlo, sin duda, sería El Racó de Can Fabes de Santi Santamaría. Lo que más me llamó la atención de Santi era su sensibilidad al cocinar, el respeto por el producto y su fantástica y amplia enciclopedia de sabores que tenía metida en su cabeza.

En la medida de lo posible, intento seguir sus pasos a la hora de pensar algún plato, así que podría decir que Santi Santamaría fue mi “maestro”. En Dagma tenemos un plato emblemático suyo que son los Raviolis de gambas y ceps, en su honor. Así que os invito a que vengáis y los probéis.

En todos los sitios donde he estado trabajando he aprendido mucho, creo que la actitud y la pasión por lo que haces es lo más importante y eso se ve reflejado en el resultado.

Hablando de “maestros” ¿qué consejo darías a un joven que está empezando en la cocina profesional?

P.M. En primer lugar, le diría que es una profesión muy sacrificada, pero lo compensa con la creatividad, lo bonita y gratificante que es. Hacer feliz a personas que no conoces a través de la comida que has elaborado es muy satisfactorio. En segundo lugar, la actitud y la pasión son muy importante, el respeto, el compañerismo, el trabajo en equipo, los conocimientos. Y alguna más que seguro me estoy dejando, son cualidades para ser un gran cocinero/a.

Y en último lugar, le aconsejaría que intente, mientras pueda, trabajar en los máximos sitios posibles y con modelos de restauración diferentes antes de decantarse hacia qué tipo de restauración les gusta más.

¿Crees que la formación es primordial para estar en la primera fila de una buena cocina?

P.M. La formación es indispensable, pero a mi la formación que más me gusta es la que se obtiene a través de la experiencia de trabajar en lugares diferentes. Eso te da unos conocimientos que solo se pueden obtener de esa forma.

Pedro, fuiste dos veces finalista del Concurso Cocinero del Año, en 2006 y en 2016 ¿Cómo recuerdas la experiencia? ¿Por qué te presentaste?

P.M. Recuerdo esos días con mucha tensión, por lo que te juegas, pero es una tensión por hacer las cosas bien, plasmar tu idea en ese plato y que el jurado la interprete igual y por querer sorprender. Es una tensión buena, no exenta de nervios, pero buena.

La primera vez me presenté porque un amigo nos apuntó sin saber dónde íbamos ni donde nos metíamos, pero el resultado fue increíble, segundo clasificado detrás de Jordi Cruz, en la semifinal de Catalunya, Aragón e Islas Baleares. Jordi acabó ganando esa edición en la final.

La segunda vez en 2016, otro buen amigo mío me lió, desde aquí aprovecho para agradecérselo ya que a raíz de haber participado, me volvió a despertar el gusanillo por la cocina más creativa que a día de hoy aún está muy vivo. ¡Gracias Alfons!

¿Por qué recomendarías a algún colega que se presentase?

Recomendaría la participación por muchas razones. En primer lugar por el concurso en sí. El Cocinero del Año es el concurso más profesional y más limpio de los que he participado. También lo recomiendo por los contactos que te llevas con otros compañeros de profesión y con algunos referentes de cocina de este país que están de jurado. Y por último por su repercusión mediática.

Recomiendo a todos los compañeros de profesión, que si pueden, pasen por esta experiencia que es única.

Antes que hotelera, Marisa C. de Azcárate ha sido siempre -y es- una magnífica, detallista y elegante anfitriona. Unas cualidades, que sigue impregnando en cada uno de sus proyectos hoteleros. Tras varias décadas ejerciendo de consejera y vicepresidenta de la empresa familiar Grupo Cuñado (un holding empresarial de 21 empresas), en 2016 decide precisamente aprovechar su gusto por recibir, para fundar el grupo Kaizen Hoteles, con dos establecimientos singulares y que se ubican en el rango más alto del lujo andaluz.

Madrileña de nacimiento y jerezana de adopción, De Azcárate da sus primeros pasos como empresaria hotelera con La Malvasía, un exclusivo hotel de 4 estrellas ubicado en la aldea de El Rocío. Poco más tarde abre Casa Palacio Maria Luisa, el primer cinco estrellas Gran Lujo de Jerez. Y solo hace unos meses, siguió sus aperturas, esta vez en Sevilla, con el Hotel Don Ramón Casa Palacio Sevilla, un 5 estrellas Gran Lujo ubicado en una espectacular casa-palacio rehabilitada con todo tipo de detalles y el máximo cuidado. 

Y es que Kaizen Hoteles, el grupo hotelero que dirige Marisa C. de Azcárate, apuesta por destinos turísticos de gran belleza y con singularidad. Su target, el turista de lujo que aprecia también la historia, las raíces, el patrimonio, la artesanía, los detalles, el talento local, el arte, pero también la inclusión de la tecnología más avanzada, y el servicio personalizado. Rasgos que definen cada uno de los establecimientos de esta pequeña cadena hotelera dirigida por De Azcárate.

