Sostenibilidad

David Ramos, CEO de Klimer, es un auténtico rey midas. Su empresa de distribución de menaje y todo tipo de productos de mesa, barra, eventos, y artículos de hostelería es una de las más importantes del país, y una de las firmas preferidas de chefs de la talla de Dabiz Muñoz, Mario Sandoval, Diego Guerrero o Eneko Atxa.

Apasionado de la gastronomía desde niño, en su juventud fue inquieto y mal estudiante, como él mismo ha reconocido en más de una ocasión. Compatibilizó sus estudios de Gestión Comercial y Marketing -que no acabó nunca- con un trabajo de relaciones públicas de algunas de las principales discotecas de Madrid.  Poco después, empezó a trabajar en la empresa de su madre, dedicada a la venta de productos de limpieza para colectividades y empresas. Aquellos contactos de la noche fueron los primeros que utilizó para venderles sus primeros productos, primero de limpieza y más tarde de hostelería. 

Ahora, a sus 41 años, Ramos sigue con la misma ilusión que tenía en 2003 cuando fundó Klimer. Seguramente, una ilusión renovada por celebrar 20 años de trayectoria plagada de éxitos. En la actualidad, Klimer cuenta con un catálogo de más de 3.000 referencias, 500 de ellos novedades, y una cartera de clientes fijos y recurrentes de más de un millar. Y todo ello, sustentado por el equilibrio entre la visión empresarial, el talento comercial y las relaciones públicas de David Ramos.

David, la pregunta que “nunca te habrán hecho”. ¿Cómo pasas de “vender productos de limpieza” a ser uno de los proveedores más importantes de equipamiento para hostelería del país con más de 1.000 clientes recurrentes?  

DR.- Todo empezó cuando empecé a trabajar en la empresa de servicios de limpieza que tenía mi madre. Compatibilizaba las ventas con los estudios en Gestión Comercial y Marketing, pero no me gustaba demasiado. Por las noches, trabajaba como relaciones públicas de algunas discotecas y, poco a poco, empecé a venderles material de limpieza. Al tiempo, me iban pidiendo otros materiales como, por ejemplo, vasos de tubo y comencé a comprarlos en una tienda, después di con un proveedor y más tarde con un fabricante. Una cosa llevó a la otra y, sin darnos cuenta, estábamos vendiendo vasos a todas las discotecas de Madrid. 

Realmente a partir de ahí dimos el salto a lo que hoy es Klimer. Al principio, yo era el comercial, el comprador y el repartidor. Luego fuimos tres, un repartidor y una administrativa. Seguimos creciendo y hoy somos 13 personas. 

¿Cuáles son las claves de este éxito? 

DR.- Klimer ha demostrado desde siempre un fiel compromiso con la calidad, con la innovación y con el servicio. Estas características han enriquecido nuestras experiencias gastronómicas y han sido fundamentales para el éxito. 

Por otro lado, nuestro objetivo principal es la satisfacción del cliente. Para ello, nos integramos como un miembro más de su equipo, en el día a día, conociendo de primera mano sus necesidades y tratándolas como propias. En ese sentido, el éxito de nuestros clientes es también nuestro éxito.

Con un catálogo de más de 3.000 referencias, ¿se podría decir que sois especialistas en algo específico? 

DR.- Somos especialistas en artículos específicos para take away, delivery y street food. En este campo, trabajamos con materiales 100% ecológicos y biodegradables como el cartón y el papel, la pulpa de caña de azúcar, el bambú, el almidón de maíz o la palmera. Además, asesoramos a nuestros clientes y les damos la oportunidad de personalizar sus productos ad hoc. Ya sea una caja para una tarta de queso, unas costillas, una Burger, unos vasos de café, unas bolsas, etc. 

No obstante, en Klimer seguimos innovando e introduciendo nuevos productos a nuestro catálogo. Recientemente, hemos incorporado maquinaria para alta gastronomía. Actualmente, somos distribuidores en exclusiva de Pacojet, una máquina que redefine la forma en que los chefs preparan helados y crean texturas sorprendentes en sus platos.

Pero, sin duda, habrá un segmento de clientes que tenga más músculo en Klimer. ¿Cuál es? 

DR.- Trabajamos muy bien con todo tipo de hostelería, aunque en la restauración independiente encajamos muy bien por el gran servicio de asesoramiento que ofrecemos a los clientes cuando nos vienen a visitar a la exposición. En los grupos de restauración, al tener una amplia variedad de productos para emplatados, presentaciones, coctelería, menaje de cocina o uniformes, abarcamos todas sus necesidades. En el mundo del delivery, hemos cogido mucha fuerza y hacemos todo tipo de personalizaciones. Les hacemos de almacén y les vamos entregando pedido a pedido, dado el gran problema de almacenamiento en este tipo de negocios. Por último, en los hoteles trabajamos muy bien el mundo del buffet.

Este año celebráis los 20 en el sector, ¿cómo ha evolucionado el mercado y el cliente? 

DR.- La gastronomía está en uno de los mejores momentos desde incluso antes de la crisis del 2009. Hay muchísima inversión extranjera no solo en Madrid, sino también en la zona de Málaga o en Baleares, donde ya podemos ver muchas marcas y grupos potentes de restauración (tanto hostelería como hotelería).

Por otro lado, hay una gran afluencia de clientes que podemos encontrar en cualquier negocio de hostelería (restaurantes, coctelería, bares de tapas etc.) y cada vez los eventos empresariales están más relacionados con la hostelería.

Estamos en un sector que se renueva constantemente – y del que no se puede prescindir – y todos tenemos que adaptarnos a las tendencias y necesidades de cada momento.

La pandemia fue un punto de inflexión también para Klimer. ¿Qué es lo mejor que sacasteis de ella y lo peor?

DR.- La pandemia fue un punto final para muchos negocios, y un punto y seguido para muchos otros. 

En nuestro caso, teníamos packaging normal y no contábamos con cajas troqueladas, con hendiduras para poner una tarta, un salsero, una receta de cuchara… Y tuvimos que adaptarnos y desarrollar envases distintos para que los platos de nuestros clientes viajaran bien y para que ellos en esos momentos pudieran facturar algo. Llegamos a hacer cajas para jarretes, cochinillos, chuletones, merluzas, lubinas… Y tuvimos la suerte de posicionarnos muy bien con el delivery en ese momento. 

Ahora, el delivery sigue en auge tras la pandemia y no ha dejado de aumentar y eso para nosotros es algo muy positivo. La moraleja de todo esto es que, si te esfuerzas, las cosas salen, y en la pandemia tuvimos que buscar alternativas.

De hecho, el 2022 lo cerrasteis con un crecimiento del 10%; y este año, vuestras previsiones es facturar unos cinco millones de euros y doblar el crecimiento. ¿En qué sector del negocio creéis que creceréis más?  

DR.- En todos los sectores. Todos están en crecimiento y en todos aportamos un valor diferencial.

En vuestra cartera de clientes tenéis desde restaurantes desconocidos a grandes figuras de la gastronomía. ¿Es el “boca oreja” lo que ha funcionado mejor para este crecimiento? Es decir, ¿los hosteleros quieren tener al mismo proveedor que Eneko Atxa, Martín Berasategui o Dabiz Muñoz?

