veganismo

Nacida en Buenos Aires (1982), pero afincada en Castelldefels (Barcelona), Lucila Canero es una de las chefs pasteleras de cocina dulce vegana más prestigiosas del país. No en vano, ha tenido a los mejores maestros. Cuando llegó a España hace más de 1 década, se afanó en aprender de grandes profesionales del sector dulce como Raúl Bernal, Albert Roca o Takashi Ochiai

Con la experiencia necesaria y muchas ganas, en 2021 empezó a gestar su propio obrador pastelería 100% vegana y sin gluten. Un negocio singular y rompedor, puesto que solo opera vía venta online y con un punto de recogida: La Luciérnaga, en Castelldefels

En los últimos años, su fama se ha ido extendiendo y es asidua de certámenes como Madrid Fusión o GastroEbre, en cuya última edición celebrada en Flix, demostró el dominio de la cocina dulce sin huevo, sin gluten, y prácticamente sin azúcar. Porque Lucila demuestra que otra pastelería es posible. 

Lucila, cuéntanos, ¿cómo acaba una argentina  en Castelldefels elaborando pastelería vegana?

L.C. Lo cierto es que en Castelldefels hay muchos argentinos residiendo. Llegamos aquí en 2010 por un tema laboral de mi marido, que se dedica a la náutica. Para mí, vivir cerca de la playa y a media hora de Barcelona era ideal. Así que al llegar, aproveché para matricularme en la EPGB. Ahí conocí a Raúl Bernal, fue mi tutor. Y me enamoré de su frescura y de su forma de ver y sentir la pastelería. A través de él, conocí a Albert Roca, su casa fue mi primer obrador en Cataluña. Luego cambié el obrador por un hotel, el Hotel Do Reïal, hasta que Takashi Ochiai me dijo que uno de sus pasteleros marcharía y que podía empezar con él. Estuve con Ochiai hasta que tuve la oportunidad de ser parte del equipo de preapertura del Hotel Almanac Barcelona  5*GL. Y Almanac fue mi casa hasta que llegó la pandemia y en ese contexto nació La Luciérnaga. Fue en 2021 cuando decidimos abrir la Luciérnaga en nuestra ciudad. Y digo “decidimos” porque lo hicimos con mi compañero y socio Gerardo. 

De hecho, tienes una larga trayectoria junto a chefs y en restaurantes. ¿Cómo fue esa experiencia?

L.C. Siempre me sentí muy afortunada por todos los sitios donde trabajé y los chefs que acompañé con la parte más dulce. La experiencia tanto en obradores como en restaurantes para mí es súper valiosa. Es, sin duda, todo ese camino y estas casas las que hoy hacen mi estilo y la idea que tengo de la gastronomía. En todos estos años conocí y pude trabajar al lado de grandes profesionales, donde solo podía (debía) aprender y aprovechar al máximo esa experiencia.

Y hace 10 años llegas a BCN y decides abrir La Luciérnaga ¿Por qué pastelería 100% vegetal y sin gluten? ¿No era arriesgado un negocio tan acotado? 

L.C. Abrir un negocio ya es arriesgado. Tenía claro que tenía que hacer algo distinto. Quería hacer algo que fuera a la vez muy técnico y que pudiera tener algún futuro.

Primero tuve que convencer a mi socio, que se llevó las manos a la cabeza, al igual que mucha gente del sector cuando les decía que me dedicaría a hacer una pastelería 100% vegetal y sin gluten. Era muy arriesgado, pero era única. Por un tiempo, navegué sola sin saberlo del todo. Y el hecho de hacer algo tan específico, hacía que la gente que necesitaba o buscaba consumir distinto me encontrase.

Tu target, sin embargo, no son solo personas con intolerancias, ¿no es así?

