Horeca

Licenciado en Marketing y en PDG (Programa de Dirección General) de IESE, Joaquín Jiménez Mazuela es desde 2020 director de Marketing de Juver, la empresa líder en zumos en hostelería en España. Su gran experiencia en el área comercial en el sector de Gran Consumo, tanto en libreservicio como en horeca, le posicionaron como el perfil perfecto para llevar a cabo este cargo en la empresa.

Experiencia en la definición, implantación, desarrollo y seguimiento de políticas comerciales, se define como negociador, con visión global del negocio y capacidad de análisis, flexible y con capacidad para el trabajo en equipo. Cualidades que le han servido para relanzar las ventas de la compañía, tras el bache que supuso la pandemia.

Otra de sus grandes apuestas, y la de la compañía, es la de apoyar el talento. Por ello, Juver será patrocinador de la próxima edición del concurso Camarero del Año. Además, con la marca Cirio, apostarán por el Cocinero del Año. Estas dos acciones, según Jiménez, significan “una ocasión magnífica de dar a conocer la marca histórica italiana Cirio y reforzar nuestros lazos con el mundo Bareca a través de los zumos. Estamos muy ilusionados porque representa una plataforma excelente para colaborar con los futuros líderes del canal”.

La próxima edición del concurso Camarero del Año contará con Juver como patrocinador, y Cirio hará lo mismo con el certamen Cocinero del Año. Juver es una empresa que apuesta por el talento ¿Con qué acciones más muestra este apoyo a los emprendedores?

JJ. Ésta va a ser nuestra primera incursión en el mundo del patrocinio en los últimos años, más allá de colaboraciones puntuales con carreras populares y eventos locales. Es una ocasión magnífica de dar a conocer la marca histórica italiana Cirio. Además, nos ayudará a reforzar nuestros lazos con el mundo Bareca a través de los zumos. Estamos muy ilusionados porque representa una plataforma excelente para colaborar con los futuros líderes del canal. A través de nuestra empresa matriz Conserve Italia, ya participamos en este tipo de acciones, y ahora es nuestro momento.

En Juver siempre hemos apostado por el talento. Tenemos un plan TRAINEE para la captación de talento junior y somos más proclives al desarrollo profesional interno, sin dejar de estar pendientes de oportunidades externas.

Llegó al departamento que dirige en Juver justo en plena pandemia, una situación que afectó directamente a las ventas de su empresa.  De hecho, en el ejercicio del 1 de julio de 2020 al 30 de junio de 2021, Juver facturó 107,7 millones de euros, 5 menos que el ejercicio anterior. ¿Se ha logrado revertir esta situación?

JJ. Efectivamente, nuestro año fiscal 20-21 resultó complicado, porque la pandemia afectó a la categoría doblemente. Por un lado, los cierres selectivos y el descenso de turismo provocó la caída del consumo en horeca, canal muy importante para nosotros. Por otro lado, el teletrabajo modificó temporalmente hábitos de consumo, que se reflejó en una contracción del mercado dentro del hogar. Afortunadamente, para todos se superó la crisis sanitaria.

Respecto a nuestra evolución, en los años posteriores hemos retornado al crecimiento. Si bien es cierto que este último ejercicio fiscal ha estado marcado por una fuerte inflación y el consiguiente “blanqueamiento” de las categorías en retail, penalizando el volumen de las marcas de fabricantes. Por el contrario, el Out of Home nos ha proporcionado grandes alegrías, superando los volúmenes y facturación del año prepandémico.

Parece muy lejana, pero apenas hace un año seguíamos con las consecuencias de la pandemia. ¿Cómo ha afrontado Juver los retos llegados tras la pandemia?

JJ. Creo que el aprendizaje más importante ha sido comprender qué es verdaderamente importante (salud, familia, amigos, colaboradores, etc.) y relativizar sobre el resto. En el plano profesional, nos hemos obligado a ser más rápidos en la toma de decisiones y a revisar paradigmas que pensábamos eran inamovibles. También intentamos ser más creativos en la búsqueda de soluciones para la cadena de valor. Y, sobre todo, no olvidamos que nuestra posición competitiva se ha conseguido a través de relaciones de largo plazo, tanto con nuestros clientes como con nuestros consumidores.

Con la llegada del nuevo CEO, José Hernández Perona, este 2023, se anunció el objetivo de reimpulsar la compañía. Su meta era hacerlo mediante la consolidación en el mercado nacional, la apuesta por la innovación y el reforzamiento de la marca en el extranjero. ¿Cómo se han desarrollado estos puntos en este primer semestre del año?

JJ. Para conseguir el objetivo que nos hemos marcado, durante este primer semestre, hemos lanzado productos para el mercado ibérico, poniendo en el centro al consumidor. Por ejemplo, Juver Disfruta en formato 1,5 Lt, pensado para ayudarle en este periodo de inflación. También, Juver Premium en Portugal y Canarias, desarrollado con las mejores frutas y un excepcional sabor. Recientemente, hemos lanzado las bebidas refrescantes en formato individual Juver Florida, Bahamas y Multivitaminas, que facilita el consumo fuera del hogar de una categoría en crecimiento.

