camareros

Ya hace dos años que Mireia Riba ganó la última edición del Concurso Camarero del Año, en 2022, y desde entonces ha afrontado diversos retos en la profesión. Tiene un gran futuro por delante, y es que cuando descubrió la sala la hizo suya, allí se divierte y se lo pasa bien. Ha ejercido como asesora y formadora en el Restaurante Mercat Negre de Sabadell, entre otros, e I+D en la Fundació Alícia, y además este año es jurado de la final de este concurso en Alimentaria.

Hablemos un poco sobre el “después” de tu victoria en el Concurso Camarero del Año. ¿Qué balance haces?

Cuando participé estudiaba dietética, el grado superior, y ya dije que me quería centrar en acabar los estudios. Acabé y empecé a coger las ofertas que me vinieron.

La valoración es muy positiva. Es un concurso que, al estar abierto a tanta gente, tanto en la semifinal como en la final te ven muchas personas, y hay quien se interesa por ti con diferentes ofertas o propuestas. A raíz del concurso, ahora he empezado a trabajar en el departamento de selección de Grupo Caterdata, y estoy en colaboración con diferentes empresas y proyectos relacionados con el mundo de la hostelería.

Paralelamente, trabajo con una marca de cafés, a través de la final del Concurso, y con ellos  hacemos diferentes eventos en stands de congresos. Y además estoy trabajando en la Fundació Alícia, donde acabo de empezar.

¿Por qué participar en un concurso de tales dimensiones?

Los concursos me sirven para marcarme objetivos y retos, y también para ponerte al límite. Tienes unos tiempos y debes superarte. Como experiencia global es una pasada. Tanto la semifinal como la final, las recuerdo de manera muy positiva, porque la sinergia entre concursantes fue bestial. Vas a competir, pero había mucha cooperación entre todos.

Si a alguien le faltaban, por ejemplo, algunos ingredientes, se los conseguíamos. La culminación fue muy bonita, haciendo piña, ayudándonos entre todos para que realmente ganara quien lo hubiera hecho mejor, y que no fuera por falta de cualquier cosa. La experiencia fue muy positiva, por toda la gente que conoces, la sensación de jugártelo todo -aunque es en el día a día donde te lo juegas realmente-. Estos retos me gustan mucho porque me despiertan por dentro y me motivan a seguir haciendo cosas. Todo esto es un aprendizaje brutal.

¿Qué aconsejas al ganador que surja de la edición de este año?

Que aproveche todas las oportunidades que le brinda el concurso, que disfrute mucho de haber ganado este premio y que lo vea como un reconocimiento del trabajo y el esfuerzo que conlleva esta profesión, porque a veces cuesta mucho que se reconozca. Que se lo tome como un impulso. Que piensen "si he podido llegar hasta aquí y ganar esto, ¿qué más retos me puedo marcar?".

Hay que tener siempre la mirada puesta en donde quieres llegar, y tener muy en cuenta la humildad, porque cuando vas muy de "sobrado", lo que puedas ganar por otros lados lo pierdes por prepotencia. La humildad no se puede perder nunca.

Mi recomendación dentro del Concurso es que se preparen todas las pruebas, por mucho que algunas les parezcan muy fáciles. Yo me las preparé absolutamente todas, con el cronómetro al lado, para tener muy en cuenta el tiempo. Y si puedes hacerlo en dos minutos en vez de tres, y es elegante, hazlo en esos dos minutos.

¿Cómo y cuándo decidiste dedicarte a esta profesión?

Fue un poco de rebote. De pequeña quería ser granjera, por ejemplo, o veterinaria… algo relacionado con los animales. Pero cuando acabé el Bachillerato, no sabía hacia dónde tirar, empecé turismo, vi que no me gustaba. Me tomé un tiempo para ver qué podía hacer y, como me gustaba mucho la pastelería, empecé a trabajar en un obrador. Allí empecé a hacer cafés y descubrí que eso me atraía más que estar dentro sin hablar con nadie.