L.C. Por suerte, hay muchas personas que hoy nos encuentran. Justo después de Sant Joan, hicimos el ejercicio de preguntar a nuestro cliente por qué nos elegían. La mayoría de ellos respondió que por la calidad del producto y luego venían los que claramente no pueden consumir en otros sitios por temas de salud. Celíacos, intolerantes, alergias, etc. Y luego estaba el cliente vegano. Tenemos muchos clientes que no tienen ninguna dificultad, pero que con nuestro producto pueden llevar con seguridad un pastel o postre o invitar a un celíaco, un vegano, un alérgico al huevo y un intolerante a la lactosa. Me gusta la idea de la pastelería inclusiva. 

Además, en la Luciérnaga trabajas bajo petición, con lo que vuestra propuesta dulce no se exhibe en un expositor sino en una página web. ¿Cómo reacciona el cliente al entrar en la tienda? ¿Cómo fue la aceptación al principio? ¿Y cómo surgió la idea de hacerlo así?

L.C. Trabajar bajo pedido para nosotros era innegociable, por nuestra ubicación, nuestro sistema de producción y, sobre todo, por no generar ningún desperdicio, ni tener mermas. Al principio la gente venía con curiosidad y flipaba porque no podía llevarse nada. Pero les encanta cuando vienen y están los pedidos recién acabados esperándolos.

Uno de nuestros pilares es la sostenibilidad y cuestionarnos el origen de nuestra materia prima, la huella de carbono y etc. No podíamos hacerlo de otra forma. Es nuestra forma de sumar nuestro granito de arena. Cuando consumimos tenemos una responsabilidad, estamos diciendo algo con ese acto.

La idea de trabajar bajo encargo, igual que la inmediatez y la cercanía, también respetar la estacionalidad. Claramente, son ideas que vienen de la restauración.

¿Elaboras también pastelería para hoteles, bares, restaurantes?  

L.C. Sí, trabajamos B2B. Cuando yo abrí, pensé que serían realmente nuestro principal cliente, ya que es muy difícil encontrar en hostelería un producto dulce certificado sin gluten y 100% vegetal con nuestra calidad. Pero creo que todavía no hemos logrado comunicar todo el valor de nuestro producto. Entonces, por ejemplo, servimos a Café de Finca, que son vecinos nuestros en Castelldefels. También asesoro a algunos restauradores, para que tengan productos inclusivos y aptos para muchos públicos en sus cartas.

Pero dicho todo esto y para mi sorpresa, lo que más nos piden para hoteles y cafeterías es nuestra línea de Granola. Esto me pone muy contenta, porque a mí, personalmente, me encantan y las consumo a diario.

De toda tu gama, ¿la granola es lo más exitoso?

L.C. Seguramente sí, las granolas, pero también nos funcionan bien las galletas y bizcocho individuales. Además, son productos que se pueden enviar muy bien (no sufren con el envío). Ahora ya empezamos hace dos semanas con panallets, enviando a Madrid y a País Vasco.

¿Es fácil elaborar pastelería vegana, sin gluten, baja en azúcar y además con sensibilidad por la sostenibilidad? ¿Cómo lo logras para que, además, “salgan los números”?

L.C. No, no es fácil, por eso, creemos que la fórmula es trabajando bajo pedido, evitar las mermas y controlando muy al milímetro, lo que nos cuesta cada cosa. También entendemos que nuestro cliente aprecia la procedencia de los ingredientes y la calidad del mismo. Muchas veces la gente nos percibe como caros, antes de probar el producto. Por eso, creo que nos falta comunicar el valor que tienen nuestros productos. Cuando la gente se da cuenta todo el valor que tienen nuestros productos, dejan de tener esa percepción de caros. Así que, los números salen, y estamos contentos. También otro factor es que, el hacer algo tan único, hace que la gente te encuentre. Sobre todo, la gente que tiene necesidades especiales. Por ello, el hacer envíos es clave. Solo con el cliente de cercanía no podríamos sobrevivir.

La obtención de ingredientes ¿es un problema? 

