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Oz Bakery & Deli es la panadería natural que la chef Ronit Stern ha abierto en el barrio de Gràcia. Stern es pasión, trabajo y más, y ahora regenta el local de cocina de Oriente Medio, La Balabusta, con mención en la Guía Michelin; y los restaurantes Auto Rosellón y Flying Monkey. También luce sus creaciones de panadería y repostería que elabora a diario conjuntamente con el maestro panadero, Xavier Díez Camañes, en el obrador del mismo local.

Tanto los panes como la repostería de Oz Bakery están siempre hechos con una materia prima excelente, harinas ecológicas, productos de temporada y con azúcares no refinados. Todo natural y con la mejor materia prima.

¿Qué encontramos en Oz y cómo es el pan que elaboráis a diario?

Tras mucho tiempo creando nuestro propio pan para nuestros restaurantes y siendo la elaboración de este alimento una de nuestras pasiones, decidimos crear un espacio específicamente dedicado a nuestro pan, que nos diera la posibilidad no solo de hacerlo para nuestros locales, sino también para nuestros clientes.

Nuestra filosofía se resume en dos ideas: pan ‘sin más’ y pan ‘con todo’. Pan sin aditivos, sin químicos, eliminando todo aquello que sea artificial y procesado. Y pan con todo aquello natural, ecológico y artesano; con masa madre, agua filtrada, sal de Guérande, harina ecológica y mucha pasión. Nos gusta el auténtico pan, con sabor a pan, con su textura, su corteza… ese pan que alimenta y nutre nuestros sentidos y nuestro cuerpo.

Es verdad que, a veces, el pan sale más bajo. Si el pan es siempre igual, algún fallo hay. Yo tenía hace años Panaderías Crustó, y conozco muy bien el tema, pero ahora lo hacemos de una forma muy diferente. Además, tenemos todo este producto artesanal. Es un pan "sour dough", de masa madre de verdad, con 24 horas de fermentación, con una ligera acidez sin ser demasiado agresivo, con harinas que absorben mucha agua para que los alvéolos sean grandes. Para mí, un pan que tiene levadura ya cambia de aspecto, cambia de color, cambia de sabor, cambia el aspecto digestivo…

El problema actual está en que yo puedo hacer pan de masa madre y poner levadura, porque ayuda a que todo funcione bien y no haya ningún movimiento. Así que todo el mundo dice que hace pan de masa madre, pero no es así, porque pan de masa madre significa solo masa madre.

El consumidor no acaba de distinguir entre los diversos tipos de pan que existen…

Al trigo le damos una fermentación larga. Yo estudio mucho sobre este tema, porque es mi hobby y mi profesión, pero, por ejemplo, ayer estábamos en un encuentro con cocineros del equipo, y comentábamos que el kale no se puede comer tal cual, hay que ponerlo con sal y limón y darle un tiempo de reposo para que sea más digestivo. De la misma manera, cuando al trigo le das cierto tratamiento, dependiendo de su calidad y de si está refinado, cambia mucho la historia. Así que es muy importante hablar de todo esto.

Fotos: Guillermo Pérez

Aunque el precio puede parecer caro, hay que pagar muchos gastos. Nosotros lo hacemos, primero, porque hacemos el pan y la pastelería de todos los restaurantes. Esa es la base, y luego también es algo que nos chifla. La gente tendría que apoyar más a los artesanos. Un pan con harina ecológica, no refinada, con un proceso de elaboración de 24 horas con un personal que vale lo que vale, es normal que entonces el producto no puede ser barato. Tienes que pagar un sueldo digno, como mínimo.

Regentas varios restaurantes, ya abriste un obrador de Oz y ahora un segundo, ¿Por qué te embarcaste en el mundo del pan que tiene su complejidad?