Asimismo, estamos en plena campaña “I Love Bares” con nuestros botellines Juver Selección. Se trata de una acción 360º pensada para nuestros distribuidores, sus equipos de venta, los baristas y, por supuesto, para los consumidores, con incentivos o premios para toda la cadena de valor. En lo que respecta al mercado internacional, hemos obtenido grandes crecimientos en el mercado asiático a través de nuestros zumos Juver 100% Exprimidos. Además, hemos incorporado a nuestro portfolio de Marruecos grandes marcas como Hero, Huesitos, Valor o Upgrade y Enjoy de San Benedetto.

¿Cuántos bares/restaurantes de España sirven zumos Juver?

JJ. No disponemos de la cifra exacta. Pero, extrapolando los sells out que comparten con nosotros nuestros Distribuidores Priority al resto de canales, calculamos que tenemos una penetración en bares y cafeterías superior al 20%. Nuestra mayor presencia se concentra en la zona sur y este de la península.

¿Cuál es el secreto para liderar en el sector horeca de zumos?

JJ. No hay una fórmula mágica. En el caso de Juver, se trata de foco, constancia y el trabajo intenso de nuestra organización y el de nuestros clientes, tanto distribuidores como C&C. Desde los inicios de nuestra compañía en la década de los 60 del pasado siglo, siempre tuvimos horeca como un área muy importante en nuestra toma de decisiones. Hemos tratado de llegar al punto de venta a través de los canales de distribución que ellos utilizasen, desarrollando políticas complementarias que nos permitiesen responder a sus necesidades.

Adicionalmente, a partir del año 2011 definimos un plan estratégico trianual continuo, que denominamos internamente "V de Vendetta", con una parte de la organización especializada en cada uno de los subcanales (Bareca, Colectividades, Vending, Hoteles, etc) y dotándolos de recursos específicos en función de sus necesidades. En definitiva, creemos que para triunfar en horeca hay que pensar y sentir como horeca, evitando trasladar las políticas de alimentación a un universo tan heterogéneo y distinto.

¿Cómo han cambiado los hábitos de consumo de los consumidores de bares y restaurantes respecto a la demanda de zumos?

JJ. Para comenzar, el consumo de zumos en restaurantes es muy residual, a excepción del zumo de tomate por su presencia en el aperitivo o previamente a una comida. En cuanto al consumo en bares, siguen existiendo dos grandes momentos de consumo: el desayuno-media mañana y la merienda.

No ha habido grandes cambios, lo cual no quiere decir que no existan oportunidades a desarrollar que supongan una propuesta interesante para otros momentos de consumo.

Juver es una marca, también, sostenible. ¿Qué avances en este terreno han hecho en este último año?

JJ. Por nuestra pertenencia a una de las mayores cooperativas agroalimentarias de Europa, Conserve Italia, está en nuestro ADN la sostenibilidad y el compromiso con el Medio Ambiente. En este último año hemos aumentado nuestra superficie para energía solar, seguimos con nuestro plan Neutral Carbono, reducimos el consumo de agua en nuestros procesos. También estamos investigando acerca de la valorización de nuestros residuos y subproductos de la fruta que procesamos, a fin de convertirlos en bioplásticos biodegradables.

Igualmente, continuamos con diversos proyectos de economía circular, adicionales al ya obtenido de reutilización de nuestros residuos plásticos para darles otra vida como parte integrante de nuevos plásticos utilizados.

Hablemos de su trayectoria dentro de la empresa. Lleva casi dos décadas en Juver. ¿Qué balance hace de estos años en la empresa? ¿Cómo ha visto que ha evolucionado y hacia dónde?

JJ. En lo esencial, mantenemos el mismo espíritu de humildad, de cercanía y de servicio que encontré en Juver cuando llegué a principios del año 2004. Evidentemente, la profesionalización y modernización han sido claras en estos 20 años. Debo resaltar que han sido personas con una larga trayectoria en la casa, las primeras que han hecho suyas las innovaciones en procesos y en estrategias. El objetivo ambicioso que nos hemos fijado se va acercando y estamos en el camino correcto para conseguirlo.

A nivel personal, sigo disfrutando cada día del proyecto ilusionante que supone Juver y estoy en el sitio que quiero estar. Cuando trabajas en algo que te gusta, la pasión es la palanca más poderosa que tenemos. Leí en algún sitio una frase atribuida a Confucio: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Doy gracias a Dios porque éste es mi caso.

Nos puede avanzar algunos planes de futuro, dentro de su departamento o de lanzamientos o novedades de Juver.

JJ. Sin desvelar ningún secreto, puedo adelantar que estamos trabajando en desarrollos innovadores que cubran nuevas necesidades de consumo. Avances que verán la luz en el primer trimestre del 2024. También hemos iniciado un proyecto de colaboración con nuestra matriz Conserve Italia. Con ella desarrollaremos el mercado del pomodoro italiano en España y aprovecharemos la versatilidad de formatos que tenemos allí para el mundo de los zumos y conservas de fruta y vegetales.

El Pozo Alimentación ha reforzado su plantilla con 185 nuevos empleados y así atender a las necesidades de producción que suelen darse durante la campaña de verano. Esto pasa por sumar contratos con el fin de reforzar aquellos puestos estratégicos que son necesarios en la empresa o bien sustituir a los trabajadores que tienen sus vacaciones durante estos meses. 

En concreto, la empresa informa que los nuevos trabajadores estarán haciendo sus funciones, en su mayoría, en los distintos centros productivos de la compañía centrados en el Centro de Procesamiento de Carne, el Centro de Loncheado York, la planta de Jamones y el Centro Logístico y Elaborado.  