Con mis padres, decidimos que estudiase pastelería, pero sugerí empezar por cocina y sala, para tener las bases. No estaba muy convencida, pero cuando empecé sala descubrí que era lo mío, lo que me gustaba y en lo que me lo pasaba bien. Disfruto mucho y seguiré en esta dirección. Estudié sumiller para acabar de ligar todo el sector de la cocina y la sala.

En este proceso de aprendizaje, ¿has tenido algún referente? ¿de quién has aprendido más?

Es un sector donde constantemente tienes que aprender y buscar. Las tendencias evolucionan, la gente evoluciona, y tienes que ir mirando, informándote y creciendo profesionalmente junto con el sector. Pero es cierto que yo tenía un profesor, Josep Pelegrin, que fue Nariz de Oro en 2016 y había trabajado en El Bulli, que ha sido un referente para mí, porque fue quien me impulsó a presentarme a concursos.

Otro referente, que el año pasado recibió el premio al mejor maitre, es Pablo Sacerdote, que además también fue jurado en mi edición, y le tengo un cariño especial porque estuvo en la semifinal y en la final, y la gestión de sala que tiene en el restaurante Hermanos Torres, con todo el personal… es un muy buen referente.

Sabes que es un sector en general con pocas mujeres…

Es cierto que en este sector hay pocas mujeres, tanto en cocina como en sala, y también puede ser por cómo se ve la hostelería puertas afuera.

Las desigualdades que hay en este mundo, lo complicado que es controlarlas y regularizarlas. Siempre he dicho que, por ejemplo, no es justo que yo que tengo estudios, titulaciones, y si me voy a trabajar a un bar, y a mi lado entra una chica que está estudiando otra carrera y necesita dinero para vivir, muy probablemente nos ofrecerán el mismo contrato.

Tendríamos que luchar para que se regularizase, pero en este sentido creo que las mujeres somos bastante inteligentes, vemos cómo funciona el mundo de la restauración y, si no tienes esta pasión o tienes otras cosas que también te motivan, acabas tirando hacia esas otras cosas.

Los horarios son poco compatibles con la vida familiar, a no ser que estés en un lugar donde estén muy bien estructurados. Si te toca turno partido, prácticamente no ves a la familia. También hay muchos hombres que no están a favor de estas condiciones. Cuando le dije a mis padres que quería trabajar en este sector, me preguntaban si lo había pensado bien. Mi familia disfruta muchísimo viéndome trabajar, son mis “fans”, pero me plantean esta cuestión, porque quieren que sea lo más feliz posible y tenga las mejores condiciones de vida.

La sala siempre se ha visto como el "hermano menor" de la cocina. ¿Qué se necesita para que cada vez sea más reconocida?

Si el cocinero ha ganado tanta importancia dentro del restaurante es también por la importancia que le han querido dar los medios. Hay programas de cocina, de sala no, los niños lo ven, quieren ser cocineros… Igual que existen las estrellas Michelin: la primera es para el cocinero, la segunda sí que ya va por la sala, habría que unirlo más, ir equilibrando, porque al final todo el mundo habla de que cocina y sala tienen que ser un equipo, pero luego no se acaba de ver reflejado. La sala ni se menciona.

¿Cómo te ves en unos años?

Hasta ahora siempre había dicho que quería trabajar en un restaurante, e incluso me había planteado la idea de abrir algo mío. Desde que he entrado en Fundació Alícia, no lo tengo tan claro. Me encanta el mundo de la sala, pero también es sacrificado, así que la idea de un restaurante propio queda ahora un poco aparcada.

Mi objetivo ahora es, por la parte de salud que es lo que hago en Fundació Alícia, ayudar al máximo posible de personas, y por la parte de sala, siempre hacer lo que me haga sentir cómoda y que siempre sean proyectos en los que esté a favor. Por ejemplo, no estaría haciendo un proyecto que fuera en contra del medio ambiente. Siempre hacer cosas que estén vinculadas con la restauración, obviamente, pero que tengan una finalidad.

El sector hostelero cerró 2023 con una media de 1.740.025 trabajadores, lo que supone 99.650 trabajadores más que en el año anterior (+6,1%), según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE. La hostelería supera los datos previos a la pandemia, con 24.625 trabajadores más que en 2019.