Marisa, procede de un sector empresarial que nada tiene que ver con la hotelería ¿Por qué decidió dar este cambio radical? ¿Qué le motivó a hacerlo?

MA. Tras dejar la empresa familiar después de décadas trabajando en el sector industrial, los primeros seis meses fueron de ocio, sin compromisos profesionales. Todo el mundo me decía que aprovechara para descansar, para ir al gimnasio o aprender a cocinar… Realmente durante esos meses reconfirmé que no hacer nada era muy aburrido y no iba conmigo.

Precisamente durante este proceso de decidir a qué quería dedicar mi tiempo en el futuro, tomé la decisión de mudarme a Jerez con mi marido – él trabaja en Jerez, pero vivía en El Puerto de Santa María– y comencé a buscar casa. Así fue como me topé con el Casino Jerezano, toda una joya arquitectónica que me enamoró desde el primer momento y me dejó prendada. Aunque era un edificio mucho más grande de lo que yo buscaba como hogar, conocer este espacio abrió la puerta a una nueva posibilidad: dedicarme a algo de lo que he disfrutado toda mi vida, recibir en casa. Siempre he tenido un sentido de la hospitalidad muy arraigado, entre los míos tengo fama de buena anfitriona porque me vuelve loca abrir las puertas de mi casa a amigos y familiares, por eso mismo, toparme con el Casino Jerezano fue el primer paso para dar vida a Casa Palacio María Luisa. Este también fue el germen de Kaizen Hoteles.

Aunque no tenía experiencia empresarial en el mundo de la hotelería, lo cierto es que poseo una gran experiencia en dirección y gestión de empresas. La empresa de la que venía contaba con excelentes herramientas y sistemas de gestión de empresas, de control financiero y de costos… y naturalmente, decidí implantarlos en mi nuevo proyecto. Además, siempre he sido una viajera incansable. Por suerte, tanto por motivos laborales como personales, he tenido la oportunidad de viajar por todo el mundo y de conocer infinidad de hoteles, tanto buenos como malos. Algunos me han encantado y sorprendido por el cuidado al detalle con el que han creado una experiencia inolvidable, y otros me han decepcionado por estandarizar procesos y detalles que siempre he considerado que marcan la diferencia. Por todo esto, tengo una visión muy amplia y desarrollada, sobre todo como usuaria; domino lo que nuestro cliente objetivo quiere y lo aplico a cada uno de los hoteles de Kaizen.

¿Qué es lo más difícil con lo que se ha topado en el sector hotelero?

MA. Si soy franca, la búsqueda de personal. Para nosotros, el cliente es nuestro epicentro, nuestra razón de ser, nos esforzamos incansablemente por superar sus expectativas y esto, requiere no sólo profesionales formados, sino profesionales que cuenten con una vocación clara de servir. No es un trabajo al uso, es un modo de vida que necesita una aptitud y actitud bárbara.
En Kaizen, no tenemos dificultad para atraer (y retener) el talento, todo lo contrario, ofrecemos buenas prestaciones, invertimos en formación, potenciamos el salario emocional… pero en ocasiones, encontrar personal cualificado y dispuesto me ha sido una misión imposible.

Hotel Casa Palacio María Luisa, Kaizen Hoteles
Hotel Casa Palacio María Luisa, Kaizen Hoteles

Abrió sus primeros establecimientos en 2016, y poco después, llega la gran crisis de la pandemia ¿Cómo se supera algo así cuando el proyecto era tan joven como lo era el suyo?

MA. Cuando estalló la pandemia, tan sólo habíamos abierto La Malvasía (nuestro hotel en el Rocío, Huelva), nos pescó construyendo nuestros otros dos proyectos: Hotel Casa Palacio María Luisa (Jerez) y Hotel Casa Palacio Don Ramón (Sevilla). La construcción de estos dos no paró, así que yo, personalmente, no tuve la sensación de parón como tal.
Básicamente, intentamos sacar lo mejor de lo peor, nos esforzamos para dar a conocer nuestro proyecto, escuchar, generar conversación e interés, crear lazos, puentes y preferencia entre nuestros clientes, nuestros empleados y colaboradores. Hicimos todo lo que se nos ocurría para aprovechar al máximo el tiempo de espera. Pero sí, fue duro para todos.

Siete años después de iniciar este nuevo “viaje”, abre Casa Palacio Don Ramón, un hotel 5 estrellas Gran Lujo ubicado en pleno corazón de Sevilla. ¿Cómo se siente con esta tercera apertura?

MA. La apertura de Casa Palacio Don Ramón es un hito clave para Kaizen Hoteles ya que es una reafirmación de nuestro compromiso por rediseñar y reinventar el turismo de lujo en Andalucía. Junto a Casa Palacio María Luisa y La Malvasia, este hotel viene a completar el triángulo del lujo que estamos construyendo en esta comunidad autónoma que nos apasiona.