L.C. Sí, muchas veces es un problema. Siempre pedimos las fichas técnicas de todo lo que compramos, para verificar cada ingrediente. Nosotros estamos certificados por la Asociación de Celíacos de Catalunya. Todo lo que entra en La Luciérnaga está certificado sin gluten. También controlamos mucho las trazas de leche, tanto proteína como azúcares, y el huevo. Muchas veces los proveedores no lo entienden, pero yo necesito conocer de antemano el producto que llega a mi obrador.

Has demostrado que se puede hacer un postre de alta cocina sin huevo, sin mantequilla… Y el resultado, ¿se nota muy diferente, muy “soso”?

L.C. ¡Para nada! Muchos chefs llegan al mundo del plant taste porque eliminas muchos sabores que interfieren en el sabor de las cosas, como la mantequilla, el huevo… Sabores que enmarcaran o no dejan que se luzca el sabor primario, como el chocolate, las frutas… El sabor es brutal, y las texturas… yo estoy contenta. Por supuesto, en la cocina vegetal y sin gluten hay mucho camino por recorrer. El sabor es súper limpio, profundo… A mí, me divierte mucho porque se puede marcar mucho el sabor.

¿Crees que este tipo de cocina dulce tiene más recorrido, más futuro que la convencional o nunca podrá luchar contra ella?

L.C. Es el futuro para muchos (que todavía no lo han probado) pero es el presente de cada vez más personas, ya sea por salud, ideología o simplemente, por curiosidad. Ya hay muchos chefs que intentan trabajar sin lactosa, sin gluten, con menos azúcar y grasas… Estoy segura de que es el futuro, pero para mí es el presente. Pero está todo por hacer. La pastelería tradicional en el futuro será un lujo y ésta será más accesible, habrá más ofertas para la gente que lo demanda.

Finalmente, ¿cómo te imaginas en el futuro, profesionalmente?

L.C. En futuro, y ahora, me veo con muchas ganas de participar en otros proyectos, además de La Luciérnaga. Creo que compartir y colaborar es la única forma para seguir avanzando y mejorar. Eso es lo que quiero en futuro, poder compartir mi trabajo y seguir aprendiendo. Y a nivel de La Luciérnaga me gustaría que se conociera mucho más la marca y que más gente nos conozca. Y a nivel Lucía Canero creo que tengo un montón por compartir y por aprender. Estoy superentusiasmada, me encanta lo que hago y tengo muchas ganas de seguir haciendo y aprendiendo.

Hace unos días llegaba la noticia. La chef Susana Aragón (Igualada, 1976) y su pareja y socio, Óscar Teruelo, cierran el restaurante pratense Cèntric Gastro. El establecimiento, todo un referente de la cocina slow food y de proximidad del Baix Llobregat, bajará las persianas el 29 de octubre, después de 13 años en el Cèntric Espai Cultural del Prat. 

El motivo del cierre es administrativo. Los actuales concesionarios, la empresa Ola del Prat SL, liderada por la pareja, decidieron no presentarse al nuevo concurso de la adjudicación, cuatro años después de la última (2019) y dos desde la última prórroga concedida en 2021. Y es que las condiciones habían cambiado de tal forma que eran inasumibles. La gestión del espacio, finalmente, la liderará Sergi Bonillo, gerente del Jardí de les Palmeres Events, empresa que también gestiona la restauración de la escuela de tenis Emilio Sánchez Academy. 

Cerrada ya esta etapa de éxitos y de grandes hitos, la chef afronta los próximos días con gran decepción, por tener que aparcar su etapa al frente del restaurante, pero con ilusión por lo que está por llegar. Y es que, si algo define a este chef es la energía y el optimismo con los que lidera cada uno de los proyectos en los que ha colaborado. Que no son pocos. 

Susana Aragón siempre ha estado presente en las numerosas acciones que han dado a conocer la cocina sostenible, basada en productos de pequeños productores del Baix Llobregat. Entre sus hitos, el Plat Favorit de los Catalanes 2017, la visita del chef británico Jamie Oliver, o el “mordisco” de John Hoffman –alma del Mobile World Congress– a su mítico Pollycao, cuya foto se publicó en numerosos diarios. Miembro de Biosphere, de la Fundación Restaurantes Sostenibles y del movimiento Slow Food, el Gastro Cèntric de Susana Aragón siempre ha encabezado un movimiento defensor de la cocina del territorio.  