Una de las compañías españolas con más trabajadores 

La plantilla de El Pozo Alimentación es una de las más numerosas en España y cuenta con más de 5.500 empleados actualmente. Es por ello que existe una necesidad de nuevas contrataciones para atender a las demandas que suelen darse en la campaña de verano. 

Además, premia las ideas de mejora continua de sus empleados, a través de los ‘Grupos de Mejora’, una iniciativa que ha batido en esta edición, la número 39, el récord de participación con un total de 300 trabajadores, lo que supone el 6,5 por ciento de la plantilla. 

Las mejoras identificadas cada año por los empleados con este programa llevan a la empresa a dar continuidad a estas metodologías de trabajo por los buenos resultados obtenidos y así poder proponer soluciones, favorecer la eficiencia, la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente y el trabajo en equipo entre los trabajadores. 

El Pozo Alimentación es una de las empresas más importantes especializadas en alimentación.  El último informe Brand Footprint, de Kantar Worldpanel, dio a conocer que se erige como una de las marcas más demandadas y preferidas por los consumidores, y la más presente en los hogares de España por octavo año consecutivo

El 76% de los restaurantes, bares y cafeterías de España tiene presencia digital, sin embargo, sólo el 15,9% de los locales están altamente digitalizados. Así lo constata el informe realizado por BCC Innovation y Delectatech sobre la digitalización en la hostelería y que muestra el largo camino que aún existe en el sector HORECA en cuanto a adaptación de la tecnología se refiere.  

Esto quiere decir que más allá de contar con una página web, gestionar correctamente las redes sociales, disponer de una carta digital o permitir hacer reservas online, los negocios de restauración tienen ante sí multitud de nuevas y valiosas herramientas para mejorar la operativa interna del servicio, gestionar los recursos humanos, optimizar la logística y el aprovisionamiento o mejorar la gestión financiera y de negocio, entre otros.

El dato como generador de tendencias

A pesar de que las ventajas son muchas y muy diversas, llevarlo a cabo no es fácil. No sólo requiere destinar recursos económicos, sino también, y lo que supone el mayor freno, realizar un cambio cultural a nivel interno para abrazar la digitalización sin miedo.

Eso es lo que hicieron en el Grupo La Mafia se sienta a la mesa, que prefieren definirse como “una empresa tecnológica que da de comer”. Con esta premisa, el ADN tecnológico y digital se da por hecho, pero no siempre fue así.

“Inicialmente teníamos que lidiar con ingentes cantidades de datos de nuestros restaurantes recogidos en diferentes documentos de Excel con datos desordenados, desactualizados y poco o nada intuitivos”, reconoce Víctor Sancho, director de Operaciones y Ventas de La Mafia. El directivo ha participado en una jornada sobre la digitalización en la hostelería, celebrada con motivo del 20º Congreso AECOC dirigido al canal Horeca.

“Nuestra digitalización llegó, precisamente, para dar sentido a esos Excel y para predecir tendencias en un momento tremendamente cambiante y voluble, porque el dato sin interpretación no sirve de nada”, ha confesado.

Congreso AECOC

“Para nosotros, los datos han sido nuestra brújula y nos han permitido ser más eficientes, simplificar los procesos; controlar, conocer y hacer un seguimiento y predicción del cliente y del mercado, establecer objetivos e incentivar a nuestros trabajadores. También para pulsar nuestra reputación digital y compararla con la de nuestros competidores. En definitiva, los datos nos han permitido medir, aprender, corregir y anticiparnos”, apunta Sancho.

Así, gracias a la digitalización, “el Grupo ha pasado a registrar un comentario cada 4 minutos (en el año 2022 acabamos con un posicionamiento del 8,9% en redes sociales), gestionamos de forma digital en torno a 600.000 reservas anualmente, hemos reducido un 40% el tiempo destinado a compras e inventarios, la facturación media se ha incrementado un 38% en todos nuestros locales durante los últimos cinco años, hemos mejorado la rotación un 29%, la percepción interna del franquiciado ha mejorado un 28%, los errores de las comandas a cocina se han reducido un 74% y hemos incrementado nuestra felicidad notablemente”, ha explicado el directivo.

A tenor de estas cifras, resulta incuestionable que los datos que cada día se generan en torno a un negocio de restauración estén ayudando a transformar los negocios y a adaptarlos a un universo cada vez más competitivo.

Xavi Mallol, CEO y fundador de Delectatech
Xavi Mallol, CEO y fundador de Delectatech

La IA al servicio de la restauración

Otra de esas herramientas que ha venido para quedarse y que está suponiendo una verdadera revolución a todos los niveles es la aplicación de la inteligencia artificial generativa, cuyo impacto también ha llegado a la hostelería y a la que, tampoco hay que tenerle miedo, pero sí saber utilizarla.

Arrastrada por el furor de Chat GPT, la inteligencia artificial “nos permite crear contenido, ya sea texto, imagen, vídeos, gráficos, presentaciones, etcétera, similar al de un humano a un coste infinitamente inferior, sin embargo, debemos entrenar a la máquina para que pueda aprender”, ha afirmado Xavi Mallol, CEO y fundador de Delectatech, quien ha brindado al auditorio una sesión práctica de todo lo que la inteligencia artificial puede hacer por la hostelería.