DR.- Llevamos 20 trabajando nuestra presencia en ferias y congresos. Siempre presentamos las novedades más importantes para nuestros clientes y que vendamos a estrellas Michelin no hace que te compren los demás clientes, se trata de un trabajo diario y el tratar de hacerlo mejor cada día.

Hablemos de innovación, de tendencias, de sostenibilidad… Decís que no tenéis departamento de I+D, pero customizáis los productos. ¿Cómo es eso?

DR.- El departamento de I+D es todo el equipo de Klimer. Personalizamos muchos de nuestros artículos para que la marca del cliente tenga más presencia: desde vajillas, cristalerías, cajas, uniformes, bandejas, tablas y hasta las pinzas de precisión de emplatado.

Sostenibilidad: ¿Se puede ser sostenible con envases y utensilios de un solo uso? ¿Cómo lo hacéis vosotros? ¿Es Klimer una empresa concienciada con el medioambiente?

DR.- Nuestro compromiso con la sostenibilidad se refleja en nuestros productos biodegradables y en nuestros esfuerzos continuos por respetar al máximo el medio ambiente. Por ejemplo, contamos con una gran selección de artículos ecológicos con propiedades biodegradables para el take away, delivery, street food, food truck, catering, para la restauración y para la hostelería en general.

Y tendencias, ¿quién marca actualmente lo que se lleva en menaje de restaurantes?

DR.- El sector gastronómico es uno de los más llamativos, cambiantes e interesantes. Hemos pasado de muchos años de “fusión” y, ahora, se está volviendo al origen, a los platos castizos y más tradicionales (platos de cuchara, pastoriles). A nivel decorativo, pasa un poco lo mismo, ahora todo el mundo busca un “look” natural y sin artificios. Se buscan materiales como la madera de olivo, óxidos y se ha vuelto a las vajillas antiguas.

¿Qué se llevará en el futuro más próximo? 

DR.- Lo orgánico, lo mate, sin demasiados brillos. La sencillez y el minimalismo están a la orden del día.

¿Y cómo ves a Klimer en ese futuro?

DR.Como venimos haciendo, seguiremos al mando de las tendencias del sector y adaptándonos a las necesidades de nuestros clientes. Por supuesto, estamos abiertos a crecer con nuevos clientes, pero sin dejar de lado y cuidando al máximo a los clientes de toda la vida.

Hace unos días llegaba la noticia. La chef Susana Aragón (Igualada, 1976) y su pareja y socio, Óscar Teruelo, cierran el restaurante pratense Cèntric Gastro. El establecimiento, todo un referente de la cocina slow food y de proximidad del Baix Llobregat, bajará las persianas el 29 de octubre, después de 13 años en el Cèntric Espai Cultural del Prat. 

El motivo del cierre es administrativo. Los actuales concesionarios, la empresa Ola del Prat SL, liderada por la pareja, decidieron no presentarse al nuevo concurso de la adjudicación, cuatro años después de la última (2019) y dos desde la última prórroga concedida en 2021. Y es que las condiciones habían cambiado de tal forma que eran inasumibles. La gestión del espacio, finalmente, la liderará Sergi Bonillo, gerente del Jardí de les Palmeres Events, empresa que también gestiona la restauración de la escuela de tenis Emilio Sánchez Academy. 

Cerrada ya esta etapa de éxitos y de grandes hitos, la chef afronta los próximos días con gran decepción, por tener que aparcar su etapa al frente del restaurante, pero con ilusión por lo que está por llegar. Y es que, si algo define a este chef es la energía y el optimismo con los que lidera cada uno de los proyectos en los que ha colaborado. Que no son pocos. 

Susana Aragón siempre ha estado presente en las numerosas acciones que han dado a conocer la cocina sostenible, basada en productos de pequeños productores del Baix Llobregat. Entre sus hitos, el Plat Favorit de los Catalanes 2017, la visita del chef británico Jamie Oliver, o el “mordisco” de John Hoffman –alma del Mobile World Congress– a su mítico Pollycao, cuya foto se publicó en numerosos diarios. Miembro de Biosphere, de la Fundación Restaurantes Sostenibles y del movimiento Slow Food, el Gastro Cèntric de Susana Aragón siempre ha encabezado un movimiento defensor de la cocina del territorio.  

Susana, acabáis de anunciar el cierre del Cèntric Gastro. ¿Qué supuso dar el paso de no seguir?

S.A. La verdad es que cuando leímos las nuevas condiciones de la licitación no nos lo creímos. Hubiera sido la cuarta renovación. En las anteriores, puntuaba por encima del criterio económico, el criterio de valor, que era mi añadido a esta propuesta. Imagínate cómo nos quedamos. Fue una gran decepción. 

Esta nueva propuesta creíamos que atentaba directamente contra nuestro proyecto, lo que hemos desarrollado y defendido. Siempre hemos apostado por poner por encima de todo el valor del producto, de las personas. Tenemos un equipo con mucha gente, con mucha antigüedad, que en estos años han ganado conciliación familiar y mejores condiciones económicas. Además, hemos trabajado por la reinserción laboral. Casi éramos como una escuela para personas con riesgo de exclusión. Hemos tenido, por ejemplo, este año a seis personas, que han podido acabar su formación con nosotros y empezar su vida laboral. Para mí era muy importante esta parte del proyecto, que ahora se queda parada. Una lástima, porque ya no tendremos un espacio tan grande como para poder hacerlo. Pero nosotros queremos seguir haciendo esta apuesta por las tres “p”: producto, personas y planeta. 

Miremos hacia atrás, ¿con qué recuerdo te quedas del Cèntric Gastro?

S.A. La experiencia ha sido tremenda, en todos los aspectos. Empezamos desde cero. El espacio no existía y le fuimos dando forma. Y es un orgullo saber que al final hemos logrado crear una marca de territorio, una marca local de referencia. El Cèntric nos ha dado muchísimo a muchos niveles. Pero, sobre todo, lo que me llevo es el haber conocido a las productoras y productores que con sus productos artesanos me han ayudado a poner en valor una cocina sostenible, ecológica, con sensibilidad. Y todas esas personas que han pasado por aquí y nos han ayudado a que el Cèntric sea lo que es. Mucha gente, desde trabajadores, músicos, actores -porque también hemos hecho teatro, conciertos…-. Hemos hecho mil y una actividades para ubicar este espacio ahí. Porque el Cèntric es un centro gastronómico y también cultural. 

¿Qué balance haces ahora de todo este tiempo? 

S.A. El balance es muy positivo. Hemos logrado poner en valor algo tan importante a día de hoy. Comida sostenible, sin procesados, sin transgénicos, elaborados cada día. Hemos llegado a ser 14 cocineros elaborando fondos, fumets, croquetas, confits… elaboraciones que requieren mucho tiempo y atención. Y entre todos y lo hemos sacado para adelante con mucho amor. 

¿De qué plato de toda esta etapa estás más orgullosa?

S.A. Si de algún producto nos podemos sentir muy orgullosos es de haber representado, con cresta, nuestro pollastre pota blava. Desde nuestros uniformes a nuestros logos, hemos defendido con garras nuestro pota blava. Lo hemos enaltecido.  