Según Hostelería de España en base a los últimos datos del paro, los mayores incrementos anuales tuvieron lugar en el segundo y tercer trimestre, por encima del 7% en ambos, con más de 1,8 millones de trabajadores, y son los períodos en los que se superaron las cifras de 2019.

Analizando las ramas de actividad, en la restauración el incremento medio en el año fue de un 6,2% respecto a 2022, con 76.250 ocupados más, hasta un total de 1,3 millones de trabajadores. El empleo todavía está ligeramente por debajo de las cifras de 2019 (-0,6%). En las del alojamiento el empleo aumentó un 5,6%, con 23.375 trabajadores más, hasta alcanzar 440.850 personas ocupadas. Comparando con 2019 este subsector ya superaba en 2022 las cifras de aquel año y en 2023 supone 33.050 trabajadores más (+8,1%).

Déficit generalizado de profesionales de la hostelería

Aunque desde Adecco ven positivamente el aumento de trabajadores en el sector durante 2023, señalan que hay un déficit generalizado de profesionales del sector de la hostelería. “Se trata de algo notable que viene sucediendo en los últimos años y que no ha mejorado últimamente”, comenta a Caternews Víctor Tatay, director de Adecco en Levante y Baleares.

Mientras la oferta hostelera en España sigue avanzando, tratando de mejorar la experiencia al cliente y ofreciendo una oferta diferencial, no siempre se ve acompañada del talento demandado. “Ya no se requieren solo perfiles de camareros, sino que se avanza en otro tipo de profesionales, en cocina, en marketing, en atención al cliente, en finanzas, en recursos humanos… para establecer mejores condiciones de trabajo, y hasta CEOS que apuestan por seguir mejorando la imagen del sector y las condiciones de trabajo”.

En Adecco señalan que este déficit es importante y sucede en otros grandes sectores de actividad y en profesiones específicas, “pudiendo decir que es el mayor problema al que las empresas hoy se están enfrentando, y vamos camino a un recrudecimiento mayor, pues la pirámide poblacional no augura mejoras, más bien mayores dificultades para encontrar talento como lo necesita cada compañía, y con el nivel de compromiso adecuado”.

Por lo que, aunque en la hostelería se viene notando desde hace más tiempo o es más acentuado, la falta de talento en determinados sectores es característica de muchos sectores en nuestro país.  

Las ofertas del sector en 2023 han crecido vs 2022, como vemos en los datos, a lo largo de toda la geografía española, con especiales dificultades en grandes mercados como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga… donde el turismo y la hostelería son fundamentales.

El empleo en el sector será positivo en 2024

Las expectativas para 2024 son igualmente muy positivas en materia de generación de empleo. “Se espera que el sector turístico siga siendo motor económico de nuestra economía y a partir de la llegada de Semana Santa, dejando pasar los meses más duros de enero y febrero, la demanda volverá a crecer con fuerza”.

Además, los eventos de empresa, la celebración de grandes congresos, ferias, etc. parece que seguirán viviendo un buen momento, “por lo que la demanda masiva de perfiles parece garantizada, siendo pronto para saber qué expectativas tendremos en verano, pero que siempre son positivas en España”, según Victor Tatay.

En este sentido, dentro del sector que nos compete, el experto destaca que es fundamental seguir mejorando las condiciones se trabajo dentro de las posibilidades: mejores turnos, jornadas mejor organizadas, apostar por la formación y el desarrollo profesional, fomentar mejores ambientes de trabajo, asegurar la eliminación de la economía sumergida, buscar más beneficios sociales, y, por supuesto, mejorar el nivel del management en los mandos medios.

“Los convenios colectivos siguen mejorando la retribución en cada caso, y también sería bueno seguir apostando por una retribución variable que ayude a poder ingresar más a los trabajadores en función del nivel de servicio. Esto siempre aportará una ayuda extra”.

A nivel general, Adecco prevé un escenario central para el primer trimestre de 2024 de mantenimiento de la creación de empleo, aunque con un riesgo a la baja, consecuencia de la desaceleración general de la economía. “La ocupación crecería 3,2% interanual (663.500 ocupados más que un año antes), cosa que permitiría alcanzar los 21,12 millones de ocupados”.