Desde crear una carta a establecer el precio de los platos, pasando por seleccionar las mejores zonas para abrir un local, crear contenidos corporativos o elaborar informes estadísticos que ayuden a los empresarios a interpretar futuras tendencias y hábitos en el sector hostelero, entre infinidad de opciones. “El propósito de la IA es generar información, no discernir si ésta es buena o mala, si es correcta o falsa, por eso, en este mundo en el que vamos a ser incapaces de diferenciar el contenido real del artificial, será fundamental velar por la reputación digital de nuestros negocios para que la máquina aprenda porque todo lo que aparezca en internet, marcará nuestro futuro”, ha expuesto el directivo.

Julio Bruno, empresario y fundador de BeBeMe
Julio Bruno, empresario y fundador de BeBeMe

Los desafíos de la hostelería

Sobre futuro también se ha hablado y mucho durante este encuentro. De ello se ha encargado Julio Bruno, CEO y fundador de BeBeMe y presidente de Mercato Metropolitano, el primer mercado sostenible comunitario en Londres, quien ha expuesto los retos a los que se enfrenta el sector de la hostelería.

La pandemia ha modificado gran parte de nuestros hábitos, también la forma en la que comemos y bebemos, cuándo lo hacemos y dónde, algo que ha impactado enormemente en la restauración teniendo ésta que reinventarse y adaptarse a marchas forzadas. En un mundo en el que los negocios de restauración se multiplican a velocidad de vértigo y en el que impera el fenómeno FOMO, las siglas en inglés de “Fear of Missing Out” o “miedo a perderse algo”, “las empresas de restauración deben tener claro su propósito, implementarlo a lo largo de toda la cadena de valor y saber transmitirlo al consumidor”, ha advertido el empresario.

Bravo resume con gran simplicidad las reglas de oro que deben imperar en cualquier negocio de restauración que quiera sobrevivir a la canibalización de nuestros días: “debemos dar algo bueno para comer, algo bueno para mostrar y algo bueno para contar”. A este respecto, añade, que saber crear nuestro storytelling o la narrativa de nuestro negocio nos ayudará a hacer frente a los cuatro retos a los que se enfrenta la hostelería: atraer al cliente, atraer y retener el talento, saber diferenciarnos de la competencia y adaptarnos a los nuevos modelos de consumo”.

Este directivo, con una profusa trayectoria profesional a nivel internacional, ha despedido su intervención rompiendo una lanza por la restauración española, “en España se están haciendo cosas interesantísimas, porque aquí se vive en la calle, así que debemos ser capaces de españolizar la industria fuera de nuestras fronteras”.

El vigésimo Congreso AECOC de HORECA ha transcurrido durante los días 27 y 28 de junio en Madrid.
El vigésimo Congreso AECOC de HORECA ha transcurrido durante los días 27 y 28 de junio en Madrid.

Un verano de récord

Con la vista en el corto plazo, la restauración encara lo que se pronostica por los expertos como “un verano de récord”, en parte, debido a las buenas perspectivas del turismo, según el presidente de AECOC, David Martínez.

Las buenas previsiones para la temporada de verano se producen en un contexto de crecimiento para la restauración, que en 2022 registró un incremento de su cifra de negocio del 30% y ya aporta un 3,8% al PIB, cerca de los niveles pre-COVID. Los datos presentados por David Martínez Fontano apuntan a un cierre del año con un crecimiento de entre el 5% y el 7% para el sector.

Alimentaria Exhibitions y Grupo Caterdata afianzan su relación con una nueva colaboración para acoger la Final de los Concursos Cocinero y Camarero del Año en el marco en Alimentaria & Hostelco que se celebrará en Fira de Barcelona, recinto Gran Vía, del 18 al 21 marzo del próximo año.

 

J. Antoni Valls, Director General de Alimentaria Exhibitions, y Alfonso Pastor, Director General de Grupo Caterdata, acaban de renovar esta semana su acuerdo de colaboración estratégica para llevar a cabo la esperada Gran Final de los certámenes, pioneros en el sector y que justo cumplen 20 años el año que viene. Con ello, “promete elevar aún más su nivel de competencia y excelencia”, afirma Alfonso Pastor.

 

Alimentaria fue en el año 2004 patrocinadora fundadora de estos prestigiosos concursos que, como explica J. Antoni Valls, “han dejado una huella imborrable en la escena culinaria española y durante dos décadas han sido reconocidos como referentes indiscutibles, brindando una plataforma para descubrir y promover a grandes talentos en el mundo de la cocina y la sala”.

Una feria internacional

La plataforma ferial Alimentaria & Hostelco es uno de los referentes del sector y cada dos años se erige como el epicentro neurálgico de la innovación en alimentación, bebidas, foodservice, gastronomía, hostelería, restauración y equipamiento hostelero, abarcando toda la cadena de valor de la industria.

 

La unión de estos dos destacados salones ofrece una propuesta de valor diferenciada, transversal y completa, fomentando la interacción entre productos, maquinaria, tecnología, servicios y equipamiento, para proporcionar a las empresas expositoras participantes nuevas oportunidades de negocio y expansión, tanto a nivel nacional como internacional, al tiempo que les permite identificar las tendencias que marcan el mercado global.

Firma entre Alimentaria Exhibitions y Grupo Caterdata
Firma entre Alimentaria Exhibitions y Grupo Caterdata

Cuándo se realiza la final de los concursos

La Gran Final del Concurso Cocinero del Año y del Concurso Camarero del Año tendrá lugar el 21 de marzo en The HORECA Hub, un área multidisciplinar de nueva creación que ofrece experiencias en directo, exhibe las innovaciones más relevantes del sector horeca y aborda contenidos de actualidad para el sector.