Y os iréis por la puerta grande, con L’últim CartXUIXO de Pota Blava. Explícanos este plato, y en qué te has inspirado. 

S.A. Sí, nos vamos con el último “CartXuixo”… y nos salió de las tripas. Porque cuando vimos la licitación y vimos que no nos defendían. Pensamos ¿qué habíamos hecho mal? Por qué no nos ayudan a seguir con este proyecto que ha hecho tanto por la cocina local. Y ahí está. Hemos hecho un xuixo de pota blava que será una despedida con ironía. Ahora voy a hacer un parón. Salgo del centro, porque seguramente solo me lo habré creído yo. Cuando veo que no hay una apuesta desde las entidades o desde quién toque. Creo que a quien corresponda, deberían pensar más en apoyar y proteger a las personas que están poniendo en valor tantas cosas del entorno. La cocina, los productos, la cultura… 

Pero seguramente, tendremos a Susana para largo, porque se cierra una etapa y se abre otra. ¿Cuéntanos tus proyectos?

S.A. Sí, claro. Se cierra una etapa y se abre otra. Lo que haré ahora mismo es descansar y digerir que mi etapa de cara al público probablemente haya acabado. Eso no quiere decir que deje de trabajar, pero algo muy raro debería pasar para que yo quiera volver a abrir un restaurante. El mundo y la restauración necesita a personas que se crean y se identifiquen los proyectos. Y yo soy cocinera slow food y defiendo el patrimonio agrícola y gastronómico. Pero lo haré aquí en el Baix o el Bierzo, o en el Garraf, o donde sea. Siempre voy a cocinar lo que tenga a mi alrededor. Eso forma parte de mi cultura gastronómica. Pero inmediatamente, no voy a estar de cara al público. Seguiré trabajando asesorando a restaurantes de Barcelona que necesiten una línea firme, un relato… y ese nexo con los pequeños productores. Así que por ahora tengo un par de proyectos de desarrollos de cartas en restaurantes de Barcelona para hacer esto, conectarlos con los productores del Baix.  

Tu relación con el Baix Llobregat, con el territorio, con los productos es indudable, pero, ¿podrías desarrollar tu cocina fuera del Baix Llobregat?  

S.A. Como digo, cocinaré el territorio de allí donde habite. 

Seguirás siendo una cocinera “sostenible”. ¿Qué es para ti la cocina sostenible? 

S.A. Por supuesto. Tenemos una responsabilidad los cocineros y cocineras. Ya que tenemos la oportunidad de alimentar debemos aprender a eso, a alimentar, no solo dar de comer. Alimentar con todo lo que significa la palabra: defender al productor, la sostenibilidad, los productos ecológicos… No entiendo la cocina de otra manera. Por eso, yo no entiendo cómo en los restaurantes no se marca la temporada. No tiene sentido que puedas encontrar fresas todo el año y que puedas hacer una carta en invierno con productos que tienen que venir de Argentina.  

Y para acabar, cuéntanos ahora tu sueño ¿Cómo te ves en 10, 20 años?

S.A. Pues ahora, asimilando que ya no tendré este espacio, donde he ayudado a la inserción de muchas personas con riesgo laboral… La verdad, me gustaría seguir esa línea. Trabajar para dar oportunidades a las personas que les gusta este oficio, pero que a veces no les damos la oportunidad. En los últimos años, he ayudado a mucha gente a tener un trabajo digno, a conseguir sus papeles, a tener un salario digno. Mi sueño sería tener un obrador de alimentos sostenibles con personas en riesgo de exclusión social, que necesitan su oportunidad y suelen saber aprovecharlas, porque tienen necesidad. Igual, sí. Un obrador en el Parc Agrari del Baix Llobregat para seguir en contacto con los pequeños productores, donde pueda hacer menús para llevar, o catering… Donde me implique más a mí y no todo lo que conlleva un restaurante. Así que no, cc 

El Grupo Moga conforma uno de los entes empresariales de referencia dentro del sector de la restauración con la gestión de hoteles y restaurantes en Menorca, Valladolid, Madrid y Canarias. Lucas García Montaner es su actual CEO, aunque sus orígenes habría que atribuírselos a sus padres, ambos hosteleros y emprendedores. Es por ello que el idilio de Lucas García Montaner con la hostelería viene desde muy pequeño. 

Tras formarse en la prestigiosa Escuela de Hostelería de Lausanne, se trasladó a California para realizar un máster en dirección de cocina. Una formación que aderezó con numerosos stages por todo el mundo. Desde las cocinas de un hotel de las Islas Canarias a las del hotel Four Seasons de Londres. Luego cruzó el charco para trabajar en Silicon Valley y volvió a Europa, a Alemania, donde se interesó por la cocina mexicana con la idea de abrir su propio restaurante. Durante su estancia en Estados Unidos coincidió con cocineros de referencia como José Andrés, Quique Dacosta y Raúl Aleixandre, lo que le permitió a su vuelta a España trabajar en La Nicolasa de San Sebastián, el Poblet de Quique Dacosta o Ca Sento. 

En 2003 “volvió a casa”. Y lo hizo para incorporarse al negocio familiar que hasta el momento habían regentado su padre y su tío. Allí se gestó el germen de lo que hoy es Grupo Moga. Su objetivo como director de operaciones es crear una estructura lo más sostenible posible, con un concepto único que apuesta por la calidad y el respeto y que transmite alma, pasión y compromiso.

Hijo de hosteleros, formado en dirección de cocina ¿Estaba en sus planes llegar hasta donde hoy está, al frente de un conglomerado de restaurantes, hoteles y servicio de catering?

LGM.- Mi pasión y mi trabajo es la hostelería. Sabía que me quería dedicar a ello, pero no sabía cómo exactamente, cómo íbamos a expandirnos. Todo ha salido de manera natural, observando el mercado y aprovechando las oportunidades que iban apareciendo. 

¿Qué balance hace de estos 20 años de trayectoria hostelera? ¿Qué borraría de un plumazo y qué le gustaría repetir y repetir?

LGM.- Tengo cariño por todos los proyectos que he abierto. No me arrepiento de ninguno, ya que con todos he aprendido. Me gustaría encontrar ubicaciones singulares para crear conceptos únicos. 

Entre todos sus proyectos, ¿es el Lago Resort de Menorca su proyecto más ambicioso?

LGM.- Es el más completo porque engloba todos los negocios que tenemos en Menorca, un resort en España con 15 restaurantes de cocinas variadas, es algo único. 

Valladolid, Menorca, Canarias, Madrid… ¿Qué plaza es la más fácil y cuál la más complicada y por qué?

LGM.- Todas tienen sus particularidades, pero, sin duda, Menorca es la plaza más difícil por la estacionalidad. Consolidar buenos equipos cuesta mucho cuando cierras medio año. 

¿Cuál de todos sus proyectos es el que más ilusión le ha dado abrir, el proyecto más personal?

LGM.- El hotel 5 estrellas Suites del Lago, donde pude poner todas mis ideas en un hotel que lo construimos desde cero y que tuvimos una pandemia de por medio. 

¿Qué define a sus establecimientos? ¿Hay algún denominador en común? 

LGM.- Sin duda la calidad. La mejor calidad en la materia prima, en el equipo de profesionales, en maquinaria e instalaciones… Nos mueve la mejora continua siempre con el foco en la calidad. 

