pantea group

Hace unos dos meses, el grupo de restauración Pantea Group abrió, junto a los chefs Hermanos Torres, Eldelmar, un nuevo proyecto en el renovado Port Olímpic barcelonés con el objetivo de impulsar esta zona y alzar el turismo gastronómico de la ciudad.

Con más de 15 años de trayectoria en el sector de la restauración, Pantea Group, liderado por los CEO’s Ramón Rodríguez y Pantea Pishkoohani, se ha consolidado como un referente de calidad e innovación en Barcelona. Cada uno de sus proyectos refleja un firme compromiso con la excelencia.

Con una trayectoria destacada en establecimientos del litoral y siendo el operador más antiguo de chiringuitos de Barcelona, ha ganado concursos públicos y establecido estándares de excelencia, convirtiéndose en líderes en zona de playa.

Además, el grupo ha expandido sus operaciones a la ciudad ampliando su portfolio con propuestas culinarias cualitativas en las mejores zonas, consolidándose como un grupo dinámico e innovador en el escenario gastronómico de la ciudad.

Contáis con varios restaurantes y esta es vuestra primera colaboración con estrellas Michelin, los Hermanos Torres. ¿Cómo se ha gestado esta colaboración? ¿Qué esperáis de este proyecto?

Pantea: Nosotros somos clientes fieles de los hermanos Torres, ya llevamos años siguiendo su trayectoria, hemos visitado todos los restaurantes donde han estado, y cuando surgió el proyecto del Port Olímpic teníamos muy claro con quienes nos gustaría colaborar. Les sugerimos la idea y a raíz de ello empezó el proyecto de Eldelmar, después de varias reuniones, de hablar y ver que tenemos los mismos valores, que queremos lo mismo.

Nuestra cocina también es una cocina de producto, donde se le da mucha importancia a la calidad del producto, a cómo se trata, y fue muy fácil.

Ramon: Cuando se presentó la licitación la idea era atraer al ciudadano de a pie a una zona que estaba abandonada, una zona emblemática de los JJOO, y se quería hacer un cambio sustancial, y con quién mejor podríamos hacerlo. Les conocemos, hemos seguido su trayectoria, los veíamos afines y contemporáneos y creíamos que podríamos colaborar de manera fácil. Les presentamos la propuesta y, tras dos años madurándola, ahora abrimos.

Nosotros tenemos la central a escasos cinco minutos de aquí y supongo que eso también les ayudó a tomar la decisión. Visitaron nuestras instalaciones, nos conocieron, vieron cómo trabajamos en los otros locales y dijeron "nos lanzamos, nos ‘casamos’ con ellos en un proyecto". Y encantados. Esperamos que sea algo que sume para todos, para el cliente, para los Torres, para el Grupo Pantea.

Tenéis dos locales en el Port Olímpic; Eldelmar y Superlocal. ¿Por qué la apuesta por esta zona?

Ramón: Nuestros orígenes están en la playa. Conocemos muy bien el litoral. Por ejemplo, tenemos el restaurante Can Fisher, hemos tenido varios locales de temporada en el litoral y sabemos un poco cómo respira la playa. Evidentemente, son ubicaciones privilegiadas, no existe un local en Barcelona con estas características, y también ir de la mano de un gran equipo, y aquí incluyo a BSM, porque ellos están interesados en que esta zona funcione, son el Ayuntamiento de Barcelona.

Es un alquiler importante, y ellos tendrán que poner también de su parte. Con la atracción de los hermanos, con lo exquisitos que fueron a la hora de gestionar la licitación, creemos que muy mal lo tenemos que hacer para que no se transforme en un éxito.

Por eso, dos locales, queríamos que fuera solo mar. Al primer local le da algo de arena, el segundo era mitad arena, mitad mar. Este es solo mar, así que nos interesaba. El local de abajo, Superlocal, es una terraza súper visible, un lugar de paso que todo el mundo ve, así que pensamos que era nuestro momento. Es otro concepto totalmente diferente, pero tratado con el mismo amor y con el mismo cariño que este.