 

“Este espacio vibrante y dinámico acogerá la gran final de ambas competiciones, cuando los participantes exhibirán sus habilidades y creatividad culinaria ante un jurado de primerísimo nivel y ante un público como siempre apasionado”, explica Pastor.

 

Con esta nueva alianza entre Alimentaria Exhibitions y Grupo Caterdata, ambas entidades refuerzan su compromiso con la promoción y el reconocimiento del talento en la industria gastronómica y hotelera. Además, asegura el éxito continuado de los Concursos Cocinero y Camarero del Año como eventos imprescindibles dentro de la plataforma de referencia internacional Alimentaria & Hostelco.

 

Para 2024, se espera una convocatoria cada vez más grande que centrará sus esfuerzos hacia la sostenibilidad y la expansión internacional. En la edición de abril de 2022, la plataforma Alimentaria-Hostelco reunió a cerca de 3.000 empresas expositoras, un 29% internacionales, y recibió más de 100.000 visitantes, de los que un 23% procedieron de 150 países.

Esta pregunta es muy difícil y complicada de contestar, si tuviera una varita mágica como la del Mago Merlín, lo haría. Poder predecir con certeza, el futuro de qué método de pago se impondrá en las transacciones que se realizan en la restauración y en la hostelería, es una quimera. Hay varios factores que están en juego, las preferencias del consumidor a la hora de realizar el pago, la generación a la que pertenece el que paga, la tecnología disponible en cada momento y la situación económica.

 

No podemos obviar, que es evidente que en los últimos años hay una tendencia hacia el uso de métodos de pago sin efectivo, como las tarjetas de crédito, las aplicaciones de pago móvil y otros sistemas electrónicos de pago. Las nuevas generaciones, en una gran mayoría no usan el efectivo, no es que no lo tengan, es que no lo usan. Esta tendencia se ha trasladado a una gran parte de la población por los efectos de la terrible pandemia de COVID-19, que ha optado por evitar el uso de efectivo debido a sus preocupaciones por la propagación del virus.

 

La tendencia más factible para el futuro es el crecimiento de la opción del pago a crédito, ya que los pagos sin efectivo ofrecen una serie de ventajas tanto para los clientes, como para los negocios de hostelería. Por ejemplo, la rapidez, la comodidad y la seguridad. Sin embargo, hay sectores de la sociedad que seguirán prefiriendo el uso de efectivo por muchas razones, como la privacidad de sus compras o la necesidad de controlar sus gastos generales.

 

¿Llegara el fin del papel moneda, tal como lo conocemos? Creo que pasarán años en la situación actual en la que nos encontramos, pero se prevé que para el final de la década actual o poco más, los bancos centrales gubernamentales se posicionarán como paladines y caballeros salvadores en favor de los ciudadanos e intentarán implantar sus monedas digitales. ¿Realidad o ficción? Puede que sea una cuestión del controlar más a los ciudadanos o de seguridad como dicen los bancos, yo no puedo dar la respuesta. Aunque creo que desde mi punto de vista les costará llegar a esta situación, y personalmente creo que el efectivo siempre tendría que existir, como un método de pago privado y libre de cada ciudadano.

No obstante, tenemos el ejemplo de Suecia en 2018, donde la imposibilidad de pagar en efectivo en muchos sitios comportó un gran problema para muchos ciudadanos, sobre todo para la gente mayor. Nuestros mayores suelen estar acostumbrados a abonar sus compras en efectivo y, en muchas ocasiones, no disponen de tarjetas o nuevas tecnologías para efectuar pagos. Además, hay que tener en cuenta la afirmación que realizó en el parlamento sueco el economista Mats Dileu: “si la desaparición del efectivo ocurre demasiado rápido, puede ser difícil mantener la infraestructura de pagos”. Un país que adopte como medio de pago principal el electrónico, sin tener a toda la sociedad preparada, puede ser algo muy peligroso para la misma sociedad. 

 

Si llegara el irremediable el fin del dinero con billetes y monedas, tal como lo conocemos actualmente. Esto supondrá a los propietarios de los restaurantes otro reto adicional, al mismo tiempo que un aviso importante. Cuando antes se adapten a los nuevos sistemas de pago innovadores, mejor estarán preparados para el mundo digital del futuro. Y por qué no los nuevos medios de pago podrán atraer nuevos clientes, debido a las facilidades de uso que ofrecen.

 

Según varios estudios la hostelería lidera el auge de los pagos digitales. Por lo tanto, no solo será importante ofrecer métodos de pago digitales, sino saber elegir cuáles de ellos serán los más esenciales para su clientela. Según estos estudios, los métodos de pago digital que sigue liderando son las tarjetas de crédito tradicional y pago desde el móvil, aunque se están abriendo camino nuevas soluciones como el Bizum, Stripe u otras plataformas alternativas de pago, o por qué no, también las criptomonedas.

 

En resumen, es probable que los métodos de pago sin efectivo continúen ganando terreno en las ventas en hostelería, pero posiblemente el uso de efectivo siga siendo una opción importante para una parte importante de los consumidores. Personalmente, creo que es la libertad personal de cada uno de usar el método de pago más conveniente en cada momento, valorar y saber lo que podemos gastar cada uno en su economía particular. Y como bien dice el refrán popular español: "quien no guarda cuando tiene, no come cuando quiere".