Además, como cada uno de nuestros proyectos, Casa Palacio Don Ramón ha conseguido reflejar la riqueza cultural, arquitectónica e histórica de una de las ciudades con más historia de España, todo ello de una manera personal y genuina, haciendo un recorrido por los últimos siglos de su historia, pero desde un punto de vista actual y contemporáneo. Para Kaizen Hoteles en general, pero especialmente para mí a nivel particular, uno de los retos que afrontamos con más ilusión y entusiasmo es ser capaces de hacer que cada uno de nuestros hoteles sea un destino en sí mismo, que refleje el alma y la personalidad de la ciudad en la que se ubica, y creo que con Casa Palacio Don Ramón hemos vuelto a lograrlo.

Soy muy exigente y me involucró de manera personal de una forma muy activa en todo el proceso de creación de cada hotel, atendiendo personalmente a cada detalle y cada decisión. Precisamente por ese grado de exigencia aún veo algunos aspectos que considero que podrían ser aún más excelentes, pero creo que hemos conseguido crear un producto único y con un alto valor diferencial en un mercado en el que no existía nada igual. En Europa y en EEUU, considero que los cinco estrellas se han ido estandarizando cada vez más, por eso mismo creo que un hotel tan único llama la atención.

¿Ha introducido alguna novedad en este establecimiento o sigue una línea continuista respecto a Casa Palacio María Luisa y La Malvasia?

MA. Siguiendo la línea de otros proyectos del grupo: Casa Palacio Don Ramón es un hotel de cinco estrellas gran lujo situado en una ubicación céntrica y perfecta para alojarse en Sevilla. Además, ocupa uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, la que fue la sede de la cámara agraria de Sevilla. En este sentido, este nuevo proyecto comparte los valores diferenciales de Kaizen Hoteles, como su apuesta por la excelencia en destinos turísticos más allá de los circuitos convencionales, el fomento de la riqueza del entorno en el que se ubican sus hoteles, la recuperación y el mantenimiento de las tradicionales casas andaluzas y de edificios históricos o la involucración de artistas y artesanos locales en su interiorismo.
Pese a todos estos valores y atributos en común, como cada proyecto de Kaizen Hoteles, Casa Palacio Don Ramón tiene su propia alma y personalidad, es un reflejo fiel de los últimos siglos de historia de Sevilla que captura también aspectos de una Sevilla contemporánea del SXXI.

Sus establecimientos se caracterizan por el cuidado máximo por los detalles. De hecho, aseguran que “busca la innovación en su modelo de negocio estudiando las tendencias del sector y adaptándolas a destinos menos habituales”. ¿Cómo se traduce eso en el día a día? ¿Qué innovaciones y tendencias del sector tienen sus establecimientos?

MA. Contamos con los sistemas informáticos más avanzados del mercado, que nos permiten ofrecer un servicio controlado y rápido en la atención al cliente. Pero lo que no se ve es casi lo más importante de los hoteles Kaizen. Dentro de sus paredes, suelos y techos se encuentra la tecnología más puntera del siglo XXI. Aislamientos térmicos y acústicos, sistemas antihumedades, climatización súper silenciosa, aerotermia y geotermia, circuitos cerrados de agua, aromatización, cristales climalit de varias capas, un potentísimo wifi que asegure la máxima conexión a los clientes… Todo esto hace que, nada más entrar, los cinco sentidos transmitan una sensación de absoluto confort y de una paz muy evidente. Además, esto nos permite ser sostenibles y tener un bajo consumo.

Usted que tanto ha viajado, ¿cuáles han sido sus fuentes de inspiración para sus hoteles?

MA. Lugares, culturas, experiencias… cualquier detalle que me haya impresionado por una razón u otra siempre se queda sistemáticamente atrapado en mi memoria, no falla. Y es que, en un panorama en el que parece que todo está inventado, todavía me acuerdo como si fuera ayer del osito de peluche del Hotel Hilton de Shanghai -la única torre que había en Shanghai en 1992, perece mentira-, o de la atención al detalle que aprecié en todo momento cuando visité el Hotel Ngorongoro de Kenia, o la experiencia mágica que viví durante mi estancia en la Villa des Oranges de Marrakech…Y es que, no sólo han sido mis viajes, a mí me inspiran un mundo detalles de maravillosos anfitriones que me han recibido en sus hogares, anfitriones que considero que tienen un don para crear algo memorable que huye de lo mediocre y desapercibido.

Hotel Don Ramón, Kaizen Hoteles
Hotel Don Ramón, Kaizen Hoteles

Hablemos de la oferta gastronómica. ¿Qué papel cumple en sus hoteles? ¿Cuentan todos ellos con restaurantes? ¿Restaurantes independientes?

MA. La oferta gastronómica de nuestros restaurantes acompaña y eleva la calidad del hotel donde se aloje. La gastronomía es una parte integral del viaje de un huésped y puede marcar la diferencia entre una estancia satisfactoria y una experiencia verdaderamente memorable.
Al ofrecer una propuesta gastronómica armoniosa y envolvente, todos nuestros hoteles pueden brindar a los huéspedes una experiencia completa y enriquecedora, además, nuestros restaurantes no solo aportan comodidad y conveniencia para los huéspedes, sino que también agregan exclusividad y sofisticación a la experiencia.