Susana, acabáis de anunciar el cierre del Cèntric Gastro. ¿Qué supuso dar el paso de no seguir?

S.A. La verdad es que cuando leímos las nuevas condiciones de la licitación no nos lo creímos. Hubiera sido la cuarta renovación. En las anteriores, puntuaba por encima del criterio económico, el criterio de valor, que era mi añadido a esta propuesta. Imagínate cómo nos quedamos. Fue una gran decepción. 

Esta nueva propuesta creíamos que atentaba directamente contra nuestro proyecto, lo que hemos desarrollado y defendido. Siempre hemos apostado por poner por encima de todo el valor del producto, de las personas. Tenemos un equipo con mucha gente, con mucha antigüedad, que en estos años han ganado conciliación familiar y mejores condiciones económicas. Además, hemos trabajado por la reinserción laboral. Casi éramos como una escuela para personas con riesgo de exclusión. Hemos tenido, por ejemplo, este año a seis personas, que han podido acabar su formación con nosotros y empezar su vida laboral. Para mí era muy importante esta parte del proyecto, que ahora se queda parada. Una lástima, porque ya no tendremos un espacio tan grande como para poder hacerlo. Pero nosotros queremos seguir haciendo esta apuesta por las tres “p”: producto, personas y planeta. 

Miremos hacia atrás, ¿con qué recuerdo te quedas del Cèntric Gastro?

S.A. La experiencia ha sido tremenda, en todos los aspectos. Empezamos desde cero. El espacio no existía y le fuimos dando forma. Y es un orgullo saber que al final hemos logrado crear una marca de territorio, una marca local de referencia. El Cèntric nos ha dado muchísimo a muchos niveles. Pero, sobre todo, lo que me llevo es el haber conocido a las productoras y productores que con sus productos artesanos me han ayudado a poner en valor una cocina sostenible, ecológica, con sensibilidad. Y todas esas personas que han pasado por aquí y nos han ayudado a que el Cèntric sea lo que es. Mucha gente, desde trabajadores, músicos, actores -porque también hemos hecho teatro, conciertos…-. Hemos hecho mil y una actividades para ubicar este espacio ahí. Porque el Cèntric es un centro gastronómico y también cultural. 

¿Qué balance haces ahora de todo este tiempo? 

S.A. El balance es muy positivo. Hemos logrado poner en valor algo tan importante a día de hoy. Comida sostenible, sin procesados, sin transgénicos, elaborados cada día. Hemos llegado a ser 14 cocineros elaborando fondos, fumets, croquetas, confits… elaboraciones que requieren mucho tiempo y atención. Y entre todos y lo hemos sacado para adelante con mucho amor. 

¿De qué plato de toda esta etapa estás más orgullosa?

S.A. Si de algún producto nos podemos sentir muy orgullosos es de haber representado, con cresta, nuestro pollastre pota blava. Desde nuestros uniformes a nuestros logos, hemos defendido con garras nuestro pota blava. Lo hemos enaltecido.  

Y os iréis por la puerta grande, con L’últim CartXUIXO de Pota Blava. Explícanos este plato, y en qué te has inspirado. 

S.A. Sí, nos vamos con el último “CartXuixo”… y nos salió de las tripas. Porque cuando vimos la licitación y vimos que no nos defendían. Pensamos ¿qué habíamos hecho mal? Por qué no nos ayudan a seguir con este proyecto que ha hecho tanto por la cocina local. Y ahí está. Hemos hecho un xuixo de pota blava que será una despedida con ironía. Ahora voy a hacer un parón. Salgo del centro, porque seguramente solo me lo habré creído yo. Cuando veo que no hay una apuesta desde las entidades o desde quién toque. Creo que a quien corresponda, deberían pensar más en apoyar y proteger a las personas que están poniendo en valor tantas cosas del entorno. La cocina, los productos, la cultura… 

Pero seguramente, tendremos a Susana para largo, porque se cierra una etapa y se abre otra. ¿Cuéntanos tus proyectos?