Así como en mis anteriores artículos intentaba reflejar un punto crítico en mi espíritu permanente de “Pepito Grillo” y en paralelo con la intención de que algunos de los comentarios expuestos en los mismos pudieran generar alguna reflexión a quién así lo considerase, en este nuevo artículo no puedo por menos que felicitar de todo corazón  al menos a una buena parte de los hoteles vacacionales por la evolución que los diferentes servicios de restauración que ofrecen en sus hoteles han tenido en estos últimos años.

 

Hasta hace muy pocos años, en los servicios de sus restaurantes–buffets en este perfil de hoteles el servicio que se ofrecía a sus clientes se parecía más a lo que se ofrece en un comedor escolar o de empresa (en línea con prácticamente toda la oferta en cubetas gastronorm) que en un espacio donde disfrutar de la gastronomía, de su variedad, de la preparación al momento y de la decoración de los diferentes espacios.

 

Gracias a las inversiones que se han acometido en la última década anterior, hoy, los restaurantes–buffets de una gran parte de estos hoteles tienen espacios segmentados de acuerdo con la variedad de productos que en cada uno de ellos se ofrecen a los clientes alojados en los mismos, con un porcentaje alto de elaboraciones in situ sean frías o calientes.

 

Asimismo, las presentaciones individualizadas de una parte importante de la oferta que en ese servicio se ofrece, hace de los mismos que sean mucho más atractivos.

Con la incorporación de estos nuevos espacios se ha conseguido un flujo de circulación que ha permitido si no eliminar los tiempos de espera o las inevitables colas sí desde luego minimizarlos, decidiendo el cliente cómo transita por los diferentes puntos de oferta para no hacer las colas que con los sistemas anteriores eran totalmente inevitables.

 

Se han introducido espacios personalizados para los más pequeños, con vajillas y cuberterías especiales para ellos, con alturas que les permitan servirse directamente como los mayores (mejor con ayuda de los mismos) consiguiendo que además de disfrutar de la comida sea un entrenamiento para ellos.

 

En los servicios de bares y cafeterías donde se ofrecen los servicios de snacks y bebidas, los productos que allí se ofrecen están totalmente al día con lo que se está ofreciendo en “los sitios de moda” y probablemente en el apartado de coctelería está a años luz (por encima) de la oferta que en los establecimientos a pie de calle se están ofertando, con la honrosa excepción de los establecimientos históricos y de las nuevas y singulares que se han creado en los últimos años.

 

Podemos estar muy orgullosos, sin caer en la tentación de pensar que ya está todo hecho, del trabajo que se ha realizado en estos años, sigamos trabajando en esta línea y mejoremos la formación (de todos y en continuo) y el nivel de idiomas de nuestro personal en contacto con nuestros clientes para poder seguir siendo absolutamente punteros en el servicio turístico que ofrece este país.

 

Hablar del bar supone referirse a él como un espacio de intercambio y negociación, donde las identidades son considerablemente maleables debido, en gran parte, a los diversos elementos tangibles e intangibles que componen el propio paisaje que proyecta.

 

En ocasiones he utilizado la metáfora de la luz que atraviesa un prisma para ilustrar cómo las identidades se fragmentan y reconfiguran en el espacio bar. Incluso llegando a considerar que la acción allí desarrollada tiene poder sobre el tiempo, ya que determina la secuencia del pasado, presente y futuro; haciendo que el tiempo sólo sea concebible dentro de un marco sensible diseñado para tal efecto.

 

Desde la perspectiva que disponen mis propios avances en antropología urbana propongo un enfoque multidisciplinario, que estudia flujos superpuestos, nuevos hábitos y redes de comunicación tanto física como virtual. Es en este contexto donde el bar puede ser contemplado como un orden y un desorden, siendo la identidad el resultado de la tensión entre la planificación empresarial y las prácticas de los habitantes del establecimiento (los clientes).  Bajar al bar entonces, no deja de ser un descenso al reino de la fragmentación y la incertidumbre, donde la verdadera conquista es mantener un nivel de calidez y conexión con los demás; es ahí donde reside el equilibrio.

 

Cuando provoqué la torsión metodológica que Gastropología desarrolla respecto a la etnografía tradicional, lo hice con la intención de subrayar la espacialización de la propia observación. Me refiero a la necesidad de ampliar la capacidad de analizar y comprender las relaciones entre el individuo y su entorno espacial, considerando tanto los aspectos teóricos como los prácticos. Es en este sentido que la visión heterogénea de las relaciones en el bar que vengo denominando como gastropología o antropología del bar, son un ejemplo de cómo se pueden generar nuevos conceptos al estudiar las relaciones entre las personas y su entorno en un espacio fronterizo, como lo es un bar o un restaurante.

El espacio-frontera se define como un espacio en el que el individuo se siente proyectado hacia la socialización, lo hace por percibir, tanto seguridad como cierta comodidad, para actuar y pensar libremente. Este espacio es por lo tanto y así lo podríamos denominar semipúblico o semiprivado, y se caracteriza entre otros factores, por tener diferentes niveles de intensidad, según el requerimiento del propio momento.