¿Se plantea la posibilidad de “fichar” a algún chef reconocido o con estrella o prefiere que el protagonismo se lo lleve el hotel y no su cocina?

MA. Nunca digas nunca. Cualquier posibilidad se puede plantear, pero ahora, en mi presente, no lo concibo. Quien sabe en un futuro.

Hablando de futuro… ¿Nuevas aperturas a la vista? ¿Buscarán nuevas ubicaciones? ¿Se plantean salir de Andalucía?

MA. Los planes más inmediatos de Kaizen son las ampliaciones Hotel Casa Palacio María Luisa (Jerez) y Hotel Casa Palacio Don Ramón (Sevilla) -la ampliación del Hotel La Malvasía (Huelva) ya está terminada-. Estas ampliaciones son dos proyectos preciosos y también de gran envergadura.
A más largo plazo, tenemos planes de crecimiento y expansión, siempre estamos alerta de nuevas oportunidades, pero con los pies en la tierra, valorando meticulosamente todo, ya que no tenemos necesidad de crecimientos forzados. Andalucía siempre ha sido una casa para nosotros, no hay nada que nos pueda gustar más, aunque Madrid, cada vez, nos llama más… quien sabe.

Asegura que hasta que no gane, no dejará de seguir presentándose a concursos, porque son su motor, su motivación. Juan Sánchez López (Alicante, 1977) es de esos chefs “adictos” a la superación, y qué mejor que hacerlo demostrándolo ante un jurado. Por eso, confiesa que le encanta presentarse a certámenes, especialmente al Concurso Cocinero del Año, al que se presentó y quedó finalista hasta en 4 ocasiones. Por ello, celebra que el certamen se reactive este año, porque así, seguirá reactivando él también su imaginación.

 

Una imaginación y motivación que invierte en su día a día como chef ejecutivo del Hotel Bonalba 4* Golf Resort de Alicante, donde dirige una brigada de unas 40 apersonas. Y es que, el chef alicantino, aunque se formó en varias cocinas de prestigio de Barcelona (estuvo como chef en el Grupo Cacheiro, y como jefe de cocina en Roig Robí), es especialista en cocinas de grandes hoteles. No en vano, desde 2016 al 2022 estuvo ejerciendo en la cadena Sumus Hotels Group, después pasó a ser jefe de cocina en Ilunion Hotels, para regresar a Alicante, al Bonalba. Allí, como chef ejecutivo desarrolla su otra gran pasión: la gestión de equipos.

Solo hace dos meses que empezaste tu andadura en el Hotel Bonalba 4* Golf Resort, de Alicante ¿Qué supone para ti este nuevo cargo?

JSL. Bueno, ha sido como volver a casa, porque yo conozco a los dueños desde hace años y ya fui jefe de cocina del hotel hace 15 años. Era mucho más joven e inexperto, por eso, esta nueva etapa la estoy afrontando de manera muy diferente y con más ilusión.

¿Por qué este retorno?

JSL. Ellos contactaron conmigo para que les ayudara a buscar a un chef ejecutivo, pero me contaron el nuevo proyecto y me ofrecí a ser yo mismo esa persona. Ellos pensaban que no aceptaría, por eso ni me lo propusieron. Pero lo más importante es que cuando me explicaron yo me vi perfectamente capacitado para llevar a cabo este nuevo cargo con esta envergadura. Realmente me sedujo la idea.

¿Qué fue lo que “te sedujo”?

JSL. Terminar lo que dejé por hacer hace 15 años. En aquella época no hubiera podido, pero ahora, con más recorrido y más experiencia, tengo las ideas mucho más claras y sé cómo hacerlo.

Convertir el hotel en un cinco estrellas

¿De qué cambios se tratan?

JSL. Después del daño que hizo la pandemia, la propiedad quería cambios. En principio, reducir costes innecesarios, sin tocar el personal. Sanear cuentas mal hechas anteriormente, y yo me he comprometido a ello. También quieren evolucionar y convertir el hotel en un cinco estrellas a medio plazo, lo quieren para 2027. Eso requiere de muchos cambios en infraestructuras y servicios, especialmente en gastronomía. Ya hemos empezado con muchos cambios en el restaurante gastronómico, porque cuando llegué no funcionaba y necesitaba otros parámetros de forma muy urgente. El hotel, en realidad, también necesita cambios en sus infraestructuras. Y yo, me estoy involucrando en todo ello, tanto en las obras como en la cocina. Y puedo decir con orgullo que después de dos meses ya se notan muchos cambios.

Muchas responsabilidades para un chef… ¿Cómo se coordinan con el resto de directivos, especialmente con el director de F&B?