¿Qué peso tienen los eventos en su volumen de negocio? 

LGM.- No es un segmento principal, es un plus en algunos locales, pero preferimos la constancia del día a día que los eventos puntuales. 

Tras el parón sufrido en la pandemia, el sector ¿se ha recuperado? 

LGM.- Ha recuperado bastante en la mayoría de los locales. 

¿Qué ha cambiado en el sector tras la pandemia? ¿La oferta, el servicio, el cliente, el tipo de eventos…?

LGM.- El año pasado se notaba el efecto champagne con clientes gastando más de lo habitual, pero este año ya se ha normalizado a nivel pre pandemia.  

¿Qué es lo más complicado actualmente a la hora de montar un restaurante o un hotel? ¿El personal?

LGM.- Conseguir un buen equipo es complicado, pero aún más encontrar responsables que lideren y motiven a esos equipos. 

La sostenibilidad es una de sus fuertes apuestas. Explíquenos qué hacen para que sus establecimientos sean más sostenibles y si los objetivos se hacen realidad. 

LGM.- En el hotel Suites del Lago tenemos un decálogo con muchas iniciativas que nos permiten reducir al 50% la huella de carbono. Por poner dos ejemplos, la domótica de todas las habitaciones nos permite reducir considerablemente el consumo de A/C y los WC japoneses ahorrar 10 mil litros de agua al día. 

¿Cuál es el secreto para conseguir dirigir con éxito tantos restaurantes y hoteles?

LGM.- La ilusión. El tiempo y esfuerzo que dedico a hacer lo que me gusta no solo no me cuesta sino que me apasiona. 

Actualmente, parece que estamos sumidos en un auténtico nuevo boom de la hostelería. ¿Cree que estamos cerca ya del techo de crecimiento o no se vislumbra? 

LGM.- La hostelería es un motor de disfrute que es lo que la gente busca, entiendo que los locales que lo hagan bien seguirán creciendo.  

Hablando de crecimiento, ¿qué planes de expansión puede avanzarnos? ¿Nuevos restaurantes, hoteles, servicios de catering…?

LGM.- Estamos con un proyecto nuevo en Valladolid y sobre la mesa un par de proyectos nuevos que estamos analizando. 

¿Dónde le gustaría “poner la bandera MOGA”? 

LGM.- De momento no queremos expandirnos fuera de las tres ubicaciones que estamos, pero nunca se sabe.

El Hotel Mayorazgo apuesta por la sostenibilidad, implementando energía 100% renovable certificada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), según avala Acciona Energía.

Situado en el corazón madrileño a escasos pasos de la famosa Gran Vía y todo un referente en la industria hotelera en Madrid, el establecimiento acaba de obtener un nuevo reconocimiento en su objetivo de incidir en acciones beneficiosas para la sociedad y para el planeta.

Según avala Acciona Energía, ha utilizado en el último año energía eléctrica que procede exclusivamente de fuentes de energía 100% renovable certificada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y que ha sido generada en sus propias instalaciones.

La certificación de la CNMC garantiza que el Hotel ha asumido un importante papel en la transición hacia un modelo energético más sostenible. Al elegir fuentes de energía renovable, se minimiza así el impacto ambiental y ayuda a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.

También ha implementado prácticas de eficiencia energética en su infraestructura y operaciones diarias para maximizar la utilización de esta energía renovable.

"En el Hotel Mayorazgo, creemos firmemente que es nuestra responsabilidad cuidar del planeta", ha afirmado Manuel Á. Ruiz Sotillo, director general del Hotel Mayorazgo y presidente en Madrid de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH).

Responsabilidad Social Corporativa (RSC) Mayorazgo Solidario

Esta iniciativa es un paso más en la estrategia de sostenibilidad del Hotel Mayorazgo, que se añade a otras recientes acciones integradas en su programa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) Mayorazgo Solidario.

Ello incluye la renovación integral de sus amenities introduciendo productos fabricados con materiales biodegradables en sus 200 habitaciones o la incorporación de uniformes sostenibles creados a partir de textil de calidad ya existente por la empresa Deleite Wear, en concreto, delantales y chaquetillas para su equipo de cocina, que han permitido al alojamiento haber podido ahorrar al planeta 490kg de CO2.

Este impulso sostenido a favor de iniciativas sostenibles ha hecho merecedor a Hotel Mayorazgo de la Certificación E3-Gold por parte del sello de sostenibilidad hotelera Ecostars y el certificado del Compromiso de viaje sostenible de la UNESCO.

 

No sólo prepara el mejor café de España, también es el mejor en la comanda, en la cata de café, incluso en la elaboración de una bebida creativa a base de café. El joven Rufus Blad demostró ser el mejor y más completo barista del país al alzarse como el ganador del 1r Campeonato Barista Nacional Pro, celebrado en el pasado Fórum Coffee Festival. Un concurso que se presenta como el más global, y sobre todo, el más competitivo, puesto que sus participantes son algunos de los mejores baristas del país. Rufus consiguió, por pocos puntos respecto al segundo, hacerse con un premio que se suma a otros, como el de Campeón de AeroPress, confirmando la calidad del barista. 

De origen sueco, lleva solo seis años en España, y poco más trabajando en el sector del café. De hecho, su formación nada tiene que ver con esta bebida estimulante. Bailarín profesional, se adentra en los aromas cafeteros hace una década de la mano de un amigo, que le invitó a tomar un café de Etiopía. Desde aquel día, el café se ha convertido en su pasión, su vida y profesión. 

Autodidacta y observador, en 2014 empezó a trabajar en una cafetería specialty en Estocolmo (COFFICE). Un año más tarde, le contrató Johan & Nyström, tostador líder de café de especialidad de Suecia. Trabajó durante dos años en su Concept Store. Ya en España, en 2017, entró en Cafés Oquendo como barista, formador y control de calidad. Ahí trabajó durante 5 años, hasta este 2023, que le fichó el Banco Santander para ser uno de los baristas del Work Café Santander de Oviedo.

Rufus, fue un Campeonato Nacional Barista Pro muy competitivo ¿Te lo podías imaginar que ganarías al resto de 13 participantes?

RB. Fue muy competitivo. Todos eran muy buenos. Pero yo me vi muy bien y potente en cata, y eso que es la disciplina que realmente no es mi fuerte. Pero entrené muchísimo, muchas horas, para este Campeonato. Yo creo que al final, he ganado porque el jurado vio que domino todo en general, el manejo de la maquinaria, los molinillos, la explicación… Ha sido la confirmación de un gran reto personal. Era un de autosuperación. Yo no soy barista por profesión, sino por vocación. Y realmente, me encanta estar en el escenario de los campeonatos. Para mí no es una cuestión de demostrar que soy el mejor. Es que, disfruto mucho en el escenario. 

Bueno, de hecho, eso sí que es “defecto profesional”, ¿no es así?

RB. Sí, cierto. Yo antes era bailarín de ballet clásico. Entré en el mundo del café de casualidad. Un amigo me llevó a tomar un café de especialidad y allí empezó todo. Antes no sabía nada del mundo del café. Yo era el típico que tomaba el café con mucha azúcar, con leche… Pero cuando probé aquel café me encantó y empecé a estudiar y a probar por mi cuenta. Y empecé como un hobby. Pero noparé de estudiar y pasé así de ser un barista home a un barista pro. 