Después de hacer el pan en mi casa, cuando abrí La Balabusta compramos un horno de pan ahí. Cogí un panadero y por la noche hacíamos el pan con mi idea de cómo debía ser. Cuando abrimos Flying Monkey, había sitio en el sótano y pasamos el horno allí y empezamos a vender al público. Y al final abrimos Oz como "flagship store". Aquí hacemos el pan, en Amigó hacemos la pastelería, pero no es una cadena. Por tema de temperatura, es mucho mejor fabricar la pastelería en un sitio y el pan en otro.

Cada vez hay más panaderías y locales de degustación, ¿crees que esta tendencia va a ir en aumento?

No quiero dar nombres, pero hay algunos que empezaron como artesanales, pero ahora ya son cadena. No está mal, pero no es lo mismo. Actualmente hay tres o cuatro panaderías, como Origo, Pa de Kilo y nosotros, que somos como la tercera generación de todo ello, y somos muy diferentes.

Elaboramos un producto exclusivo, hecho con mucho cariño. Cuando yo elijo ir a un restaurante, me gusta que el chef sea el dueño, y aquí es un poco la misma historia. Estoy cada día aquí, yo hago el pan, sé solucionar y solventar temas, doy directrices, porque si no estoy, no funciona. Por supuesto, tengo un buen equipo, pero si montas una cadena ya no es lo mismo.

Fotos: Guillermo Pérez

Espero que cada vez haya más sitios así, siempre y cuando no abran en la puerta de al lado, hay sitio para todos. Ahora bien, no es nada fácil, estamos hablando de una fuerte inversión, y es muy importante que la gente entienda de qué estamos hablando, y que luego juzgue cada uno. Primero hay que entender qué es una cosa, la otra, porque al final es la medicina que tenemos. El cambio entre buena y mala comida es brutal.

Ahora estamos viviendo en un mundo en el que, desgraciadamente, todo es industrial. Cada lunes voy a Mercabarna y encontrar una buena verdura es muy difícil. Voy probando los tomates, porque si no, no tengo sabor en la ensalada, no tengo sabor en la focaccia… Todo se guarda en nevera y tenemos un gran problema. La última vez que fui había tres o cuatro payeses que ya no estaban. Mal asunto.

¿Qué podemos hacer para solventar este problema que afecta a la restauración?

Solo una cosa, entender la diferencia, y creo que esa es nuestra labor. Que la gente entienda la diferencia. Y no todos se van a convertir en "buenos", pero aquí tiene que haber un cambio, porque si todos compramos en tiendas "low cost", los payeses no pueden competir… Lo que yo como es muy barato, buenas legumbres, verduras de temporada, poca carne, por supuesto.

No soy vegana, pero hay que tener un poco de cabeza, no se puede comer carne cada día. Yo intento hacer lo máximo, pero es muy difícil cambiar. Hay que tener un poco de conciencia. Conversando con una vegana, comentábamos que todos nos beneficiamos del otro. Si tu trabajas para mí, te pago, te trato bien… De la misma manera, no tengo problema en que una cabra me de leche y haga quesos, pero ¡trátala bien!

Lo único que nos queda es intentar educar a la gente, dar la información correcta y que cada uno intente poner de su parte, sin tener que cambiar el mundo.

Fotos: Guillermo Pérez

¿Qué podemos ver en Oz de la gastronomía que profesas en La Balabusta o Flying Monkey?

La idea de Oz, aparte de la panadería que es mi pasión desde que era niña, pensamos que el concepto "Deli" es muy interesante, porque es una opción saludable para cuando no tenemos ganas o tiempo de cocinar. Es comida fresca, hecha en el día… Todo lo que tenemos en Auto Rosellón y La Balabusta es comida que yo hago para mi casa. Compro producto de temporada, lo elaboro bien. Cuando el producto es bueno, con un poquito de talento ya sale bien.

Michelin le dio una mención La Balabusta. ¿Qué representa para ti?