JSL. La verdad es que está siendo muy fácil. Tengo mucha libertad porque conozco al director de F&B desde que era un chaval, porque es el hijo de los dueños, y de hecho, fue él quién vino a pedirme asesoramiento y ayuda. Tenemos una buena relación personal y profesional. Él es más joven y me nutro de él en muchos aspectos, por ejemplo, para que me muestre cómo enfocar la gastronomía al cliente que está por venir, al de menos de 30 años. Y viceversa, porque yo le enseño todo lo que sé. Nos complementamos. Pero realmente, me dan alas para dirigir a mi equipo de más de 40 personas, para diseñar las cartas, los conceptos gastronómicos, para crear estructuras, para buscar material, para elegir proveedores, para implementar nuevos servicios…

¿Y qué metas personales te marcas en esta nueva etapa profesional?

JSL. Mi meta, hacer bien mi trabajo y conseguir darle un giro completamente en año y medio, para que después ellos puedan seguir desarrollándolo. Poner todos los servicios de gastronomía y restauración en la categoría que se requiere. Yo ahora, lo que tengo que hacer y lo que hago es ingeniería de menús. Hacer que sea fácil para los cocineros y para los camareros desarrollar su trabajo. Dirijo a un equipo de 30 cocineros, entre el jefe de cocina, los segundos, los 5 jefes de partida y el resto de personal, cocineros, ayudantes, limpieza… Ahora ya hay una estructura ágil, pero cuando llegué estaban estructurados de otra manera menos funcional. Hay que hacer una jerarquía piramidal, para que funcione el equipo y para que ellos se motiven y quieran mejorar para poder aspirar a mejorar su puesto de trabajo. Esto influye mucho en el estado anímico del equipo: saber que hay posibilidades de ascenso, de futuro. Es una de las cosas que más les puede motivar y se nota.

 

También, entre mis objetivos está dejar bien montados los puntos de gastronomía: un buffet fresco, al aire libre, que permita liberar servicios y que se adapte a diferentes tipos de clientes según la hora del servicio; un buffet clásico que funcione bien; el servicio de cafetería-pizzería, donde también se prepara el room service; el restaurante gastronómico, del que ya hemos hablado; y la sección de banquetes y eventos, que tiene un importante peso para el negocio. El objetivo es que entre todos se descongestione la cocina central.

Tu trayectoria como chef en hoteles y cadenas hoteleras es larga. ¿Qué cualidades debe tener un chef de hotel?

JSL. Un chef ejecutivo de hotel tiene que tener cualidades de liderazgo y de formación, para ofrecer una formación continua al personal. También tiene que ser un buen gestor y tener conocimientos de logística, de presupuestos… Pero para mí, lo más importante de nuestro puesto de trabajo es el liderazgo.

¿Qué tiene de bueno y de malo de trabajar en un hotel grande?

JSL. Lo mejor, la plantilla. Lo peor, también la plantilla. Y lo digo porque con una brigada tan grande es todo muy complicado. Pero también es motivador.

Describe cuál es tu día a día para organizar tantos restaurantes.

JSL. Pues a primera hora me encargo de los emails y del trabajo de oficina. Prácticamente, hasta el mediodía todo es trabajo de gestión. Gestiones con el equipo, rectificando y desarrollando con ellos nuevos conceptos, mejorando con formación, etc. Después tengo normalmente reuniones con dirección, con recursos humanos, con F&B, con la gestora de eventos… Luego siguen los pedidos, la gestión de compras, los proveedores… Y por la tarde me toca dedicarme más al restaurante gastronómico. Me encanta colaborar con el equipo que está al frente, cambiando menús, mejorando procesos, colaborando con los jefes de partida, definiendo labores… Liderando, al fin y al cabo. Yo me esfuerzo muchísimo en eso…

Cocinero del Año

¿Se echa de menos estar más en los fogones?

JSL. Sí, por eso siempre que puedo me meto en la cocina, sobre todo en el servicio de cenas. Además, me viene muy bien para practicar para el concurso el Cocinero del Año. Porque no me puedo permitir perder cualidades y estar en cocina me refresca. De hecho, una de las cosas que me gusta de presentarme a los concursos es que me obliga a mejorar cada día en la cocina, a la búsqueda de nuevas técnicas, de nuevas fórmulas, me hace descubrir cien cosas nuevas. De hecho, no ganaré, pero los concursos me hacen ser mejor cada día, superarme y sacarle partido a todo.

De hecho, siempre has dicho que amas la competición como desarrollo personal.

JSL. Sin duda. Me saca de la rutina. Pero sobre todo, no lo afronto como una competición con otros, sino un reto para mí mismo. En la vida hace falta tener ese punto de competitividad, y a mí me lo dan los concursos. Es como mi refugio. Es la máxima motivación para sacar de mí la máxima creatividad. Por eso seguiré participando. Estoy convencido de que algún día ganaré, aunque, en realidad, me dará pena, porque dejaré de poder concursar, porque seré parte del jurado. Pero sé que ese día llegará.