¿Cómo se gestionan diferentes locales? ¿Cuál es la insignia de Pantea Group presente en todos ellos?

Sergio: llevamos un modelo de restauración organizado. Funcionamos como una central de compra, funcionamos como grupo, hay directrices que van en horizontal en toda la empresa, RRHH, administración… Hay cosas que son muy estándar. La misma manera de tratar al personal, a los RRHH, está aquí o en Can Fisher. No son mini-gestiones independientes, sino que es una gestión global.

Evidentemente, nuestra apuesta siempre fue de producto. Queremos que los comensales les guste, coman rico, y les sienta bien. En el mundo en que estamos, es súper importante ingerir cosas que sean sabrosas, que sean buenas y de calidad. Hay que apostar por el producto y es una línea que tenemos clara.

A la vez, es un poco caótico, porque tenemos conceptos muy diferentes, no repetimos ninguna carta, y eso es un poco una "diversión" que se ha hecho un poco asfixiante, porque antes teníamos cuatro, pero ahora son nueve restaurantes y hay mucho cambio ahí.

Intentamos aglutinar proveedores, pero las cartas son distintas, y ese es el mayor reto. Pero también tenemos chefs ejecutivos, intentamos que la carta salga desde el equipo. Al principio nosotros éramos los que recomendábamos, pero queremos que la carta salga de los protagonistas, que son los cocineros.

Pantea: Tenemos un departamento de IT, un departamento de logística, de compras, de RRHH, marketing, y todo eso ayuda. Llega un momento en que la empresa se estaba haciendo más grande que nosotros, porque nosotros somos dueños muy presentes, trabajadores de nuestra empresa, algo que también ayuda para que todo se mantenga igual.

Tenéis varios locales en Barcelona. ¿Habéis pensado abrir en otros lugares?

Ramón: Antes del Covid estábamos súper ilusionados. Antes de "colgar los guantes" nos gustaría deslocalizarnos, para probarnos, como reto. Lo cierto es que la pandemia golpeó mucho sobre todo a la restauración, fue tremendo; y ahora, a corto plazo, lo que queremos es llevar a la excelencia lo que tenemos. Que lo que tengamos sea excelente. Y a medio plazo, ya veremos. Nos gustaría probar fuera.

El balcó gastronòmic, del renovado Port Olímpic, es la apuesta de Barcelona para seguir siendo referente en restauración también en la zona que nació con los JJOO de 1992. Ya se han abierto varios restaurantes y Eldermar-Hermanos Torres es ejemplo de ello. Destaca por su calidad, su perfecta ubicación sobre el mar y un saber hacer como pocos.

Es la esencia y la unión de los Hermanos Torres con el grupo gastronómico Pantea Group, (con 9 restaurantes en la ciudad) a la hora de embarcarse en un proyecto grande, ambicioso y dirigido especialmente a un público más local.

El mar, hilo conductor del restaurante

Con este entorno privilegiado, vistas al mar, a los barcos y al horizonte, los hermanos se proponen ofrecer su ya preciada y conocida gastronomía en un local que respira a diseño y producto y, que tiene el mar como telón de fondo.

Por ello, cada plato de la carta captura la esencia de este entorno y explora la tradición culinaria de marcada raíz mediterránea.

“La alianza con los Hermanos Torres nació tras ser clientes habituales de su restaurante triestrellado: Cocina Hermanos Torres – explica Pia Pishkoohani, CEO de Pantea Group- admirábamos no solo su habilidad culinaria, sino también su respeto por los ingredientes y su enfoque en la tradición mediterránea”.

Torres para un público más amplio

Los hermanos Sergio y Javier Torres también están cómodos trabajando con el grupo y en declaraciones a Caternewsdigital explican que “esta alianza con Pantea Group les permite seguir creciendo, explorar nuevos entornos y formar un buen tándem con una buena gestión”.