¿Cuál fue tu primera experiencia profesional con el mundo del café?

RB. Trabajé en una cafetería de Estocolmo, Coffice. Allí ya aprendí mucho. Pero un año más tarde entré en Johan & Nystöm. También, en aquella época ya empecé a presentarme a concursos. Y en 2017, quedé tercero en el Campeonato Barista 2017.

Y cuando llegas a España sigues con los Campeonatos. 

RB. Sí. El año pasado gané el Campeonato Nacional de Aeropress. Para mí fue un gran reconocimiento. Porque al ser extranjero, ganar este tipo de concursos es muy importante, ya que siempre es más difícil al venir de fuera. Por eso, fue muy importante para mí ese reconocimiento por parte de la profesión. 

Y todo esto, siendo autodidacta… 

RB. Así es. Pero también he aprendido en los sitios donde he estado. Por ejemplo, aquí en España, he trabajado durante cinco años en Cafés Oquendo. Allí aprendí muchísimo. Me ayudaron mucho. Y ahora, me salió una oportunidad para trabajar en el Work Café Santader. Llevo solo unos meses, pero cada día se aprende algo.  

Sin desmerecer, pero ¿es curioso que un barista Campeón de España esté en "una cafetería de un banco"? 

RB. Es que son establecimientos donde ofrecemos café de especiallidad. Somos la cara visible del banco. Por ahora, hay 26 delegaciones de Work Café Santander en toda España. Y la idea es servir el mejor café posible. Somos como “los anfitriones” de las oficinas. De hecho, la cadena está fichando a algunos de los mejores baristas del país para ofrecer el mejor café. Son espacios que son cafeterías de especialidad, pero también, espacios de coworking y, además, ofrecen los servicios bancarios. 

¿Nunca te has planteado abrir tu propia cafetería?

RB. Quizás sí, en un futuro, pero no ahora. En España no es fácil emprender sin tener detrás una buena financiación. 

¿Y cómo sería?

RB. Sin duda una cafetería de especialidad, donde el cliente pudiera venir a catar diferentes tipos de cafés.

Al ser de fuera, puedes comparar ¿Cómo ves tú el sector de las cafeterías de especialidad, y de las cafeterías en general, en España?

RB. En los años que llevo aquí he visto que el sector está creciendo muy rápido, sobre todo, en las ciudades grandes. 

¿Tomamos buen café en España?

RB. Sí, yo creo que sí. Si sabes dónde ir, se puede tomar mejor café en España que en otros países del Norte de Europa. Cuando llegué aquí, vine con la idea de que no era así. Que solo se tomaban buen café en los países del Norte. Pero no es así. Aquí hay mucho nivel, pero también muy bajo. En España, el café que se sirve en hostelería o es muy malo, o muy bueno. En el Norte de Europa esto no pasa tanto, porque hay más tradición y más formación, y por lo general hay buen café en todos los sitios. Pero aquí es curioso, porque puedes encontrarte los dos extremos. Además, en España estamos más atrasados en el café de filtro. En los países nórdicos ya es muy común ir a una cafeterías y que te ofrezcan café de filtro. Aquí únicamente se ofrece café espresso y es muy complicado que te ofrezcan otro método de elaboración del café. Pero esto va a ir cambiando. En el Work Café Santander ya ofrecemos café de filtro también. Y también hay algunas cafeterías de especialidad que empiezan a ofrecerlo, pero es muy minoritario. 

Y, el café que se ofrece en los restaurantes, ¿qué opinas de él?

RB. Prefiero no opinar de este tema. Con esto lo digo todo.

¿Qué crees que debería hacer la hostelería española para mejorar este aspecto?

RB. Dar más importancia a la formación. Debemos darle la importancia que tiene el hacer y ofrecer un buen café en un restaurante. Y solo con formación se consigue. Cuando seamos conscientes de los granos de café que se necesitan para una taza. De cómo han sido cultivados y recolectados esos granos… De los años de trabajo de productores, caficultores, tostadores… Si la gente fuera consciente de todo esto, seguramente se valoraría más el café. En España creo que se toma mucho café, pero no hay cultura del café. 

¿Crees que los restaurantes deberían ofrecer carta de cafés?

RB. Creo que sería muy complicado hacerlo. Sería mucho mejor que se concentraran en hacer bien su café. Es mejor ofrecer una buen taza de origen, un buen blend de café, que ofrecer muchos en carta.

Y para acabar, ¿qué café toma el Campeón Barista Pro?

RB. Depende del momento. Me gusta mucho un solo, corto, un buen espresso, o también un filtro. Y a veces, un flat white, que es el de doble carga con leche. 

¿Y el próximo reto?

RB. Aprender a tostar café y quedar Campeón del Mundo de Aeropress. 

Este concepto es un proceso productivo que se dirige a la eliminación de los residuos en los subprocesos tanto de elaboración, procesamiento y generación como en los de administración y distribución. Es por ello que la economía circular estimula la diversificación.

Y no solo productiva sino de los diferentes pasos para la producción basándose en un carácter resiliente y de retroalimentación constante que permitan o faciliten bucles internos.

Además, es interdependiente de los actores tanto económicos como sociales porque tiene como finalidad generar un valor compartido con su entorno que reduce los costes y amplia el rango de acción empresarial.

Al respecto Kümmerer (2016) indica que: “al adaptar nuevos modelos comerciales, las industrias pueden minimizar las pérdidas entrópicas” en este caso, la entropía identifica precisamente las pérdidas que suceden en espacios no controlados del proceso, escapes que se minimizan en el contexto de la economía circular.

De esta forma se convierte en un paradigma dirigido básicamente a satisfacer necesidades del entorno, beneficiando directamente al consumidor. De hecho, el cliente se convierte en usuario aliado del proceso de hecho, el público objetivo no se valora por la compra de un bien, producto o servicio, sino por la fidelización alcanzada como norte fundamental de todo proceso de marketing (Scott y Langston. 2015).

Economía circular y nuevas tecnologías

En este contexto de aprovechamiento del insumo y conexión con el entorno, la economía circular se beneficia de las nuevas tecnologías y de hecho se hace altamente dependiente de las mismas.

En muchos sentidos, se puede afirmar que este enfoque es el resultado de la expansión de la información y la comunicación gracias a las nuevas tecnologías. Así mismo se presentan medios relacionados con robótica, domótica, o inteligencia artificial, entre otros, que permiten un alto grado de automatización y control de los procesos y, con ello, la reducción de las pérdidas que se generan en los enfoques tradicionales.

Reducción de los impactos ambientales

Una última característica básica se refiere a la auto-sustentabilidad sobre lo que Martínez y Porcelli (2018) afirman que es “un pilar fundamental de la economía circular lo constituye la desmaterialización del crecimiento, vale decir, desacoplar el crecimiento de la base física, lo que lleva a sus defensores a argumentar que es factible seguir creciendo sin comprometer los recursos naturales, en otras palabras, seguir creciendo y al mismo tiempo disminuir el consumo de recursos y los impactos ambientales”.

