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Los restaurantes de hamburguesas no dejan de crecer. Pero no todos subsisten durante años. New York Burger, firma nacida en 2009, puede presumir de varios locales en Madrid y Barcelona, 10 locales y 2 foodtrucks, en la actualidad, con nueva apertura hace bien poco en la capital madrileña.

NYB es una empresa familiar, formada por Andrea Quitián, que fundó la marca junto a su marido Óscar Colmenares hace más de 14 años. Con ella conversamos sobre esta novedad y también la ventaja que aportan los locales con tales productos.

Acabáis de abrir el local 10 en Madrid, concretamente en Pozuelo de Alarcón, ¿Qué supone ello y cómo se define este lugar?

Llegar a Pozuelo es una pequeña bandera de conquista y además un privilegio poder llevar el auténtico sabor de nuestros platos a este rincón tan especial de Madrid. Hasta llegar aquí ha habido mucho trabajo previo, dedicación, cuidado, disciplina, ya que el compromiso de NYB es brindar a nuestros clientes innovación constante, buen servicio y la misma e incluso mejor calidad que la que ofrecemos desde nuestro primer día; todo esto para que no sea un restaurante más, sino el plan.

¿Por qué un negocio centrado en hamburguesas?

Todo empezó cuando vimos que en Madrid no era un producto valorado y en aquel entonces tampoco existían muchos locales que ofreciesen el producto y vimos una oportunidad.

Cada vez hay más tipos de tales establecimientos, ¿cómo hacéis para diferenciaros?

Estamos convencidos de que para seguir y estar, nunca hay que dejar de ofrecer calidad, innovación y servicio, y por esto continuamos aquí.

En New York Burger cocinamos de forma diferente, a la brasa, cada producto tiene un proceso de mucho cuidado, cocinamos a fuego lento, ahumamos con diferentes técnicas, son horas de procesos cuidadosamente trabajados para luego llevarlos a la mesa y así es con toda nuestra carta.

Cada item tiene una historia de elaboración, tiene un ADN especial que hace que sea diferente de otro, esta es nuestra innovación, por esto nosotros no somos una hamburguesería, somos un restaurante que inspira lo mismo que la ciudad de New York: contrastes, culturas, modernidad, estilo, por esto somo diferentes.

¿Hablamos de un producto fácil de vender pero que cada vez demanda mayores inquietudes?

Parece fácil de vender, pero esa no es la realidad, hay tanta competencia y hay tantos gustos, que tienes que saber hacia dónde te enfocas porque no vas a llegar a las expectativas de todos, así que esa es la parte más compleja, el enfoque.

¿Qué crecimiento exponencial del grupo prevéis para final de año y 2024?

Para este año y finales de 2024, tenemos previsto un crecimiento del 20%.

¿Qué nuevos locales vais a abrir en New York Burger el año que viene y los siguientes?

Esperamos en 2024 crecer con 2 locales, estamos mirando si fuera de Madrid, ya que esta ciudad todavía tiene muchos sitios donde podemos llegar y hacernos un espacio.

¿Prevéis una expansión internacional de vuestro grupo?

Es algo que nos hemos planteado y estamos mirando, pero para esto tenemos que prepararnos como mínimo un año más y en ese momento poder dar el salto.

¿Cuáles creéis que son las principales dificultades de los empresarios hosteleros en este momento?

Siempre ha habido mucha dificultad, ya que en los momentos de más trabajo no hay compatibilidad con rutinas habituales de familia, por otro lado estamos en momentos de una revolución digital en la que tiene muchas cosas positivas, pero al mismo tiempo es un arma de doble filo.

Y por último es que la hostelería siempre ha tenido una mala fama, pero es un trabajo que se llega a disfrutar, pero para llegar a este punto hay que tener actitud y esto escasea mucho hoy en día, ¿por qué?, no lo sé, pero creo que es el problema más grande.

¿Qué tendencias en el sector de la restauración estáis viendo actualmente y cómo os adaptáis a ellas?

Es complejo…, ya que las tendencias son sinónimo de modas y en restauración no hay que dejarse llevar por esto. Nosotros intentamos trabajar y buscar todos los días, procesos, productos, fórmulas que puedan llegar a todos, y sí seguimos tendencias y son nuestras corazonadas: qué le va gustando más al público, qué podemos ofrecer diferente, pero que sea nuestro, hecho por nosotros y que encaje en nuestros estándares para llevarlo a los paladares.  Esa es la tendencia que seguimos.

Se está hablando de la falta de personal en restauración, especialmente camareros, ¿os habéis encontrado con este problema? ¿por qué creéis que está sucediendo?