No soy "busca Michelin", mi misión es diferente, pero sí que hace gracia, por supuesto, el reconocimiento siempre ayuda, y también ha ayudado a que nos conozca mucha más gente. Tenemos La Balabusta, que es el restaurante principal, Auto Rosellón, Flying Monkey, que es café, brunch, bar de vinos por la noche, y Oz Bakery & Deli.

¿Por qué hay pocas mujeres dentro de la restauración?, tú eres un claro ejemplo de éxito, trabajo y pasión

A parte de la filosofía que he explicado, tenemos otros dos temas importantes. Primero, el tema de la mujer, porque en nuestra cocina casi exclusivamente hay mujeres. Incluso hoy en día, no se entiende, para muchos hombres, que la mujer les de órdenes en la cocina. Así que intento que haya muchas mujeres porque nos entendemos muy bien entre nosotras. No descartamos a nadie, pero si quieren trabajar con nosotros tienen que entender que les va a mandar una mujer. Todas las jefas de cocina son mujeres.

Además, estamos intentando convertir en cocineras a mujeres que no se dedicaban profesionalmente a ello. Cuando alguien tiene ganas, en la cocina se le puede enseñar. Nuestra base es la cocina casera y da mucha satisfacción ver como alguien que no sabía nada llegue a un alto nivel. Me encanta. Estamos intentando que la mujer entre en la cocina y, por otro lado, facilitar un poco la conciliación. No regalamos nada, pero intentamos tratar a la gente como familia y nos está funcionando muy bien.

Todo este problema va unido a la falta de personal actualmente en el sector, ¿cómo lo solventáis en vuestros restaurantes?

Ya sabéis que el tema del personal es difícil, pero yo tengo gente que lleva 12, y hasta 15 años conmigo. Gente que empezó conmigo en Panaderías Crustó, gente que se fue y ha vuelto. Soy muy exigente, pero si veo que alguien me da, yo también doy. Enseño, quiero que la gente avance y no tengo problema en tener gente que sea mejor que yo. Esto es algo muy importante que me aporta muchísimo. Si tengo cocineros que me pueden enseñar, ¿por qué no aprovecharlo? Yo enseño y ellos me enseñan. Ahora mismo tengo a 60 personas a mi cargo.

¿Qué retos te planteas para tus restaurantes, quieres abrir nuevos locales y más panaderías Oz?

Debo explicar que en los restaurantes somos muy "dog lover". Dejamos que los perros entren en todos los restaurantes, son parte de la familia. En el tema del bienestar animal, estamos intentando enfocarlo en ese sentido. Si pudiese permitírmelo, eliminaría la carne, pero lo que hago es poner todo mi esmero en platos de verduras, de legumbres, intentando que la carta sea siempre 70-80% vegetariana o vegana.

Si hay carne, que sea ecológica, que sea de animales bien cuidados, los huevos de gallinas bien tratadas. Hoy por hoy los pagamos a cuatro veces más el precio de los huevos normales, pero es a lo que puedo aspirar como mínimo.

Con Oz, la idea es ampliar el tema del "Deli", quizás coger otro local, pero no ampliar a otros conceptos, porque ya bastante tenemos. En un restaurante o una panadería, como en todos los negocios, cada día es una guerra. No te puedes ir un año fuera porque el negocio no funciona solo, y con los años he visto que es mejor tratar los problemas con tranquilidad.

La Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (ASEMAC) acaba de presentar los datos económicos del último ejercicio, e indica el ligero incremento en la producción de masas congeladas.

Por segmentos, la bollería y pastelería crecen un 7%, mientras que el pan lo hace en un 1,2%. Durante 2023, se produjeron 973.034 t. de masas congeladas, un 2,45% más que en 2022, cuya cifra ascendió a las 949.754 t.

Ello se ha traducido a su vez en un aumento de un 13,47% en la facturación, pasando de 1.661,14 M€ en 2022 a 1.884,92 M€ en 2023, en este caso, debido a la inflación registrada a lo largo del último año.