Este paradigma representa precisamente la gestión a través de la maximización en el aprovechamiento de recursos sustituyéndolos por aquellos con menor impacto en la naturaleza y la calidad de vida de la sociedad.

 

No todos los palillos orientales son iguales. Algunas de las mejores marcas de restauración asiática apuestan por ese plus de diferenciación que marcan unos utensilios tan propios como los palillos. Cristina Papiol lo sabe bien. La CEO de Pinopack, y responsable de la marca Xopstics, conoce a la perfección el sector y sus necesidades. No en vano, su empresa es líder en la fabricación y distribución de fundas de papel y palillos chinos. 

Pinopack, ubicada en Sant Adrià del Besós (Barcelona), cuenta con una larga trayectoria como productores de fundas de papel. Son más de 10 años como fabricantes de sobres de papel personalizados para marcas de moda, retail y restauración. Y también, fue la primera empresa española en distribuir fundas para los palillos orientales. Abrieron mercado y lo lideraron, puesto que su única competencia provenía -y proviene en la actualidad- de los importadores chinos. 

Con la entrada hace dos años en la compañía de Cristina (cuarta generación), la empresa ha dado un giro de 180 grados. Un viraje hacia mucha más calidad, hacia la diferenciación y hacia la sostenibilidad. Unas innovaciones que han llevado a hacerse con el mercado de las grandes cadenas de cocina oriental, que buscan ese plus que ofrece Pinopack. 

Cristina, ¿qué les hace diferentes en Pinopack? 

CP.- Realmente, somos los únicos que ofrecemos este tipo de producto con calidad. Tenemos un gran conocimiento del sector, porque hemos trabajado desde hace décadas en él. Pero además, trabajamos constantemente para introducir innovaciones. Por ejemplo, fuimos los primeros en introducir un uñero en las fundas, también en usar papel reciclado y ahora estamos apostando fuertemente por la sostenibilidad. Siempre hemos apostado por proveedores con certificados de sostenibilidad. Buscamos métodos de elaboración con menor impacto medioambiental. Pero siempre ofreciendo calidades superiores. Incluso elaboramos fundas a manos para restaurantes de lujo, como Robata, en Barcelona. Tenemos la experiencia de más de 100 años trabajando el detalle y eso creo que es lo que nos diferencia. 

Es chocante hablar de sostenibilidad en un producto de un solo uso, como los palillos de comida oriental. ¿No es así?

CP.- Puede parecerlo. De hecho, desde que hay una gran conciencia por la sostenibilidad, y también por la pandemia, bajamos las ventas. Pero por contra, el auge del delivery nos mantuvo a flote. Pero hablamos de sostenibilidad porque, dentro de lo que podemos, hacemos todo lo que es posible para serlo. Yo siempre hablo de que “we go circular”. Siempre vamos a intentar ser mejores. Y vamos a seguir trabajando para ser aún más sostenibles.  

La cuarta generación tenemos las ideas muy claras para esta etapa de crecimiento: o somos sostenibles o no somos. Integramos la sostenibilidad y la economía circular en nuestra estrategia corporativa y también en nuestra visión, con el objetivo de minimizar el impacto medioambiental de nuestros productos y nuestras actividades. 

De hecho, su empresa no se dedicaba solo a este mercado tan específico ¿Por qué eligen este nicho de mercado? 

CP.- Lanzamos la primera funda para palillos orientales en 2007. Nuestro primer cliente fue el restaurante japonés Kin Sushi, que llamó a nuestra puerta pidiéndonos una funda personalizada para su restaurante de Barcelona. En ese momento, nuestras máquinas no podían fabricar este tipo de sobre, pero vimos el potencial de mercado y aceptamos el reto. A día de hoy, seguimos apostando por esta nueva línea de negocio bajo la marca Xopstics y continuamos innovando para ofrecer valor a nuestros clientes, que va más allá del suministro de palillos.

¿Cuáles son sus productos estrella y por qué?

CP.-Fabricamos fundas y comercializamos también los palillos que importamos. Ofrecemos tanto el pack completo como por separado. Además, también tenemos el servicio de stock para nuestros clientes de Barcelona. Les vendemos grandes cantidades que nosotros se lo guardamos en el almacén y que vamos suministrando a medida que van necesitando. 

Hace dos años que entró en la compañía y su entrada ha coincidido con grandes cambios. 

CP.- Sí, porque cuando entré quise que Pinopak ofreciera más valor añadido. Ofrecer servicio y valor, más allá del producto. ¿Y qué hay más allá del producto? Pues estamos trabajando fuertemente en tres líneas de innovación: en el diseño, la sostenibilidad y la experiencia del usuario. 

En diseño, ofrecemos a nuestros clientes todo el pack de branding, y elaboramos ediciones limitadas diseñadas por artistas reconocidos. 

En sostenibilidad estamos trabajando intensamente para ver cómo podemos reciclar los palillos. Darles una segunda vida. En este aspecto tenemos ya varios proyectos en marcha. Uno de ellos implica la recogida de los palillos usados, que estamos haciendo con restaurantes del Grupo Tragaluz. Los llevamos a la Fundació Nou Xamfrà para que los conviertan en madera para encendido ecológico. Seguimos haciendo pruebas, para su validación. Pero es algo que nos impulsa a hacer más acciones como ésta. Estamos demostrando que se pueden hacer cosas y que estamos preocupados y ocupados en ello. Además de este proyecto, también colaboramos con artesanos que reutilizan los palillos en sus otras. 

Y el tercer punto, el de la experiencia del usuario es muy novedoso. Junto con TeamLabs estamos diseñando fundas de palillos en las que se incorporen experiencias para el usuario. Por ejemplo, que lleven mensajes para participar en sorteos, que lleven códigos pin para que el usuario tenga una experiencia online, etc. Esto funcionará muchísimo en el delivery y es del todo una novedad.

Comentaba que sus principales clientes ahora mismo son cadenas asiáticas, pero con estas innovaciones, ¿darán el salto hacia otros modelos de negocio?

CP.- Efectivamente, ahora nuestros principales clientes son cadenas y grupos de restauración asiática, pero nuestro objetivo es llegar a todos los restaurantes que ofrecen comida asiática, independientemente de su tamaño. Por eso, hemos diseñado las colecciones de palillos Xopstics, con fundas prêt-à-porter inspiradas en la cultura y la gastronomía, que se pueden comprar a partir de 1.000 uds.

¿Cuáles son las fundas más demandadas por su cliente y las más exitosas? 

CP.-  Nuestros clientes valoran muy positivamente que seamos un proveedor local. Pero además, las propiedades sostenibles de nuestros productos y materias primas, especialmente los papeles de origen reciclado que han tenido una fuerte demanda en los últimos años. 

Los proyectos de upcycling también han tenido una respuesta muy positiva por parte de nuestros clientes de restauración asiática.

¿Qué tendencias son las que marcan ahora este sector y qué innovaciones veremos en breve y a largo plazo?

P.- En materia de sostenibilidad, las tendencias de packaging en el sector Horeca vendrán marcadas por nuevos biomateriales y otros materiales sostenibles. También por cambios normativos que implicarán una mayor responsabilidad de los fabricantes de envases de un solo uso en la gestión de los residuos. Además, se favorecerá la penetración de los productos reutilizables, como ha sucedido en otros países como Alemania.