S.A. Sí, claro. Se cierra una etapa y se abre otra. Lo que haré ahora mismo es descansar y digerir que mi etapa de cara al público probablemente haya acabado. Eso no quiere decir que deje de trabajar, pero algo muy raro debería pasar para que yo quiera volver a abrir un restaurante. El mundo y la restauración necesita a personas que se crean y se identifiquen los proyectos. Y yo soy cocinera slow food y defiendo el patrimonio agrícola y gastronómico. Pero lo haré aquí en el Baix o el Bierzo, o en el Garraf, o donde sea. Siempre voy a cocinar lo que tenga a mi alrededor. Eso forma parte de mi cultura gastronómica. Pero inmediatamente, no voy a estar de cara al público. Seguiré trabajando asesorando a restaurantes de Barcelona que necesiten una línea firme, un relato… y ese nexo con los pequeños productores. Así que por ahora tengo un par de proyectos de desarrollos de cartas en restaurantes de Barcelona para hacer esto, conectarlos con los productores del Baix.  

Tu relación con el Baix Llobregat, con el territorio, con los productos es indudable, pero, ¿podrías desarrollar tu cocina fuera del Baix Llobregat?  

S.A. Como digo, cocinaré el territorio de allí donde habite. 

Seguirás siendo una cocinera “sostenible”. ¿Qué es para ti la cocina sostenible? 

S.A. Por supuesto. Tenemos una responsabilidad los cocineros y cocineras. Ya que tenemos la oportunidad de alimentar debemos aprender a eso, a alimentar, no solo dar de comer. Alimentar con todo lo que significa la palabra: defender al productor, la sostenibilidad, los productos ecológicos… No entiendo la cocina de otra manera. Por eso, yo no entiendo cómo en los restaurantes no se marca la temporada. No tiene sentido que puedas encontrar fresas todo el año y que puedas hacer una carta en invierno con productos que tienen que venir de Argentina.  

Y para acabar, cuéntanos ahora tu sueño ¿Cómo te ves en 10, 20 años?

S.A. Pues ahora, asimilando que ya no tendré este espacio, donde he ayudado a la inserción de muchas personas con riesgo laboral… La verdad, me gustaría seguir esa línea. Trabajar para dar oportunidades a las personas que les gusta este oficio, pero que a veces no les damos la oportunidad. En los últimos años, he ayudado a mucha gente a tener un trabajo digno, a conseguir sus papeles, a tener un salario digno. Mi sueño sería tener un obrador de alimentos sostenibles con personas en riesgo de exclusión social, que necesitan su oportunidad y suelen saber aprovecharlas, porque tienen necesidad. Igual, sí. Un obrador en el Parc Agrari del Baix Llobregat para seguir en contacto con los pequeños productores, donde pueda hacer menús para llevar, o catering… Donde me implique más a mí y no todo lo que conlleva un restaurante. Así que no, cc 

Lantern, consultora de estrategia e innovación, ha dado a conocer una nueva edición, en Madrid, del informe The Green Revolution, estudio de referencia sobre el movimiento veggie en España.

El avance de productos plant-based, que ascendió en gran manera hasta 2021, parece haberse frenado desde el final de las restricciones derivadas de la pandemia y pierde inercia.

Según este informe, en los dos últimos años, se han perdido 600.000 miembros del movimiento plant- based, dato que contrasta con los casi 1.300.000 nuevos veggies que confirmaba el estudio de 2021.

Aun así parece ya un sector que se mantiene, pues el movimiento veggie, quitando el efecto de la pandemia, ha aumentado desde el 9,9% de la población española en 2019 al 11,4% en 2023.