Según los últimos datos de ASEMAC, la producción de pan en base a masas congeladas en España alcanzó un volumen de 754.818 t. en 2023, lo que supuso un ligero aumento de un +1,2% respecto a los datos de producción de 2022.

En lo que respecta a la bollería y pastelería, la producción del 2023 alcanzó un volumen de 218.216 t., registrando una variación del +7,04% con respecto al año 2022. En lo que a facturación se refiere, el pan, con un aumento de un 10,17% con respecto a los datos del 2022, ha registrado un total de 1.089,42 M€.

Mientras, el segmento de la bollería y la pastelería ha facturado 795,5 M€, lo que supone un aumento del +18,33% con respecto al 2022.

“Nos hemos quedado muy cerca de los volúmenes de producción de masas congeladas previas a la Covid. Estamos satisfechos, teniendo en cuenta todo lo que ha ocurrido en el año 2023, como las fuertes tendencias inflacionistas, los incrementos de precios de materias primas estratégicas (cereales, oleaginosas, azúcar, cacao…) y los consecuentes cambios en el consumo”, ha destacado Jorge de Saja, secretario general de ASEMAC.

a la izquierda, el director general de Alimentación en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero. A la derecha, el director general de ASEMAC, Jorge de Saja.

Sus responsables han puesto en valor la adaptación de la industria a los cambios legislativos que afectan al modelo de producción de la industria.

La panadería aumenta en el sector de la restauración

ASEMAC ha destacado que el consumo del producto vinculado a la hostelería y la restauración ha crecido gracias al aumento del turismo en España durante el año pasado, mientras que ha lamentado que el consumo de pan en el hogar no deja de decrecer.

El director general de Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Miguel Herrero, ha comentado el papel de la industria alimentaria en el conjunto de la economía española: “Es cierto que los hábitos alimentarios van cambiando, pero si bien el consumo de pan está bajando en los hogares en valor absoluto, podemos decir que desde el año 2019, con la actualización de la Norma de Calidad del Pan, hay una revolución del pan en España”.

Reducción de sal y azúcares

En este tiempo, la industria ha cambiado y se ensalzan las estrategias de reducción de sal y azúcares llevadas a cabo por la panadería, bollería y pastelería, “con productos más adaptados a los perfiles de los consumidores, que leen más la composición de los alimentos, están más formados y buscan los alimentos con perfiles nutricionales acorde a las nuevas exigencias”.

Evolución de los últimos 8 años

Teniendo en cuenta la variación del periodo que va entre el año 2016 al 2023 en lo relativo a la producción total, las cifras del año pasado son un 5,1% superiores a las de ese año, demostrando un crecimiento muy constante en el sector en lo que a producción se refiere, con una tendencia siempre positiva a excepción de los años 2020 y 2021, que se vieron gravemente afectados por el impacto de la crisis sanitaria.

La variación en lo que respecta a la producción de pan en toneladas, del 2016 al 2023, ha sido de un -1,66%. Por el contrario, el dato en cuanto a la variación de la producción de bollería representa un +37,89%.

Todo está en marcha para la décimo cuarta edición del Salón Internacional de Panadería, Pastelería, Heladería y Café, InterSICOP 2024, que se celebrará los días 17 al 20 de febrero próximos, en los pabellones 12 y 14 del Recinto Ferial de IFEMA MADRID.

A tres meses de su celebración, ya está reservado el 85% de su superficie expositiva. Empresas y profesionales se concentrarán, después de dos años desde la última convocatoria, en la única feria dedicada monográficamente a esta industria en la Península Ibérica.

Novedades y relaciones comerciales

InterSICOP volverá a ofrecer a la industria la oportunidad de dar visibilidad a sus novedades, siendo un lugar de encuentro con los profesionales, donde estrechar relaciones comerciales.