Plato de Juan Sánchez López
Plato de Juan Sánchez López
¡Error, el grupo no existe! ¡Comprueba la sintaxis! (ID: 9)

Si hay un formato que se asocia rápidamente a la gastronomía española es, sin duda, la tapa. Con ese hilo conductor nació hace 8 años el certamen Hotel Tapa Tour, un festival gastronómico que invita a descubrir la cocina de los restaurantes, jardines y terrazas de los hoteles más exclusivos y emblemáticos de Barcelona y Madrid. Sin duda, una de las actividades que más ha ayudado en estos años a romper “la barrera” que siempre ha existido entre los hoteles y los comensales no hospedados en ellos.

Hotel Tapa Tour 2023, Hotel W Barcelona.
Hotel Tapa Tour 2023, Hotel W Barcelona.

De hecho, tal y como subraya Nona Rubio, fundadora y CEO de Hotel Tapa Tour, “Hotel Tapa Tour no es un festival dedicado a vender tapas. Es un festival pensado para que el público (sobre todo local) descubra los increíbles espacios gastronómicos que se esconden dentro de nuestros hoteles y comiencen a frecuentarlos. La tapa, o más bien Hotel Tapa Tour, es la excusa perfecta para romper el hielo y perder el miedo. Aunque todavía hay cierta reticencia, poco a poco se normaliza. Y experiencias como la nuestra, sin duda, ayudan”. Precisamente, Rubio aún recuerda sus primeras “visitas comerciales a esos imponentes hoteles de lujo con porteros uniformados y alfombras rojas, como El Palace en Barcelona o el Ritz en Madrid (hoy, Mandarin Oriental Ritz). Pico y pala. Sonrisas y lágrimas. Me costó mucho (pero que mucho), ganarme su confianza. Después de 8 años traspaso esas ‘temidas puertas’ como quien entra en su casa. Sin su confianza no hubiera sido posible llegar hasta aquí”.

 

Del 18 al 28 de mayo, 22 hoteles para saborear

Este año, el certamen, que llega a la ciudad condal el 18 de mayo con el lema ‘Dime quién eres y te diré qué comes’, viene con varias novedades. Serán 10 días para disfrutar de la oferta desenfadada de 22 hoteles emblemáticos de Barcelona, que exhibirán sus mejores “galas gastronómicas” en forma de tapa.

Octava edición del Hotel Tapa Tour Barcelona, Hotel W Barcelona.
Octava edición del Hotel Tapa Tour Barcelona, Hotel W Barcelona.

En cada hotel se podrán degustar hasta 4 propuestas diferentes: para abrir boca, Croqueta de Autor & Cerveza, la tapa más cañera en versión gourmet. Para continuar, la Tapa Alimentos de España & DO Ribera de Duero, un bocado inspirado en nuestro recetario tradicional maridado con excelentes vinos de la Ribera del Duero; le sigue la Tapa Fusión Alimentos de España & D.O. Cava, un guiño a la cocina internacional armonizado con los mejores cavas; y finalmente, la Tapa Dulce & Cointreau, la apuesta dulce acompañada de un cóctel con un delicioso toque de Cointreau. Propuestas que van de los 8 a los 12 euros, y que cada comensal, después de probarlas, podrá votar la que más les ha gustado, ya que al final del festival, se premiará la mejor.

 

Por ejemplo, el Majestic Hotel & Spa Barcelona propone un mar y montaña de sepia, gamba de Palamós y albóndigas con alioli de azafrán, maridado con vino (D.O. Ribera del Duero): Tempranillo Bodegas Olimarum 2020, un paté “en croûte” de cerdo ibérico de bellota i foie del Empordà, maridado con cava (D.O. Cava): Migin Cuvee Majestic Alta Alella, croqueta de rabo de vaca con mayonesa de pimientos del piquillo, acompañada de Cerveza La Dolce Vitae Pale Ale y, finalmente, la tapa en forma de postre con la Selva Negra 2.0 y maridaje Dark Forest, hecho a base de vodka de vainilla, Baileys y Cointreau.

Hotel Tapa Tour ‘in-house’

La gran novedad de esta edición 2023, será el Hotel Tapa Tour “in-house”, un tour guiado en 4 e-tapas que, a modo de menú degustación itinerante, invita a conocer los diferentes espacios gastronómicos que se esconden dentro de un hotel. Desde el lobby a la terraza, pasando por bares, restaurantes y, quien sabe, si algún que otro espacio secreto.

Sin duda, una versión más dinámica que los organizadores del certamen han ideado para seguir dando motivos para que los comensales entren en los hoteles, los descubran y “saboreen”. “Hotel Tapa Tour ‘in-house’ es una experiencia inédita que invita a descubrir los diferentes espacios gastronómicos que se esconden dentro de un mismo hotel.  El objetivo, además de conocer las entrañas gastronómicas de un hotel de la mano de sus anfitriones, es vivir una experiencia única e irrepetible, que jamás se podría hacer por libre. ¡Un lujazo al alcance de todos! Por ejemplo, en el hotel Santos Porta Fira el tour finalizará en una suite”, cuenta Nona Rubio.

Hotel Tapa Tour Barcelona, hotel The Edition.
Hotel Tapa Tour Barcelona, hotel The Edition.