En Eldermar – Hermanos Torres encontraremos diversas propuestas para un amplio segmento de público que se distingue por ingredientes sencillos. Es un lugar más informal y desenfadado, aunque la elegancia está presente en cada uno de sus rincones.

Pescados, carnes, aves y arroces se mueven en la carta, gracias a elaboraciones que incluyen verduras y caldos al más puro estilo Torres. Hay una particular ensalada César, la ensaladilla rusa, las croquetas, Steak tartar de vaca rubia gallega, el arroz y rossejat de fideos en lata (en porciones individuales), Costillar de cordero, de Extremadura cocinado a baja temperatura y marcado a la brasa con patatas panadera y hierbas provenzales, el bacalao cocido al punto de caldo corto, con pil pil, pimiento del piquillo confitado y alubias de Santa Pau, entre otros.

Cócteles y vinos de altura

Para beber, sobresalen los cócteles de autor y las 400 referencias de vinos seleccionados por el sumiller de Pantea Group, Xavi Nolla. Hay una carta de vinos de regiones vitícolas del Mediterráneo y el Atlántico. Vinos reconocidos mundialmente y de pequeños productores. La propuesta representa más de 20 países de diversos orígenes, culturas y climas, unidos todos por un nexo común: el del mar.

Hermanos Torres y el respecto por el producto

Sergio y Javier Torres son referentes de la cocina de vanguardia, sin perder de vista la importancia de la tradición y el respeto por los productos.

En este proyecto muestran y buscan sorprender al comensal a través de un producto excelente con base mediterránea para homenajear a Barcelona, su mar y su puerto.

Para ellos, la cocina es una forma de arte y una manera de conectar con las personas a través de los sabores, las texturas y las emociones que logran despertar en sus comensales. Con este nuevo restaurante, los chefs continúan reafirmando su compromiso con una cocina que respeta el producto, innova con técnica y siempre pone al comensal en el centro de la experiencia.

Abre Público Taberna Gastronómica & Wine Bar, el nuevo espacio de culto en Barcelona para los amantes del vino y la gastronomía con una cocina trabajada y de altura, y un maridaje especial de vinos.

Pantea Group lleva más de 14 años en el mundo de la gastronomía con variedad de restaurantes: Can Fisher, Anita Flow, Gozo, Pantea Beach (Vai Moana y La Deliciosa) y el reciente Público en el eixample barcelonés. No será la única novedad, pronto contarán con sorpresas con los Hermanos Torres abanderando su cocina y proyecto.

Público es una propuesta de cocina de mercado basado en un producto de gran calidad y un recorrido a través del mundo del vino con más de 200 referencias a precio de tienda que contemplan vinos unicornio (cuya producción es inferior a 1.200 botellas), de pequeños productores poco conocidos o de otros, más reconocidos en el mercado.

Descender dos peldaños es suficiente para tener la sensación de adentrarse en una taberna o en un colmado tradicional de Barcelona dónde el producto fresco y una vinoteca son los protagonistas absolutos del espacio.

El vino por bandera

Hay variedad de espacios y cada uno tiene sus por qué. “En la parte gastronómica tenemos nuestro expositor para el pescado, que viene directamente de la lonja a la mesa, y la zona de verduras, siempre del huerto de unos payeses. El área dedicada a los vinos hay 200 referencias, a precio de tienda, con un descorche -para tomarlo aquí- de 8 euros. Tenemos todo tipo de vinos, un 80% nacional, un 60% de Catalunya y el 20% de fuera, y el otro 20% de Francia, Italia, Portugal y Alemania. De momento, no nos hemos movido al Nuevo Mundo, porque queremos concentrarnos primero en éste. También tenemos la colección privada, donde tenemos botellas súper selectas, y algunas de ellas prácticamente no se encuentran en el mercado”, especifica Matteo Prandini, director del restaurante.