Por otra parte, el packaging seguirá adquiriendo relevancia, especialmente en el canal Delivery. Y lo hará no solo para reforzar la imagen de marca, sino como elemento de comunicación e interacción con los usuarios y para mejorar la experiencia en casa.

Borja Marrero es el primer chef canario en conseguir la Estrella Verde Michelin. Lo ha conseguido gracias a su apuesta por la cocina circular, sustentada por el uso de producto de Km 0 y por prácticas que cuidan el medioambiente. Una propuesta sostenible, creativa y que mima los productos de la tierra. 

Tras años de periplos gastronómicos, que le llevaron incluso a ser chef privado en Estados Unidos y México, desde septiembre, Marrero despliega su saber hacer en el nuevo restaurante MuXgo, en el Santa Catalina Royal Hideaway Hotel (Las Palmas de Gran Canaria). En este nuevo espacio, el chef ofrece una carta elaborada con productos típicos de la zona de Tejeda como el millo. Una propuesta en la que cada uno de los platos presenta un fuerte vínculo con la isla.

Su oferta culinaria en MuXgo se articula en cuatro menús. “Lo más profundo de Tejeda”, con elaboraciones como corteza de pino canario; o royal de oveja con picada de almendra y hojas verdes; y tartar de oveja dulce y agua dulce de heno-heno. Le sigue “Los orígenes”, la versión más corta del primero, con propuestas como la sopa tibia de caña de barranco. Continúa con “Solo tunera, solo territorio”, elaborado exclusivamente con tunera, y un “Menú ejecutivo”. Todo ello, presentado en una vajilla realizada por Mira Cerámica de la mano de Borja Marrero, a partir de las cenizas del gran incendio de las cumbres de Gran Canaria en 2019, la arena de los saltos de agua de Tejeda y la lana de las ovejas del chef. Nuevamente, una declaración de intenciones de este chef de la nueva hornada de cocina sostenible. 

Naces en Canarias. Estudias en Barcelona. Viajas por Estados Unidos y México, donde trabajas como asesor y chef privado. Vuelves a tu isla y abres tu propio restaurante, que tienes que cerrar en 2022. Y ahora, al frente de MuXgo. ¿En qué momento de tu periplo profesional surge el Borja Marrero “cocinero sostenible”? 

Todo comenzó hace 7 años, con el objetivo claro de cocinar nuestro entorno (Tejeda) y desarrollar nuevos productos sostenibles para nuestro restaurante. 

De hecho, nos gustaría saber por qué entras en el mundo de la gastronomía y de la cocina. ¿Precedentes familiares, por casualidad…?

Desde pequeño siempre me gustó. Mi padre era cocinero y tenía una gran empresa de catering. Siempre lo viví en casa y siempre lo tuve dentro de mí. 

Sigamos ojeando tu trayectoria. ¿Cómo recuerdas aquella época como chef privado? ¿Qué era lo mejor y lo peor?

La recuerdo con especial cariño. Lo mejor, el trato de la gente importante. En México me admiraban mucho. Lo peor, la tensión para no fallar a las altas expectativas que ponían en mí.

¿Por qué quisiste volver?

Volví por temas personales, un fallecimiento. Para apoyar a la familia.  Y ya, luego, decidí quedarme y comenzar de nuevo.

Eres considerado como uno de los grandes exponentes de la cocina de proximidad canaria. ¿Crees que en las islas se peca demasiado de las cocinas foráneas/internacionales? 

No. En las islas hay dos tipos de cocina: la del negocio y la del arraigo y la tradición. Y esta última es la más se mueve y nos identifica.

¿Quién y qué te inspira para volver a una cocina de km 0?

Fueron las ganas de volver a Tejeda, a mi pueblo, y generar un negocio identitario aprovechando las fincas familiares. 

Ahora, bajo el paraguas de un gran hotel. ¿Es fácil llevar a cabo tu propio proyecto de cocina sostenible en un establecimiento como éste?

Sí, es fácil, porque somos independientes dentro del hotel. Nuestro concepto es radical y va en una sola dirección. Lo único más farragoso es el esfuerzo de ir cada día a las fincas. 

Tú que has trabajado solo, como chef privado, en tu propio restaurante, para grandes cadenas y para hoteles ¿En qué modelo de negocio te encuentras más a gusto?

Sin duda, en la restauración independiente, que es la que estoy haciendo. Es lo que me sale del alma.

En MuXgo propones una cocina de proximidad, y sostenible… ¿Qué medidas de sostenibilidad aplicas, además del uso de productos de tu entorno?

Reciclaje, aprovechamiento de las mermas, uso de productos en desuso: cerrar el círculo para tener el mínimo excedente. Aprovechamiento de aguas, telas, manteles sostenibles y reciclables…

Economía y cocina de círculo cerrado ¿Es más fácil practicarlo en una isla que en una gran ciudad?

En una isla es más sencillo apostar por la cocina sostenible por las distancias menores. Pero es más complejo a la vez porque los productos son más limitados. 

Entre los muchos ingredientes que utilizas, llama la atención la corteza de pino canario. ¿Cuándo descubres este producto y cómo lo usas en tu cocina?

Lo descubro de pequeño, caminando por el pinar. El olor me transmitía algo especial. Lo probé, lo exploré, y me dijeron en el pueblo que era comestible. En noviembre vamos a ofrecer un menú de 8 platos elaborados sólo con cortezas de los árboles de nuestra isla y con texturas muy diferentes y sorprendentes.

Defínete como chef, define tu cocina y qué es para ti la cocina sostenible. 

La definición como chef es ”Identidad, cultura y territorio”. Mi cocina está arraigada a un lugar y a unas personas, con la que trato de transmitir experiencias y memorias mías.

¿Cómo te ves en el futuro, en unos años?

Siguiendo desarrollando nuestra cocina, muy radicalizada en la caldera de Tejeda. Y consiguiendo grandes cosas con mi equipo.

La aplicabilidad de la economía circular depende de muchos factores asociados, sobre todo de disposición política y empresarial para acometer cambios fundamentales en el desarrollo de sistemas de producción adecuados a la idea.

Es fundamental comprender que este modelo es sistémico e interdependiente. Para que funcione, es necesario que las entidades productivas generen condiciones que motiven al resto de los asociados a las mismas prácticas.

En el caso de la disposición política, la misma hace referencia a la necesidad de cambios en el ámbito normativo, adaptaciones legales que permitan la coincidencia de objetivos que al menos en el caso europeo, pueden verse esbozadas en las intenciones en el mediano y largo plazo. No solo en el caso de las normativas europeas ambientales, sino en general, en todo el entorno de protección a la industria con valores ecológicos, el estímulo a un consumo sustentable, a energías verdes y otras condiciones similares.

Desde esta perspectiva complementaria, se hace referencia a los elementos instrumentales necesarios para completar y desarrollar la idea detrás de la economía circular.

Principios de la economía circular

Podemos hacer referencia a los principios en los que se basa la misma y que permiten avanzar en su comprensión desde la perspectiva de Martínez y Porcelli (2018).

Preservación de los recursos

La gestión controlada del capital natural, con la intención de racionalizar su uso y aprovechamiento, pero, sobre todo, de estimular su reacondicionamiento efectivo y permanente.