Dieta vegetal: revolución veggie

Concretamente, hasta 4,5 millones de españoles mayores de 18 años se identifican como veggies, de los que 3,5 millones se consideran flexitarianos, aquellos que siguen una dieta eminentemente vegetal pero ocasionalmente consumen carne o pescado; 670.000 son vegetarianos; y alrededor de 276.000 consumidores veganos.

El colectivo de veganos y vegetarianos ha crecido un 10% desde la última edición y se acerca ya al millón de personas.

“Seguimos positivos respecto a la tendencia plant-based en el medio y largo plazo, debido a la conjunción de factores como la creciente adopción de hábitos de consumo consciente, especialmente entre los más jóvenes; la mejora notable de la satisfacción con la categoría; y la llegada de nuevas tecnologías que permitirán crear nuevos productos ganadores”, Jaime Martín, Socio fundador y CEO de Lantern.

Revolución en el Horeca

El informe cita que el Horeca debe seguir de cerca tales tendencias, pues el sector es también una palanca de crecimiento para el plant-based y veggie. El caso más llamativo es Burger King con su apuesta por los productos plant-based con una estrategia a nivel global con la Rebel Whopper pero también con alternativas a otros productos.

En Austria, por ejemplo, puedes convertir en ‘plant-based’ más de la mitad de los productos de su menú y en España abrieron durante un mes en 2021 un restaurante 100% plant-based en Madrid. Es posible que estos productos aún sean un porcentaje pequeño de sus ventas, pero son una palanca decisiva de marca y de generar inclusividad para todas las dietas.

Perfil veggie

El perfil del consumidor plant-based vuelve a situar a las mujeres como las grandes impulsoras de esta tendencia. La población femenina representa al 59% de los veggies y al 74% de la población vegetariana y vegana. El motivo principal se centra en su preocupación por hacer primar la salud y el bienestar.

La disminución de la práctica de las dietas plant-based se ha dado principalmente en los hombres, tanto en los veganos y vegetarianos, donde se ha producido un ligero descenso, como especialmente entre los flexitarianos.

Por edad, las mayores penetraciones se encuentran entre los jóvenes menores de 24 años, donde el 16% siguen dietas veggies. Asimismo, lideran la penetración de dietas vegetarianas y veganas, con un 4,8% y 1,9% respectivamente.

Un segundo colectivo a destacar es la población de entre 55 y 64 años, en la que se encuentran un 13,0% de veggies, principalmente flexitarianos, con tasas de veganos y vegetarianos más bajas.

Primera entrega de los premios The Green Revolution

La jornada contó con la celebración de la Primera Edición de la entrega de los Premios The Green Revolution, centrada en la importancia de la innovación en el sector plant-based. Una entrega de premios que contaba con un prestigioso jurado, incluyendo, entre otros, a Rodrigo Sánchez – CEO Natur All (Grupo Iparlat) – Miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Productores de Alimentos y Bebidas Vegetales; Lorena Savani, Mission Lead, EIT Food; Jorge Alonso Peña – Directo de Marketing de Europa, Grupo Calvo; Xavier Mon Companys, ex-Director General Unilever Foods y Helados España; y Toni Massanés – Director general, Fundación Alícia.

Los Premios The Green Revolution se entregaron a los ganadores acorde a tres categorías:

  • Fuah!, Hello Plant Foods: Premio a la mejor innovación en alternativas plant-based a productos de origen animal
  • Lunch Bowls, Bonduelle: Premio a la mejor innovación en productos vegetales
  • Honest Greens: Premio al mejor concepto plant-based en Horeca

 

Nacido en el Reino Unido, Pastan es el restaurante de pasta plant-based que ha revolucionado el sector del veganismo. Tan solo dos años después de su nacimiento en Londres, la empresa de restauración inglesa especializada en pasta vegana ya cuenta con tres establecimientos repartidos entre Londres, Manchester y Bristol, y ahora acaba de abrir en Barcelona.