 

La diferenciación entre el espacio público y privado en el ámbito urbano (allí donde priman relaciones de urbanidad) requiere una mirada a lo que significan estas dos esferas. El espacio público se define como una superficie cuya propiedad es reclamada o puede ser reclamada por la colectividad que lo habita o se relaciona con él. El espacio público es también, teóricamente accesible a todos y se caracteriza por su constante visibilidad, mientras que el espacio privado se define como cerrado, inaccesible e invisible. Sin embargo, los espacios de recreo como los bares, restaurantes y cafés podemos considerarlos como semipúblicos, ya que, aunque existen ciertos elementos arquitectónicos y regulaciones administrativas que limitan su acceso, estos lugares tienen la capacidad de acoger a todo el mundo y recrear un sentimiento de pertenencia y arraigo.

 

Estos espacios generan significados colectivos y memorias compartidas a través de las prácticas y representaciones que permiten al sujeto colocarse dentro de un orden espacio-temporal. El habitar es una actividad práctica y relacional que genera espacios con usos y significados colectivos y memorias compartidas. La relación de las personas entre ellas y con el espacio determina el habitar, lo cual tiene que ver tanto con las representaciones del ambiente que las personas construyen, como con las maneras en que descubren lo que el ambiente permite u ofrece como posibilidad de ser.

 

Los bares y también los restaurantes se reivindican de continuo como lugares de socialización y conexión con los demás, son elementos esenciales e insustituibles de la vida urbana, insisto que no es sinónimo de ciudad sino de urbanidad, ya que aumentan sus pulsaciones en el marco rural de cualquier pueblo que se precie. Los bares, por lo tanto, rechazan opciones superficiales y narcisistas de ocio y consumo, y buscan preservar las experiencias auténticas y significativas que se pueden encontrar en estos espacios que por suerte huyen de ser considerados exclusivamente lugares.

Cierro invitando al lector a plantearse la diferencia entre lugar y espacio.

Parece eminente que nos podemos encontrar ante la “quinta revolución industrial o la industria 5.0”, que quiere aportar una imparable fusión entre lo humano y las maquinas. ¿Es posible una colaboración plena?

 

En este nuevo entorno 5.0 nos lleva muy posiblemente a una colaboración entre las personas y la tecnología. Sus acérrimos defensores defienden que los procesos serán más rápidos, que las decisiones serán mejores y los resultados mayores. ¿Nos lo tenemos que creer a pie juntillas?

 

La quinta revolución industrial o la revolución tecnológica, puede tener impactos positivos y negativos para los humanos, está claro. Por un lado, la tecnología debe mejorar la calidad de vida y la eficiencia en muchas áreas, como la comunicación, la medicina y la producción. Por otro lado, saltan alarmas, varios expertos se han planteado preocupaciones sobre la seguridad de la información, la privacidad y la automatización de empleos.

En general, depende de cómo se utilice la tecnología y de cómo se aborden sus desafíos.

 

Un ejemplo es la IA (Inteligencia artificial), aporta ciertos beneficios a nuestra sociedad. Ésta se encargaría en el presente o en futuro cercano de las tareas mecánicas, rutinarias y más peligrosas. Los humanos, se supone, podremos destinar nuestro tiempo a tareas de más valor, que solo la razón puede realizar. ¿Realidad o entelequia? Está claro que las revoluciones tecnológicas cada vez suceden en plazo más cortos.

 

Esta quinta revolución industrial en una idílica situación, ¿qué puede aportar a la hostelería española? Le puede brindar nuevas oportunidades de crecimiento y mejora. La implementación de tecnologías como la robótica, el Internet de las cosas y IA, entre otras, permitirá a los negocios mejorar su eficiencia y ofrecer una experiencia más personalizada a sus clientes. No obstante, la incorporación de nuevas tecnologías requiere de una inversión económica. Tener una perspectiva clara de los desafíos que queremos abordar tecnológicamente es esencial para poder sacar el máximo provecho de esta nueva revolución.

 

Esta nueva tendencia se centra en la integración de la tecnología avanzada en todos los aspectos de la sociedad, incluyendo el sector de la hostelería. La tecnología puede mejorar y optimizar los procesos del sector Horeca, pero es probable que también reemplace algunos puestos de trabajo con robots y sistemas automatizados. Sin embargo, la creciente demanda de profesionales de la hostelería con capacitación tecnología y habilidades blandas, es una nueva oportunidad para que puedan liderar y supervisar estos sistemas, internos y externos. Está claro que la relación con el cliente siempre lo tienen que gestionar las personas, no se les puede sustituir por maquinas, desde mi punto de vista.

 

Creo que todos tenemos que reflexionar sobre este tema de futuro y ya de presente. A favor y en contra, y sacar nuestras conclusiones propias. Predecir lo que va a suceder es muy difícil. Valga para finalizar, la frase del empresario norteamericano y fundador de Strategos Gary Hamel: “como los grandes nietos de la revolución industrial, hemos aprendido, por fin, que la búsqueda sin preocuparse de más es insostenible y en última instancia, insatisfactorio. Nuestro planeta, nuestra seguridad, nuestro sentido de la ecuanimidad y nuestras almas piden algo mejor, algo diferente”.

Semanas atrás andaba yo en lo alto de una ladera sobre el rio Sil en la Ribera Sacra gallega. El equipo de Gastropología ultimaba la apertura de un restaurante en una de esas bodegas que te hacen comprender lo pequeños que somos delante de aquella naturaleza majestuosa, más aún cuando la observamos tras los cristales de un vino bien elaborado, bien servido, bien hablado, y permítanmelo, bien reído.