“La cantidad de parados continuaría en descenso, con una caída interanual de 233.700 personas (-7,5%). La tasa de paro se situaría en 12,1%, 1,2 puntos porcentuales por debajo que en el mismo trimestre de 2023”.

 

Esta mañana se están celebrando en el Centro de Cualificación Turística de Murcia las diferentes pruebas para elegir a los finalistas de la quinta edición del Concurso Camarero del Año 2024, organizado por Grupo Caterdata y cuya final tendrá lugar el 21 de marzo en Barcelona, en el marco del Salón Alimentaria.

Los 8 camareros participantes en la jornada de hoy están efectuando las diferentes pruebas que consisten en: toma de comanda, decantación de vino y elaboración de plato frío, en la prueba de sala y tiraje de cerveza y maridaje, café expreso Latte Art, cocktail con zumo Juver y bebida combinada con Cola Cao, en la prueba de barra.

Los participantes de los cuales saldrán los cuatro finalistas son:

  • María del Mar Ruiz, del Restaurante La Lobita (1* Michelin), de Navaleno (Soria).
  • Marta Echevarría, del Pub Gallery, de Candás (Asturias).
  • Raúl Martínez, del Restaurante RARO by Black Tag, de Murcia.
  • Miguel Rodríguez, del Restaurante Iván Cerdeño, de Toledo.
  • Miguel López, del Restaurante Garena (1* Michelin), de Dima (Vizcaya).
  • Albert Ureña, del Restaurante Sucapa, de Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
  • Ignacio Álvarez, del Kiosko El Triunfo Sigüenza, de Sigüenza (Guadalajara).
  • Marta Charro, del Seda Club Hidden Away Hotels, de Granada.
concurso camarero del año 2024
Momento de una de las pruebas del Concurso Camarero del Año 2024 antes los miembros del jurado.

Un jurado de alto nivel para un reconocido concurso

Los ocho camareros participantes que se están disputando el acceso a la Gran Final están siendo evaluados, por Antonio Chacón Camaches, gerente de Antonio Chacón Hostelería y profesor de CCT Murcia, como presidente del jurado, acompañado de Juan Moll, consultor de L’Atelier de Joel Robuchon Etoile París (1* Michelin) y JM Consulting; David Seijas, creador y propietario de Gallina de piel Wines; Mireia Riba, asesora y formadora en Restaurante Mercat Negre, de Sabadell, quien trabaja en I+D en Fundación Alicia y ganadora de la 4ª Edición del Concurso Camarero del Año; Jesús López, jefe de Sala del Restaurante Cabaña Buenavista (2* Michelin), en Murcia; Luis Carlos Martín Sanz, presidente de la Asociación de Barman de Castilla y León; Pablo Melian, fundador en Brandtenders news, y Óscar Solana, director de Coctelería Bandida Santander y la Solía local top coctail bar 21-22-23 y también es Global Brand de Mediterranean Quality Spirit.

Y como jurado técnico estarán Ángela Marulanda, propietaria de AM Servicios Hosteleros, creadora del Vermut Marulanda y ganadora de la 3ª Edición del Concurso Camarero del Año, y Mariano Castellanos, Presidente de Honor de AMYCE.

Ya se conocen los 6 finalistas para la elección del Cocinero del Año 2024

Ayer se llevaron a cabo las pruebas para elegir a los 6 finalistas del Cocinero del Año 2024, en su novena edición, a las órdenes también del Grupo Caterdata y en el mismo recinto del Centro de Cualificación Turística de Murcia.

Los cocineros premiados que van directamente a la final que se celebrará el 21 de marzo en Barcelona son: Mario Montero, del Restaurante UltimAtun, de Jerez de la Frontera (Cádiz); Pedro David López, del Restaurante Ramsés Kitchen, de Madrid; Aitor López, del Restaurante Citrus Tancat, de Alcanar (Tarragona); Toño Rodríguez, del Restaurante La Era de los Nogales, de Sardas (Huesca); Sergi Palacín, del Restaurante Hiu, de Cambrils (Tarragona), y Carlos Alberto Prieto, del Restaurante La barra del Indiano, de Valladolid.