 

“Creemos que nuestro producto es único, de alta calidad y como vivíamos en Barcelona, la mezcla entre local y turista nos ha encantado y por esto hemos aplicado el concepto de Reino Unido aquí”, nos explica Juan Pablo Socino, uno de los socios de Pastan España. Avanza que la oferta gastronómica es prácticamente la misma que el Reino Unido, mezclando platos del menú inicial de allí y otros de ahora, “y trabajamos con productos locales y adaptados al público de aquí”. Además, sostiene Socino, que “nuestra propuesta de pasta vegana, junto a la calidad que ofrecemos, la consideramos pionera en lo que a gastronomía plant-based se refiere”.

Dueños de Pastan España

En Barcelona, se propone ser un restaurante de referencia para veganos y no veganos, pues un distintivo de Pastan es que, además de la importancia en la calidad de sus ingredientes, quieren mostrar que la cocina plant-based puede ser tan o igual de placentera que la de origen animal. “Con nuestras propuestas culinarias queremos que el ciudadano, tanto vegano como no vegano, tenga una explosión de sabores a la hora de degustar nuestros platos”, manifiesta Jérôme Ibánez quien, junto con Dean Fawcett, creó la compañía en abril de 2021.

 

Los platos que conforman la carta de Pastan son una fusión entre la cocina italiana, su ingrediente principal es la pasta, pero con aportaciones creativas e incluso con guiños a otros países en lo que a sus platos se refiere.

Desde una ensalada caprese, a un wok con verduras, pasando por una tempura de gambas, hasta llegar a la clásica putanesca o carbonara.

Explica Juan Pablo Socino que es un producto fácil de cocinar, “nosotros somos veganos y ya es algo cotidiano, pero realmente lo grato es cuando vienen consumidores que nos son veganos y a los que les falta información sobre ello porque creen que este tipo de comida es aburrida, y luego se sorprenden por sus sabores”.

El veganismo en España

Sus dueños comentan que el veganismo está ya bastante asentado en Inglaterra, y en España está evolucionado a grandes pasos. Juan Pablo Socino tiene claro que esto es el futuro, “Barcelona es una ciudad con la mente abierta a recibir este tipo de productos y por esto hay más restaurantes de este tipo. Además, creemos que las nuevas generaciones tienen el veganismo más interiorizado”.

 

También destacan que, en Inglaterra, hay marcas blancas de productos veganos cuando aquí esto todavía no está sucediendo, pero “si lo miramos, bien hay muchas marcas, aunque sí estaría bien encontrar diversas en cualquier supermercado, pero todo esto vendrá, estoy seguro”.

 

Los dueños de Pastan tienen claro que quieren expandir su marca de restaurantes, pero siempre con mimo y cuidado. De momento están en Barcelona, y no descartan abrir en Madrid y Girona.

El HIP Hospitality 4.0 Congress presentó el 2º Informe de Empresas Veganas en España, del que se concluyó que la motivación por la alimentación vegana sigue siendo la misma que al principio: la ética, además de por la protección animal, medioambiental y la salud de las personas.

 

Al respecto, el informe muestra que el 60% del incremento de la industria de la alimentación de los últimos 4 años ha sido promovido por empresas veganas. Madrid y Cataluña lideran el emprendimiento en el país con un 55%, además cuenta con un público muy joven, la mayoría está en la franja millenial (60%), y el segundo puesto es para la Generación Z.

 

A su vez, la división de restauración de Unilever, en su informe Future Menus 2023, analiza las ocho tendencias en restauración que van a imponerse en los próximos años. Entre estas, destaca crear platos sabrosos, sanos y sostenibles a base de vegetales. “Las verduras pueden ser increíblemente sabrosas cuando se cocinan utilizando técnicas culinarias variadas, con las salsas e ingredientes adecuados”.

Adaptar las cartas a los gustos de los consumidores

Para dar una oferta cada vez más extensa, los restaurantes son conscientes de que deben adaptar sus cartas a los productos veganos.