En todos los sectores escasea el personal ya que como he dicho anteriormente, falta actitud, falta esfuerzo, es algo que nos pasa factura a la sociedad y por esto hay escasez, pero trabajamos día a día con este monstruo y a diario es una de las tantas batallas que hay que lidiar para poder continuar.

¿De qué forma trabajáis la sostenibilidad en vuestros locales?

Trabajamos constantemente en ello, hemos hecho una reingeniería en todos nuestros procesos.  Compramos a proveedores locales y estos también usan empaques y materiales reciclados, estamos instalando paneles solares en nuestra cocina central para tener un importante ahorro energético y en nuestros restaurantes tenemos domótica para controlar el consumo de energía. Ya tenemos un uso de materiales plásticos solo de un 10%, nuestros empaques de domicilio son de productos reciclados y la suma de todos estos pequeños cambios con la finalidad de podernos certificar muy pronto.

 

La empanada, aunque fuera llevada por los españoles, es algo tan argentino como el dulce de leche, el tango o el Perito Moreno. Y cómo no, es el entrante ideal antes de un buen asado. Y el éxito de muchos locales de tales características que vemos en diversos rincones.

 

En Tita de Buenos Aires les gusta definir sus empanadas como “perfectamente imperfectas” ya que no hay dos iguales, dejando a las claras que se trata de un producto 100% artesano, elaborado a mano en su nuevo obrador de la calle María Sevilla Diago de Madrid.

 

“Su secreto está en lo bien amalgamada que está la masa con el relleno. No es una masa que quede muy húmeda ni muy seca, tiene la consistencia justa. Nosotros seguimos mucho la receta y producción tradicional. Su autenticidad es su principal valor, con mucho gusto a lo argentino, si bien luego se adapta al lugar donde está. Se come caliente y no debe calentarse en microondas para que la masa no se modifique y quede muy gomosa, y su masa no se debe quemar por fuera para que no se reseque”, especifica Marcelo Settimo, copropietario de los establecimientos.

El boom del negocio de las empanadas en España

Es un plato sencillo, rápido de consumir y que muchas personas se llevan en formato take away, y sirvió como escape a más de un restaurante durante la pandemia. “A nosotros nos ha ido muy bien, porque además no sólo ocurre con las empanadas, también es con muchos otros clásicos argentinos. La verdad es que estamos muy contentos, han sido dos años de mucho trabajo, pero los resultados siempre llegan”.

 

De carne picante, de jamón y queso, de carne dulce, de carne tradicional y de costillas a la barbacoa. Estas son cinco de las empanadas más vendidas en todas las tiendas de Tita de Buenos Aires. Sin duda, destaca la carne como ingrediente preferido, pero les acompañan muchos más que las hacen irresistibles, disponibles para tomar en el local, para delivery y para take away.

 

Su dueño recuerda también la importancia que las empanadas tenían y tienen para las familias: “Al principio, se vendían en pequeños puestos ambulantes y desde ahí pasó a formar parte de las comidas familiares. Es costumbre que las abuelas agasajen a todo el clan con empanadas caseras preparadas en casa. Allí las comemos fritas o al horno, siendo las de carne las más típicas en sus distintas modalidades. Luego se regionalizó y hoy en día existen la riojana, la salteña, la tucumana… cada una con su particularidad, aunque no en todas las provincias. Nunca faltan en el menú semanal de las familias y cuando se internacionalizan, es cuando surgen sus diferentes versiones”.

Importantes planes de expansión

Settimo nos comenta que están creciendo a pasos agigantados, hace pocos meses abrieron en Fuengirola, el primero fuera de Madrid, y la idea es expandirse por otras ciudades.

 

La capital seguirá siendo el centro de operaciones y “estamos viendo la posibilidad de abrir otra tienda Tita en Chamberí, por la zona de Ponzano. Y nos gustaría también Valencia o Alicante, que están en el objetivo”.

Sus establecimientos están en lugares estratégicos. “las ubicaciones que tenemos en Madrid (Calles Goya, BravosMurillo, Zurbarán…) todas son importantes y conocidas”.

 

Con ocho locales inaugurados y una gran perspectiva de futuro, la clave de su crecimiento se debe a muchos factores: uno de ellos es la calidad de sus productos, elaborados en un obrador propio de manera artesanal y siguiendo las recetas tradicionales. Otro factor importante es la gran materia prima con la que trabajan (la carne, por ejemplo, es importada de La Pampa), sin olvidar la cordialidad que se respira en sus tiendas, donde es fácil sentirse como en casa nada más entrar.