Se erige así como un espacio de negocio de primer nivel y alta rentabilidad, que cuenta con el renovado respaldo de las principales asociaciones del sector.

Coffe Fest en InterSICOP

La gran novedad de la próxima edición es que, por primera vez, coincidirá con un evento de gran reconocimiento para los amantes y profesionales del café, como es el Coffee Fest, que se desarrollará en el Pabellón 14, buscando fomentar la cultura del café de especialidad.

En tal espacio habrá una amplia programación de ponencias, talleres, rutas de café en la capital, y zonas para degustar café. En definitiva, una convocatoria que contribuirá a enriquecer la amplia oferta expositiva habitual de InterSICOP.

Actividades

Además, la exposición comercial de InterSICOP se completará con una intensa agenda de jornadas, seminarios, competiciones, talleres… que configurarán un espacio de análisis y reflexión de primer nivel.

Este año, el certamen vuelve a implementar su plataforma digital LIVEConnect, que permite a empresas y profesionales mantener un contacto permanente, reforzando la experiencia presencial.

 

Hoy se celebra el Día Internacional del Pan para honrar el valor de un alimento ancestral, básico y presente en todas las culturas, una iniciativa que surgió de la Unión Internacional de Panaderos y Pasteleros (UIBC). Desde los egipcios -que fueron los que descubrieron que dejando fermentar la masa, el pan mejoraba su sabor- hasta nuestros días, este producto alimenticio ha estado y está presente en todas las mesas, tanto de las casas como de los restaurantes.

Pero hay que señalar que actualmente "el consumo de pan en la hostelería está en grave retroceso", opina el empresario y asesor gastrónomo especializado en pan, Francesc Altarriba. ¿El motivo? "Que ofrecemos panes de muy poca calidad que no apetece comerlos", justifica, y esto se traduce en que el cliente, en muchos casos, "decide no consumir un pan que le repercute en el ticket y no le satisface".

Últimas cifras de producción y facturación del pan

Pero antes de profundizar en el día a día del pan de los restaurantes, conozcamos primero cómo está el sector del pan a efectos de datos económicos. Los presentados en el último ejercicio por la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (ASEMAC) concluyen que dicha industria ya ofrece cifras productivas similares a las previas a la pandemia.

En el año 2022, la producción de pan en España alcanzó un volumen de 745.896 t, lo que supuso un aumento de un +4,1% respecto a los datos de producción de 2021. Y en lo que a facturación se refiere, el pan ascendió a un total de 988,86 M€, con un aumento de un +26,3% con respecto a los datos del 2021, esto último debido a los efectos de la inflación generalizada. 

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Según Ruano, la tendencia del pan en la hostelería va hacia la producción de panes que conserven su frescura durante períodos más prolomgados. Foto ©ASEMAC

Según Felipe Ruano, presidente de ASEMAC, la valoración de dichos datos "es positiva, ya que volvemos a una evolución similar a la vivida antes de la pandemia, especialmente en lo relativo al consumo fuera del hogar". Y añade que "hay que tener en cuenta que, aproximadamente, el 35% de las ventas de pan por parte de nuestros asociados van destinadas al Canal Horeca". 

Es de sobra conocido que en dicho canal juega un papel crucial el turismo y, en este sentido, las previsiones son optimistas, dice Ruano: "Según varios estudios, en 2023 está previsto que recibamos 85 millones de turistas, dos millones más que el año previo al estallido de la pandemia".

Otro dato positivo. Si atendemos al consumo per cápita de pan fuera de casa de los españoles, éste creció un +2,1% respecto al año anterior, situándose en 4,77 kilos por persona durante el 2022, según datos del Informe del Consumo Alimentario en España.