Los hoteles participantes son los 5*/ GL Almanac Barcelona, Casa Sagnier, Cotton House Hotel, Hotel Arts Barcelona, InterContinental Barcelona, Kimpton Vividora Hotel, Majestic Hotel & Spa Barcelona, NH Collection Gran Hotel Calderón, Primero Primera, Renaissance Barcelona Hotel, Serras Barcelona, Sofitel Barcelona Skipper, The Barcelona EDITION, W Barcelona i Hotel Santos Porta Fira; i los 4*/4* S Catalonia Barcelona Plaza, Catalonia Catedral, Hotel Negresco Princess, Hotel Pulitzer, Hotel Royal Passeig de Gracia, Melia Sarrià Barcelona y Seventy Barcelona.

 

De Barcelona a Madrid

La experiencia, que se celebra en primavera en Barcelona, llegará a Madrid en otoño (el 14 de septiembre). “En Madrid -cuenta Nona Rubio- hemos conseguido posicionarnos como una de las citas gastronómicas imprescindibles del calendario anual de la capital, gracias al apoyo del Área de Turismo del Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación o la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM). Me encantaría conseguir esos mismos apoyos en Barcelona, la ciudad donde nació el proyecto y donde resido”. Sin embargo, en la Ciudad Condal el evento sigue celebrándose únicamente con el respaldo privado.

Cuando alguien empieza desde abajo y va formándose a la vez que va escalando puestos en una misma compañía, el éxito casi está asegurado. Es el caso de Anna Mauri Pruñonosa, la actual directora de Food and Beverage del Hotel Le Méridien Barcelona 5*, ubicado en el nº111 de Las Ramblas.

 

Anna Maura, de 35 años, estudió Turismo en la Autónoma de Barcelona y entró en el Hotel Arts para hacer unas prácticas. Casi 15 años después cuenta en su currículum con una amplia experiencia en varios departamentos de F&B de diversos establecimientos hoteleros de la firma Ritz-Carlton. Ha sido Catering Sales Manager en el Hotel Arts Barcelona, directora del restaurante Enoteca del mismo hotel, y ha dirigido el departamento de F&B de exclusivos hoteles y resorts de gran lujo en Thailandia y Bali. Con la pandemia, decidió volver a “su casa”, a Barcelona, donde le dieron la oportunidad de hacerse con la dirección de F&B de un clásico de la ciudad condal como es Le Méridien Barcelona. Era su oportunidad para volcar todos sus conocimientos y experiencia en gestión de equipos, en compras y gastos, así como en productos gastronómicos.

Tras la pandemia, expertos en el sector hotelero pronosticaron que el perfil profesional más demandado en los hoteles en la era post pandemia sería el de Food and Beverage Manager, es decir, el responsable de controlar y gestionar las demandas de alimentos y bebidas de un establecimiento hotelero. ¿Cree que ha sido así?
AM. Creo que, efectivamente, durante la pandemia el sector hotelero sufrió muchísimo. Pero desde hace un año todo se ha reactivado a gran velocidad. Eso ha provocado una gran demanda de personal, sobre todo del personal de línea, de camareros, recepcionistas, cocineros… Muchos de estos trabajadores, con la pandemia, se replantearon su trabajo, algunos extranjeros volvieron a sus países, otros dejaron la profesión… Lo que ha hecho que, efectivamente, se requiera de mucho más personal. Además, los hoteles, que durante unos meses han ido cubriendo estos puestos de trabajo, ahora se dan cuenta de que necesitan de esa figura que lidere a los equipos, para poner orden a todo. El director de F&B es clave para todo establecimiento hotelero. Por eso, ahora, cuando el sector sabe que se va a reactivar todo y a gran velocidad, sabe también que es imprescindible contar con esta figura.

Equipo, compras y producto

¿Qué principales funciones cumple un director/a de F&B de un hotel como Le Méridien?
AM. Las tres principales funciones son, por un lado, la de contratación, formación y liderazgo del equipo. Ejercemos de filtro y decidimos quién ha de formar parte del equipo. Además lo formamos, le damos cohesión y lo impulsamos. Otra función importante es la de gestión económica, la de control de costes. Tenemos que llegar a unos objetivos y hacerlo con un presupuesto. Y la tercera función es la que tiene que ver con lo experiencial. Debemos redefinir conceptos gastronómicos, diseñar la oferta gastronómica, los menús, las promociones, trabajamos codo con codo con ventas y marketing. A mí me gusta plantear mi trabajo en función de estos tres pilares, que son básicos para que el departamento de F&B de un hotel funcione bien: equipo, producto y costes.
¿Qué cambios ha introducido usted en el departamento desde que ejerce su cargo en Le Méridien Barcelona?
AM. Hemos hecho muchísimo, pero si tengo que resumir destacaría tres grandes cambios. Por un lado, hemos rediseñado el buffet de desayunos, donde hemos introducido importantes cambios en el diseño, en las presentaciones y displays, y en la calidad, que hemos aumentado considerablemente. También hemos revisado y preparado nuevos menús de banquetes para eventos, junto con el chef ejecutivo, Devis Vici. Y finalmente, hemos lanzado un nuevo proyecto de minibar, que ha sido importante, no en vano el hotel dispone de 230 habitaciones con minibar.
¿Qué cambios han introducido en el minibar? ¿Nos puede dar algunos ejemplos?
AM. Hemos cambiado el surtido dando un giro radical a la oferta de productos. Ahora apostamos por productores y proveedores locales, que dan más sentido como hotel de Barcelona, y que son más interesantes. Apostamos, también, por una gama de productos más saludables. Así, por ejemplo, tenemos chocolatinas de la marca valenciana Pancracio, también tenemos snacks de la marca Robin Good, alimentos con Alma, más naturales, artesanales, y que generan empleo a personas en riesgo de exclusión social. También tenemos productos de Sal de Ibiza. Y hemos eliminado los destilados y el alcohol “duro”, solo hay refrescos y cervezas. Apostamos por ofrecer, en definitiva, productos de aquí, de más calidad y que tengan un trasfondo, todo más acorde a la filosofía del hotel.