La zona wine bar está pensada para la gente que quiere "copear" durante el día o por la tarde, de 4 a 7, “queda abierto el cuarto frío, así que siempre hay una parte de la carta que queda abierta para la gente que quiera venir a tomarse una copa. Tenemos 36 referencias de vino por copa, que vamos cambiando. Una parte de estos los denominamos "efímeros", porque encontramos muy pocas botellas, debido a que son pequeñas producciones o porque no se encuentran en el mercado, añadas muy antiguas…·”.

Fotos: Guillermo Pérez

Todo a la vista en Público

En Público nada se esconde y todo está a la vista. Como unas neveras con el mejor producto– exclusiva selección internacional de quesos, embutidos ibéricos y conservas premium –, un vivero con langostas y bogavantes y una espléndida vinoteca de unas 30 botellas muy especiales.

Además, funcionará como tienda de vinos hasta las 23h. “Son las 21h de la noche, quiero comprar un vino concreto porque tengo una cena u otro compromiso y quiero quedar bien. En Público vas a encontrarlo”, cuenta Matteo.

Una gran barra en el pasillo central frente a una gran estantería comunicará un comedor con otro y brillará con luz propia porque nutrirá a todo el local con una propuesta muy elaborada de vinos, a cargo del sumiller Xavi Nolla.

Una vez cruzada la estantería de vinos, un comedor interior con dos protagonistas claros: una cocina abierta con una brasa de tres pisos en el centro, enmarcada por una gran barra cuadrada que permitirá al comensal allí sentado asistir al baile de platos, pases y movimientos de la cocina caliente.

Fotos: Guillermo Pérez

Selección de quesos

Su propietario comenta que ya que el vino va tan bien de la mano con el queso, “tenemos una selección de 20 diferentes tipos de quesos, donde podemos encontrar -siempre de pequeñas producciones- desde cosas súper campesinas de aquí, como un queso envuelto en hollejos de garnacha, hasta llegar al Kraftkar, de Noruega, cuatro veces ganador del premio al mejor queso del mundo”.

Clásicos modernos

El cariño y el mimo de la propuesta se basa en una cuidada selección de productos premium a partir de una relación muy cercana con proveedores dotados de una gran sensibilidad gastronómica (producen sus propias verduras y hortalizas con un payés de Argentona).

“Conseguir el mejor producto y trabajarlo para elevarlo al máximo. Es una actitud, es una manera de trabajar y un modo de vida. Para nosotros eso es buena gastronomía. Saber dónde está la trufa buena, el guisante bueno, el pescado y el marisco de primera. Y contártelo. Público se centra en eso”, afirma Sixto Pérez, chef ejecutivo de Grupo Pantea.

Calamar relleno de butifarra negra Cal Rovira, ceps y avellanas en suquet de Fesols de Santa Pau y su tinta

La piedra angular sobre la que se articula la carta es la lonja con todo tipo de pescados y mariscos como lenguados, salmonetes, doradas, lubinas, gambas, etc., pero también contempla las carnes o las aves con la presa ibérica con praliné de piñones y piquillos caramelizados, el chuletón Angus con su guarnición y el magret de pato con tirabeques.

La carta de Público sugiere un formato más individual con las primeras propuestas: ostra con cava, yuzu y espirulina, el brioche ahumado de steak tartar o la oblea de ventresca de atún rojo macerada en naranja y té verde.  “Queremos intentar encontrar ese punto intermedio en el que puedas comer lo que quieras sin necesidad de tener que compartir”, explica Edgar Martínez, jefe de cocina de Público.

Magret de pato, tirabeques, avellanas estofadas, pera a la brasa y salsa de cerveza, miel y cebolla caramelizada

Los hits de la carta apuntan maneras con el calamar relleno de butifarra Cal Rovira, boletus y avellanas, en suquet de fesols de Santa Pau y su tinta y el Lenguado en popietas a la Meunière, crema de tupinambo y ajo crujiente, así como las cocochas de bacalao al pilpil.