La importancia de entender bien el concepto pan

Retomando la opinión del experto, Francesc Altarriba, este hace una interesante reflexión para entender la importancia del pan en el sector de la hostelería. "Decir ‘pan’ como concepto es igual que decir ‘pescado’. No es lo mismo una sardina en lata que un rodaballo salvaje y los dos son pescados. Pan los hay de diferentes categorías, pero la hostelería los desconoce por lo general", comenta. Y parte de este desconocimiento, alega que es debido a que "el sector sufre décadas de interpretar el pan como producto de cocina, cuando es realidad es un producto de sala".

En la misma línea sobre la necesidad de exigir un pan de calidad está la panadera Begoña San Pedro, Premio Miga de Oro 2018, cofundadora de Madreamiga, cuando dice que "algunos restaurantes no se dan cuenta que el pan es lo primero que aparece en la mesa y no puedes empezar mal… Ya se sabe que lo que mal empieza, mal acaba", opina. Junto a su socia Ichi Aragón, dirigen el obrador madrileño Madreamiga, fundado en 2020 y que culminará el 2023 con seis locales en Madrid.

Además de sus tiendas, en Madreamiga son proveedores de diversos restaurantes y grupos hosteleros de referencia en la capital, como Taberna Verdejo, New York Burger, Azotea Grupo, La Bistroteca, Bascoat, Carallo, Papúa o Honest Green, entre otros. De su experiencia afirman que, "por suerte, cada día se valora más el buen pan en los restaurantes".

"Ya hemos pasado esa moda en la que comías en restaurantes de alta gastronomía donde te ponían ese panecillo congelado industrial. En la actualidad son cada día más los que ofrecen pan de obradores que hacen de su pan un arte, para que esté al mismo nivel que la comida que vas a degustar", declara San Pedro.

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La primera tienda Madreamiga abierta con la nueva imagen está en el corazón de Chamberí, en la calle Alonso Cano de Madrid. Foto ©Madreamiga

En eso también coincide Altarriba, que el servicio de pan ha de estar al mismo nivel del establecimiento, aunque él se muestra algo más desesperanzado porque opina que "este hecho, por desgracia, raras veces ocurre". 

El experto pide un ejercicio de observación en los propios restaurantes para comprobar que todos los clientes comen el mismo pan, indistintamente del plato escogido. "Y esto a nivel técnico lo tenemos superado, pero requiere una cierta formación de Pannier que las escuelas de hostelería no ofrecen", añade. 

Para el asesor es muy importante ofrecer diferentes conceptos de pan en función de la mesa. "Parece complicado pero con metodología es muy sencillo", aconseja. Y añade: "Únicamente los mejores establecimientos van a conseguir en el futuro trabajar el concepto pan correctamente para que transmita al comensal que todo lo tenemos cuidado al máximo nivel".

Un buen pan es indispensable en un buen restaurante

Por su parte, otro obrador de referencia, Cientotreintaº, evidencia una positiva evolución en el consumo del pan en restauración. "Consideramos que cada año se da más importancia en acompañar la comida en un restaurante con un buen pan", declara Alberto Miragoli, socio fundador, junto a su hermano Guido del obrador que inauguraron en 2017. 

Se trata de un trabajo y un esfuerzo que se comparte entre los diferentes agentes que participan en esta industria, tal como confirman ambos: "Poco a poco estamos consiguiendo, junto con muchos compañeros de profesión, que se revalorice el pan como centro de una buena comida".

Desde principios de este mes de octubre, Cientotreintaº cuenta con un nuevo obrador y tienda en Madrid, un espacio en el cual se desarrolla artesanalmente todo el proceso de elaboración, desde la molienda del grano hasta el empaquetado final. Ha sido diseñado con el fin de optimizar los tiempos de producción, pudiendo triplicar su capacidad de elaboración, teniendo en cuenta que también trabajan como proveedores de diferentes proyectos de restauración como Fismuler, Kuoco, Desde 1911 o El Pescador, entre otros.