 

Sergi Ibáñez, copropietario de Timesburg, expone que los consumidores cada vez son más conscientes de la importancia de la calidad de lo que comen “y, sin duda, eso se refleja en sus elecciones cuando deciden comer fuera de casa”. Para Ibáñez, el público veggie es muy, muy conocedor del producto, por lo que siguen trabajando para que se sientan a gusto en sus locales, y cuentan con productos para que todo el mundo tenga distintas opciones.

 

Por su parte, Santiago Salgueiro, director general de La Pepita Burger Bar, nos responde que siguen de cerca las prioridades de los veganos e intentan adaptar la carta con las mejores variedades para ellos, de manera que forman parte habitual de su clientela.

 

“Para ello, desde el primer momento hemos ido de la mano de proveedores de primer nivel para obtener un producto de máxima calidad, como el reciente acuerdo al que hemos llegado con Heura, una de las principales empresas especializadas en carnes 100% vegetal, para la incorporación de sus ingredientes a varios platos de nuestra propuesta”.

 

Puede parecer una contradicción que una hamburguesería introduzca en su carta productos para veganos, pero, según su dueño, es precisamente este gesto el que les sitúa como referente para este tipo de público, “que pueden compartir con los amantes de la carne sin renunciar a la calidad”. Todo siempre bajo un estudio que les permita certificar el éxito y la rentabilidad de este tipo de recetas.

 

Mientras, el número de restaurantes veganos aumenta. Chez Kessler es un claro ejemplo. Su propietaria, Hannelore Kessker, nos explica que su local es vegano al 100% desde que abrieron en Barcelona. “Tenemos todo tipo de clientes, y debo resaltar que la mayoría no son veganos. Claro que tenemos muchos clientes fieles veganos a los que adoramos porque son nuestra comunidad, pero poder crear un producto vegano que esté al nivel de exigencia de un consumidor gourmet no vegano con un paladar ya formado es lo que nos da la mayoría de las veces el feedback más auténtico de nuestros platos”.

 

Según Hanne, el futuro es vegano, “no tenemos ninguna duda, el cliente está cada vez más concienciado en cuanto a lo ético, ecológico y saludable para su dieta y para el planeta. El veganismo está aquí para quedarse, abriéndose paso cada vez menos agresivo y menos ruidoso y más delicado y contando simplemente con su calidad”.

 

Para Salgueiro, de La Pepita Burger Bar, el veganismo ha llegado para quedarse y para obtener cada vez más cuota en las propuestas de los restaurantes. “Cada vez tiene más peso, como se puede comprobar además de en la calle, en las ferias y eventos especializados en el sector de la restauración y la alimentación”.

Innovaciones de las empresas 

Como muestra de esta revolución, en la zona expositiva de HIP se presentaron algunas innovaciones de las marcas más destacadas en este segmento como Better Balance, Garden Gourmet o The Vegeterian Butcher. Por su parte, Heura dio a conocer su novedad de este 2023, el pescado vegetal, con filetes de merluza y varitas rebozadas 100% vegetales.

 

También, la start up Let It V expuso el Bacon Vegetal, una nueva carne vegetal de idéntica textura a la animal, o Väcka, el sushi plant-based y su gama de quesos veganos con una textura similar al brie realizados a partir de anacardos. Un tipo de alimentos por el que también apuestan en Zyrcular Foods, que presentó en el congreso sus productos para el canal Horeca 100% vegetales y que son análogos cárnicos y de pescado.

También en eventos 

Este movimiento está en todos los niveles de la restauración. Lo vemos también en eventos. En la San Miguel Biergarten, que tendrá lugar del 4 al 10 de abril en la Plaza Mayor del Poble Espanyol de Barcelona, habrá 20 variedades de cerveza diferentes y especialidades gastronómicas alemanas para todos los públicos y gustos: frankfurts, bratwurst, pikantwurst, cervela, codillo, ensalada kartoffel, currywurst, appelstrudel, bretzels, así como opciones veganas, siendo ya eje de todo tipo de ferias, congresos y actividades de la restauración.