Ese sin duda era el momento oportuno para permitir, junto al cliente y su equipo, que las tensiones lógicas ante un proyecto de cierta envergadura-riesgo, se fueran disipando con los sorbos del caldo elegido, agitando a base de brindis los designios al éxito. Sumando otras alegrías, dispuestas a asumir el testigo de esa barra del bar ya bendecido.

 

Los primeros antropólogos pensaban que, así como las especies evolucionaban de organismos sencillos a otros más complejos, las sociedades y las culturas de los humanos debían seguir el mismo proceso de evolución hasta producir estructuras complejas como su propia sociedad. Influidos por el evolucionismo, teorizaban sobre el ir de menos a más como un camino de explicación inequívoca.

 

Lo vi, ahí lo vi claro, era el momento de diseñar la mecánica del negocio: propuse una experiencia de servicio de sala perfecto, que en este formato de restauración debía ser evolucionista como los primeros antropólogos. Es decir, teníamos que lograr que los clientes pasaran sí o sí por la barra, propiciar unas risas de relajación, acompañar a la mesa del restaurante y permitir que los comensales gestionaran su libertad al sentirse en esa suerte de reuniones que curan.

 

Cuando me enfrento al reto que supone diseñar un bar o un restaurante independiente desde la antropología, aprendo que cada espacio requiere una solución de ingenio distinta, un matiz, un encontrar su propia lógica en los movimientos y en las coreografías que lo componen. Estamos delante de una comedia no sólo de situaciones sino también de distancias. La teoría sirve para explicar, pero será la propia acción la que determine el ajuste.

 

Larga vida a los bares que curan, a los restaurantes que nos restituyen y a la antropología que nos lo explica.

Con el cambio climático, llegó la moda de hablar sobre sostenibilidad, sus modos y prácticas, hasta la saciedad. En declaraciones de todo tipo algunos suelen aseverar que, las empresas, se hallan en el camino de evitar la situación de emergencia climática, hasta el punto de declarar: yo más, cuando en realidad al revisar sus objetivos, movimientos ciudadanos e instituciones non profit, manifiestan la evidencia -en ocasiones- de cierta alteración de la verdad.

Y como lo mejor suele ser enemigo de lo bueno, esos movimientos ciudadanos e instituciones están tomándose el análisis de la veracidad de los datos de las empresas de una forma tan rigurosa que estamos pasando de la lucha contra el greenwashing a la aparición del greenhushing.

 

Se genera greenhushing cuando una empresa no publica sus logros ambientales. A diferencia del greenwashing, en el que las empresas exageran sus políticas sostenibles, las greenhushers guardan silencio sobre las políticas de sostenibilidad, incluso si existen.

 

Un informe de 2022 de la consultora climática South Pole encontró que de las 1.200 empresas privadas encuestadas que se consideran líderes climáticas mundiales, casi una cuarta parte no publicó sus avances en materia de sostenibilidad. La mayoría de los analistas están de acuerdo en que el greenhushing está ocurriendo con más frecuencia que nunca. Pero hay cierto debate sobre los motivos, por ejemplo, en ocasiones por temor a acabar dando una imagen negativa en los medios de comunicación.

 

Veamos un ejemplo: ClientEarth ha presentado un caso, el mes pasado, contra un conglomerado empresarial francés, fabricando tanto alimentos como bebidas, ante el Tribunal de París, con la esperanza de obligarla a revelar más información sobre el uso de plásticos en sus productos y reducir la contaminación que generan. El fundamento es incumplir la normativa de la ley francesa del deber de vigilancia que se creó en 2017, para que las grandes empresas publiquen sus planes de sostenibilidad, identificando riesgos de generar impacto medioambiental y comprometiéndose a establecer medidas de prevención y mitigación, asi como las que está ejecutando y cumpliendo.

 

Al anunciar el caso ClientEarth, que está respaldada por la non profit Surfrider y la ONG Zero Waste France, reconoce que la empresa denunciada ha implementado un plan relacionado con los plásticos. Sin embargo, critica su decisión de centrarse en el reciclaje después del uso por el consumidor, citando el estancamiento de las tasas de reciclaje de plástico.

 

"El reciclaje es una solución limitada, ya que solo el 9% de los plásticos fabricados han sido reciclados", sostiene ClientEarth, que argumenta que, los plásticos plantean una serie de riesgos ambientales tales como emisiones asociadas con el vertido y la incineración, además del impacto de la contaminación plástica en la naturaleza y la salud humana.

 

De ahí que ClientEarth pide a la empresa que mida su uso de plástico en toda la cadena de valor, incluida la logística y las promociones y que mapee el impacto que los plásticos tienen en el medio ambiente y en la sociedad en toda su cadena de valor.

 

Ante situaciones como esta no es de extrañar que se esté iniciando un proceso donde por evitar greenwashing, la UE promulgará normativa para luchar contra ella en marzo, se caiga en el greenhushing y que las empresas que hasta ahora facilitaban información medioambiental sean mucho más discretas a la hora de informar sobre sus ambiciones y logros.

 

No es el caso de la empresa citada, pero el suyo puede llevar a otras empresas a evitar la necesaria transparencia sobre su comportamiento en materia de lucha contra el cambio climático, haciendo buenas aquellas lapidarias frases de Antonio Gutierres en la asamblea de la ONU: “solidaridad climática o suicidio colectivo”.