Según el IX Monitor Adecco sobre Salarios, el salario medio español, de 1.822€, sigue perdiendo poder de compra (en 2022, un 4%) debido al aumento de los precios al consumo. Y eso aun habiendo crecido el salario medio un 4% en el último año, el segundo mayor incremento registrado desde 2008, marcando un nuevo máximo histórico.

Esta pérdida de poder de compra del salario medio se da en los tres grandes sectores económicos, siendo la construcción la más perjudicada, con una reducción del 5% (1.022€ al año). Le sigue la industria, con un 4,6% (1.088€ anuales menos). El sector servicios -donde se incluye la hostelería- es el sector menos afectado, con una caída del 3,8% que se traduce en una pérdida de 772€ al año.

La actividad con el salario más bajo

De las 13 secciones de actividad que incluye el sector servicios, la hostelería es una de ellas. Y precisamente ahí es donde ha tenido lugar el mayor incremento en el salario medio, de un +28,4%. Según los datos de Adecco, esta sección presentó una gran caída en 2020 (-33,5%) que no pudo compensarse con el aumento del 2021 (+26,3%). Sin embargo, con este aumento consecutivo de 2022, en hostelería se logra superar el salario medio de 2019 (1.099€) y alcanzar los 1.186€ mensuales, pero continúa siendo la sección con menos salario, indica el citado monitor de Adecco.

Si atendemos al total de las 18 secciones de actividad que suman los tres sectores económicos, la brecha máxima entre sus salarios medios es de casi 2.821€ mensuales (33.849€/año), que es la diferencia entre el salario medio de electricidad y gas y el de hostelería. En otras palabras: el salario de la primera supera en 3,4 veces el de la segunda. Si bien es cierto que se disminuye la brecha con respecto al año anterior, en el que la distancia entre ambas era de 3.201€/mes (4,5 veces más).

Se necesitan mejorar los salarios para atraer talento

Tradicionalmente, el gremio de la hostelería es uno de los sectores con los rangos salariales más bajos del mercado. Sin embargo, según el último Informe sobre el Estado del Mercado Laboral, elaborado por InfoJobs y Esade,"se han producido mejoras con la finalidad de atraer el talento, debido a los problemas de escasez de candidatos/as", comenta Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.

En dicha plataforma de búsqueda de empleo, en hostelería, el salario medio de 2022 fue de 18.507€ brutos anuales, tras un incremento de 1.529€ respecto al año anterior. En este sentido, indica Pérez, "los responsables de selección reconocen que hay que mejorar los sueldos, pero también ponen sobre la mesa las dificultades económicas que atraviesan las empresas, muchas de ellas arrastradas aún por la pandemia, pero también derivadas de la actual crisis inflacionista".

salarios
El perfil de chef ocupa el puesto número 8 en un ránking de los 10 profesionales más demandados en turismo y restauración 2022, según InfoJobs.

Si nos centramos en los perfiles profesionales, según dicho informe de InfoJobs y Esade, la búsqueda de camareros/as ha sido muy significativa en el sector del turismo y la restauración, con un total de 70.000 vacantes publicadas en 2022. Tras este perfil, destaca el puesto de cocinero/a (con 32.442 vacantes). Le siguen a mayor distancia los puestos de director/a de restaurante (4.083 vacantes) y chef (3.820). "Este año 2023, el comportamiento de la oferta laboral en cuanto a perfiles está siendo muy similar", informa la directiva de InfoJobs.

Trabajar en hostelería debe ser atractivo

Atendiendo a esta diversidad de perfiles con diferentes habilidades y requisitos, los requerimientos de la oferta van a depender de la empresa y el puesto. Sin embargo, "es cierto que desde éstas, se reclama la falta de formación y experiencia de muchos candidatos y se busca la mayor profesionalización del sector", comenta Pérez.

Por ejemplo, para camarero, podrían pedirse requisitos como dominio de bandeja. O para cocinero, certificación en conocimientos de seguridad alimentaria, entre otros aspectos. No obstante, en todos ellos, hay un punto clave que se repite y es la valoración positiva de cualquier formación relativa a hostelería e idiomas, sin olvidar la importancia de la transformación tecnológica. "Además de ser un punto a favor para el acceso a puestos más cualificados", añaden desde InfoJobs.