Le Méridien forma parte del Marriott Group ¿Tiene que coordinarse con otros hoteles del grupo o cuentan con independencia?

AM. Nosotros, efectivamente, tenemos que trabajar bajo el paraguas de Marriot Group, y seguir las políticas que marca la compañía, es decir, seguimos los estándares que nos marca Marriot, pero tenemos total independencia. Sí que es cierto que tenemos una colaboración estrecha con los otros hoteles del grupo cercanos, como Le Meridian Ra. Con ellos hablamos habitualmente para compartir ideas y nos ayudamos. Asimismo, contamos con acuerdo con proveedores gracias a pertenecer al Marriot Group, y también aprovechamos estos acuerdos para realizar compras.

Aportar valor a la marca desde la restauración

¿Es posible aportar valor a la marca de un hotel a través de su servicio de restauración?
AM. Cien por cien. Nosotros aportamos valor a la marca desde la restauración. El cliente que viene a un hotel viene también a comer, desayunar, a cenar… Así que es muy importante tener una buena oferta gastronómica pero también un buen espacio, un buen servicio. todo en su conjunto aporta valor al hotel.
¿Cuál es la clave del éxito para la gestión del departamento de F&B de un hotel?
AM. Depende de cada hotel. Para mí, por ejemplo, la clave del éxito es tener una buena comunicación con el equipo, una comunicación abierta, estar con ellos, estar a su disposición y no crear barreras entre ellos y yo. Para mí es un aspecto muy importante.
Y hablando de personal. En los restaurantes convencionales (no de hotel) el sector padece cierta crisis de personal. ¿Existe también en el segmento de las restauración hotelera?
AM. El año pasado sí que tuvimos cierta crisis por falta de personal, por lo que antes comentaba. Pero ahora se ha asentado todo. Yo creo que el hecho de que el restaurante está dentro de un hotel, y bajo el paraguas de un hotel, hace que nos podamos permitir ciertas licencias. Por ejemplo, podemos contratar a una persona con poca formación y formarla nosotros. Podemos permitirnos el lujo de “gastar tiempo” en su formación. Otros profesionales de la hostelería no se lo pueden permitir, por falta de recursos o de tiempo. En ese sentido contamos con esa ventaja, por eso, quizás, la crisis del personal en la hotelería no sea tan grave como en la restauración.
Le Méridien, ubicado en un punto tan turístico como Las Ramblas ¿Influye a la hora de definir la oferta gastronómica precisamente esta ubicación?
AM. Efectivamente. Nosotros definimos nuestra oferta gastronómica en función de nuestro entorno, de nuestro cliente, de lo que hacen los establecimientos de nuestro alrededor… Nosotros ofrecemos una cocina mediterránea de mercado, de proximidad -estamos junto a La Boquería-, pero también es verdad que ofrecemos tapas, arroces, y platos acordes a lo que los clientes de Las Ramblas van buscando.
Por tanto, miran más al cliente de fuera, al turista que al barcelonés. ¿Cree que en Barcelona sigue habiendo un muro entre el comensal vecino y los restaurantes de hotel?

AM. Es que, Barcelona, tradicionalmente ha sido una ciudad en la que el cliente local se ha resistido mucho a descubrir los restaurantes de hotel. Siempre ha habido una barrera entre el cliente local y el restaurante de hotel, quizás más que en otras ciudades europeas. Pero desde hace unos años se está trabajando mucho para romper ese muro y ya se empiezan a ver esos cambios. Hoy día hay una gran oferta gastronómica en los hoteles, y la gente está viendo que además, son establecimientos que se benefician de unas infraestructuras importantes, las que les aporta el hotel. y todo en su beneficio. Pero pese a todo lo que se ha hecho y pese a todo el apoyo, hay que seguir insistiendo en el mensaje de que hay que ir a comer a los restaurantes de hotel.

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