Un proceso productivo circular en funcionamiento debe ser altamente autosustentable y sobre todo, tener un nivel de efectividad que le permita funcionar de manera autónoma una vez que se inicia. Sin embargo, cuando se requieren recursos extraordinarios, la idea se refiere a suplirlos a través de procesos de desensamblado y reutilización de recursos preexistentes.

Preservación de recursos, optimización y eficacia de los sistemas: economía circular
Preservación de recursos, optimización y eficacia de los sistemas: economía circular

Así mismo, se indica la optimización de diseños en los que prevalecen dos conceptos clave: ecodiseño y funcionalidad. Al respecto, estas expectativas, han sido recogidas incluso por la normativa internacional ISO a través de la norma 14006:2011 “Directrices para la incorporación de ecodiseño”, que se constituye en una acción pionera en cuanto a asumir este enfoque a nivel de un proceso de homologación internacional. Se puede asumir que la misma será la tendencia a media y largo plazo y eso le agrega elementos de sostenibilidad.

Máxima optimización en la economía circular

Es un segundo principio de la economía circular, vinculado con la necesidad que los recursos sean aprovechados al máximo, a través de su durabilidad. De Guillebon (2014) nos señala: “implica diseñar para refabricar, reacondicionar y reciclar —las tres R— para mantener los componentes técnicos y materias circulando. Los sistemas circulares utilizan bucles internos más estrechos (mantenimiento en lugar de reciclaje) preservando así más energía implícita” (p. 4).

Estos procesos integrados se generan en relación con la reutilización como parte de las nuevas tecnologías productivas. Así mismo, reparar como parte de un nuevo paradigma técnico, representado precisamente por la toma de conciencia en torno a las condiciones en las que se pueden aprovechar materiales y elementos.

Eficacia total de los sistemas

Este principio hace referencia al necesario monitoreo de las actividades productivas para adecuarlas en un modelo sistémico en el que cada factor externo que impida la sustentabilidad de los procesos sea eliminado o mejorado hasta hacerlo óptimo.

Se trata de una revisión permanente de aspectos diversos, que van desde los actores asociados, hasta el mismo capital humano y asuntos como movilidad, alimentación, vivienda, entre otros.

Con la necesidad de eliminar las dependencias particulares maximizando el aprovechamiento de fuentes que impliquen menos costes asociados a aspectos complementarios como transporte, transferencia o similares.

"No hay marcas sostenibles sin proveedores sostenibles para que los restaurantes sean sostenibles". Así se ha expresado Mario Cañizal, co-fundador de la Fundación Restaurantes Sostenibles, durante la presentación de la mesa de debate que ha moderado, titulada ‘Comprometidos con la sostenibilidad, mucho más que datos’.

Esto tuvo lugar durante la celebración este martes 3 de octubre en Barcelona de la IV Edición del Restauració Summit, organizado por Marcas de Restauración, y donde se han dado cita los principales agentes del sector para tratar los temas más actuales. Y entre ellos, no podía faltar el de la sostenibilidad, considerado como "la palanca de cambio que representa en la restauración", en palabras de Cañizal.

En la citada mesa de debate han participado empresas de primer nivel del sector, como Areas, Udon y Europastry, las cuales han dado a conocer sus respectivos planes de sostenibilidad.

Udon: personas, productos y planeta sostenibles

La primera en hablar ha sido Cristina Martínez, responsable de Compras de Udon, compañía que aglutina 75 restaurantes y una facturación de 50 millones de euros, de los cuales, el 20% corresponde a take away. Considerada ya una multinacional con presencia en 5 países, Martínez ha empezado su intervención compartiendo un secreto: "Udon no es sostenible". Para añadir a continuación que todo lo que puedan convertir en sostenible, asumen el compromiso de hacerlo.

Y en ello están, como demuestran las diferentes iniciativas sostenibles que tiene en marcha la compañía centradas en las personas, los productos y el planeta. Del primer apartado, Martínez ha hablado de la Udon University que ofrece estudios homologados en el sector, de la medición del índice de felicidad de sus trabajadores, y de la colaboración con diferentes entidades sociales.

De los productos, la responsable de Compras de Udon ha destacado que el 26% de sus platos tienen proteína vegetal y proceden de productos de proximidad, alcanzando más de 180 toneladas en 2022, y también que han reducido la sal y el azúcar. En cuanto al cuidado del planeta, sus planes incluyen que los uniformes son 100% sostenibles (con algodón orgánico), que el 90% de sus locales utilizan ‘energía verde’ y que están reduciendo la huella de carbono en el packaging.

sostenibilidad
Mario Cañizal, co-fundador de la Fundación Restaurantes Sostenibles, junto a Blanca López, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Areas.

Areas: desperdicio alimentario y reducción gasto energético

Con una plantilla que suma más de 20.000 personas y 2.000 restaurantes, la directora de Comunicación y Sostenibilidad de Areas, Blanca López, ha comenzado su ponencia recordando que, en la compañía, "el viaje hacia la sostenibilidad se inició hace más de 20 años, aunque continuamente estamos llevando a cabo numerosas iniciativas". Éstas también dependen un poco y varían según los diferentes países donde opera.

López ha querido destacar, en el último año, el desarrollo de la iniciativa ‘Areas for change’ para impulsar "este futuro sostenible por el que todos trabajamos". También ha comentado que el foco en el que trabajan más activamente es, sobre todo, en el desperdicio alimentario y en la reducción del gasto energético, teniendo en cuenta las personas.

Europastry: sostenibilidad e innovación

La tercera ponente ha sido Marta Cortés, directora de Marketing de Europastry, compañía que opera en 80 países de todos los continentes, con 26 factorías y 1.121 millones de euros de facturación, de los cuales, el 44% corresponden a España. Cabe destacar que en 2022 tuvieron un crecimiento del 32% en ventas respecto al año anterior.

Con una inversión de 250 millones de euros en innovación, Cortés ha querido destacar los diferentes pilares en los que la compañía sustenta su programa de sostenibilidad. El primero ha sido en las fábricas donde cada producto se procura que sea sostenible (huella de carbono, consumo de agua y luz, etc.) y también concienciar a los trabajadores. "En Ámsterdam hasta el propio edificio es completamente sostenible", ha comentado.

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Mesa de debate sobre sostenibilidad durante la celebración ayer en Barcelona de la de la IV Edición del Restauració Summit.

Otro pilar son los productos, ingredientes y materias primas que utiliza Europastry, donde la innovación se centra en una mayor sostenibilidad basada en la economía circular. Cortés ha explicado que, en este sentido, trabajan con diferentes startups que les aportan informaciones como, por ejemplo, la iniciativa de crear panes de verduras (a base de restos de éstas) o panes gran reserva. También ha aludido al uso de menos fertilizantes en las tierras y al packaging reciclable que utilizan.

A modo de conclusión de la mesa de debate, Mario Cañizal ha recordado que los inversores, las instituciones y la propia sociedad, cada vez más va a exigir al sector un alto compromiso con la sostenibilidad. Y lo justifica porque ésta "tiene que verdaderamente formar parte de los activos identitarios de la empresa, como parte inherente a su estrategia y, particularmente, en las empresas de restauración".