Desde la plataforma evidencian la escasez de trabajadores formados en muchas posiciones, pero también consideran importante que exista una oferta de empleo de calidad bien remunerada "porque trabajar en hostelería debe ser atractivo para que las personas quieran formarse y trabajar en el sector". A los camareros, que encabezan el perfil de dicha escasez laboral, le siguen otros como barman, sumilleres, cocineros y ayudantes de cocina. Cabe destacar que el perfil de sumiller es una figura muy demandada no solo en restaurantes, sino también en tiendas especializadas, supermercados, bodegas, etc.

La formación como palanca para mejorar el empleo y los salarios

"Cubrir estas posiciones con gente no formada precariza aún más el sector. Es importante poner foco en la brecha existente entre la cualificación de los profesionales y las necesidades del mercado", declara Mónica Pérez. Y para ello hay que tener en cuenta que "la formación es la mejor palanca para impulsar la hostelería y la mejora de la empleabilidad en nuestro país".

Respecto al tema salarios, según Rocío Millán, directora de Permanent Placement de Adecco, "los estudios salariales deben ser valiosos como punto de referencia, pero no deben ser la única consideración al tomar decisiones sobre sueldos". Añade que es importante tener en cuenta la situación personal, habilidades y experiencia, logros profesionales y otros factores importantes de la trayectoria de la persona, siendo recomendable "buscar asesoramiento de profesionales en el área de reclutamiento para obtener una perspectiva más completa".

 

Por Alfons Pastor, director general de Grupo Caterdata

Como productor del "Concurso Camarero del Año", me siento en la obligación de abordar un tema, que después de ver ciertas declaraciones, considero esencial en nuestra industria: el respeto a los derechos de los trabajadores, en este caso, los camareros.

En un mundo donde la excelencia en el servicio es valorada y premiada, es inadmisible que algunos establecimientos no respeten horarios, salarios, contratos legales y otros aspectos fundamentales.

El trabajo de un camarero es mucho más que servir platos y bebidas; es una labor que requiere dedicación, habilidad y compromiso. Detrás de cada sonrisa y cada plato llevado a la mesa, se encuentra un trabajador que merece nuestro respeto y reconocimiento.

Respetar los horarios es una muestra de consideración hacia quienes se esfuerzan por brindar un servicio excepcional.

Banalizar con todo esto, justificarlo como broma o “chascarrillo”, no solo afecta a los trabajadores, sino que también perjudica la reputación del establecimiento, la experiencia de los clientes, el sector, y todos los que participan en él.

Los horarios justos son un pilar fundamental en cualquier profesión, y los camareros no son una excepción. Es inconcebible que algunos establecimientos busquen reducir costes a expensas de los horarios indefinidos de sus empleados. También la remuneración adecuada es un reflejo de la importancia que damos a su labor.

Los contratos legales son, simplemente, una cuestión de ética empresarial. Los trabajadores merecen tener condiciones laborales claras y justas. Un contrato sólido no solo protege a los empleados, sino que también establece bases sólidas para el éxito a largo plazo del negocio y de nuestro sector.

En el "Concurso Camarero del Año", celebramos la excelencia en el servicio, pero también defendemos los derechos de quienes hacen posible este arte. La hostelería es una industria apasionante, pero solo será sostenible y verdaderamente digna de celebración si se respeta a todos sus participantes, desde los camareros hasta los chefs, los dueños de restaurantes y, por supuesto, los comensales.

En última instancia, la excelencia en el servicio y el respeto a los derechos laborales no son conceptos contradictorios, sino complementarios. Un camarero motivado, debidamente remunerado y respetado en su trabajo brindará un servicio excepcional. Como industria, es nuestra responsabilidad fomentar esta cultura de respeto. Es hora de que todos los involucrados en el mundo de la hostelería miren más allá del plato y el vaso, y se comprometan a garantizar que los derechos de los camareros sean siempre una prioridad innegociable.