Preferencias de consumo de pan en hostelería

La apuesta de Cientotreinta° forma parte de la firmeza demostrada por los artesanos del pan, trabajando con intención de recuperar por completo el consumo de estos productos elaborados de principio a fin en sus obradores. Y además de ello, también ofrecen a los restauradores "conocimiento en cuanto a maneras de presentar, conservar y tratar el producto", explica Alberto Miragoli.

En este sentido, recomiendan una opción más limitada pero de calidad frente a la idea de tener muchas variedades de pan. "Sí que consideramos muy interesante las solicitudes de los cocineros de productos concretos para trabajar platos específicos. En cuanto a los panes individuales, preferimos no trabajar ese formato. Son panes con una vida útil mucho más corta y lucen menos en el plato", consideran los fundadores de Cientotreinta°. 

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La revalorización del pan como centro de una buena comida es un hecho que va ‘in crecendo’. Foto ©Cientotreintaº

En Madreamiga la prioridad está en el buen hacer, el mimo y la materia prima, seguido de un buen servicio y atención al cliente. "Los restaurantes que tienen nuestro pan en su carta son de alto nivel y necesitan saber que no les vas a fallar y que el producto va a ser de la mejor calidad", declara Begoña San Pedro. Reconoce que desde siempre les ha gustado dedicarse a cuidar al cliente de hostelería, "por eso intentamos hacer lo que nos piden siempre que se pueda".

En ambos obradores coinciden que la oferta que tienen para la hostelería también se vende en sus tiendas. "De hecho, muchos panes que tenemos de venta en tiendas y web son fruto de la demanda que nos han hecho nuestros clientes hosteleros", afirma San Pedro. Miragoli, aún reconociendo que desarrollan un tipo de pan más enfocado a hostelería, "confiamos en nuestro producto y creemos que no tiene que haber diferencias entre el pan de un restaurante y el que comemos en casa".

Las tendencias del pan, según ASEMAC

Hemos querido también preguntar al presidente de ASEMAC por las tendencias en el consumo de pan en hostelería y destaca que éstas se centran en una producción de panes que conserven su frescura durante periodos de tiempo más prolongados. En otras palabras, se busca crear productos que mantengan sus cualidades, como la textura (con cortezas crujientes y migas tiernas y esponjosas) y el sabor tradicional del pan. 

En el ámbito de la hostelería, "la conveniencia de contar con panes de preparación rápida (que se pueden descongelar y calentar en poco tiempo o incluso hornear directamente sin descongelar) ayuda a optimizar el uso de recursos y reducir el tiempo necesario para su elaboración", explica Felipe Ruano.

Por otro lado, en los últimos años, se ha observado un aumento en la popularidad de los panes completamente cocidos, "debido a la demanda de los dueños de establecimientos de hostelería que pueden carecer de horno o espacio suficiente en el horno para el pan", añade.

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El salón especializado en el sector, InterSICOP se celebrará del 17 al 20 de febrero del 2024 en Madrid. Foto ©InterSICOP Ifema

Compromiso del sector por la mejora de la calidad del pan

Durante la presentación de los últimos datos de ASEMAC también se hizo alusión a que el año 2022 ha sido el año de la total implementación de la norma de calidad del pan, concretamente en lo referido a la reducción del contenido máximo de sal en el pan. 

También ha sido el año en el que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha validado los resultados del Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas y Otras Medidas, en el que la industria ha cumplido la práctica totalidad de estos objetivos, poniendo de manifiesto el compromiso del sector con la mejora de la composición de panes especiales, bollos y pasteles. 

Con relación a ello, añadir que durante los últimos años, las empresas que forman parte de ASEMAC "han hecho un importante esfuerzo de reformulación en base a innovación e inversión en I+D+i para poder cumplir estos objetivos". Empresas, muchas de las cuales estarán presentes o visitarán la próxima edición de InterSICOP, el Salón Internacional de Panadería, Pastelería y Café, que tendrá lugar en Madrid del 17 al 20 de febrero de 2024, tal como explicamos aquí.